muhimu.es

La vida no es un juego de azar. No es un casino donde invertir tus días. Es una obra de arte para contemplar y crear. Siente, ama, crea.

Todo lo que debes saber sobre la noble labor de un cuidador primario 1

Todo lo que debes saber sobre la noble labor de un cuidador primario

Merece ser compartido:

Actualizado el miércoles, 19 octubre, 2022

Introducción

Todos hemos sido o conocemos a un cuidador primario en nuestra familia o entorno más cercano. Son aquellas personas que dan los apoyos necesarios a una persona en situación de cierta dependencia. Estos apoyos les ayudan a satisfacer sus necesidades más básicas y aportan ese apoyo imprescindible para su bienestar y su dignidad.

En la mayoría de casos, aunque muchos familiares o amigos puedan prestar el apoyo necesario a esta persona en situación de dependencia, lo más común es que exista la figura del cuidador primario. 

De acuerdo con los datos del IMSERSO, la mayoría de los cuidadores siguen siendo mujeres de edad avanzada. Muchas de ellas, con vínculos familiares como por ejemplo, hijas, esposas o nueras. Suelen compartir el domicilio con la persona en situación de dependencia pero normalmente, no reciben ninguna remuneración por su labor ni cuentan con otro trabajo. En muchos casos, ni tan siquiera reciben la ayuda de otras personas o familiares. Su entrega suele ser plena y la rotación familiar, o sustitución del cuidador principal, suele ser aún muy baja. 

Es una labor esencial que es desarrollada en nuestra sociedad y que comúnmente es obviada o invisibilizada. Veamos algunos detalles importantes que nos ayudarán a entender esta figura esencial en las familias y las comunidades.

¿Qué es un cuidador primario?

Se denomina como cuidador primario a todas las personas que cuidan, a través de un contacto humano muy estrecho, a otra persona en situación de cierta dependencia. Esta situación de dependencia puede deberse, entre otras causas, a una edad avanzada, una enfermedad o algún tipo de discapacidad. 

El cuidador primario no tiene porqué ser un familiar de la persona dependiente. No obstante, este rol suele ser desempeñado por un familiar y como hemos visto, suele ser asignado socialmente a las mujeres.

Se denomina primario porque aunque dentro de una familia pueda haber muchas otras personas involucradas en el cuidado, esta suele desempeñar su labor en solitario o de forma casi exclusiva. 

Existen otros roles asociados al cuidador primario. Uno de los más importantes es el de aquellas personas que se encargan del cuidado de este cuidador primario ya que algunos cuidadores abandonan su autocuidado, tienden al aislamiento social por la falta de energía física y emocional, y pueden desarrollar problemas de índole psicológica debido al desempeño continuado de esta labor.

¿Cuál es la función de un cuidador?

Aunque cada situación es diferente, por regla general podemos considerar que la principal función del cuidador primario es poder ayudar diariamente a otra persona dependiente en sus necesidades físicas y emocionales. Estas necesidades suelen ser muy variadas por lo que a veces, necesitarán contar con ayuda técnica como camas articuladas o vehículos para personas con discapacidad. Otras veces, necesitarán contar con formación sanitaria o psicológica que les ayuden a desarrollar su labor de cuidado. Esta son algunas de las actividades en las que se puede ver reflejada esta función:

  • Cuidado de la salud a través del seguimiento de tratamientos médicos.
  • Cuidado de la salud general a través de la alimentación, higiene y actividad física.
  • Ayuda en los desplazamientos y acompañamiento social. 

¿Cómo apoyar a un cuidador?

A veces, una simple conversación con una escucha activa es suficiente. Pero podemos hacer mucho más. Por regla general, un cuidador corre el riesgo de olvidar su autocuidado. Para poder ayudarlo debemos quitar toda la responsabilidad sobre él y no esperar a que nos pida ayuda o esperar a que inicie sus propios gestos de autocuidado. De forma proactiva, debemos ser nosotros quienes le ofrezcamos ayuda.

La forma de realizar el ofrecimiento también es importante ya que si realizamos ofrecimientos generales sin ninguna concreción específica del tipo “Llámame para lo que necesites” o “Y si tú necesitas algo, cuenta con nosotros”, pueden sonar muy bien en una primera instancia pero suelen ser poco efectivos. En este contexto concreto en el que se establecen dinámicas psicológicas tan complejas, estos ofrecimientos generales no suelen ser utilizados por aquellos que más los necesitan. 

Si realmente queremos ayudar a un familiar o amigo que se encuentra desarrollando un rol de cuidador primario, debemos realizar ofrecimientos desinteresados y concretos del tipo: “Qué te parece si el viernes me paso por tu casa y limpiamos juntos” o “He cocinado en casa para toda la semana y tengo mucha comida almacenada en la nevera, ¿te apetece que te lleve algunos tuppers y los aprovecháis?” o “Tengo toda la tarde del viernes libre, ¿qué tal si me quedo yo con él (o ella) durante unas horas ese día?”

También puede ser de gran ayuda, como decíamos, regalarle o ayudarle a pagar todo tipo de recursos necesarios. Desde una cama articulada para poder incorporar mejor a la persona a la que se cuida si esta no puede hacerlo por sí sola a vehículos adecuados para sus desplazamientos. Estos recursos también pueden ser cursos, conferencias, libros… tanto para desarrollar su labor como cuidador como para mejorar su autocuidado.

Conclusión

Es importante empezar a reconocer la labor del cuidador primario tanto a nivel social como dentro del propio ámbito familiar. Son esenciales las palabras de reconocimiento, apoyo, incondicionalidad, empatía y agradecimiento. Palabras que además, deben ser acompañadas de una ayuda proactiva y mantenida en el tiempo

Si tú eres el cuidador primario, ten  en cuenta esta información y evalúa tu desgaste físico y emocional. Analiza qué necesitas para desarrollar mejor tu labor y no dudes en pedir ayuda. Si tu entorno más cercano no puede ofrecértela, busca grupos de apoyo en instituciones públicas o asociaciones donde encontrar a otras personas en tu misma situación. Y sobre todo, antes de que termines de leer esto, gracias por la gran labor silenciada que estás realizando. 


Merece ser compartido: