Actualizado el Thursday, 28 January, 2021
Las relaciones interpersonales se convierten en nuestra mayor fuente de satisfacción, o de conflictos, si no sabemos gestionarlas adecuadamente. A veces un comentario pasivo-agresivo puede hacer que perdamos los estribos, desencadenando un conflicto que nos hace perder el equilibrio emocional y no nos conduce a ninguna parte.
«El sarcasmo —ahora lo veo— es el lenguaje del diablo: por consiguiente, he renunciado a él desde hace mucho tiempo».
Thomas Carlyle, fue un historiador, crítico social y ensayista británico.
Muchas veces se confunde sarcasmo con ironía. Pero no es lo mismo y la diferencia es muy importante: tienen distinta intención. La ironía es definida por la psicología como querer dar a entender algo que no es lo que se ve, mientras que el sarcasmo es un comentario con burla que, en muchos casos, llega a herir a quien lo escucha ya que puede ser ofensivo.
“La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe”
Jacinto Benavente
__ ¿Qué descubrirás en este post? __
¿Cómo usar el sarcasmo?
Hay personas que son sarcásticas por naturaleza, usan el sarcasmo como un estilo de comunicación, casi siempre con tono humorístico. Puedes detectarlas porque recurren al sarcasmo en diferentes situaciones e incluso lo usan con ellas mismas. Su objetivo no es menospreciar ni dañar a los demás.
También hay quienes usan el sarcasmo como un escudo, disfrazando de “broma” lo que no se atreven a decir directamente. En esos casos el sarcasmo puede ser hiriente y bastante desagradable. El motivo más usual por el que las personas recurren a este recurso es por un deseo de sobresalir aplastando a los demás. En su base casi siempre se esconde un problema de autoestima ya que, quien brilla con luz propia, no necesita apagar la luz de los demás.
¿Por qué es tan importante no perder el equilibrio emocional?
Un estudio muy interesante realizado en la Universidad Estatal de Michigan descubrió que la incivilidad se propaga. Estos investigadores apreciaron que cuando las personas eran objeto de comentarios sarcásticos, desperdiciaban gran parte de su energía mental intentando interpretar las intenciones de su interlocutor.
El motivo más usual por el que las personas recurren al sarcasmo es por un deseo de sobresalir aplastando a los demás.
Al final, esa fatiga mental les pasaba factura, por lo que tenían más dificultades para controlar sus impulsos y gestionar sus emociones. Como resultado, eran más propensas a devolver el ataque verbal ya que no tenían el autocontrol necesario para gestionar asertivamente su estado emocional.
Ejemplos de preguntas y respuestas ante el sarcasmo
En otras palabras, el sarcasmo puede hacer que la situación degenere rápidamente, si no somos capaces de lidiar con ese tipo de comentarios pasivo-agresivos sin perder los estribos. La buena noticia es que los psicólogos también han analizado cómo responden las personas emocionalmente inteligentes al sarcasmo, y podemos tomar nota de sus reacciones.
3 actitudes inteligentes para lidiar con el sarcasmo
1. No ceden el poder
Quien te enfada te controla. Enfadarse o irritarse ante un comentario sarcástico significa que le estamos dando el poder a nuestro interlocutor para controlar nuestras emociones y reacciones.
Las personas emocionalmente inteligentes no ceden el poder. Aprenden a responder en vez de limitarse a reaccionar. Para lograrlo recurren a diferentes técnicas, desde respirar profundamente para mantener la calma hasta intentar ponerse en el lugar de su interlocutor, reencuadrar sus primeros pensamientos o alejarse de la situación si es necesario.
2. Se mantienen fieles a sus valores
Las personas emocionalmente inteligentes tienen un gran autoconocimiento, por lo que son capaces de responder con autenticidad. Eso significa que se mantienen fieles a sus valores independientemente de la situación.
Por ejemplo, si piensan que los demás merecen ser tratados con respeto, no harán una excepción para atacar a alguien excusándose en el sarcasmo. Eligen lidiar con la situación desde una postura respetuosa. Esa decisión les permite mantener su paz interior. No importa cuánto les tienten, no se ponen al nivel de su interlocutor, transmitiendo con su comportamiento una gran lección de vida.
