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Once descubrimientos e inventos musulmanes hechos en nombre de Alá

Merece ser compartido:

Actualizado el viernes, 24 febrero, 2023

Tras los ataques de Niza, París, Bruselas o Munich algunos medios de comunicación y políticos occidentales se han empeñado en asociar el Islam y a todas las personas que lo profesan con adjetivos negativos —incluido el de terrorista— e, incluso, se ha llegado ha denunciar la «islamización de Europa y Estados Unidos». Los discursos anti-musulmanes hacen que la islamofobia se extienda por todo occidente. Por eso, cuando Donald Trump, o cualquier grupo ultraconservador, amenacen con expulsar a musulmanes y musulmanas de sus países, o griten que el mundo sería mejor sin el Islam y los que lo profesan, podemos lanzarles una pregunta muy sencilla: ¿qué sería de nosotros sin los musulmanes?

Musulmán se refiere a una persona que sigue la religión de Mahoma (ver: Corán, Sunna, sunnita y chiita). La palabra musulmán proviene del árabe مُسلم (muslim – «el sometido [a la voluntad de Dios]»- Ver Islam).

Descubrimientos e inventos en el mundo musulmán

A lo largo de la historia, el mundo árabe ha sido fuente de gran innovación e invención. Desde la invención del álgebra hasta el desarrollo de las prácticas médicas, los inventores árabes han hecho importantes contribuciones al progreso humano. En este artículo, exploraremos algunos de los inventos e innovaciones más importantes que provienen de la cultura árabe y cómo han impactado nuestras vidas en la actualidad. También discutiremos algunos usos modernos de estos inventos y cómo se están utilizando para mejorar nuestras vidas en el siglo XXI.

Desde países como España, por ejemplo, se desconocen la cantidad de inventos marroquíes que existen. Para destruir mitos y recobrar un poquito el juicio no hay nada mejor que recordar los inventos, avances e innovaciones que los musulmanes han proporcionado a la humanidad desde el principio de los tiempos.

Aquí te presento una tabla con algunos de los inventos y descubrimientos realizados en el mundo islámico:

Inventario/descubrimientoDescripción
ÁlgebraEl álgebra fue desarrollada en el mundo islámico durante los siglos VIII y IX por matemáticos como al-Khwarizmi.
AstrolabioEl astrolabio fue un instrumento utilizado para medir la altura de los cuerpos celestes sobre el horizonte y para determinar la hora local.
AlmohadaLa almohada fue inventada por los musulmanes en el siglo VII y se extendió por todo el mundo.
PerfumeLos musulmanes fueron pioneros en la producción de perfumes y la destilación de aceites esenciales.
Arquitectura islámicaLa arquitectura islámica se caracteriza por la mezcla de estilos de diferentes regiones y culturas, como la arquitectura persa, bizantina y romana.
PapelLos musulmanes fueron los primeros en introducir el papel en Europa a través de España en el siglo X.
Bibliotecas públicasLas bibliotecas públicas fueron establecidas en el mundo islámico durante los siglos VIII y IX, como la Biblioteca de Alejandría en Egipto y la Biblioteca de Córdoba en España.
Sistemas de irrigaciónLos musulmanes fueron pioneros en la construcción de sistemas de irrigación y canalización de agua en el mundo árabe.
MedicinaLos musulmanes hicieron importantes contribuciones a la medicina, incluyendo la creación de hospitales y la producción de medicinas y fármacos.
AstronomíaLa astronomía fue un campo importante en el mundo islámico, con el desarrollo de instrumentos como el astrolabio y la observación de estrellas y planetas.

Esta tabla es solo una pequeña muestra de los muchos inventos y descubrimientos realizados en el mundo islámico, que han tenido un impacto significativo en la historia y el desarrollo de la humanidad.

1. La introducción del café en Occidente

¿A quién no le gusta despertarse y tomar una tacita de este oro negro? Si eres de los que no pueden pasar ni un día sin su dosis de cafeína para despertarse se lo tienes que agradecer a un mercader otomano —y musulmán— que introdujo esta bebida en la Europa del siglo XVII.

Once descubrimientos e inventos musulmanes hechos en nombre de Alá 1
«Nos encontramos en el café» [Foto: Mike Licht vía NotionsCapital.com]

El café existe desde hace siglos, pero no fue hasta el siglo XVI que se introdujo en el mundo occidental. Desde entonces, el café se ha convertido en una parte integral de nuestra cultura y sociedad, y millones de personas lo beben todos los días.

La introducción del café en el mundo occidental marcó un cambio importante en la forma en que consumimos bebidas. Rápidamente se hizo popular entre diferentes clases y culturas, así como entre diferentes grupos de edad. Las cafeterías se convirtieron en lugares de reunión populares para que las personas socializaran y compartieran ideas.

