Actualizado el sábado, 2 septiembre, 2023
Mientras mejor lo hagamos ahora… antes acabará esto. Podemos ser responsables de la muerte y el dolor de miles de personas. Incluso de nuestros seres queridos. Incluso de nosotros mismos.
El coronavirus no entiende de privilegios, edades, razas, religiones… pero sí se hace aliado de la estupidez humana
Leyes de la estupidez humana
En estos días, seamos responsables. Aportemos amor, paz, humor, ciencia. Aprovechemos la catarsis para ser mejores como ciudadanos y como sociedad.
💔 Cosas que también son contagiosas:
– Odio
– Falta de Respeto
– Perdida de Libertades
…
✳ Es sencillo, cada vez que publiques una fotografía o post durante estos 15 días, pregúntate si formas parte de la solución o formas parte del problema. ✅ Pregúntante si estás compartiendo amor, ideas, soluciones, creatividad, fe, unidad, esperanza… ❎ o crítica, mentiras, odio, fobias, insultos, divisiones…
❤ ✊ En estos días de tanta responsabilidad CÍVICA:
– Comparte amor
– Difunde iniciativas solidarias
– Crece como persona para que podamos crecer como sociedad.
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Las cinco leyes básicas de la estupidez humana de Cipolla
En 1976, Carlo M. Cipolla, profesor de Historia Económica de la Universidad de California en Berkeley, publicó un ensayo que describía las leyes fundamentales del atributo que él percibía como nuestra mayor amenaza existencial: la estupidez humana.
La gente estúpida, según explica en su ensayo, comparte varios rasgos: abundan, son irracionales y causan problemas a otros sin aparente beneficio para sí mismos. La única defensa contra la estupidez humana, sostenía el profesor italiano fallecido en el 2000, es que los “no estúpidos” trabajen lo suficientemente duro como para contrarrestar el peso de los idiotas.
Ley 1: Subestimamos el número de individuos estúpidos en circulación
No importa de cuántos idiotas sospeches que estás rodeado, son muchos más. Este problema se ve agravado por la suposición de que ciertas personas son inteligentes por su trabajo, nivel de educación u otros rasgos que erróneamente creemos excluyen la estupidez como explicación. Lo que nos lleva a la segunda ley.
Ley 2: La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona
Cipolla defiende que la estupidez es una variable que permanece constante en todas las categorías imaginables (raza, sexo, religión, nacionalidad, profesión, nivel cultural, etc.). ¿Cuántos estúpidos hay entre nosotros? Es imposible saberlo. Y de todos modos, cualquier suposición seguramente violaría la primera ley.
Ley 3: Una persona estúpida es una persona que causa pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio, incluso incurriendo en pérdidas
Esta es la ley de oro de la estupidez. Una persona estúpida, según el economista, es aquella que causa problemas a otros sin ningún beneficio claro para sí mismo.
Esta ley también introduce otros tres fenotipos que coexistirían junto con la estupidez. Primero está la persona inteligente, cuyas acciones benefician tanto a sí mismo como a los demás. Luego está el bandido, que se beneficia a expensas de otros. Y, por último, está la persona indefensa, cuyas acciones enriquecen a otros a sus expensas.
Beneficios y pérdidas que una persona se causa a sí mismo y provoca a los demás, según Carlo M. Cipolla
Los «no estúpidos» son un grupo defectuoso e inconsistente. A veces actúan de manera inteligente, a veces egoístamente y, a veces, se aprovechan ellos. Por su parte, los estúpidos son el arquetipo de la consistencia, actuando en todo momento con una idiotez inquebrantable. Es por esto precisamente que Cipolla cree que son el tipo más peligroso:
“Esencialmente las personas estúpidas son peligrosas y perjudiciales porque las personas razonables encuentran difícil imaginar y entender el comportamiento irracional”.
Lo cual nos lleva a:
Ley 4: Las personas no estúpidas siempre subestiman el poder perjudicial de los individuos estúpidos
Tratar o asociarse con personas estúpidas siempre resulta ser un error costoso. Subestimamos a los estúpidos y lo hacemos a nuestro propio riesgo. Esto nos lleva a la quinta y última ley:
Ley 5: Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa
Una persona estúpida es incluso más peligrosa que un bandido. No podemos hacer nada con los estúpidos. La diferencia entre las sociedades que se derrumban bajo el peso de sus ciudadanos estúpidos y las que sobreviven a ellos es la pasta de la que están hechos sus ciudadanos no estúpidos. Las sociedades en declive tienen el mismo porcentaje de gente estúpida que las exitosas. Una composición de ciudadanos que buscan obtener ganancias para ellos y sus compañeros pueden contrarrestar las pérdidas ocasionadas por los estúpidos.
Aunque las leyes nos saquen una sonrisa, Cipolla era altamente pesimista y alertaba de un preocupante aumento de población de bandidos con rasgos incipientes de estupidez. No quiero hacer una analogía con la situación política actual, pero seguro que a muchos nos suena una campana al leer esta descripción. 🙂
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