Actualizado el jueves, 11 enero, 2024
Mucho ha llovido desde el Movimiento por la Aceptación de la Gordura (Fat Acceptance Movement) iniciado en Estados Unidos a finales de los 60 hasta la denuncia cada vez más frecuente del fenómeno conocido como gordofobia. Lo que todas estas corrientes tienen en común es el señalamiento de la presión que medios y sociedad ejercen -principalmente sobre las mujeres- respecto a un ideal de cuerpo. Esta se traduce en un sesgo anti-gordos o anti-gordura que impregna la publicidad, la información y la opinión ciudadana, atribuyendo determinadas características de personalidad a alguien por el mero hecho de tener sobrepeso. «Vago», «estúpido», «avaricioso», «apestoso», «lento» o «desmotivado» son algunas de ellas.
«Este sesgo no se limita a los individuos clínicamente obesos, sino que incluye también a aquellos cuyo cuerpo no es «aceptable» de acuerdo a las normas modernas de la sociedad -incluso aunque todavía esté dentro del rango normal o sobrepeso-. Es un ejemplo clásico del efecto halo en las culturas, cuando las preferencias físicas favorecen tener una grasa corporal baja», explican los activistas que luchan contra él. Estudios como el llevado a cabo hace una década por los investigadores de la facultad de psicología de la American University de Washington, Mia Foley Sypeck, James J. Gray y Anthony H. Ahrens – No longer just a pretty face: fashion magazines’ depictions of ideal female beauty from 1959 to 1999– , analizando el ideal de belleza femenina difundido por los medios estadounidenses a lo largo de cuatro décadas, corroboran su existencia.
En su investigación, detectaron la insistencia machacona en un «modelo de delgadez ideal». » Cada vez es mayor mientras también lo es la tasa de obesidad femenina, convirtiendo ese icono en algo difícil de alcanzar o de mantener. Esto crea un abismo entre la apariencia real del cuerpo de una mujer promedio y su ansiada apariencia, la cual, dependiendo del grado en que el ideal se haya interiorizado, puede tener efectos psicológicos graves «, señalaban. » En general las mujeres relacionan el cuerpo delgado ideal con resultados positivos vitales como la felicidad, la confianza y el éxito romántico; por lo tanto, en cierta medida es importante para muchas mujeres «, añadían.
En estados Unidos, organizaciones como la Asociación Nacional para el Avance de Aceptación de la Gordura (NAAFA) trabajan para reducir el estigma y promueven la aceptación de «cuerpos sanos de cualquier tamaño», pero la ausencia casi total de cuerpos con sobrepeso en los medios de comunicación –Big Beautiful Women es una de las pocas publicaciones que muestra el universo de la gordura femenina- y en el mundo del entretenimiento hacen que esa aceptación se produzca con mucha lentitud «, critica la organización. «Avergonzarse por estar gordo es común en este país, a pesar de que son más los estadounidenses adultos con sobrepeso que los que no – según el CDC, dos tercios -. Sin embargo, las personas con sobrepeso y obesidad son discriminadas por empleadores, profesionales de la salud y posibles parejas sentimentales», afirma.
Algunos proyectos visibilizan la gordura sin complejos, cuestionando la imposición de un modelo estético único: The Full Body Project de Leonard Nimoy, Adiposity de Substantia Jones, The Wait Watchers de la fotógrafa Haley Morris-Cafiero o el cortometraje español Gordofobia. Su autora, Sara Monedero, que denuncia que «la talla 36 es el burka occidental», explicaba en esta entrevista a ETB que odiar su cuerpo «no es una opción», pero que «no siempre puedes enfrentarte a ella». «Gordofobia es una terapia de choque para enfrentarme a esa vergüenza», añadía.
Abrazando la Positividad Corporal: Superando el Estigma de la Gordofobia
En el ámbito de la aceptación corporal, el viaje desde el inicio del Movimiento por la Aceptación de la Gordura a finales de los años 60 hasta el discurso contemporáneo sobre la gordofobia ha sido profundo. Esta evolución ha puesto de manifiesto las implacables presiones sociales y mediáticas, dirigidas principalmente a las mujeres, perpetuando una imagen idealizada del cuerpo. El sesgo generalizado hacia las personas con peso extra se manifiesta como gordofobia, un fenómeno que atribuye injustamente rasgos de personalidad a aquellos que no se ajustan a los estrechos estándares de belleza de la sociedad. Términos como «perezoso,» «estúpido,» «codicioso,» «apestoso,» «lento,» y «falta de motivación» se asocian a menudo de manera injusta a ellos.
