Actualizado el jueves, 8 agosto, 2024
«Detrás de cada crisis, hay una llamada a la ética del civismo y a la responsabilidad colectiva e individual. Aunque la agenda global se vaya a reordenar tras esta pandemia, no podemos retroceder en otras batallas abiertas y necesarias, como las que libramos contra el cambio climático o la desigualdad», Pablo Blázquez, editor de Ethic.
Hace unas semanas os compartíamos la sorprendente noticia de las agencias espaciales de la NASA y de la ESA habían constatado que la lucha contra la contaminación había encontrado un extraño aliado: el pánico ante la pandemia del coronavirus. Os aclaramos que hay de cierto y que no, en las distintas teoría conspiratorias:
Una nueva evaluación global ha documentado una ‘infodemia’ en los primeros meses de la pandemia COVID-19, que produjo una amplia gama de más de 2.000 rumores, teorías de conspiración y esfuerzos para estigmatizar a las víctimas, como información errónea relacionada con cientos de muertes, miles de hospitalizaciones y muchos actos de violencia.
Sin duda, garantizar información precisa sobre la cantidad de personas infectadas con Covid-19 y la cantidad de muertes no es fácil, y algunos gobiernos están admitiendo que este es un desafío que hace que contener la pandemia global sea aún más difícil. Pero en China, las investigaciones de científicos, periodistas y ciudadanos continúan siendo reprimidas, tal como lo han sido durante décadas.
La apatía y la inercia generalizadas dentro de la vasta burocracia de China obstaculizan tanto la información precisa como la detección adecuada de los casos de Covid-19. La historia de encubrimientos del país debería haber servido como una advertencia para cualquiera que lea las noticias de que la información oficial china sobre el virus simplemente no es confiable.
Como dice el refrán, engañarme una vez, la culpa es suya; Si me engañas dos veces, la culpa es mía. Nadie debería dejarse engañar por la información difundida por el gobierno chino la próxima vez.
Algunas certezas
Cosas que la pandemia ha puesto en evidencia:
1. Estados Unidos dejó de ser el país líder.
2. China saldrá más reforzada de su pandemia.
3. En realidad, nadie sabe qué está pasando en la Rusia de Putin.
4. Por las buenas se puede hacer mucho por el planeta y la humanidad.
5. Algunos europeos no son tan educados y cultos como creíamos.
6. El personal de salud debería valer más que la labor de los futbolistas.
7. No estamos equivocados cuando pedimos más para hospitales, menos para la guerra.
8. El petróleo no vale nada en una sociedad sin consumo.
9. La prevención salva más vidas que el actuar a último momento.
10. Los niños y niñas ocupan un lugar privilegiado para la naturaleza.
11. La muerte no distingue raza ni estrato social.
12. La estupidez populista no tiene vergüenza.
13. El trabajador de la salud está solo, abandonado y olvidado. Y aún así, nunca baja la guardia.
14. NO estamos preparados para una pandemia. ¿Lo estaremos para la próxima?
15. Deberíamos recordar el valor de conceptos como «soberanía alimentaria» o «soberanía energética».
16. El ser humano puede llegar a ser oportunista y despreciable sin importar su posición económica o social.
17. Muchas familias habían olvidado qué era convivir.
18. Las redes sociales nos acercan pero también son el medio para crear caos y alejarnos.
19. El papel higiénico empezó a ser valorado.
20. El planeta se regenera rápidamente sin humanos.
21. Hay quienes ganan millonadas y no le sirven a la humanidad. No los idolatre.
22. Un ingeniero de sistemas es importante, ya lo saben donde se quedaron sin internet y las comunicaciones.
23. Es muy importante preparar a niños y niñas para el futuro que les espera.
24. Los humanos somos el verdadero virus del planeta.
25. Ya sabemos que sienten los animales en los zoológicos.
26. Siempre hay ayudas y rescates para las grandes fortunas.
27. Ninguna religión ha salvado vidas del coronavirus.
28. Ahora sabemos que es echar de menos un apapacho.
29. Los que se aman saben convivir.
30. Estudiar, leer, ordenar, cocinar, disfrutar una linda conversación estaban fuera de cotización y hoy son la mejor inversión.
