Actualizado el sábado, 2 septiembre, 2023

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¿Qué es el narcisismo?

El narcisismo es un trastorno de la personalidad caracterizado por una gran preocupación por uno mismo, una falta de empatía por los demás, y una necesidad excesiva de atención y admiración. Las personas con narcisismo a menudo tienen un sentido exagerado de su propia importancia y pueden tener dificultades para reconocer las necesidades y sentimientos de los demás.

¿Por qué está aumentando el narcisismo en nuestra sociedad?

Hay varias teorías sobre por qué estamos viendo un aumento en la prevalencia del narcisismo en la sociedad actual. Una teoría es que la cultura de la celebridad y la atención constante en las redes sociales han contribuido al aumento del narcisismo. Las personas pueden sentir una mayor presión para destacar en las redes sociales y presentar una imagen perfecta de sí mismas, lo que puede llevar a una mayor preocupación por uno mismo.

Otra teoría es que la crianza sobreprotectora y la falta de límites claros para los niños pueden contribuir al desarrollo del narcisismo. Los niños que son constantemente elogiados y que no experimentan la frustración o el fracaso pueden desarrollar una excesiva confianza en sí mismos y una falta de empatía por los demás.

Los efectos del narcisismo en la sociedad

El narcisismo puede tener efectos negativos en la sociedad. Las personas con narcisismo pueden tener dificultades para formar relaciones saludables, ya que pueden ser egoístas y carecer de empatía. Además, pueden tener dificultades para aceptar la crítica y pueden reaccionar con agresividad si se les critica.

El narcisismo también puede tener un impacto en el lugar de trabajo. Las personas con narcisismo pueden ser buenos en promocionarse a sí mismos, pero pueden ser menos eficaces en trabajar en equipo o en escuchar las ideas de los demás. Esto puede llevar a un ambiente laboral menos productivo y a la desmotivación de los empleados.

¿Cómo prevenir el narcisismo?

La prevención del narcisismo comienza en casa. Los padres pueden ayudar a prevenir el narcisismo enseñando a los niños a reconocer y valorar las necesidades y sentimientos de los demás. Además, es importante que los niños experimenten la frustración y el fracaso para desarrollar resiliencia y una comprensión saludable de la autocrítica.

En el lugar de trabajo, los gerentes pueden fomentar la colaboración y la escucha activa. Esto puede ayudar a contrarrestar el comportamiento egoísta y fomentar una cultura laboral saludable y productiva.

El narcisismo es un trastorno de la personalidad que puede tener efectos negativos en la sociedad. Con la creciente prevalencia del narcisismo en nuestra sociedad, es importante que trabajemos juntos para prevenir su propagación.

¿Por qué los narcisistas triunfan?

Cada vez más investigaciones y libros intentan identificar si son los rasgos positivos o negativos los que llevan a una persona a convertirse en un líder de éxito y curiosamente, pisotear a los demás no aparece estar entre sus consejos.

Y sin embargo, casi todos hemos observado en algún momento de nuestras vidas cómo las peores personas que conocemos suelen llegar muy lejos mientras que las más amables parecen tener problemas para prosperar económicamente (felicidad a parte).

Según muestran las investigaciones realizadas por el profesor de la Universidad de Ámsterdam Gerben van Kleef, las personas más odiosas no sólo parecen más poderosas, sino que su comportamiento les ayuda a prosperar.

Los narcisistas pueden tener éxito en la vida por varias razones. Algunas de ellas son:

1. Confianza: Los narcisistas suelen tener una confianza en sí mismos que les permite tomar riesgos y ser más audaces que los demás. Esta confianza puede ser atractiva para los demás y les permite obtener mejores resultados en situaciones sociales y profesionales.
2. Charisma: Los narcisistas a menudo son expertos en la manipulación y tienen un gran carisma, lo que les permite conectarse con las personas y convencer a los demás de su punto de vista.
3. Falta de escrúpulos: Los narcisistas a menudo carecen de escrúpulos y no tienen problemas para utilizar a las personas o para hacer lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos. Esto les permite tomar ventaja de las oportunidades que se presentan y lograr el éxito a cualquier costo.
4. Foco en el éxito: Los narcisistas suelen tener un enfoque en el éxito y en mejorar su estatus y reputación. Esto les permite trabajar duro y dedicarse a alcanzar sus objetivos con una gran determinación.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el éxito en la vida no es un indicador de una personalidad saludable o feliz. Los narcisistas pueden tener éxito en algunas áreas de su vida, pero también pueden tener problemas para mantener relaciones saludables y satisfactorias y pueden sufrir de soledad y vacío emocional a largo plazo.