Las personas emocionalmente inteligentes no ceden el poder. Aprenden a responder en vez de limitarse a reaccionar.
3. Eligen qué batallas vale la pena luchar
“Nunca llegarás a destino si te paras a tirar piedras a cada perro que te ladre”, dijo Winston Churchill. Las personas emocionalmente inteligentes son conscientes de ello, por lo que eligen qué batallas vale la pena luchar.
No tienen miedo a las confrontaciones, pero son lo suficientemente inteligentes como para saber cuándo es mejor ahorrar energía e ignorar ciertos comentarios que solo tienen el objetivo de enfadarles. Estas personas no sienten la necesidad de “ganar” o tener la última palabra y cuando consideran que es necesario corregir, se comportan de manera asertiva, sin atacar a su interlocutor.
5 estrategias para lidiar con el sarcasmo sin perder tu equilibrio
1. Ignorar
Se trata de hacer caso omiso de la frase, como si la otra persona no la hubiera pronunciado, lo que vendría siendo: “a palabras necias, oídos sordos”. Así le demostrarás a tu interlocutor que no tiene la capacidad para enfadarte.
2. Bromear
El sentido del humor es un arma excelente para salir de situaciones sociales embarazosas, por lo que también se puede utilizar para lidiar con el sarcasmo. Si respondes con sentido del humor, tu interlocutor se lo pensará dos veces antes de volver a realizar un comentario sarcástico. Y de paso le demostrarás que tienes una autoestima a prueba de balas.
3. Señalar los motivos
Si alguien ha utilizado un comentario sarcástico delante de los demás para quedar mejor, puedes limitarte a señalar su motivo, preferentemente en forma de pregunta. Por ejemplo, puedes decirle: “¿Estás diciendo eso para intentar parecer más inteligente?”. Al desenmascarar sus intenciones le dejas claro que no debe repetirlo.
4. Pedir aclaraciones
Si no puedes obviar el sarcasmo, una forma sencilla para lidiar con ese comentario pasivo-agresivo consiste en pedir aclaraciones. Puedes preguntar: “¿Qué has querido decir?”. Lo usual es que la persona se corrija y dé marcha atrás.
5. Dejar clara tu posición
Puedes decir lo que piensas sin enfadarte, como por ejemplo: “Creo que ha sido un comentario desafortunado”. De esta manera mantienes tu integridad y, a la vez, le haces notar a tu interlocutor que no toleras ese tipo de comentarios.
Las personas emocionalmente inteligentes tienen un gran autoconocimiento, por lo que son capaces de responder con autenticidad.
Para utilizar bien el sarcasmo debes entender mejor el humor
A todos nos gusta reír, pero ¿alguna vez pensaste por qué lo hacemos?
La risa no se trata solo de divertirse, es parte de nuestra biología. Nuestros antepasados desarrollaron la risa como herramienta de comunicación. Y no nos reímos solo para comunicar que algo es gracioso; La risa también puede aliviar el estrés, hacer que las cosas aterradoras sean menos aterradoras y ayudarnos a conectarnos con otras personas en tiempos difíciles.
Aprenderás sobre la investigación científica que nos ayuda a comprender por qué ciertas cosas nos resultan divertidas. Aprenderá sobre los diferentes usos del humor, su variación cultural y el lado oscuro del humor, cuando conduce a malentendidos.
La risa es una herramienta de comunicación (puede expresar seguridad o estrés)
¿Qué haces cuando piensas que algo es gracioso? ¡Te ríes, por supuesto! Pero, ¿por qué nuestros cuerpos responden de esta manera? ¿Para qué sirve?
Bueno, la risa evolucionó en parte como una forma de hacerles saber a los demás que todo está bien. Imagínese a uno de nuestros antepasados pasando casualmente por un arbusto. Oye algo crujir en su interior y entra en pánico, pensando que podría aparecer un tigre. Pero en ese momento, aparece un pájaro pequeño saltando.
Nuestro antepasado probablemente se habría reído en respuesta a esto. Hacerlo habría aliviado su estrés y les habría indicado a los que lo rodeaban que no había peligro.
