Actualizado el Saturday, 25 February, 2023
Insultar es un todo un arte pues cada insulto apela a un universo de matices que nos costaría explicitar, pero que entendemos inconscientemente.
Es complicado encontrar el insulto adecuado (a veces incluso poder traducir bien el insulto que quieres decir en otro idioma) o del tuyo. ¿Cuántas personas saben realmente el significado de expresiones tan populares como “callo malayo“?. No es fácil insultar con propiedad y por ello, es todo un arte hacerlo bien y con las palabras correctas.
Maldiciones en latín
Un insulto es una expresión que busca degradar, humillar y ofender a aquel hacia quien apunta la vulgaridad del mensaje. Desde el punto de vista formal, la mayoría de los insultos suelen ser falacias: argumentos equivocados. Se intenta ganar una discusión apelando al orgullo del receptor para desgastarlo emocionalmente, más que mediante un razonamiento ganador.
Una de las falacias más estudiadas y que suelen enseñarse en casi todos los cursos de lógica elemental es la falacia ad hominem. Esta forma errónea de razonar consiste en responder a un argumento atacando a la persona que lo hace en lugar de proporcionar evidencia en contra del argumento en cuestión.
Las groserías más comunes en latín eran: “stramineus”, “vafrō”, “contemneō”, “ineptus”, “bacillum”, “turpis”, “insulsus” y “maledicus”. Estas eran algunas de las expresiones más utilizadas para expresar descontento en la lengua latina. Otras palabras que se usaban con el mismo fin eran: “praecipuus”, “pessimus”, “perniciosus”, “abominabilis”, “malus”, “insipiens” y “inhonestus”. Estas palabras se usaban tanto en la lengua hablada como en la escrita.
Insultos y groserías en latín
Los insultos en latín se han utilizado durante siglos, ya que el idioma se hablaba ampliamente en muchas partes del mundo. Los insultos en latín a menudo son vistos como divertidos o ingeniosos por quienes los entienden, y pueden usarse para expresar enojo o frustración. Los insultos en latín pueden ser tanto directos como indirectos, según el contexto. Pueden variar de leves a severos y, a menudo, se usan para enfatizar un punto o hacer una broma. Desde golpes divertidos hasta humillaciones serias, los insultos en latín brindan una forma interesante de expresarse en un idioma extranjero.
No es que queramos activar tus ganas de insultar, pero si lo tienes que hacer, mejor hazlo con elegancia.
La historia ha convertido al latín en el idioma más eficaz a la hora de ofender a alguien. En su extenso vocabulario tenía cabida cada conducta torpe, inapropiada o directamente criminal. El porqué del interés por los insultos viene por los romanos, quienes daban un valor incondicional a estos vocablos que pasaron a convertirse, de esta forma, en una parte esencial del habla cotidiana.
Te vamos a hacer un repaso de los insultos en latín, para ello tenemos que entender que las traducciones de dichos calificativos, en su mayoría, no significan una gran ofensa para nosotros, pero en tiempos de romanos si eran realmente fuertes y, en el fondo, si sabes que significan, quizás sean suficiente para “desahogarte” ante tu interlocutor aunque el no tenga claro su significado.
A continuación, se presenta una tabla con algunos de los insultos más comunes en latín y su significado:
Insulto | Significado |
---|---|
Stultus | Tonto |
Fatuus | Idiota |
Insipiens | Insensato |
Stupor | Estúpido |
Amentia | Locura |
Sordes | Sucio |
Stercus | Excremento |
Merda | Mierda |
Vappa | Ebrio |
Scurra | Payaso |
Mendicus | Mendigo |
Proditor | Traidor |
Fur | Ladrón |
Turpis | Feo |
Stultiloquus | Hablador tonto |
Iracundus | Iracundo |
Perdix | Zonzo |
Es importante destacar que el uso de estos insultos y groserías no es apropiado en ningún contexto, y su uso puede ser ofensivo e inapropiado. Estos términos son una muestra de la riqueza léxica del latín, pero su uso debe limitarse a contextos académicos o literarios donde sean necesarios para la comprensión de una obra o para fines pedagógicos.
Stulte (estúpido)
Considerado el insulto más frecuente del latín. Para agrandar su significado, en ocasiones se usaba stultissime, es decir, completo estúpido; o stultissimi, para insultar a un grupo de perfectos estúpidos.
El insulto latino “Stulte” es una expresión de desprecio e incredulidad. Tiene su origen en la palabra latina stultus, que significa tonto o tonto. El término se ha utilizado desde la antigüedad para expresar desaprobación o ridiculizar las acciones o decisiones de alguien.
El significado del término ha evolucionado con el tiempo, y ahora se usa a menudo en un sentido más general para describir a alguien que actúa de forma tonta o irracional. En el uso moderno, también se puede usar como un insulto para sugerir que alguien está siendo estúpido o ignorante.
Ructator (eructador)
Muchos de los insultos romanos iban relacionados con la higiene corporal y los modales, dada la importancia que tenía en su cultura. En el caso de los parámetros de los romanos, se trataba de alguien realmente grosero. Si, además, el sujeto tenía modales aún más groseros se le otorgaba el título de ructabunde (bolsa de pedos) o sterculinum (letrina).
El insulto latino “Ructator” es un término usado para describir a alguien que eructa o eructa ruidosamente y sin vergüenza. Se deriva del verbo latino “rugere”, que significa rugir o bramar. El término se remonta al Imperio Romano, cuando se usaba como un insulto contra alguien que era visto como socialmente inaceptable por su falta de etiqueta.
Desde entonces, el término ha sido adoptado por los angloparlantes modernos y tiene una fuerte connotación negativa, lo que implica que la persona insultada es grosera y maleducada. En el mundo actual, se puede usar para describir a alguien que se comporta de manera incivilizada o habla fuera de lugar.