Solemos quejarnos ante esta situación que consideramos injusta pero ¿realmente hacemos algo para impedirlo?

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La igualdad es insultante para ellos

En la era de la crisis de la autoestima, el narcisista es el rey. El hombre enamorado de sí mismo, imbuido de unos encantos de origen casi divino, es una figura recurrente desde la Grecia clásica. No se trata de algo nuevo, pero si de una tendencia que vuelve a tomar fuerza.

Es el caso, por ejemplo, de The Narcissism Epidemy (Free Press), que bajo el subtítulo de “la era de las exigencias”, defiende la idea de que el hombre contemporáneo ha creado una sociedad egocéntrica y egoísta a base de considerar su libertad individual y éxito personal como los mayores éxitos posibles. A día de hoy, en psicología clínica el narcisismo es considerado una patología que se relaciona con los delirios de grandeza y la distorsión de la realidad.

Aaron James, autor de ‘Assholes: a Theory’ (“Gilipollas: una teoría»)

Aaron James, autor de ‘Assholes: a Theory’ (es decir, “Gilipollas: una teoría»), va un paso más allá y considera que los “Assholes” reúnen tres cualidades que los diferencian de los psicópatas y que les permiten prosperar a pesar de su carácter:

1. De forma sistemática se permiten establecer determinadas ventajas sobre los demás;
2. Lo hacen porque creen que se lo merecen;
3. Les da igual lo que piensen los demás. Al contrario que los psicópatas, saben que los demás tienen derechos y sentimientos, pero les da igual.

Lo que les distingue es esa certeza sobre la moralidad de sus actos. No se están saltando las normas, simplemente están actuando como les corresponde. Desde esa perspectiva, la misma idea de igualdad, el hecho de que alguien pueda estar a su altura, resulta insultante para los Asshole.

Aaron James define a los Asshole como “esa clase de tipos que se creen autorizados para gozar de ventajas especiales en la vida cooperativa a partir de un sentido de la legitimación que les inmuniza contra las quejas de los demás. Y en tanto están inmunizados sienten que no tienen que respetar a los demás”.

Estas personas se saltan los límites de la convivencia, pueden saltarse una cola, no pagar impuestos o tratar mal a los demás, pero siempre con la sensación de que tienen todo el derecho a ello porque son especiales, justificándolo porque son superiores, porque ocupan un lugar destacado en la sociedad o porque los poderosos no deben rendir cuentas a gente sin cuotas de poder.

Debemos recordar que que tenemos derecho a ser tratados como iguales, y por tanto a ser oídos, y no deberíamos ceder a las pretensiones del Asshole. Eso sí, es más fácil decirlo que hacerlo, porque suelen ser tipos cuya capacidad de manipulación es muy alta.

Lo que parece evidente es que los Asshole existen y están cada vez más de moda y socializados en culturas que les empujan hacia actitudes más insensibles.

Aaron James, autor de ‘Assholes: a Theory’ (“Gilipollas: una teoría”)

«Aaron James, autor de ‘Assholes: A Theory’ (‘Gilipollas: una teoría’),» es conocido por su obra que explora el concepto de «gilipollas» en la sociedad. Aunque no puedo proporcionar un resumen completo del libro debido a las limitaciones de mi base de conocimientos (corte de conocimiento en septiembre de 2021), puedo darte una idea general de los temas que se tratan en él.

En su libro, James examina el fenómeno de los gilipollas, también conocidos como personas desagradables, irrespetuosas y egoístas, y explora las razones detrás de su comportamiento. El autor busca comprender por qué algunas personas actúan de manera tan desconsiderada y cómo afectan a los demás en diferentes ámbitos de la vida, como el trabajo, las relaciones personales y la sociedad en general.

A través de una perspectiva filosófica y social, James analiza las motivaciones, las actitudes y las dinámicas de poder que impulsan a los gilipollas a comportarse de esa manera. También examina las consecuencias de su comportamiento y cómo afecta a la moral y a la convivencia social.