Maravilloso gráfico de Pictoline
Recomendaciones para detectar bulos sobre la COVID-19
Recopilamos consejos sencillos para diferenciar la información falsa de la verídica, basados en el informe publicado por Salud Sin Bulos.
1. Busca la fuente. Fíjate de dónde procede la información y desconfía de aquellas que no procedan de fuentes oficiales o que no cuenten con el respaldo de profesionales identificables y con experiencia. No confíes en contenidos como capturas de pantalla que no incluyan un link o una referencia clara donde poder explorar más información.
2. No reenvíes de forma automática. Es habitual reenviar a familiares y amigos informaciones que nos llegan a nuestras redes sociales. No lo hagas. Piensa y contrasta antes de decidir reenviar una noticia, muchas de ellas son bulos y hacen daño.
3. Ten actitud crítica. Una de cada tres noticias de salud que son difundidas en internet resultan ser falsas. Sé crítico ante titulares muy llamativos o noticias alarmantes sobre la epidemia.
4. Las pseudoterapias nunca son la solución. Han aparecido numerosos “tratamientos milagro” que aseguran curar la enfermedad o prevenirla. Todas estas pseudoterapias son falsas, peligrosas para la salud y buscan un beneficio económico. Si recibes una información de este tipo, no la compartas y denúnciala.
5. Denuncia. Tienes a tu disposición los teléfonos de ScienceFlows, Maldita Ciencia y la página web de Salud Sin Bulos para enviar los contenidos falsos que recibas. Además, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional cuentan con unidades dedicadas a investigar delitos telemáticos y es posible contactar también con ellos.
El enemigo común
Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común: el COVID-19. Este virus no entiende de nacionalidad ni de etnia, facción o fe. Ataca a todos, sin tregua.
Mientras tanto, los conflictos armados continúan en todo el mundo.
Los más vulnerables —las mujeres y los niños, las personas con discapacidad, las personas marginadas y desplazadas —pagan el precio más elevado. También son quienes tienen un mayor riesgo de sufrir devastadoras pérdidas por el COVID-19.
No olvidemos que en los países devastados por la guerra ha habido un colapso de los sistemas de salud.
Los profesionales de la salud, ya escasos, han sido con frecuencia atacados. Los refugiados y otras personas desplazadas por conflictos violentos son doblemente vulnerables. La agresividad del virus ilustra la locura de la guerra.
Por eso, hoy pido un alto al fuego mundial inmediato en todos los rincones del mundo.
– Secretario General de la ONU
António Guterres
Un virus contra la superpoblación
Una pandemia como esta, también, dramáticamente, una gran aliada contra la superpoblación, un problema de gran relevancia debido a que la población mundial crece aproximadamente 200.000 personas por día.
Te explicamos por qué y te ayudamos a luchar contra las fake news y los bulos sobre el coronavirus.
La unión de estos dos factores, unidos a la política del miedo extendida por los medios de comunicación, ha llevado a despertar distintas teorías conspirativas.
La organización Maldita.es ha creado un sitio específico –en este enlace– para ordenar y explicar la información que van generando sobre el coronavirus y DESMENTIR BULOS. La guía de First Draft cuenta con herramientas de verificación, recomendaciones de ética y deontología periodística. Es importante que cualquier posible desinformación que nos llegue a nuestro teléfono móvil sea verificado antes de compartirlo con nuestros amigos y seres queridos. En este enlace podemos encontrar un buscador de bulos.
¿Qué es un ataque biológico?
Un ataque biológico o bioterrorismo es el término utilizado para definir el empleo criminal de microorganismos patógenos, toxinas o sustancias dañinas contra la población con el propósito de generar enfermedad, muerte, pánico y terror.
Este término también es utilizado para denominar la introducción de material biológico con agentes fitopatógenos, enfermedades cuadragenarias, insumos químicos o cualquier otro tipo de material en un país, con la intención de atentar contra la vida y la salud de las personas.
Para ver el uso de este método en guerras, puedes ver la evolución histórica Guerra biológica.
Maravilloso gráfico de Pictoline
¿Podría llegar a ser un ataque biológico el coronavirus?