Aunque hoy no nos encontramos a menudo en situaciones como esta, todavía usamos la risa para aliviar nuestro estrés y hacerles saber a los demás que estamos bien.
También hay otra razón menos obvia para reír. A veces puede ser un signo de estrés o tensión. Este tipo de risa se llama histeria.
En 1962, por ejemplo, una extraña enfermedad comenzó a extenderse en Tanzania. Se caracterizó por una risa incontrolable. Afectaba sobre todo a niñas en edad escolar, que se echaban a reír y no podían parar. Algunos de ellos tuvieron que soportarlo durante horas o incluso días.
Todavía no hay una explicación clara de lo que les sucedió exactamente a las chicas, pero generalmente se piensa que su risa fue una forma de responder a la situación de su vida. Muchos de ellos acababan de comenzar un internado y no estaban acostumbrados a tener reglas estrictas. Aunque los niños no estaban decidiendo conscientemente reír, sus cuerpos se enfrentaron a su malestar de esa manera.
En general, la risa es una herramienta de comunicación. En situaciones en las que no podemos o no queremos usar palabras, podemos reír para que los demás sepan cómo nos sentimos.
La teoría de la violación benigna
Intenta pensar en la última vez que dijiste algo gracioso y hiciste reír a los demás. ¿Puedes recordar lo que dijiste? ¿Existe algún tipo de receta que asegure que algo será divertido?
El humor es extremadamente complejo. Muchos investigadores han intentado estudiarlo y explicarlo, y algunos incluso han intentado encontrar una fórmula para crear el chiste perfecto.
Una de las teorías más destacadas se llama teoría benigna de violación, y probablemente haya visto algunos ejemplos en línea. Si ve un video de alguien tropezando y cayendo de bruces, no es particularmente divertido. Consiste en una “violación”, es decir, algo salió mal. Nos preocupa que la persona se lastime.
Sin embargo, si la persona se vuelve a levantar inmediatamente, ilesa, probablemente nos reiremos. La violación se vuelve aceptable porque se vuelve “benigna”: sabemos que la persona no está realmente herida y nos reímos cuando nos damos cuenta de eso.
La teoría de la violación benigna también ayuda a explicar la risa en otras situaciones, como las cosquillas.
Los investigadores han intentado durante mucho tiempo comprender por qué las personas no pueden hacerse cosquillas. Generalmente, el cosquilleo se puede explicar por la teoría de la violación benigna. Si le hacen cosquillas, alguien está perturbando su espacio privado, tal vez en contra de su voluntad, lo cual es una violación. Pero lo están haciendo de una manera benigna que no te hace daño en absoluto, así que te ríes.
Entonces, ¿por qué no nos reímos cuando nos hacemos cosquillas? Cuando vemos la situación a través de la teoría de la violación benigna, la respuesta se vuelve simple: no hay violación, porque tocarse a sí mismo no es una violación de su privacidad.
La teoría de la violación benigna es útil para comprender mejor la risa, pero es importante tener en cuenta que sigue siendo una teoría entre muchas. Todavía nos queda mucho por aprender sobre el humor.
Si quieres ser divertido, debes ser honesto y practicar con frecuencia
Entonces, hemos visto que la risa es una habilidad natural que todos tenemos, pero ¿qué hay de hacer reír a otras personas? ¿Todos nacen comediantes también?
Bueno, ser comediante es un trabajo duro y no todos pueden ser buenos en eso. Sin embargo, con mucha práctica, es posible mejorar su capacidad general para hacer reír a los demás.
No puedes volverte gracioso de la noche a la mañana, pero con el tiempo puedes inventar diferentes chistes y probarlos en diferentes situaciones para descubrir cuál funciona mejor para ti.
Incluso hay varias escuelas de comedia en todo el mundo, como Santa Monica Playhouse en los EE. UU. O New Start Comedy School en Japón. En las escuelas de comedia puedes aprender a sostener el micrófono de la manera más efectiva y a pronunciar ciertas palabras para que suenen más divertidas.
Ser gracioso puede ser un desafío, porque las circunstancias que rodean el chiste son diferentes cada vez. Es posible que algunos chistes no funcionen con ciertas audiencias; probablemente sea una mala idea hacer bromas sexistas sobre mujeres si la mayoría de la audiencia es femenina.