El café también ha tenido un profundo impacto en nuestra economía, con muchas empresas que dependen de su venta para mantenerse a flote. Se estima que más de $100 mil millones se gastan anualmente en café solo en los Estados Unidos. Esto lo convierte en uno de los productos básicos más importantes del mundo actual y su introducción en Occidente ha cambiado nuestras vidas para siempre.

2. La universidad

Campus de Al-Qarawiyyin, la primera universidad de la historia, en Fez, Marruecos [Foto: Khonsali vía WikimediaCommons]
Campus de Al-Qarawiyyin, la primera universidad de la historia, en Fez, Marruecos [Foto: Khonsali vía WikimediaCommons]

Fatima al-Fihri, una joven princesa marroquí de mediados del siglo IX, decidió llevar a cabo su sueño y fundó la primera universidad oficial de la historia en la ciudad de Fez. A la vez, su hermana Miriam ponía en marcha una mezquita en el mismo recinto. Así nació el campus de al-Qarawiyyin. Hoy en día, 1200 años después, la universidad sigue en funcionamiento y sirve como recordatorio de la importancia de la educación dentro de la tradición islámica mientras que la iniciativa de las hermanas al-Fihri inspira a las mujeres musulmanas a cumplir sus sueños.

3. La cirugía y los hospitales modernos

Manuscrito «Les Croisades, origines et consequences» sobre cirugía del siglo XV [Foto: Desconocido vía WikimediaCommons]
Manuscrito «Les Croisades, origines et consequences» sobre cirugía del siglo XV [Foto: Desconocido vía WikimediaCommons]

Aunque los hospitales más rudimentarios ya existían en Bagdad, Ahmed Ibn Tulun fundó en el Cairo en el año 872 un hospital moderno y complejo, con enfermeras y un centro de prácticas, en el que todos los pacientes recibían, como marca la tradición musulmana, tratamiento gratis. Además, fue un doctor del Al-Andalus de la Edad Media, Abu al-Kasim, la primera persona en escribir sobre los embarazos ectópicos y desarrollar técnicas quirúrgicas para tratar enfermedades de la uretra, de los oídos y del esófago.

4. El álgebra

Estatua de Al-Khwarizmi, padre del álgebra, en Uzbekistán [Foto: Damien Fauchot vía Flickr]
Estatua de Al-Khwarizmi, padre del álgebra, en Uzbekistán [Foto: Damien Fauchot vía Flickr]

¿Qué sería de la tecnología y la ingeniería sin las matemáticas y, en particular, el álgebra? Las tan amadas —y a la vez odiadas— mates no hubiesen llegado a ser lo que son si no fuese por el matemático y astrónomo iraquí Al-Khwarizmi que, en pleno siglo VIII, introdujo los conceptos básicos del álgebra y su ciencia en Europa.

5. El cepillo de dientes

Imagínate un mundo sin cepillo de dientes. ¡Horror! ¿Qué haríamos sin ese maravilloso invento que mantiene nuestras bocas limpias y sanas? Sin duda hay que agradecérselo al profeta Mahoma y al Islam, quienes popularizaron su uso alrededor del año 600. Los primeros cepillos de dientes se hacían con palitos cortados del árbol de Arak o Salvadora persica (miswak o siwak) y según cuentan Mahoma lo usó para purificar el cuerpo y el alma.

6. La máquina voladora

A pesar de la creencia popular, los hermanos Wright no fueron los primeros seres humanos en, literalmente, echar a volar. En el al-Andalus del siglo IX, Abbas ibn Firnas construyó una «máquina voladora» e intentó emprender el vuelo y, aunque solo fuese durante unos instantes, consiguió suspenderse en el aire cual ave antes de caer de bruces contra el suelo y romperse la espalda. Se rumorea que, sin lugar a dudas, el artilugio volador de Firnas sirvió de inspiración siglos después a Leonardo da Vinci.

7. La guitarra española

El islam en Europa: portada de las Cantigas de Santa María [Alfonso X «el sabio» vía WikimediaCommons]
Musulmanes y cristianos tocando la qitara, imagen de las Cantigas de Santa María [Alfonso X «el sabio» vía WikimediaCommons]

El impacto de la música árabe en Europa en general y en España en particular es innegable. Todo empezó cuando en el siglo IX un músico de Oriente Medio introdujo el antepasado directo de la guitarra española en la corte de al-Andalus: un laúd curvado. En la España musulmana se conocía a este instrumento como «qitara» —palabra árabe que acabaría derivando en guitarra— y con el paso del tiempo convirtió en un elemento esencial de la música local.

8. El molino

Once descubrimientos e inventos musulmanes hechos en nombre de Alá 2
Molinos de viento [Foto: Jaime González vía Flickr]

Los molinos de viento dibujan el paisaje del Quijote, pero Cervantes no hubiese podido ni imaginarlos si un califa persa no los hubiese inventado en el año 634, quinientos años antes de ser vistos en Europa por primera vez. El molino sirvió al califa para preparar el agua de riego una vez que los arroyos del desierto se secaban y, como no, para moler el maíz.