En su obra, James propone una teoría que desafía la noción convencional de lo que significa ser un gilipollas y ofrece reflexiones sobre cómo lidiar con estas personas en diferentes contextos. Su objetivo es brindar una comprensión más profunda de este fenómeno y fomentar una sociedad más justa y respetuosa.

Introducción

En el mundo actual, la sociedad se enfrenta a muchos problemas, uno de los cuales es la falta de empatía y la arrogancia de algunas personas. En su libro «Assholes: a Theory» («Gilipollas: una teoría»), el filósofo estadounidense Aaron James explora el fenómeno de los «gilipollas» y cómo afectan a nuestras vidas. En este artículo, exploraremos las ideas y teorías presentadas por James en su libro y cómo pueden ayudarnos a comprender y enfrentar a las personas que se comportan como gilipollas.

¿Quién es Aaron James?

Primero, hablemos sobre el autor del libro. Aaron James es un filósofo estadounidense nacido en California en 1971. Es profesor de Filosofía en la Universidad de California en Irvine y ha escrito varios libros y artículos sobre ética, política y filosofía del lenguaje. Además, es un ávido surfista y ha escrito sobre la relación entre el surf y la filosofía.

¿Qué es un gilipollas?

En su libro, James define a un gilipollas como alguien que se comporta de manera arrogante y egoísta, sin preocuparse por los demás o por las normas sociales. Según James, los gilipollas no tienen en cuenta los sentimientos o necesidades de los demás y sólo se preocupan por sí mismos. Además, no aceptan críticas ni se disculpan por sus errores, lo que hace que su comportamiento sea aún más inaceptable.

¿Por qué son los gilipollas un problema?

Los gilipollas pueden causar muchos problemas en la sociedad. Pueden afectar negativamente el ambiente laboral y personal, causar estrés y ansiedad en los demás y crear un ambiente generalizado de falta de respeto y egoísmo. Además, pueden tener un efecto dominó en la sociedad, ya que su comportamiento puede influir en otros y llevar a la normalización de la falta de respeto y consideración por los demás.

¿Cómo podemos enfrentar a los gilipollas?

James argumenta que es importante reconocer a los gilipollas y aprender a enfrentarlos de manera efectiva. Una estrategia que sugiere es el «distanciamiento heroico», que implica reconocer que los gilipollas no son importantes y que no vale la pena prestarles atención. Otra estrategia es establecer límites claros y comunicarlos de manera firme pero respetuosa.

¿Qué podemos aprender de los gilipollas?

Según James, los gilipollas pueden enseñarnos mucho sobre nosotros mismos y sobre la sociedad en la que vivimos. En lugar de simplemente descartarlos como personas inaceptables, podemos aprender de sus comportamientos y actitudes y reflexionar sobre cómo podemos evitar caer en las mismas trampas. Además, podemos aprender a ser más compasivos y considerados con los demás, lo que puede mejorar nuestra propia vida y la de aquellos que nos rodean.

Defenderse de los narcisistas extremos

El narcisismo no es solo un trastorno de la personalidad, sino un rasgo que todos compartimos. Todos sufrimos de vergüenza y tratamos de convertirnos en ganadores para compensar, pero algunas personas, narcisistas extremos, sufren de vergüenza central. Esto los hace estar dispuestos a hacer cualquier cosa para no sentirse como un perdedor. Pero en lugar de condenar a los narcisistas, debemos entenderlos como seres humanos y aprender a lidiar con ellos.

«Narcisismo» se ha convertido en una palabra de moda y un diagnóstico rápido, pero ¿cuánto entendemos realmente sobre esta condición? The Narcissist You Know desvela los mitos y las verdades. El narcisismo no es solo un trastorno psiquiátrico grave, es parte de la vida; todos compartimos alguna tendencia hacia él. Al analizar una amplia gama de narcisistas, muchos de ellos celebridades, Joseph Burgo revela la vergüenza oculta que se esconde detrás de todo el dolor.

Aprenda a detectar al narcisista

Cuando se supo en 2009 que la esposa de Tiger Woods lo había echado de su casa con un palo de golf luego de las revelaciones de sus trampas en serie, muchos se sorprendieron y se sorprendieron. ¿Cómo pudo este hombre exitoso que lo tenía todo y parecía tan agradable haber hecho tal cosa?

Quizás no deberíamos estar tan desconcertados, porque detrás de la mentalidad ganadora, el impulso implacable y el carisma de personas exitosas como Tiger Woods, Donald Trump y Madonna, a menudo hay un narcisista escondido. Y el narcisismo, muestra la psicología, puede resultar en una bolsa entera de acciones aún menos dignas de elogio.

