Actualizado el domingo, 19 marzo, 2023
✅ Este post te proporcionará una mejor comprensión del comportamiento social humano y te permitirá protegerte del peligroso Síndrome de Procusto. Pero para saber más, te recomendamos los retos formativos de Diseño Social EN+
Cuando hablamos del Síndrome de Procusto hablamos de la incapacidad para reconocer como válidas ideas de otros, el miedo a ser superado profesional o personalmente por otros, la envidia… todo ello nos puede llevar a eludir responsabilidades, tomar malas decisiones y frenar las iniciativas, aportaciones e ideas de aquellos que pueden dejarnos en evidencia. En inglés, el síndrome de Procusto es denominado tall poppy syndrome.
Síndrome de la amapola alta o síndrome de Procusto
El síndrome de la amapola alta es un fenómeno que ocurre cuando las personas de alto estatus o éxito son resentidas, atacadas, recortadas o criticadas porque sus talentos o logros los elevan por encima o los distinguen de sus compañeros. Se asocia más comúnmente con Australia y Nueva Zelanda, pero también se ha observado en otros países. El término proviene de la antigua historia griega de un granjero que estaba tan orgulloso de sus amapolas altas que las cortó para que el resto de su cosecha se viera mejor.
Síndrome de Procusto
Hablamos del síndrome de Procusto, un nombre de origen mitológico que retrata una figura que suele observarse en todo tipo de contextos y resulta nefasta para cualquier organización o sociedad.
La propia definición del síndrome de Procusto ya deja claras sus negativas consecuencias: “lo padecen aquellos que cortan la cabeza o los pies de quien sobresale”.
También te puede interesar:
– ‘Gilipollas’: el libro que desvela por qué los “mediocres”… llegan más lejos que tú
¿Dónde nace este mito sobre Procusto?
En la mitología griega, Procusto era un posadero que tenía su negocio en las colinas de Ática. Procusto tenía su casa en las colinas, donde ofrecía posada al viajero solitario. Allí lo invitaba a tumbarse en una cama de hierro donde, mientras el viajero dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas del lecho.
Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, procedía a serrar las partes del cuerpo que sobresalían: los pies y las manos o la cabeza. Si, por el contrario, era de menor longitud que la cama, lo descoyuntaba a martillazos hasta estirarlo. Según otras versiones, nadie coincidía jamás con el tamaño de la cama porque Procusto poseía dos, una exageradamente larga y otra exageradamente corta, o bien una de longitud ajustable.
Procusto continuó con su reinado de terror hasta que se encontró con el héroe Teseo, quien invirtió el juego y retó a Procusto a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando el posadero se hubo tumbado, Teseo lo amordazó y ató a la cama y, allí, lo torturó para «ajustarlo» como él hacía a los viajeros,. Le cortó a hachazos los pies y, finalmente, la cabeza. Matar a Procusto fue la última aventura de Teseo en su viaje desde Trecén hasta Atenas.
También te puede interesar:
– Cuanto más estúpido es alguien, más difícil es ganarle en una discusión
El significado del lecho de Procusto
La literatura universal ha utilizado frecuentemente esta figura desde la antigua Grecia y muy pronto se aplicó a diferentes entornos como la familia, sociedad, la empresa o la política. Básicamente, Procusto se ha convertido sinónimo de uniformidad y su síndrome define la intolerancia a la diferencia.
Así, cuando alguien quiere que todo se ajuste a lo que dice o piensa, lo que quiere es que todos se acuesten en el «lecho de Procusto». También aquellos que cogen tus sueños y los adaptan a sus limitaciones mentales para decirte que no se puede, que eres un iluso y que nunca alcanzarás lo que te propones.
Roban tus sueños y tus energías… ¡y cuidado! todos a nuestro alrededor conocemos a alguien así.
Los procustos en tu día a día: revisión actual del Síndrome de Procusto
Para reconocer mejor la figura del Procusto a tu alrededor deberás tener en cuenta que los habrá que ejerzan su visión de forma consciente, pero también quienes ni siquiera sepan lo que están haciendo.
«Procustos Inconscientes»
- Les afecta emocionalmente cuando otra persona tiene razón y ellos no.
- Creen que son empáticos pero, en realidad, juzgan desde su egocentrismo las reacciones de otros.
- Suelen hablar de trabajo en equipo, escucha, tolerancia, intercambio de idea… pero siempre como argumentos para ser escuchados, no para escuchar.
«Procustos Conscientes«
- Tienen miedo de conocer a personas a las que les va bien, son proactivas, tienes más conocimientos, capacidades o iniciativas que ellos. Si lo encuentran, les invade una sensación de desconfianza y malestar.
- Enfocan sus energías en limitar las capacidades, creatividad e iniciativa de otros para que no queden en evidencia sus propias carencias.
- Son capaces de modificar su posicionamiento inicial si, con ello, deslegitiman al otro.
- Suelen buscar la complicidad de otros para, entre todos, acabar con aquel que destaque más que ellos.
¿Conoces a alguien así en tu oficina, familia o ciudad? ¡Mucho cuidado con ellos!
El síndrome de Procrustus es una condición psicológica que afecta la capacidad de las personas para adaptarse a los cambios en su entorno. Se caracteriza por una incapacidad para hacer frente a situaciones desconocidas y una extrema necesidad de control. Las personas con síndrome de Procrustus a menudo experimentan sentimientos de ansiedad, depresión y frustración cuando se enfrentan al cambio. También pueden resistirse a probar cosas nuevas oa correr riesgos por miedo al fracaso. Como resultado, pueden quedar atrapados en un patrón de comportamiento y tener dificultades para avanzar en la vida.
Otros mitos asociados a Procusto
Como hemos visto, el mito de Procusto se ha convertido en un símbolo de la peligrosa tendencia de munchos humanos al conformismo y uniformización de personas. Analicemos también otros mitos asociados:
Norma arbitraria
Se denomina lecho (o cama) de Procusto a una norma arbitraria para la que sin embargo, se aplica socialmente una conformidad exacta. Puede ser, por ejemplo, a todas aquellas falacias seudocientíficas en la que se tratan de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la hipótesis previa.
Transformación euclidiana
En el ámbito de las matemáticas, se denomina análisis de Procusto al proceso de aplicar una transformación euclidiana con unas característimas muy concretas. Conservan la forma un conjunto de éstas para eliminar así las diferencias de traslación, rotación y escala entre ellas y llevarlas a un marco de referencia común. Uno de los campos de aplicación en el método estadístico se da al comparar las formas de objetos, o los resultados de encuestas, entrevistas o paneles.
Cadena procusteana
Otro de los ámbitos donde el mito de Procusto está muy presente es en el de la informática. En él, una cadena procusteana es una cadena de longitud fija en las que se almacena texto de diversa longitud. Si el texto a guardar es demasiado corto, se rellena el resto de la cadena, con blancos o nulos. Si es demasiado largo, se suprime. El término se hizo popular en cierta medida por su uso y explicación en el manual de usuario del Sinclair ZX81.
Procústeo ergonómico
También llevado al desarrollo de diseño de objetos y en concreto a la ergonomía de los objetos, se denomina procústeo a aquello opuesto a lo ergonómico, es decir, parte de la idea de que es la persona quien debe adaptarse a los objetos que utiliza y no al revés.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.