9. La destilación

Varios inventos atribuídos a Jabir ibn Hayyan «el alquimista» [Foto: Desconocido vía Popular Science Monthly Volume 51 (WikimediaCommons)]
Varios inventos atribuídos a Jabir ibn Hayyan «el alquimista» [Foto: Desconocido vía Popular Science Monthly Volume 51 (WikimediaCommons)]

Alrededor del año 8 la alquimia se convirtió en química cuando al científico musulmán Jabir ibn Hayyan se le ocurrió separar líquidos a través de las diferencias en sus puntos de ebullición. De esta manera descubrió el proceso de destilación, una de sus primeras invenciones a la que siguieron la cristalización, la purificación, la oxidación, la evaporación o la filtración.

10. Las ópticas y la cámara obscura

Ibn al-Haytham, el padre de la óptica [Foto: Desconocido vía WikimediaCommons]
Ibn al-Haytham, el padre de la óptica [Foto: Desconocido vía WikimediaCommons]

La mayoría de los avances en el estudio de las ópticas vienen del mundo musulmán como, por ejemplo, el descubrimiento del funcionamiento del ojo humano. Fue Ibn al-Haitham en el año 1000 el que teorizó y probó que los seres humanos vemos los objetos gracias a la luz que estos reflejan —hasta entonces se creía que era el ojo el que emitía luz—. Además, al-Haitham también descubrió el fenómeno de la cámara obscura, es decir, explicó que el ojo ve imágenes enteras gracias a las conexiones entre el nervio óptico y el cerebro.

11. El jabón tal y como lo conocemos hoy

Jabón artesanal [Foto: Soapy Soap Company vía WikimediaCommons]
Jabón artesanal [Foto: Soapy Soap Company vía WikimediaCommons]

Un hábito moderno es ese de levantarte —o irte a la cama— y pegarte una ducha cuyo ingrediente esencial es el jabón. Aunque tanto los antiguos egipcios como los romanos ya usasen este producto, fueron los árabes en sus años de esplendor los que combinaron aceites vegetales con hidróxido de sodio y hierbas aromáticas para hacer del ritual del baño —un requisito necesario para los que profesan el Islam— un momento aún más especial.

Once descubrimientos e inventos musulmanes hechos en nombre de Alá 3
Infografía de PICTOLINE

Influencia de los inventos musulmanes en la cultura actual

Arabs (2021) es una inmersión profunda en los 3.000 años de historia de las personas que conocemos como árabes. Es una exploración de las fuerzas que dieron origen a la idea de los árabes como grupo, y las fuerzas que los han mantenido separados desde entonces. 

Hay mucho drama y personalidad en la historia de las personas que conocemos como árabes. Desde las antiguas civilizaciones obsesionadas con el riego hasta su meteórico ascenso al escenario mundial con Mahoma, pasando por la louche Umayyad dinastía seguida por los librescos Abbasids, desde las viles traiciones que aún no han sido perdonadas a las fuerzas de la naturaleza en forma de jinetes mongoles: la historia de los árabes es uno de cuyos temas más antiguos todavía se están reproduciendo en la actualidad. 

El mundo árabe no se ha unificado políticamente desde el siglo VII. Pero en estas claves históricas, tendrá una idea de las fuerzas que unen a esta región dispar. 

En estas claves aprenderás

  • por qué la gente de la China de la dinastía Tang lucía los últimos kaftanes árabes;
  • el origen de la palabra inglesa «álgebra»; y
  • por qué el indonesio tiene 3.000 palabras prestadas del árabe.

Desde sus primeros días vagando por el desierto, hasta la innovación intelectual y científica de vanguardia, los ejércitos beligerantes con la rectitud religiosa a sus espaldas, hasta la era de los exploradores apuestos que navegaban a través de los monzones hacia tierras lejanas repletas de riquezas, los árabes han tenido un viaje dramático. a través de la historia. Su camino más reciente ha sido más difícil, con amenazas del colonialismo, el sionismo y la autocracia que impiden la reconstrucción social y política en la región árabe. 

La vida de los primeros árabes giraba en torno al agua, comercio y guerra

Los paisajes siempre han dado forma al destino de los habitantes de la Península Arábiga. Geográficamente, la región se puede dividir en tres zonas: el noroeste rocoso, la meseta central árida y arenosa y la parte sur fértil. 

Una cosa conecta las tres áreas: la falta de agua. La gente de la Península Arábiga desarrolló dos enfoques para encontrar agua: en el sur más fértil, capturaron y almacenaron agua de lluvia a través de trabajos agrícolas a gran escala. Esto facilitó la organización política y social. En las otras partes de Arabia, la gente vagaba por el desierto de pozo a oasis. Estos vagabundos desarraigados, que se agruparon en tribus, fueron las primeras personas que se conocieron como árabes. Su libertad nómada ha sido un sello distintivo de la cultura árabe desde entonces. 