Entonces, ¿por qué algunas personas son narcisistas?

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El narcisismo no es una enfermedad, sino una serie de trastornos

Hoy en día se habla mucho sobre el narcisismo. Con el auge de las redes sociales y las selfies, parece que ser narcisista se ha vuelto normal.

Pero narcisismo no es una palabra trivial para usar de manera casual. En realidad, es una tendencia peligrosa que existe en todos nosotros. A todos nos ha faltado empatía hacia los demás y hemos actuado de manera egocéntrica en un momento u otro. Y aunque algunos de nosotros solo tenemos esta tendencia en pequeñas cantidades, existe todo un espectro de narcisistas, y algunos de ellos son muy peligrosos.

De hecho, existe un trastorno psiquiátrico oficialmente reconocido llamado trastorno narcisista de la personalidad, que define los criterios para el 1 por ciento de la población que es narcisista patológico. Estos son los que a menudo son encarcelados por delitos como asesinato o violación.

Pero hay otra sección de la población que a menudo pasa desapercibida: el 4 por ciento que califica como narcisistas extremos , narcisistas que no se ajustan a la definición psiquiátrica, pero que siguen siendo mucho más peligrosos que los narcisistas «menores» como tú y yo.

Si bien es posible que no cometan tantos crímenes, los narcisistas extremos están aterrorizados de ser vistos como inferiores a los demás y usan tácticas viciosas y elaboradas para mantener una imagen de superioridad. Muchas celebridades de gran éxito son narcisistas extremos, pero también es probable que usted mismo conozca a uno.

Por eso es tan importante aprender a identificar y tratar a los narcisistas extremos: necesitas protegerte. Pero no solo eso, también necesitas identificar tus propias tendencias narcisistas.

¿Por qué?

Porque ser incluso un poco narcisista puede sacar a relucir las tendencias narcisistas en los demás.

Por ejemplo, imagina que vives en una casa compartida con otras personas. Si actúas de forma narcisista y sigues comiendo toda la comida sin reponerla, los demás empezarán a hacer lo mismo. Al final, todos se comportarán de manera cada vez más narcisista.

Aprenderemos más sobre narcisistas extremos pero antes de juzgarlos con demasiada dureza, recuerde que tienen miedo constante de ser perdedores.

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Detrás del narcisismo se encuentra la vergüenza central

Hablamos de emociones como la vergüenza todo el tiempo, pero cuando se nos pregunta, a menudo no podemos describirlas. La vergüenza no es solo un mal presentimiento que tenemos cuando sentimos que hemos hecho algo mal. Es una emoción más profunda que nos dice que estamos expuestos y en riesgo.

Un tipo particular de vergüenza profunda se encuentra en el centro del narcisismo extremo: la vergüenza central.

La vergüenza fundamental se crea cuando algo sale mal en la relación padre-hijo. Según el psicoanalista británico DW Winnicott, los niños nacen con un sentido innato de cómo un padre debe cuidar a un niño, es decir, prestando atención a las necesidades y emociones del niño.

Cuando los padres son negligentes o están ausentes, los niños piensan que algo está fundamentalmente mal en ellos. No se sienten amados y, al no entender por qué, creen que es culpa suya. Esta es la fuente de la vergüenza central.

Esta vergüenza central se despierta cada vez que un narcisista extremo experimenta una lesión narcisista: el dolor que todos sentimos cuando nuestra autoestima se ve sacudida por las críticas de otras personas. Experimentamos esto porque somos animales sociales que construimos nuestro sentido de nosotros mismos en la forma en que los demás nos ven. Pero mientras nuestra autoestima se fortalece con el tiempo, los narcisistas extremos permanecen atrapados en su vergüenza central. Esto significa que la más mínima crítica daña profundamente su autoestima. Un insulto trivial puede causar un gran dolor y un evento más grande, como el divorcio, una humillación insoportable.

Entonces, los narcisistas extremos desarrollan poderosos mecanismos de defensa para protegerse de las lesiones narcisistas. Culpan a otros por sus faltas, se engañan a sí mismos pensando que son perfectos y crean una imagen de superioridad para ocultar su verdadero yo a los demás.

