Actualizado el Monday, 2 May, 2022
En 1864 nació el que se convertiría en el gran maestro de la literatura, exigente y pertinaz filósofo, escritor y académico, Miguel de Unamuno, en la ciudad de Bilbao. Unamuno coqueteó con todos los géneros de la literatura: ensayo, teatro, novela y poesía. Muy pronto se quedó sin su padre y rápidamente ingresó en un colegio privado donde aprendió sus primeras letras y donde conoció a la que se convertiría en su esposa.
‘Palabras para un fin del mundo‘ desmonta noticias oficiales que se dieron en su momento sobre Unamuno, denuncia que el franquismo se apropió de su nombre y de su cadáver, cuenta que la Alemania nazi se opuso a su candidatura al Nobel o muestra cartas de extorsión que “exigían un impuesto revolucionario”.
“La libertad no es un estado sino un proceso. Sólo el que sabe es libre. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura”.
En recuerdo de Miguel de Unamuno, fallecido el 31 de diciembre de 1936.
Más vigente que nunca:
Unamuno aborrecía las asignaturas de las escuelas que utilizaban el método memorístico para aprender como la Historia, el Latín, la Geografía y la Retórica. En cambio, disfrutaba con la álgebra y la filosofía, que requerían más capacidad de razonamiento. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, donde se doctoró con una tesis que trata del origen de los vascos, contraria al movimiento nacionalista que propugnaba una raza vasca no contaminada por otras razas.
Durante la monarquía de Alfonso XIII hasta la caída de Primo de Rivera, fue destituido varias veces del rectorado y fue condenado a dieciséis años de prisión por injurias al rey, pero la sentencia no llegó a cumplirse. Más tarde sería desterrado.
“La gran pregunta aquí es por qué no se ha situado hasta ahora la muerte de Unamuno en el contexto de exterminio y arrase contra profesores e intelectuales. Unamuno fue de los primeros en denunciar la propaganda de los fascistas y terminó siendo víctima de ella”
Manuel Menchón, director del documental Palabras para un fin del mundo
Una vez proclamada la República, Unamuno la defiende hasta que es nombrado ciudadano de honor de la República. Entonces, una vez retirado de su actividad docente, expresa su desencanto públicamente con sus críticas a la reforma agraria, a la política religiosa, a la clase política, al gobierno y a Manuel Azaña, el presidente de la Segunda República.
Durante la Guerra Civil, Unamuno estuvo al lado de los sublevados, hizo lo que pudo para salvar a sus amigos, suplicándole a Franco, pero hacia el final se arrepintió, ya que los dos lados opuestos eran igual de bárbaros.
En sus últimos días, pasados bajo arresto domiciliario, pronunció estas palabras en una entrevista: “La barbarie es unánime. Es el régimen de terror por las dos partes. España está asustada de sí misma, horrorizada. Ha brotado la lepra católica y anticatólica. Aúllan y piden sangre los unos y los otros. Y aquí está mi pobre España, se está desangrando, arruinando, envenenando y entonteciendo…”.
Las mejores frases de Miguel de Unamuno
Algunas de sus novelas más importantes son: Niebla de 1914, La tía Tula de 1921, Teresa de 1924 y su ensayo Cómo se hace una novela de 1927. A continuación os dejamos algunas frases tan interesantes como su propia experiencia vital:
101 frases históricas de Miguel de Unamuno
«A veces, el silencio es la peor mentira».
Miguel de Unamuno sobre la responsabilidad de expresar nuestras opiniones
«Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da».
Miguel de Unamuno sobre la amistad
«Creer en Dios es, en cierto modo, crearle».
Miguel de Unamuno sobre la fe
«¡Creer lo que no vimos, no!, sino crear lo que no vemos. Crear lo que no vemos, sí, crearlo y vivirlo, y consumirlo, y volverlo a crear y consumirlo de nuevo, viviéndolo otra vez, para otra vez crearlo… y así; en incesante tormento vital».
Miguel de Unamuno en respuesta a la pregunta ¿qué es la fe? en un artículo titulado «La fe».
«Déjales con lo que llaman sus ideas, cuando en realidad son ellos de las ideas que llaman suyas».
Miguel de Unamuno sobre el peligro del adoctrinamiento ideológico. Palabras en su lecho de muerte según Los discursos de odio, de Martín Alonso Zarza.
«¿De qué te sirve meterte a definir la felicidad si no logra uno con ello ser feliz?»
Miguel de Unamuno sobre la felicidad en Del sentimiento trágico de la vida, capítulo 6.
«El cristianismo es apolítico».
Miguel de Unamuno sobre política y fe en La agonía del cristianismo.
«El general Milán Astray es un inválido. Me duele pensar que el general Milán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes… suele sentirse aliviado viendo cómo aumenta el número de mutilados alrededor de él. El general Millán-Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada como inconscientemente dio a entender».[
Miguel de Unamuno el 12 de octubre de 1936, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, contestando al general Millán-Astray.