Finalmente, los árabes del sur asentados y los grupos nómadas comenzaron a unirse para comerciar. En el siglo I a. C., los árabes asentados del sur comenzaron a comerciar con incienso y otros objetos de valor a través de las montañas, viajando en camello. Pero los artículos de lujo no fueron lo único que se extendió a lo largo de las rutas comerciales. La poesía fue utilizada por los primeros árabes para llevar registros, orar y comunicarse en general, y fue tremendamente popular, transmitida por comunidades de norte a sur. 

La primera referencia escrita a los árabes es de un rey asirio, que luchó contra una coalición de tribus árabes y miles de sus camellos en 853. La referencia es indicativa de las relaciones que los árabes tenían con los imperios vecinos: los asirios, los babilonios y más tarde los Los persas, los árabes eran una plaga, asaltaban sus caravanas comerciales y robaban sus camellos. 

Las tribus árabes mejoraron mucho en la lucha entre sí, así como contra los forasteros, cuando agregaron caballos a su arsenal. Los camellos eran geniales para caminar a la batalla, pero la velocidad y la agilidad de los caballos, combinadas con nuevas innovaciones como el arco de la silla de montar y los estribos, impulsaron a los árabes a convertirse en una fuerza de combate efectiva. 

Los árabes de la época no se consideraban un solo pueblo. Pero el contacto con dos enemigos imperiales cambió gradualmente esto. Del occidente vinieron los romanos; del oriente vinieron los persas. Ambos imperios pensaban en las diversas tribus árabes como un grupo, y gradualmente los árabes también comenzaron a pensar en sí mismos de esa manera. 

Los avances culturales, políticos y religiosos transformaron a los árabes dispares en una fuerza unificada

Debido a la mala gestión burocrática y la amenaza de invasión de los reinos africanos al otro lado del Mar Rojo, la civilización en el sur de Arabia comenzó a desmoronarse en el siglo I d.C. Las tribus se filtraron hacia el norte en busca de mejores oportunidades. Dos familias, los Ghassanids y los Lakhmids, se establecieron como clientes de los bizantinos y los persas, respectivamente. Mantuvieron tribunales móviles, moviéndose de un campamento a otro de lujo, y lucharon entre sí en nombre de sus benefactores imperiales. 

Los poetas fueron venerados en las cortes de ambas dinastías, y en el siglo VI la poesía árabe alcanzó lo que algunos creen que fue su apogeo de todos los tiempos. El refinamiento del lenguaje comenzó a establecer una voz unificada en términos de arte, identidad y política. Fue esta unidad cultural y lingüística la que haría posible tanto el Islam como la idea de los árabes como pueblo unificado.

Con este nuevo espíritu nacional vino también una nueva beligerancia. A medida que la tecnología de la guerra mejoró en el siglo VI, se intensificaron los combates entre las tribus de la península. No había una religión organizada, todavía, pero había un código ético vinculante que exaltaba la generosidad, la hospitalidad, la valentía y la lealtad a la familia, la tribu y los antepasados. Muchas de estas tradiciones todavía son valoradas por las comunidades árabes hasta el día de hoy. 

Pronto, los bizantinos y persas ya no trabajaban con los ghassanids y lakhmids, sino que defendían sus fronteras contra ellos. En 602, una coalición de tribus árabes derrotó a los persas en Dhu Qar. Fue un punto de inflexión. Por un tiempo, al menos, los árabes estarían de acuerdo en soñar el mismo sueño de unidad. 

Fue por esta época que el árabe más famoso entró en la historia. Muhammad era miembro del clan Quraysh de La Meca, que había sido durante mucho tiempo una capital comercial en las rutas de las especias entre el norte y el sur de Arabia. A principios del siglo VII, era de rigor que los mecanos se fueran a las montañas para realizar retiros contemplativos. Durante uno de los retiros de Muhammad, comenzó a tener revelaciones que finalmente formarían el Corán. La religión de Mahoma, que se convirtió en Islam, adoraba a Alá, un antiguo dios supremo de Arabia. Bajo el Islam, Alá no era solo un dios supremo, sino el único Dios. 

El lenguaje poético y el mensaje del Corán, y el magnetismo personal de Mahoma, atrajeron a un pequeño, ferviente y creciente cuerpo de creyentes en La Meca. Pero no todos en La Meca estaban cautivados por la nueva ideología.

Sobre la fuerza de la personalidad de Mahoma y el poder del Corán, el Islam se convirtió en una fuerza imparable

Para los clanes gobernantes de La Meca, Mahoma era un disidente peligroso, que trastornaba las tradiciones paganas y, lo que es más importante, las normas mercantiles que los mantenían en incienso y túnicas finas. Mahoma vio la escritura en la pared. Su solución fue un hijrah ㄣ – emigró. En 622, él y sus seguidores se dirigieron a la ciudad de Medina, donde se había criado su abuelo. 