Para estar preparado para diferentes situaciones, necesita probar constantemente nuevos chistes o tipos de humor. La situación en la que se encuentra puede tener un gran efecto. Por ejemplo, los experimentos han demostrado que la habitación en la que estás contando chistes tendrá un efecto en cómo se reciben. Es mejor estar en una habitación oscura: tu audiencia se sentirá más anónima y será más probable que se rían, especialmente si los chistes son inapropiados.
También debes esforzarte siempre por ser honestos en tus bromas. La gente tiende a reír más cuando los chistes se refieren a algo realista. Eso significa que tendrás la mejor oportunidad de ser gracioso si practicas la honestidad contigo mismo, siendo auténtico incluso cuando es difícil serlo.
Los chistes deben ser simples y claros, para que puedan entenderse en todas partes
¿Alguna vez has escuchado humor fuera de tu cultura? ¿Notaste que los chistes eran diferentes? El humor es culturalmente subjetivo: una broma que funciona en París puede no funcionar bien en San Petersburgo.
Mantener sus bromas simples permitirá que una audiencia más amplia de diferentes orígenes culturales los entienda y se ría. Elimine el desorden en su discurso; Cíñete a la información esencial necesaria para hacer el chiste.
Si proporcionas demasiada información o el chiste es demasiado complicado, corres el riesgo de confundir a tu audiencia, y nada es peor que contar un chiste que nadie entiende. Si tienes que explicar por qué algo es divertido, has perdido la oportunidad de hacer reír a tu audiencia.
También es importante asegurarse de que su audiencia comprenda el contexto de su broma. Incluso si entienden el idioma en el que estás hablando, la forma en que contextualizamos los chistes también es cultural.
Por ejemplo, los angloparlantes suelen comenzar un chiste con una oración que lo establece y da una pista sobre lo que sigue. Tener una especie de estructura es lo que permite a la audiencia familiarizarse con el tema y sintonizarse para seguir la historia. Si está hablando con una audiencia con valores culturales variados, la estructura puede parecerles extraña y, como resultado, la broma no se traducirá culturalmente.
En Japón, por ejemplo, la gente cuenta los chistes de manera diferente. La homogeneidad cultural es tan fuerte que la gente realmente no necesita montar sus bromas. Pueden entender las bromas de los demás más rápidamente, por lo que los japoneses tienden a llegar al remate de inmediato. A veces solo usan un gesto para referirse a un incidente divertido en su historia o cultura. Entonces, si eres un extranjero en Japón, es posible que tengas problemas para entender el humor si no has estudiado la cultura japonesa antes.
Por el contrario, los países con más variaciones regionales que Japón tenderán a exhibir tipos de humor más locales, basados en culturas e historias locales.
El humor puede hacer que las situaciones aterradoras sean más fáciles de afrontar
La gente tiende a reír en las situaciones más estresantes y desesperadas. Incluso durante la guerra, la gente a menudo recurre al humor para vivir con circunstancias que de otro modo serían insoportables.
Esta tendencia se debe a que la risa calma el estrés y la ansiedad. Compartir las dificultades con otras personas a través de bromas nos permite reconocer nuestra confusión y temores, y encontrar puntos en común con otros seres humanos, sin ponernos malhumorados.
Incluso durante el holocausto, muchos prisioneros cautivos en campos de concentración encontraron formas de contar chistes e historias en secreto y reír. No era solo una forma de afrontarlo; también les permitió tener cierto control sobre sus vidas. Todo lo demás les fue quitado, pero nadie pudo quitarles sus recuerdos o momentos secretos de risa. Bromear y contarse historias era una pequeña forma en que podían rebelarse contra sus captores.
Reírse de una persona también cambia la dinámica de poder; una vez que te ríes de alguien, parece menos aterrador de alguna manera. En ocasiones, el humor puede incluso utilizarse como herramienta de protesta. Puede ayudar a las personas a enfrentarse a las autoridades o al gobierno.
En 1999, por ejemplo, el movimiento juvenil Otpor! utilizó con éxito las bromas y el sarcasmo para ayudar a derrocar al presidente serbio.