«Un ciudadano e es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella».
Miguel de Unamuno sobre la sociedad y la individualidad
«El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura».
Miguel de Unamuno sobre la constancia
«El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia».
Miguel de Unamuno sobre la ignorancia nacionalista
«El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él».
Miguel de Unamuno sobre la autoconfianza
Miguel de Unamuno sobre cristianismo y patria en referencia al libro Enquête sur la monarchie. Les Écrivains de la renaissance française.
«En este libro tan profundamente anticristiano leí aquello del programa de 1903 de la Action Francaise que “un verdadero nacionalista pone la patria ante todo y, por ende, concibe, trata y resuelve todas las cuestiones políticas en su relación con el interés nacional”. Al leer lo cual me acordé de aquello de “mi reino no es de este mundo”, y pensé que para un verdadero cristiano —si es que un verdadero cristiano es posible en la vida civil— toda cuestión política o lo que sea, debe concebirse, tratarse o resolverse en su relación con el interés individual de la salvación eterna, de la eternidad. ¿Y si perece la patria? La patria de un cristiano no es de este mundo. Un cristiano debe sacrificar la patria a la verdad».
«Es débil porque no ha dudado bastante y ha querido llegar a conclusiones».
Miguel de Unamuno sobre la importancia de la duda y la investigación
«Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos».
Miguel de Unamuno sobre la importancia de la divulgación
«Es en el aspecto religioso donde hay que ir a buscar lo más típico y lo más radical de un pueblo».
Miguel de Unamuno sobre el poder de los rituales
«Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo».
Miguel de Unamuno sobre el ateísmo y la búsqueda de sentido de la vida
«Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas. Y la verdad se busca con humildad».
Miguel de Unamuno sobre la humildad del conocimiento
«He dicho alguna vez, con escándalo acaso de ciertos pedantes, que la verdadera universidad popular española han sido el café y la plaza pública».
Miguel de Unamuno sobre el saber popular
«Jamás desesperes, aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fértil».
Miguel de Unamuno sobre la esperanza. La cita también es un popular proverbio chino.
Entrevista a Miguel de Unamuno sobre la influencia vasca en Chile y la Compañía de Jesús en el artículo «Chile al trasluz», publicado en la revista Alférez por Pedro Laín Entralgo.
«La Compañía de Jesús y la República de Chile son las dos grandes hazañas del pueblo vascongado».
«La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual»..
Reflexión de Miguel de Unamuno en Del sentimiento trágico de la vida.
«La fe es la fuente de la realidad, porque es la vida; creer es crear».
Miguel de Unamuno sobre el poder de la fe
«La inmortalidad del alma, del alma que se escribe, del espíritu de la letra, es un dogma filosófico pagano».
Cita de Miguel de Unamuno en La agonía del cristianismo.
«La moda, es decir, la monotonía en el cambio».
Reflexión de Miguel de Unamuno sobre las modas
«La opresión, una mentecatada. Hablar de nacionalidades oprimidas —perdonadme la fuerza, la dureza de la expresión— es sencillamente una mentecatada; no ha habido nunca semejante opresión, y lo demás es envenenar la Historia y falsearla».
Entrevista a Miguel de Unamuno en «Don Miguel de Unamuno frente al Estatuto», ABC, 2 de junio de 1932.
«La razón es la muerte del fascismo».
Opinión e Miguel de Unamuno sobre el fascismo
«La vida del hombre sobre la tierra es combate, y combate primero y ante todo consigo mismo».
Discurso de Miguel de Unamuno con ocasión del I Centenario del nacimiento de Darwin, Valencia, 22 de febrero de 1909.
«Leyó esto: “Dios es una gran equis sobre la última barrera de los conocimientos humanos; a medida que la ciencia avanza, la barrera se retira”. Y escribió al margen: “De la barrera acá, todo se explica sin él; de la barrera allá, ni con él ni sin él”».
Cita de Miguel de Unamuno en Del sentimiento trágico de la vida
«Lo cierto es que creer en Dios es hoy, ante todo y sobre todo, para los creyentes intelectuales, querer que Dios exista».
Cita de Miguel de Unamuno en Del sentimiento trágico de la vida (capítulo 9).
«Los jesuitas […] nos vienen con la cantinela esa del reinado social de Jesucristo, y con ese criterio político quieren tratar los problemas políticos y los económico-sociales. […] Cristo nada tiene que ver ni con el socialismo ni con la propiedad privada. […] [Él] dijo que su reino no era de este mundo».
Opinión de Miguel de Unamuno sobre los jesuitas.
Opinión de Miguel de Unamuno sobre el ateismo
«Los que reniegan de Dios es por desesperación de no encontrarlo».
«Me ahogo, me ahogo, me ahogo en este albañal y me duele España en el cogollo del corazón»
Carta de Miguel de Unamuno escrita en noviembre de 1923 a un español residente en Buenos Aires. Esta expresión del dolor por España, característico de los escritores de la Generación del 98, tiene su origen en el padre Feijoo, quien en 1739 había escrito: «El descuido de España lloro, porque el descuido de España me duele».