Si los años de La Meca fueron los cimientos espirituales del Islam, los años en Medina lo establecieron como una fuerza sociopolítica. No estamos totalmente seguros de por qué, pero cuando Muhammad llegó a Medina, los ciudadanos lo pusieron a cargo de la ciudad de inmediato. Consciente del nuevo poder de la escritura, Mahoma redactó inmediatamente una constitución para la ciudad y organizó una serie de redadas para fortalecer las arcas de Medina. El poder musulmán creció rápidamente. 

Solo ocho años después, los clanes de La Meca capitularon ante el creciente poder de Medina, dándose cuenta de que sería más rentable unirse a Mahoma. Muhammad regresó triunfalmente a La Meca, y su propio clan Quraysh recibió las llaves del santuario sagrado de la Ka’bah, que han mantenido desde entonces. 

A medida que los rumores sobre el liderazgo de Mahoma circulaban por Arabia, más y más jefes de clanes comenzaron a rendir homenaje a Medina. Pronto, Arabia se unió por primera vez en su historia. También sería el último. 

Mahoma murió en 632. Bajo su mando, el Islam se había convertido en la fuerza dominante en Arabia. Pero murió sin nombrar sucesor. En la enfermedad final del profeta, su compañero Abu Bakr había dirigido las oraciones, y fue él quien asumió inmediatamente el liderazgo del Islam cuando Muhammad murió. Pero, ¿podría mantener unidos a los seguidores de Mahoma a largo plazo?

Abu Bakr tenía un plan inteligente. Se dio cuenta de que los árabes necesitaban un enemigo común para cimentar su unidad. Los bizantinos y los persas presentaban opciones convenientes, ambas cercanas y debilitadas. Ordenó a los árabes a través de la península contra este enemigo común; cuando murió, su sucesor Umar tomó el mando. 

Los bizantinos y persas no estaban dispuestos a capitular. Pero los advenedizos ejércitos árabes fueron ayudados por la naturaleza existencial de sus campañas: su elección era expandirse o colapsar. Así que se expandieron, derrotando milagrosamente a ambos imperios en batalla casi simultáneamente, ayudados por sus arqueros punteros. El mundo estaba ahora al alcance de sus dedos. 

A medida que los ejércitos árabes marcharan por todo el mundo, el drama moldearía para siempre el rostro del Islam

La derrota de los bizantinos y persas abrió el mundo a los árabes. Se movieron rápido: en solo unas pocas generaciones, los ejércitos árabes conquistaron vastas extensiones de tierra, desde Portugal hasta Tayikistán, desde Adén hasta Azerbaiyán. Con el paso de las generaciones, las poblaciones de sus territorios se arabizaron. Pero la propia cultura árabe fue diluida por las culturas indígenas de las tierras conquistadas. Ser árabe se convirtió más en un ciudadano de los Estados Unidos de hoy, menos sobre el origen étnico y más sobre el idioma y la cultura compartidos. 

Mientras tanto, los problemas se estaban gestando en la metrópoli árabe, Medina. Uthman sucedió al califa Umar cuando murió en 644. La corrupción se extendió bajo su liderazgo. Recompensó a su propia tribu, los omeyas, con trabajos cómodos y las fabulosas riquezas que comenzaron a fluir desde el creciente imperio. 

Otros líderes de Medina no estaban contentos. Uthman sucumbió a un motín en 656 y fue sucedido por Ali, el primo hermano de Muhammed. Ali trató de detener la corrupción, pero algunas tribus ricas en La Meca y Medina prefirieron la estación elevada a la que habían subido bajo Uthman. La violencia envolvió la península, culminando en la traumática batalla de cuatro meses de Siffin en 657. Siffin destruyó permanentemente la esperanza de un Islam unificado; condujo al cisma entre Sunnah , los que siguen la práctica habitual, y Shi’at Ali , el partido de Ali. Cuando Ali fue asesinado en batalla en 680, se convirtió en un mártir para sus seguidores, quienes hasta el día de hoy se sienten culpables por no haberlo protegido.

Después del cisma, un miembro del clan omeya de Uthman asumió el manto de califa. Mu’awiyah fundó la dinastía Omeya, con Damasco, en la actual Siria, como su nueva capital. Se piensa que los omeyas son la primera dinastía islámica, pero en realidad se parecían más a la última de las dinastías preislámicas. Los gobernantes omeyas se hicieron famosos por supuestamente disfrutar de placeres decididamente no islámicos, como copiosas cantidades de vino, en sus lujosos palacios. 

La cultura árabe estaba migrando del áspero desierto a los placeres urbanos más suaves de la arquitectura y la caligrafía. La mezquita omeya de Damasco es el mayor monumento de la época, una sinfonía de mosaicos anti-icónicos y madera con incrustaciones geométricas. Los omeyas también presidieron la formación de una identidad nacional árabe. Los sujetos omeyas vivían de acuerdo con las reglas de la burocracia árabe, comerciaban con sus monedas y escribían en cursiva árabe. 