Motivos para pensar que SÍ podría ser un ataque biológico:
Todo parece indicar que esta epidemia representa una ocasión ideal para justificar la recesión económica capitalista que se acerca.
- Afecta a economías líderes, como China, que se ha ganado a muchos enemigos estratégicos en política y economía internacional (por ejemplo, sus guerras por el 5G). Siempre que la palabra «coronavirus» aparece, lo hace en países con una posición politico-estratégica muy controvertida. Anterior a este, en 2012, el coronavirus (MERS-CoV) que fue el causante del Síndrome respiratorio de Oriente Medio (en concreto, en Arabia Saudita).
- Afecta sólo a aquellos ciudadanos por los que el Fondo Monetario Internacional está más preocupado ya que según palabras de sus propios gerentes «la gente está viviendo más de lo esperado» y eso supone un peligro para los grandes fondos de inversión en pensiones.
- Una de lasgrandes beneficiadas, como es lógico, son las compañías farmacéuticas. Varias de ellas, entre las que se incluyen Gilead, Sanofi o GSK, se han lanzado al desarrollo de una vacuna y ya han empezado sus primeras pruebas. El temor además a que se produzca un desabastecimiento de fármacos también ha ayudado a que el valor de estas empresas crezca. Por ejemplo la estadounidense Inovia subió hasta un 40% en Bolsa hace varias semanas después de recibir una subvención para encontrar una vacuna efectiva contra el virus.
Motivos para pensa que NO podría ser un ataque biológico:
- TODOS. Las teorías de la conspiración rara vez son ciertas.
- Nadie se ha declarado responsable del atentado.
- No hay ninguna línea oficial de investigación que vaya en esta línea… (excepto la de Nicolas Maduro en Venezuela) y el portavoz del ministerio de Exteriores de China afirmó a través de Twitter que el Ejército de Estados Unidos podría haber llevado el coronavirus a la ciudad de Wuhan, donde surgió e brote que ha causado la muerte de 4.965 personas e infectado a más de 132.000 en el mundo.
«¿Cuándo comenzó el paciente cero en los Estados Unidos? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿Cómo se llaman los hospitales? Podría ser el Ejército de Estados Unidos quien llevó la epidemia a Wuhan», escribió Zhao en su cuenta de Twitter. de acuerdo con South China Morning Post.
La acusación aparentemente estaba vinculada a la participación del Ejército de los Estados Unidos en los Juegos Mundiales Militares, celebrados en Wuhan, en la provincia central de Hubei, en octubre, que reunió a competidores de más de 100 países.
El libro que predijo la pandemia:
¿Qué tiene que ver el coronavirus con el precio del petróleo?
Según este interesante artículo, esta caída repentina del consumo del petróleo YA ESTABA PREVISTA.
El coronavirus ha tenido consecuencias inmediatas sobre el sector petrolífero, que como sabemos lleva años atenazado por el problema de los bajos precios y los costes crecientes. Por lo pronto, la OPEP ha decido reducir su producción de petróleo en 1,5 millones de barriles diarios para hacer frente a la situación, en un movimiento que parece indicar que ellos están dispuestos a asumir la mitad de la reducción, pero que la otra mitad la deberían asumir el resto de países productores.
La caída de producción de la OPEP, que será asumida principalmente por Arabia Saudita (que como os comentábamos, ya sufrió en el pasado una epidemia de coronavirus) y supondrá un alivio importante justamente para ese país. Como recordarán, en septiembre pasado unos atentados comprometieron seriamente la capacidad productiva saudí, y no era de esperar que se pudiera reestablecer la producción plenamente antes de entre 6 y 9 meses. Para compensar la parte faltante de la producción, Arabia Saudita ha ido tirando del petróleo que tenía almacenado en sus depósitos para cumplir sus compromisos internacionales, pero esa estrategia no podía prolongarse más que unos pocos meses.