Los padres narcisistas y excesivamente indulgentes crían hijos narcisistas

Hemos visto que los padres negligentes crían hijos narcisistas. Pero hay dos categorías distintas de padres negligentes: el tipo narcisista, que no se preocupa por sus hijos, y el tipo demasiado indulgente, que no sabe cómo cuidar a sus hijos adecuadamente.

Veamos primero el tipo demasiado indulgente. Estos padres suelen tener buenas intenciones, pero no se dan cuenta de que demasiada atención positiva es realmente mala para el niño. Si bien los bebés necesitan amor para que su cerebro se desarrolle adecuadamente, también necesitan límites si quieren desarrollar una visión realista de sí mismos y del mundo.

Esto es un desafío, porque los padres necesitan amar a sus hijos incondicionalmente al mismo tiempo, y al mismo tiempo castigarlos cuando hacen algo mal. Pero el peligro es que sin los límites adecuados, los niños llegan a creer que el mundo gira en torno a ellos y con el tiempo se vuelven narcisistas.

Mientras que los padres demasiado indulgentes suelen cuidar a sus hijos, los padres narcisistas utilizan a sus hijos para impulsar sus propios egos frágiles. Algunos padres manipulan a sus hijos, moldeándolos para que se ajusten a algún ideal para que se sientan superiores a otros padres. Pero cuando el niño, inevitablemente, no puede vivir a la altura del ideal imposible, desarrolla una sensación de vergüenza central, que conduce al narcisismo.

Estos niños a menudo terminan teniendo carreras que los ponen en el ojo público, por lo que tanto el padre como el niño narcisista pueden ahogar su vergüenza inconsciente en atención positiva. Tiger Woods es un buen ejemplo de un hijo narcisista de un narcisista. Su padre hipercompetitivo vivió su ego a través de su hijo, produciendo un deportista de clase mundial y un narcisista de clase mundial.

Otros padres narcisistas mantienen su imagen de sí mismos al menospreciar siempre a sus hijos, manteniendo así un sentimiento de superioridad. Esto hace que los niños se sientan fundamentalmente inútiles, lo que nuevamente conduce a la vergüenza central.

En ambos casos, los padres no crían a sus hijos con el amor y la empatía que un niño necesita. En cambio, explotan a su descendencia como herramientas que los hacen sentir mejor consigo mismos.

Ahora que sabemos de dónde proviene el narcisismo, podemos ver algunos tipos diferentes de narcisistas extremos.

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Los narcisistas intimidantes son los narcisistas agresivos por excelencia

Todos los narcisistas extremos separan el mundo en ganadores y perdedores. Pero los narcisistas intimidadores son los más obsesionados con competir y con ser siempre el ganador. Solo siendo siempre el mejor perro pueden mantener su autoimagen inflada.

Esta obsesión por ganar los lleva a aprovecharse de cualquier persona vulnerable al acoso.

Buscan personas débiles a las que puedan humillar para sentirse poderosos. Pero curiosamente, los narcisistas intimidadores y sus víctimas son muy similares: inconscientemente, ambos se sienten profundamente inseguros e inferiores.

Más adelante en la vida, la necesidad de ser el ganador se vuelve tan fuerte que los narcisistas acosadores atacan incluso a aquellos que tienen más éxito que ellos. Las personas más exitosas hacen que los narcisistas se sientan como un perdedor en comparación, por lo que atacan para tratar de mantener su imagen de ganador.

De hecho, su obsesión es tan fuerte que utilizarán todos los medios posibles para mantener la ilusión de superioridad.

Tomemos a Lance Armstrong como ejemplo. Su principal vergüenza provino de crecer en la pobreza extrema y no poder comprar lo que otros podían pagar. Así que hizo todo lo posible para convertirse en un ganador, incluido el uso de drogas para hacer trampa, y defendió su imagen con mentiras extremas e intimidación.

Cuando los miembros del equipo lo acusaron de consumir drogas, dijo que eran perdedores envidiosos, lastimosos y celosos de su talento. Y cuando la prensa escribió sobre su sospechosa fuerza sobrehumana, utilizó su riqueza para demandar a los periodistas que se atrevieron a criticarlo.

Los narcisistas seductores te seducen para aumentar su autoestima

Mientras que los narcisistas intimidadores intentan sentirse mejor al menospreciarlo, los narcisistas seductores le prestan atención, no porque lo amen, sino porque quieren que usted los ame.