Sin embargo, mantener la paz no siempre fue pacífico. Las rebeliones fueron brutalmente aplastadas, como una en Irak en la que las fuerzas omeyas mataron a 120.000 personas de una sola vez. Pero al final, una rebelión se mantendría.

Bajo los abasíes, Bagdad se convirtió en una capital intelectual y cultural

El clan que finalmente derribó a los omeyas descendía de Abbas, el tío de Mahoma. Los abasíes reunieron a varias facciones desafectadas por el gobierno omeya, desde los campesinos persas hasta los musulmanes solemnes hartos de las costumbres disolutas de los omeyas. Los ejércitos rebeldes abasíes aniquilaron fácilmente a los ejércitos omeyas, que estaban molestos por no haber sido pagados. El poder árabe y el califato se trasladaron al este de Damasco a Bagdad, en Irak.

Mientras que los omeyas habían gobernado en gran medida a la manera de los reyes preislámicos, los abasíes tenían un enfoque más flexible del liderazgo. Si bien finalmente perdieron su imperio territorial, lograron aferrarse al poder simbólico del califato durante casi 800 años. 

Los abasíes transformaron Bagdad en una capital cultural urbana, una metrópoli cosmopolita del imperio de gran alcance. Los estilos arquitectónicos para nuevos pabellones y palacios fueron importados de los rincones más remotos del imperio, construidos simultáneamente por 50.000 trabajadores. Las noticias y los ingresos también llegaron con una velocidad cada vez mayor desde el más allá. Era posible viajar más de 1200 kilómetros desde Asia Central hasta Bagdad en tan solo 12 días. 

Los abasíes también presidieron una revolución intelectual de religión y ciencia. En el siglo IX, el califa Ma’mun desarrolló la primera ortodoxia islámica, transmutando lo que antes habían sido opiniones en aciertos y errores. Ma’mun también estaba fascinado por la geografía, las matemáticas y la astronomía. El idioma inglés tiene préstamos árabes como “álgebra”, “algoritmo” y muchos otros gracias a los avances logrados durante este tiempo. 

Las tendencias intelectuales y estéticas árabes pronto se pusieron de moda también en los centros urbanos vecinos. En Constantinopla, el emperador bizantino construyó un palacio de placer al estilo Bagdad en el Bósforo; en Guangzhou durante la dinastía Tang, elegantes cortesanos chinos paseaban con kaftanes y turbantes de estilo árabe. 

Pero la dominación árabe se estaba diluyendo cada vez más, alejándose de su pasado nómada. De los 37 califas abasíes con más de 500 años de gobierno, solo tres tenían madres árabes nacidas en libertad. Los califas y los reyes abasíes dependían cada vez más de sus consejeros, militares y cortesanos, que procedían cada vez más de otros lugares. Lentamente, el poder político se deslizó de las manos árabes, al control de las tropas turcas esclavizadas de las que los árabes dependían para su protección. 

Como los omeyas antes que ellos, los abasíes enfrentaron rebeliones enérgicas, incluida la rebelión Zanj de esclavizados en Irak, que agotó los esfuerzos y las arcas. 

Un nuevo y oscuro período para los árabes se avecinaba con la caída de su último gran imperio territorial

La caída de Abbasid finalmente llegó en 1055, cuando la tribu Turkic Saljuq arrebató Bagdad a los señores de la guerra turcos que habían estado dirigiendo el espectáculo en nombre del califa árabe. Los grupos rivales en Persia, Siria e Irak también arrebataron el poder al imperio que se fracturaba. La desintegración del imperio abasí supuso una nueva realidad para el poder territorial árabe unificado: un declive. 

Pero la cultura árabe, o al menos sus versiones híbridas, estaba en alza en todo el mundo. El poder árabe en España floreció, intelectual, arquitectónica y lingüísticamente: el español tiene al menos 4.000 palabras prestadas del árabe. El Islam ahora se extendía desde África Occidental hasta Indonesia.

Para el imperio árabe territorial, hubo nuevas amenazas de la cristiandad, principalmente las Cruzadas en el Levante. Las Cruzadas presagiaron el imperialismo europeo posterior: ataques violentos destinados a saquear tesoros, escondidos detrás de un velo de religión. Los francos europeos, la palabra arabizada para «francés», fueron rechazados por los árabes bajo el famoso Saladino, pero trajeron inspiración a casa: los primeros hospitales europeos se inspiraron en versiones levantinas, y los europeos quedaron cautivados con nuevos cultivos como la caña de azúcar, el arroz. y limones. 

La dirección del viaje, en términos de bienes e ideas, fue cada vez más hacia Europa. Pero una catástrofe peor estaba a punto de golpear al mundo árabe. Vendría a caballo desde el este.

Nadie sabe exactamente cuántos murieron cuando los mongoles descendieron sobre Bagdad en 1258. Eso es porque pocos quedaron con vida para hacer un recuento adecuado. El nieto de Chingis Khan, Hulagu, arrasó la ciudad hasta los cimientos, masacró a sus habitantes y saqueó sus bibliotecas, arrojando libros preciosos al Tigris. Los mongoles finalmente fueron detenidos en Palestina por los mamelucos egipcios, pero el daño ya estaba hecho. Fue una devastación de la que Bagdad nunca se recuperó por completo.

Después de unos pocos siglos desestabilizadores, incluidos los estragos de la Peste Negra, que mató a aproximadamente un tercio de la humanidad en Eurasia y el norte de África, los últimos vestigios del dominio árabe en los confines del imperio finalmente cayeron. El último puesto de avanzada árabe en Granada, España, fue tomado en 1492, unas décadas después de que los otomanos se apoderaran de Constantinopla. Rodeados por los mamelucos, los francos y los mongoles, solo había una ruta de escape para los árabes que buscaban seguir difundiendo su cultura. Los árabes que buscaban saciar su pasión por los viajes ahora irían al Océano Índico. 

A medida que la influencia cultural árabe se extendió a través del Océano Índico, entró en competencia cada vez mayor con el poder y la innovación europeos

Los estragos de los mongoles empujaron a los árabes en una nueva dirección: el mar. A partir del siglo XIII, los vagabundeos oceánicos de los árabes, desde Tanzania a través del Océano Índico hasta Java, se volvieron tan importantes como las expansiones militares de los siglos VII y VIII, ya que sentaron las bases para el mundo islámico actual. Con el viento en sus velas de los monzones regulares, los árabes hicieron fortunas con la riqueza de los océanos y las tierras costeras: oro, gemas, perlas, marfil, ébano, sándalo, nuez moscada y clavo se cosechaban y comerciaban de puerto a puerto. 

Llegó al punto en que los vagabundos árabes eran un espectáculo común en toda Asia y África. En un caso, el explorador Ibn Battutah se encontró con alguien del pueblo marroquí vecino al suyo, ¡en Delhi!

Dondequiera que iban los árabes, se llevaban su idioma con ellos. Muchos idiomas adoptaron la escritura árabe, desde el uigur en China hasta el croata en los Balcanes. El indonesio tiene hasta 3.000 palabras prestadas del árabe, y el swahili, que se habla en la costa del Océano Índico en África oriental, debe aproximadamente la mitad de su vocabulario al árabe. 

Pero los árabes no eran los únicos que deambulaban por alta mar: en el siglo XV, los portugueses empezaron a husmear en busca de la fabulosa riqueza de la que habían oído rumores. Limitaron el papel de los árabes como intermediarios, construyeron fuertes enormes en las costas del Océano Índico y amenazaron a los intrusos con una nueva tecnología aterradora: la potencia de fuego. Las migraciones árabes por mar se producirían ahora en el contexto de los imperios de otros pueblos: los portugueses, seguidos por los británicos en la India y los holandeses en las Indias Orientales. 

Estos nuevos imperios se ejecutaron en la palabra impresa. Este era un lugar al que los árabes no podían seguir. El árabe se escribe en cursiva y sus letras cambian según el lugar en el que aparecen en una palabra, lo que hace que la impresión en árabe sea endiabladamente difícil. La primera imprenta árabe apareció en El Cairo en el siglo XIX, casi 400 años después de su equivalente en latín. Esta incapacidad para imprimir a escala fue un freno para el desarrollo científico y tecnológico, hasta qué punto es posible que nunca lo sepamos.

En 1798, una cruzada de los últimos días descendió sobre Egipto. Consistía en otra especie de Frank, esta vez liderada por Napoleón. Vinieron, vieron, conquistaron, y luego se fueron después de solo dos años, derrocados por los británicos y los otomanos. Los franceses introdujeron la carretilla, su sistema judicial y la primera propaganda impresa del mundo árabe. Sin embargo, lo más importante que dejaron los franceses fue una sensación de egipcio. Habiendo visto claramente al “Otro” en sus calles y en sus palacios, los egipcios comprendieron de nuevo lo que los hacía egipcios. 

En todo el mundo árabe, los grupos reaccionaron de manera variable a la influencia europea

Una de las cosas que hizo egipcios a los egipcios fue su idioma. Entonces, el árabe se convirtió en el idioma oficial de Egipto. Pero los egipcios también se dieron cuenta de que aún podían ser egipcios incluso con cosas europeas como la máquina de vapor, una casa de ópera y un canal moderno, y un canal enorme. Suez conectó los océanos Mediterráneo e Índico a través del Mar Rojo. 

Al otro lado de ese Mar Rojo, otro despertar estaba sacudiendo a la sociedad árabe: los miembros de las tribus wahabíes de la Península Arábiga tenían la misión de desinfectar la fe islámica de cosas como los teatros de ópera. Desencadenaron una ola de vandalismo en toda la península, profanando todo lo que consideraban politeísta, incluidas las veneradas tumbas de los compañeros de Mahoma. Tampoco se detuvieron allí: en el sur de Irak, masacraron una aldea de personas. 