Así que la llegada del la crisis del coronavirus va a ser más que bienvenida en Arabia Saudita, porque al mismo tiempo le va a permitir avanzar con menor presión en la reconstrucción de sus instalaciones, y por el otro podrá aprovechar este tiempo para recargar sus depósitos. Si la crisis del coronavirus se prolonga dos o tres meses más, seguramente eso será suficiente para que la industria petrolífera de Arabia Saudita pueda recuperarse del todo.
¿Y a los fondos de inversión? ¿Quién sale ganando?
Como han señalado diversos economistas críticos, como Alejandro Nadal, Eric Toussaint o Michael Roberts, aunque los mercados bursátiles son imprevisibles, todos los factores de una nueva crisis financiera están presentes desde al menos 2017. El coronavirus sería tan solo la chispa de una explosión financiera pero no su principal causa.
Además, no debe menospreciarse el papel de los gigantes accionistas (fondos de inversión como BlackRock y Vanguard, grandes bancos, empresas industriales, y megamillonarios) en la desestabilización bursátil vivida en las últimas semanas. Estos agentes recogerían así los beneficios de los últimos años y evitarían pérdidas, invirtiendo en los más seguros aunque menos rentables títulos de deuda pública, y exigiendo a los gobiernos que una vez más echen mano de los recursos públicos para paliar pérdidas económicas.
Detectar bulos sobre el COVID-19
Con la pandemia de COVID-19 causando mucha ansiedad, podríamos llegar a pensar que la gente es irracional, egoísta o completamente loca. Vemos gente que llega en masa a los lugares públicos o que limpia los estantes de los supermercados de papel higiénico.
A menudo se ignora a los expertos. Escuchamos información inconsistente y argumentos llenos de razonamientos falaces que son aceptados por un número aparentemente grande de personas.
La respuesta para el tipo de ráfaga de pánico en el razonamiento puede estar en un campo del pensamiento crítico llamado viceepistemología. Esta teoría sostiene que nuestros hábitos de pensamiento y rasgos de carácter intelectual provocan un razonamiento deficiente.
Estos hábitos de pensamiento se desarrollan durante toda la vida . Cuando estos hábitos están poco desarrollados, podemos acabar con vicios intelectuales . Cuanto más pensemos viciosamente (como un vicio), más difícil nos resultará investigar y buscar la verdad de manera eficaz.
La viceepistemología apunta a muchos vicios y pecados del pensamiento que causan problemas para la investigación. He elegido siete que aparecen regularmente en la literatura:
1. Pecado de credulidad
¡Escuché que las partículas de coronavirus pueden permanecer en el aire hasta por cinco días!
Los investigadores encontraron que el SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad COVID-19, permanece infeccioso en gotitas en el aire durante al menos tres horas.
Pero la gente está promocionando todo tipo de afirmaciones y todos somos culpables de haber creído a alguien que no es un experto o simplemente no sabe de lo que está hablando. La credibilidad como pecado pensante significa que carecemos de la capacidad de determinar la credibilidad de la información.
La pericia y la experiencia relevantes son cualidades esenciales cuando escuchamos el propio argumento de alguien. Pero con algo como COVID-19, también es importante que analicemos el tipo de experiencia que tiene alguien. Un médico de cabecera podría decirnos cómo contraemos la infección, pero no se consideraría un experto en epidemiología de enfermedades infecciosas (la forma en que una enfermedad infecciosa se propaga entre una población).
2. Pecado de cinismo
Será mejor que me abastezca de papel higiénico antes de que los demás lo compren.
En muchos sentidos, el cinismo es lo opuesto a la credulidad. Es desconfiar demasiado de los demás en sus argumentos y acciones.
Si de repente sospecha de sus vecinos y de lo que podrían hacer cuando las existencias del supermercado son limitadas, esa es una forma cínica de pensar.
Si pensamos que la peor interpretación de argumentos y eventos es correcta, no podemos investigar y resolver problemas de manera efectiva.
3. Pecado de orgullo
¡Sé lo que es mejor para mi familia!
El orgullo es un pecado intelectual (aunque es más popular como pecado espiritual). En este caso particular, es el hábito de no admitir ante nosotros mismos o ante los demás que no sabemos la respuesta. O quizás que no entendemos el problema.
Obstaculizamos una búsqueda genuina de la verdad si somos dogmáticos en nuestra fe en nosotros mismos.