Estas personas carismáticas explotan tu narcisismo para alimentar el suyo. Te adoran, pretenden escucharte profundamente, te hacen sentir deseado e importante, pero solo para que tú hagas lo mismo. Y cuando te enamoras de ellos, te controlan. Te elogian solo cuando haces lo que ellos quieren, y siempre te hacen sentir inseguro y dependiente de ellos. Una vez que estás atrapado en su red, sigues persiguiéndolos porque tienes miedo de la vergüenza central del amor no correspondido.

En realidad, a menudo son las personas que no recibieron suficiente amor o perdieron a un ser querido las que se convierten en narcisistas seductores. Su experiencia de perder a un ser querido (o de ser insuficientemente amados) es tan dolorosa que juran no volver a amar nunca más.

Esta anti-dependencia los hace resistentes a apegarse a las personas, pero aún anhelan atención. Así que hacen que la gente se enamore de ellos sin comprometerse nunca.

Madonna es un buen ejemplo de esto: perdió a su madre cuando tenía cinco años. Más adelante en la vida, se convirtió en una seductora en serie, comenzando relaciones sin involucrarse emocionalmente. Y aunque era vulnerable, lo escondió detrás de una fachada bien pulida de confianza en sí misma, típica de los narcisistas extremos.

La mejor manera de lidiar con los narcisistas seductores es sospechar de las personas que te adoran en el momento en que te conocen. Pregúntate: ¿qué es lo que realmente quieren de mí?

Los narcisistas grandiosos y los narcisistas sabelotodo

Todos los narcisistas extremos están atrapados en su propio mundo de fantasía de ser los mejores. Pero los narcisistas grandiosos viven en una dimensión completamente diferente.

Creen que son tan excepcionales que no tienen que ajustarse a las normas sociales como el resto de nosotros. Algunos ven ser famosos como una oportunidad para poner en práctica sus grandiosas fantasías porque saben que la sociedad es muy tolerante con el mal comportamiento de las celebridades. Cuando llegan a la vista del público, los narcisistas grandiosos pueden montar una escena, meterse en peleas, violar las leyes y llamar la atención por ello.

Pero otros viven tan profundamente en su mundo de fantasía que piensan que son excepcionales incluso cuando no logran nada. Estos narcisistas grandiosos, a menudo solitarios, creen que son genios no reconocidos, a pesar de no tener logros de los que hablar.

Si bien terminan en lugares diferentes, tanto los narcisistas grandiosos exitosos como los «secretos» tienen algo en común: ambos tienen un miedo profundo a su potencial insignificancia. Para contrarrestar su insignificancia, crean una imagen de sí mismos como de suma importancia.

Julian Assange es un ejemplo perfecto de un narcisista grandioso. Aunque parece un cruzado desinteresado, en realidad está obsesionado con su imagen pública y, arrogantemente, no está dispuesto a compartir el crédito por el trabajo de su organización Wikileaks.

Estrechamente relacionados con los narcisistas grandiosos están los narcisistas sabelotodo . Siempre están mostrando su conocimiento superior del mundo. Y aunque compartir conocimientos puede ser valioso, estos narcisistas lo usan para explotar a otros, a gran escala.

Se aprovechan de nuestra necesidad de líderes intelectuales y espirituales para formar cultos religiosos y políticos. Al usar su poderoso conocimiento, pueden convencer a muchas personas de que solo ellos conocen la verdad.

Tomemos a Bikram Choudhury, el fundador de Bikram Yoga. Sus seguidores, muchos de ellos estrellas como George Clooney, lo ven como un visionario sobrehumano parecido a Jesús. Pero en los últimos años se ha visto envuelto en acusaciones de abuso sexual por parte de mujeres de su organización.

Los narcisistas justos y los narcisistas vengativos

Si bien la mayoría de nosotros creemos que todos tenemos derecho a nuestra propia moralidad, los narcisistas justos creen firmemente que son los únicos que saben lo que está bien y lo que está mal. Creen que estás de su lado o eres enemigo de todo lo que es santo y bueno. Y cada vez que peleas con ellos, siempre es tu culpa, y ellos son los mártires inocentes.

Cuando los conoces por primera vez, a menudo parecen personas virtuosas. Pueden estar involucrados en una religión organizada o luchar por problemas sociales. Pero detrás de la máscara de la moralidad se esconde su verdadero deseo: sentirse siempre más moralistas que los demás. De esa manera, pueden mantener la ilusión de ser superiores a todos los demás.