Fatue (tonto)
Para un romano, no es lo mismo un tonto que un idiota. Un tonto era un insulto propio para la persona que no solía enterarse con claridad de lo que se comentaba. Si a esto le añadimos otras dificultades o deficiencias se le refería como caudex (idiota), pero solo cuando se hacía referencia a su desconcierto. Al que lo entendía a la primera pero necesitaba que se lo repitieran era un nugator, su traducción sería algo así como insignificante.
Matula (cabeza hueca)
Cuando la superioridad era intelectual, se le decía matula (vasija), literalmente como una cabeza vacía. Vappa se designaba a aquellas personas que querían manifestar cierta superioridad social sobre el otro, su traducción sería como un vino agrio y molesto.
Matula es un insulto latino que se ha utilizado en la literatura y la vida cotidiana desde la antigüedad. Se traduce como “pequeña madre” y se usa para referirse a alguien que se ha entrometido en los asuntos de los demás. El origen de la palabra se remonta a la época de los romanos, cuando se usaba como insulto para describir a una mujer que se involucraba demasiado en la vida de sus hijos. Matula ha evolucionado con el tiempo, y hoy en día a menudo se usa como una forma de burlarse de alguien por ser demasiado controlador o interferir con los asuntos de otras personas.
Malus nequamque (malo para todo)
Un significado literal sería “malo para todo” aunque para nosotros, ha pasado a la historia como “bueno para nada“.
El insulto latino “Malus nequamque” es una frase que se emplea para expresar desprecio hacia alguien o algo. La traducción literal de esta expresión es “mal y nada bueno”. Esta frase se usa para describir a alguien oa un objeto que no cumple con las expectativas o no es de calidad.
El origen del insulto “Malus nequamque” se remonta a la antigua Roma, donde solía utilizarse para referirse a aquellos que eran considerados indignos. Esta expresión también ha sido usada en el teatro italiano y en la literatura clásica, como por ejemplo en la obra de William
Bucco (bocazas)
Para los inoportunos, fuera de lugar o que traicionaba un secreto, se empleaba este término. Esto era considerado un insulto severo, que podía ir acompañado por caenum (sucio), stercoreus (estercóreo) o spurce (mugroso). Los bocazas parece que nunca han llegado a estar bien vistos.
El insulto latino “Bucco” se deriva de la palabra latina “buccinator”, que significa “trompetista”. En la antigua Roma, el buccinador era un tipo de soldado que usaba un cuerno curvo para señalar órdenes y órdenes. El término finalmente se usó como un insulto para describir a alguien que era ruidoso y bullicioso. Con el tiempo, este insulto ha evolucionado para describir a alguien que es tonto o incompetente.
Y si ninguna de estas te sirven, siempre puedes recurrir a una buena cita cinematográfica:
“Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Fénix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada. Alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra”.
Máximo Décimo Meridio, Gladiator
Otras expresiones en latín que siguen siendo de ayuda HOY
Ad hoc = para un propósito, creado solo para un fin concreto.
Ad interim = el tiempo que transcurre entre que alguien cesa su actividad y un sucesor asume las mismas funciones.
Alter ego = persona con la que uno se identifica completamente.
A posteriori = juicios expresados tras una experiencia.
A priori = juicios expresados antes de conocer todos los detalles de una experiencia concreta.
Brevi manu = directamente, en persona.
Casus belli = motivo de disputa o discusión.
Condicio sine qua non = condición necesaria para llegar a una solución o para que se produzca un hecho.
Curriculum vitae = texto que resume la formación educativa y laboral de una persona.
Déficit = falta o pérdida.
Dura lex sed lex = la ley es dura, pero es la ley.
Errare humanum est = todos podemos cometer errores.
Errata = errores encontrados después de imprimir o publicar un texto.
Ex = persona que ya no se encuentra en una determinada condición.
Ex aequo = de igual mérito.
Ex novo = de nuevo.
Ex voto = algo ofrecido para pedir un favor o dar gracias por el obtenido.
Honoris causa = un título otorgado por méritos excepcionales, sin haber seguido el curso normal de estudios universitarios.
Idem = para contestar con la misma palabra, una frase, un número… que ya ha sido dicha.
In extremis = justo antes de acabar un tiempo determinado.
In vino veritas = dices la verdad cuando te descontrolas.
Junior = el menor de dos personas con el mismo nombre o la edad de ciertas categorías deportivas.
Lapsus = error u olvido involuntario al hablar o al escribir.
Mea culpa = reconocer la culpa propia.
Modus vivendi = estilo de vida.
Mens sana in corpore sano = la mente piensa con claridad solo cuando el cuerpo está sano.
Non plus ultra = nivel más allá del cual uno no puedes avanzar.
Optimum = el nivel más alto que se puede alcanzar.
Pro = a favor de.
Per capita = por cada persona.
Pro forma = modelo acordado de un documento o formulario en blanco.
Pro tempore = plazo fijo designado a la duración de un cargo.
Quid pro quo = sustitución de una cosa por otra.
Quórum = cuando se alcanza el número mínimo de miembros que se requiere para que las resoluciones tomadas por una asamblea deliberativa sean válidas.
Rebus = un tipo de juego de rompecabezas y, por extensión, una cosa o persona difícil de entender.
Referendum = tipo de votación en el que se interroga directamente a la gente sobre una ley.
Sine die = sin un día establecido, es decir, indefinidamente.
Statu quo = en el estado en el que se encuentran las condiciones actuales.
Tabula rasa = designar a una persona que carece completamente de ideas o conocimientos.
Ultimátum = última advertencia.
Vademecum = manual de bolsillo que contiene todas las noticias principales sobre un tema.
Vox populi = noticias en boca de todos.