Descifrando el Fenómeno de la Gordofobia
La gordofobia se extiende más allá de la obesidad clínica, abarcando a individuos cuyos cuerpos no cumplen con las normas sociales modernas, incluso si se encuentran dentro de un rango de peso saludable o ligeramente sobrepeso. Este sesgo ejemplifica el clásico efecto halo en las culturas, donde las preferencias físicas tienden a favorecer un bajo porcentaje de grasa corporal. Los activistas que luchan contra la gordofobia enfatizan su impacto perjudicial en la salud mental, la autoestima y el bienestar general.
El Papel de los Medios en la Perpetuación de Estándares de Belleza Irrealistas
Un estudio realizado hace una década por investigadores de la Universidad Americana en Washington arroja luz sobre la representación de la belleza femenina ideal en revistas de moda desde 1959 hasta 1999. Mia Foley Sypeck, James J. Gray y Anthony H. Ahrens, en su investigación titulada «No solo una cara bonita: las representaciones de la belleza femenina ideal en las revistas de moda,» analizaron los cambiantes estándares de belleza difundidos por los medios estadounidenses. El estudio respalda la existencia del sesgo, mostrando cómo los medios han desempeñado un papel crucial en la formación de las percepciones sociales de la belleza.
Desafiando las Normas Sociales
Para combatir la gordofobia, es crucial desafiar las normas sociales y redefinir los estándares de belleza. Las personas deben ser celebradas por su singularidad en lugar de conformarse con ideales poco realistas. El movimiento de positividad corporal ha cobrado fuerza como una poderosa fuerza para remodelar estas perspectivas, promoviendo el amor propio y fomentando una cultura de aceptación.
Superando Estereotipos
Etiquetar a las personas según su tamaño corporal perpetúa prejuicios perjudiciales. Es imperativo reconocer que el peso corporal no determina la inteligencia, ética de trabajo o carácter de una persona. Desacreditar estos estereotipos es un esfuerzo colectivo que implica remodelar las actitudes sociales, fomentar la inclusividad y promover la diversidad en todas sus formas.
El Impacto en la Salud Mental
La gordofobia afecta la salud mental, contribuyendo a problemas como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima. Es esencial abordar la causa raíz de estos prejuicios y promover una sociedad más compasiva y comprensiva. La salud mental debe ser prioritaria, independientemente del tamaño corporal, para crear un entorno de apoyo para todos.
El Cambio Hacia la Positividad Corporal en los Medios
Con el aumento de la conciencia sobre la gordofobia, se observa un cambio notable en los medios hacia representaciones más inclusivas de diversos tipos de cuerpo. Marcas y medios están comenzando a desafiar las normas tradicionales, presentando a individuos de todas las tallas y formas en sus campañas. Este cambio no solo promueve la inclusividad, sino que también contribuye a derribar los estereotipos arraigados asociados con el peso corporal.
Celebrando la Diversidad
La verdadera belleza radica en la diversidad. Celebrar cuerpos de todas las formas y tamaños fomenta una sociedad más saludable y aceptadora. Abrazar la diversidad no es solo una tendencia; es un cambio fundamental hacia un mundo más compasivo donde las personas se valoran por quienes son en lugar de conformarse a las expectativas sociales.
Fomentando una Imagen Corporal Positiva
Construir una imagen corporal positiva requiere un esfuerzo consciente para apreciar y respetar el propio cuerpo, independientemente de su tamaño. Fomentar el amor propio y la aceptación es crucial para combatir la gordofobia. Al cultivar una imagen corporal positiva, las personas pueden enfrentar las presiones sociales con resiliencia y confianza.
El trayecto desde el Movimiento por la Aceptación de la Gordura hasta el actual discurso sobre la gordofobia destaca la lucha constante contra los prejuicios sociales. Desafiar estos prejuicios requiere un esfuerzo colectivo para redefinir los estándares de belleza, cuestionar estereotipos, priorizar la salud mental y celebrar la diversidad. El cambio hacia la positividad corporal en los medios y la vida cotidiana es un paso prometedor hacia una sociedad más inclusiva y aceptadora. Abrazar la positividad corporal no es solo un movimiento; es una revolución necesaria para crear un mundo donde todos se sientan valorados y aceptados, independientemente de su tamaño corporal.
Una respuesta a «Luchar contra la gordofobia: ejemplos de campañas de sensibilización»