Eche un vistazo a los militantes vegetarianos o veganos. Su visión en blanco y negro del mundo divide a las personas en buenas y malas, con ellos firmemente del lado correcto. No les interesan los argumentos ni la verdad, como el hecho de que la producción de cultivos mata a muchos más animales no comestibles que el cultivo de carne roja, y te juzgan con dureza si no estás de acuerdo con sus puntos de vista. Por supuesto, esto no se aplica a todos los veganos y vegetarianos, la mayoría de los cuales tienen creencias sinceras.

Los narcisistas vengativos van aún más lejos cuando no estás de acuerdo con ellos: lo toman como un ataque personal y buscan venganza. Reaccionan furiosamente incluso ante el más mínimo desacuerdo. Y una vez que te hayas convertido en su enemigo, harán todo lo posible para destruirte, incluso si eso significa mentir bajo juramento.

Sarah Palin es un buen ejemplo. Cuando su hermana Molly se divorció de su marido, el policía estatal Mike Wooten, Sarah hizo todo lo posible para que lo despidieran. Ella inició una campaña de difamación en su contra y mintió en la corte sobre su comportamiento supuestamente abusivo.

Entonces, si alguna vez te encuentras con un narcisista vengativo, asegúrate de no involucrarte cuando inicien una pelea. Nunca se sabe hasta dónde llegarán para vengarse.

El narcisismo y la adicción están estrechamente relacionados

Podrías tomar algo cuando tu autoestima sufra un golpe, como después de una mala ruptura. Sin embargo, al día siguiente te sientes mejor y sigues con tu vida. Pero cuando alguien con una autoestima frágil, como un narcisista, recurre al alcohol o las drogas para adormecer su dolor, puede convertirse rápidamente en adicción.

Cuando un narcisista sufre un golpe en su autoestima, despierta su vergüenza central. Luego adormecen la vergüenza con drogas, a menudo en exceso. Al día siguiente, se avergüenzan de haber tomado tantas drogas y toman más para adormecer la vergüenza. Así comienza el círculo vicioso.

A medida que aumenta su adicción, se vuelven cada vez más egocéntricos y se centran en obtener su próxima dosis. De hecho, los adictos y los narcisistas son muy similares: ambos carecen de empatía y piensan que sus necesidades son más importantes que las de los demás.

Hay un nuevo tipo de adicción estrechamente relacionada con el narcisismo extremo: la adicción a los juegos de rol multijugador masivo en línea (MMORPG).

En los MMORPG, los jugadores pueden crear un alter ego virtual, y si juegan lo suficiente, pueden convertirlo en el alter ego más poderoso del mundo de ese juego. Esto atrae a muchas personas que luchan por triunfar en el «mundo real».

Pero al igual que aquellos que se obsesionan con el éxito en el mundo real, muchos jugadores de MMORPG están tratando de construir una imagen grandiosa de sí mismos para escapar de sus vergonzosos sentimientos de insignificancia. Y cuando llevan jugando el tiempo suficiente, encuentran que su vida adicta es mejor que la realidad, como cualquier otro adicto.

Mientras que algunas personas avergonzadas se vuelven adictas a los alter egos virtuales, otras como Michael Jackson se vuelven adictas a transformarse a través de la cirugía estética.

Su padre y sus hermanos lo intimidaron y se avergonzó de su cuerpo. Esta vergüenza central lo llevó a su obsesión por la cirugía plástica, que usaba para cambiar la forma de su rostro, boca, ojos y nariz.

Si te preocupa que estés desarrollando una adicción o estás atrapado en una rutina narcisista, es mejor buscar ayuda. Aunque es difícil, el narcisismo, como la adicción, puede superarse. Y el primer paso importante es reconocer el problema.

Enfréntate a los narcisistas comenzando contigo mismo

Es difícil interactuar con los narcisistas extremos porque tienen un efecto tan poderoso en su autoestima. Pueden expresar sus opiniones de manera tan agresiva que terminas cuestionando tu realidad. La única forma en que puede defenderse es fortalecer su autoestima.

Para hacerlo, debes enfrentarte a tu propia vergüenza. Tú también estás apegado a ser un perdedor o un ganador. Necesitas mirarte profundamente en el espejo y aceptar lo que ves. Entonces, cuando la gente trate de hacerte sentir inferior, siempre sabrás que estás bien.