«Mi religión es buscar la verdad… aun a sabiendas que no he de encontrarla».
Miguel de Unamuno sobre la verdad religiosa
«Mi situación económica se ha resuelto gracias a los americanos. Entre La Nación, de Buenos Aires —mi tribuna hoy—; Caras y Caretas, también de Buenos Aires, y el Diario Ilustrado, de Santiago de Chile, me han emancipado, ¡Gracias a Dios!, de la prensa española. Allí pagan triple que aquí y agradecen quintuple».
Carta de Miguel de Unamuno a su amigo Ignacio Zuloaga
«Ni, pues, el anhelo vital de inmortalidad humana halla confirmación racional, ni tampoco la razón nos da aliciente y consuelo de vida y verdadera finalidad a ésta. Mas he aquí que en el fondo del abismo se encuentran la desesperación sentimental y volitiva y el escepticismo racional frente a frente, y se abrazan como hermanos. Y va a ser de este abrazo, un abrazo trágico, es decir, entrañadamente amoroso de donde va a brotar el manantial de la vida, de una vida seria y terrible».
Carta de Miguel de Unamuno sobre el anhelo de inmortalidad
«No hay progreso sino por las ideas, y donde quiera que estas viven y obran, sean cuales fueren, se progresa, y no se progresa, sino que se estaciona un pueblo, donde el hueco de las ideas se llena con puras palabras…».
Miguel de Unamuno en La oquedad sonora, 27 de enero de 1913
«No sé de que se trata, pero me opongo».
Popular sarcasmo de Miguel de Unamuno.
«Nuestra sátira, nuestro sarcasmo, se parece más al humor inglés que no a la ironía francesa»
Miguel de Unamuno sobre el humor en «Malhumorismo», diciembre de 1910
«Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir».
Miguel de Unamuno sobre el juicio final
«Porque Augusto no era un caminante, sino un paseante de la vida».
Cita de Miguel de Unamuno sobre el caminar reflexivo en su obra Niebla
«Salvadnos jóvenes, verdaderos jóvenes, los que no mancháis las páginas de vuestros libros de estudio ni con sangre ni con bilis. Salvadnos por España, por la España de Dios, por Dios, por el Dios de España, por la Suprema Palabra creadora y conservadora».
Ruego de Miguel de Unamuno a los jóvenes
Miguel de Unamuno en «La reforma del castellano», en Ensayos, I, pp. 92-93.
«Una de las más fecundas tareas que a los escritores en lengua castellana se nos abren es la de forjar un idioma digno de los varios y dilatados países en que se ha de hablar, y capaz de traducir las diversas impresiones e ideas de tan diversas naciones. Y el viejo castellano, acompasado y enfático, lengua de oradores más que de escritores —pues en España los más de estos últimos son oradores por escrito— el viejo castellano necesita refundición. Necesita para europeizarse a la moderna más ligereza y más precisión a la vez… Revolucionar la lengua es la más honda revolución que puede hacerse. Sin ella, la revolución en las ideas no es más que aparente».
«Y acaso la enfermedad misma sea la condición esencial de lo que llamamos progreso, y el progreso mismo una enfermedad».
Reflexión de Miguel de Unamuno contra el progreso tecnológico sin reflexión humana en Del sentimiento trágico de la vida (capítulo 2).
«Y creía acaso en la resurrección de la carne, a la manera judaica, no en la inmortalidad del alma, a la manera platónica [griega] y en su segunda venida al mundo. Las pruebas de esto pueden verse en cualquier libro de exégesis honrada» […] «Y el Cristo dijo: “Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen”, y no hay hombre que sepa lo que se hace. Pero ha sido menester convertir a la religión, a beneficio del orden social, en policía, y de ahí el infierno»..
Cita de Miguel de Unamuno en referencia a Jesucristo.
«Yo no aseguro ni puedo asegurar que hay otra vida; no estoy convencido de que la haya; pero no me cabe en la cabeza que un hombre de verdad no sólo se resigne a gozar más que de esta vida, sino que renuncie a la otra, y hasta la rechace».
Miguel de Unamuno sobre la vida eterna
«¿Y qué es amor? ¿Quién definió el amor? Amor definido deja de serlo».
Cita de Miguel de Unamuno sobre el amor en su obra Niebla, capítulo IV.
«¿Y qué es el derecho a la vida? Me dicen que he venido a realizar no sé qué fin social; pero yo siento que yo, lo mismo que cada uno de mis hermanos, he venido a realizarme, a vivir».
Miguel de Unamuno sobre el derecho a la vida
«Y si creo en Dios, o por lo menos creo creer en Él, es, ante todo, porque quiero que Dios exista, y después porque se me revela por vía cordial… Y me pasaré la vida luchando con el misterio».
Miguel de Unamuno sobre la fe consciente
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