Es un razonamiento eficaz tomar lo que dicen las pruebas y los expertos y luego aplicarlo específicamente a nuestras necesidades individuales. Pero nos hemos descarriado en nuestro pensamiento si contradecimos a quienes saben más que nosotros y no están dispuestos a admitir nuestras propias limitaciones.
4. Pecado de mentalidad cerrada
No lo aceptaré.
La mentalidad cerrada significa que no estamos dispuestos a ver las cosas desde diferentes perspectivas o aceptar nueva información. Es un vicio intelectual grave, ya que interfiere directamente con nuestra capacidad para ajustar nuestras creencias de acuerdo con la nueva información.
Peor aún, tener la mente cerrada a las nuevas ideas e información significa que aprender y crecer es aún más desafiante; estaríamos cerrados a la idea de que somos de mente cerrada.
5. Pecado de prejuicio
Dejé de comprar comida china, por si acaso.
El pensamiento prejuicioso es un vicio intelectual que a menudo comenzamos a desarrollar temprano en la vida. Los niños pueden tener muchos prejuicios en pequeñas formas, como no estar dispuestos a probar nuevos alimentos porque de alguna manera ya saben que son asquerosos.
Como defecto de carácter, significa que a menudo sustituimos el pensamiento real por nociones preconcebidas.
6. Pecado de negligencia
El SARS fue más mortal que el COVID-19 y eso no fue gran cosa
Crear una analogía pobre como esta no es un sustituto de una investigación y un análisis meditados.
Aún así, es difícil explorar cada tema con una evaluación exhaustiva. Hay tanta información disponible en este momento que puede ser una verdadera tarea investigar cada reclamo que escuchamos.
Pero si no estamos dispuestos a verificar los hechos, estamos siendo negligentes en nuestro pensamiento.
7. Pecado de ilusiones
Todo esto terminará en una semana o dos y seguirá funcionando como de costumbre.
Nuestra capacidad para creer en nosotros mismos, nuestro arduo trabajo, nuestros amigos y nuestra cultura a menudo pueden cegarnos a las duras verdades.
Está perfectamente bien apuntar a un resultado determinado, pero debemos reconocer que no importa cuánto lo esperemos, nuestro deseo no afecta la probabilidad de que suceda.
Una pandemia como la COVID-19 muestra que nuestra forma de vida es frágil y puede cambiar en cualquier momento. Las ilusiones ignoran la cruda realidad y pueden llevarnos a la decepción.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Hay algunas preguntas que podemos hacernos para ayudar a mejorar nuestros rasgos de carácter intelectual:
¿Qué cambiaría mi mente?
Es una bandera roja para el pecado de orgullo si nada cambia de opinión.
¿Cuál es el argumento más fuerte que tiene la otra parte?
A menudo sostenemos cada parte de la verdad en nuestra propia perspectiva. Vale la pena tener en cuenta que, a menos que haya una crueldad desenfrenada involucrada, es probable que los argumentos diferentes tengan algunos puntos buenos.
¿Qué grupos ganarían o perderían más si seguimos pensando de esta manera?
A veces no consideramos los resultados prácticos de nuestros pensamientos para las personas que no son como nosotros. Hemos visto en las últimas semanas que las personas que tienen mucho que perder (como los trabajadores eventuales) son importantes en lo que respecta a la forma en que respondemos a la pandemia.
Vale la pena tomarse un momento para considerar sus perspectivas.
¿Cuánto sabe realmente sobre un problema? ¿Quién es un experto?
Los expertos siempre tienen algo que decir. Si están de acuerdo, es una buena indicación de que debemos creerles. Si no hay un consenso general, deberíamos dudar de las afirmaciones unilaterales de la verdad.
Y recuerde la experiencia real de la persona: es muy fácil confundir a un líder político o una persona famosa con un experto.
En días desafiantes como estos, es posible que podamos ayudar a garantizar un mejor resultado para todos si comenzamos por hacernos algunas preguntas simples.
4 respuestas a «ALERTA MUNDIAL ¿Es el «coronavirus» el ataque biológico contra la contaminación y la superpoblación?»