Diametralmente opuesto al giro hacia adentro de los wahabíes hubo un giro hacia afuera en el Levante. En el siglo XIX, los árabes del Líbano y Siria comenzaron a emigrar a Europa, África Occidental y América en grandes cantidades. A principios del siglo XX, entre una cuarta parte y la mitad de todos los libaneses habían emigrado; Es debido a este enorme cambio de población que 12 millones de árabes viven ahora en Brasil, sustancialmente más que la población del propio Líbano. 

La Gran Guerra trajo cambios a la región. La Declaración Balfour de 1917 sentó las bases para lo que se convertiría en el estado de Israel, con poco o ningún reconocimiento de que muchas otras personas ya vivían en la tierra destinada al nuevo país. La Declaración Balfour era una imposibilidad lógica, como decir que se podía construir un embalse sin enojar a la gente cuyas aldeas pronto se inundarían. Según el autor, el único lugar donde podría haber funcionado es la Antártida. 

A raíz de la Gran Guerra, el acuerdo Sykes-Picot acabó con el Imperio Otomano, otorgando la independencia provisional a tierras árabes pero bajo la influencia permanente de Francia y Gran Bretaña. Las fronteras oficiales se trazaron entre países, a veces en línea recta. Pero esto no puso fin al nacionalismo árabe; por el contrario, el colonialismo dinamizó el movimiento. Los rebeldes en Marruecos, Siria e Irak estaban constantemente intimidando a sus señores franceses y británicos. Ibn Sa’ud, respaldado por los wahabíes, fundó el Reino de Arabia Saudita en 1932 y encontró un apoyo entusiasta para su proyecto de independencia en los Estados Unidos, coincidiendo convenientemente con el descubrimiento de petróleo en la región en 1933. 

Pero el colonialismo pronto se enfrentaría a un nuevo y brillante adversario: un egipcio panárabe con una sonrisa de megavatios.

Desde su punto culminante de Nasser, el mundo árabe contemporáneo ha llegado al nadir de la desesperación

Egipto se liberó del yugo del colonialismo de manera más extravagante que la mayoría. En 1952, un grupo de oficiales del ejército, encabezados audazmente por el apuesto actor de cine Gamal Abdul Nasser, derrocó al rey. Nasser, el primer egipcio en gobernar Egipto desde los faraones, pondría a Egipto en un nuevo curso, el suyo, quizás por primera vez. 

Nasser electrificó al mundo árabe con su voz, que fue transmitida por radio a millones de personas. Su descaro al tratar con las potencias occidentales fue emocionante para muchos; humilló a los británicos al nacionalizar el Canal de Suez y desdeñó a Estados Unidos haciendo un trato de armas con la Unión Soviética. Parecía imparable. 

Pero en 1948, un poco al noreste, el sionismo derrotó a una coalición fracturada de aliados árabes para formar el estado de Israel. Esto provocó una gran ola de migraciones: judíos árabes de toda la región se trasladaron al nuevo estado y refugiados palestinos a países vecinos. Luego, el 5 de junio de 1967, los aviones de guerra israelíes aniquilaron a toda la fuerza aérea egipcia en unos pocos minutos y se apoderaron de la península del Sinaí, los Altos del Golán en Siria y las partes restantes de Palestina controladas por los árabes en cuestión de días. Fue una derrota humillante, de la que Nasser nunca se recuperó. Murió solo unos años después. 

A medida que se desvanecía la esperanza de mediados de siglo, surgió un nuevo Islam para hacer frente a la desesperación que sentían muchos jóvenes árabes. El Islam siempre ha sido político. Pero el Islam político moderno es una criatura completamente nueva: promete la perfecta simplicidad del pasado en lugar del caos desordenado, confuso y distractor de los tiempos modernos. 

La autocracia, la islamocracia y la violencia convulsiva siguieron siendo el statu quo durante décadas. Pero luego, en 2011, el espectacular acto de autoinmolación del vendedor de frutas tunecino Mohammed Bou Azizi provocó un movimiento. Los jóvenes de Egipto, Siria, Bahréin y Yemen salieron a las calles para protestar contra la corrupción, el gobierno arbitrario y la falta de oportunidades. Pero esta Primavera Árabe no fue seguida por un verano. En Egipto, el movimiento fue finalmente cooptado por el ejército, los mismos gobernantes de siempre. En Siria, las protestas provocaron una guerra civil que mató a medio millón. En Bahrein y Yemen, decenas de personas murieron cuando los gobernantes aplastaron los brotes de la primavera. 

¿Por qué las comunidades árabes han apoyado a los líderes autocráticos? Quizás si estás bajo la influencia de un hombre fuerte, es más fácil argumentar que es bueno que admitir tu propia falta de agencia. En el mundo árabe de hoy, la decepción se ha convertido con frecuencia en desesperación. Solo podemos esperar que explorar el pasado ayude a los jóvenes árabes de hoy a construir un futuro mejor.


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