Su idea era generar un cambio sin utilizar la violencia, por lo que centraron sus protestas en burlarse del gobierno. Una vez pintaron la cara del presidente en un barril e invitaron a los transeúntes a golpearlo. Las autoridades finalmente confiscaron el barril. ¡La confiscación del barril ayudó a Otpor! generando la atención de los medios; el gobierno pareció ridículo por arrestar un barril, socavando aún más su postura política. El humor del arresto ayudó a que el mensaje de Optor! Se difundiera más rápidamente.
Al cruzar ciertas fronteras, el humor puede tener graves consecuencias
Como hemos visto en la teoría de la violación benigna, los chistes son mejores cuando tienen un buen equilibrio entre algo bueno y malo. Pero si una broma tiene demasiada violación, puede resultar problemática.
Que un chiste sea divertido o no depende de quién lo cuente, pero también de la audiencia. En última instancia, depende de la audiencia decidir si es gracioso o no. También deciden si es ofensivo.
Ciertamente, las bromas pueden causar conflictos si la audiencia las interpreta de manera diferente a lo previsto o tiene una perspectiva diferente. Tenga en cuenta este posible escollo si no está seguro de cómo su audiencia recibirá su broma. Por ejemplo, el chiste estadounidense, “¿Por qué huelen los franceses? Así que las personas ciegas también pueden odiarlos “. podría no funcionar muy bien en Francia.
Ser víctima de una broma a menudo hará que la gente se vuelva agresiva. Todo el mundo tiene ciertos temas que se sienten demasiado sensibles para ser asuntos de risa. Así que tenga mucho cuidado si su broma es a expensas de otra persona.
En 2005, por ejemplo, un periódico danés publicó una serie de caricaturas del profeta Mahoma. Esto dio lugar a muchas manifestaciones en países musulmanes y en otras partes del mundo, en las que varias embajadas danesas fueron destruidas e incluso algunas personas murieron.
Mucha gente afirmó que las caricaturas no debían ser ofensivas. Algunos dijeron que se suponía que eran un signo de libertad de expresión o libertad de prensa. La intención original de las caricaturas no está completamente clara, y lo más importante es cómo se reciben.
La risa no es la “mejor medicina”, pero puede ayudarnos a sobrellevar enfermedades
Hemos visto algunos ejemplos de cómo el humor puede traer esperanza incluso a las situaciones más desesperadas, pero ¿puede hacer más? ¿Puede reírse realmente hacernos saludables?
Muchos investigadores han estudiado los efectos de la risa sobre la presión arterial, las funciones cardíacas u otros fenómenos corporales. Nadie ha podido demostrar que el humor nos hace más sanos si ya estamos sanos, pero la evidencia muestra que ayuda en el tratamiento de enfermedades. Aunque el humor por sí solo no puede curar nada, se ha demostrado que aumenta la eficacia de otros tratamientos médicos.
El humor es especialmente importante para los niños que reciben atención médica porque una estadía en el hospital puede ser estresante y aterradora para ellos. Si los niños están demasiado estresados, puede llevar más tiempo recuperarse de sus enfermedades o lesiones. Si se ríen, se sentirán más a gusto en el ambiente hospitalario y responderán mejor a sus tratamientos.
En un estudio de un hospital en el Reino Unido, el personal, los padres y los pacientes jóvenes dijeron que consideraban beneficiosas las actuaciones de payasos en el hospital. Aunque los niños suelen tener miedo a los hospitales, los payasos les facilitan el ambiente.
Incluso reír sin ningún motivo puede ser beneficioso, porque la risa en sí misma desencadena una sensación de felicidad.
¿Has oído hablar del yoga de la risa? Se desarrolló en la India en 1995 y desde entonces se ha extendido por todo el mundo. Es una buena forma para que las personas mejoren su salud física y mental.
En las sesiones de yoga de la risa, las personas se sientan juntas y se ríen sin motivo. La idea es reír no porque estés feliz o hayas visto algo gracioso, sino simplemente porque quieres. Incluso si no hay algún tipo de estímulo divertido al que podamos responder, la risa puede ser muy saludable e incluso curativa.