Una de las figuras más populares en su género, el cómico Gene Wilder, ha fallecido a los 83 años en su casa en Stamford (Connecticut) por complicaciones derivadas del alzhéimer que sufría desde hacía tres años, según el comunicado de su sobrino. Wilder forma parte del imaginario colectivo gracias a su participación en títulos como Sillas de montar calientes, Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate), El jovencito Frankenstein, Los productores, La mujer de rojo o No me chilles que no te veo. Es muy complicado encontrar humoristas así:
Y por qué en ninguna entrada se menciona su papel en «El Principito»? Cuando su personaje, el zorro, dice una de las frases más importantes de la sabiduría humana: «sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos»…. Claro, no es una película de risas, es para pensar, para reflexionar, y eso no vende. Feliz viaje al cosmos, Gene, dale recuerdos al Principito, a Sócrates, a Hipatia, a Lumumba, a Yuri, a Caballo Loco, a Elvis, a Gandhi, a Violeta Parra,…. y a tantas otras personas que dejaron su huella en este Planeta Azul…
Los setenta y los ochenta fueron los años de gloria de este cómico judío nacido en una familia de inmigrantes rusos en Milwaukee. No solo se consagró como actor, también dirigió cinco películas: El hermano más listo de Sherlock Holmes, El mejor amante del mundo, Los seductores, La mujer de rojo y Terrorífica luna de miel, todas protagonizadas por él. En esos años actuó también en otras comedias como El pequeño príncipe, donde daba vida al zorro, o Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar, de Woody Allen, en la que se enamoraba de una oveja, Daisy.
Una de sus mejores y más desconocidas obras es «Le Petit Prince». Adaptación del popular cuento sobre los pensamientos que se nos ocultan con los años por la sociedad, sobre como la aceptación por parte de los demás nos limita la imaginación, y sobre como es la forma más sencilla de conseguir muchas cosas, entre ellas la felicidad.
Wilder se caso en cuatro ocasiones, la tercera de sus cuatro esposas fue Gilda Radner, otro gran talento cómico. Su muerte a los 42 años en 1989, por cáncer de ovarios, llevó a Wilder a involucrarse en actos y fundaciones contra esta enfermedad.
El cómico dejó de actuar por voluntad propia, según le contó a Alec Baldwin en una entrevista para el canal TCM en 2008:
«Me di cuenta de que no me gusta el show business. En realidad, me gusta el show, detesto el business«.
Así que dedicó su tiempo a obras benéficas, a escribir sus memorias -que publicó en 2005-, tres novelas y una recopilación de cuentos, y a pintar acuarelas junto a su cuarta esposa, Karen Webb, una amiga a la que conoció cuando ella le enseñó a él a leer en los labios para el rodaje de No me chilles que no te veo, y con quien se casó en 1991.
LA IMPORTANCIA DEL HUMOR EN NUESTRAS VIDAS
El sentido del humor de cada persona es diferente: algunas disfrutan situaciones absurdas, otras un humor más sofisticado, y las hay que con una simple caída se ríen a carcajadas.
Todos tenemos algo en común, nos encanta reírnos con una buena película de risa.
Sin duda, uno de los mayores placeres para cualquier ser humano es reírse. Nuestro sentido del humor es una fortaleza psicológica que nos ayuda a afrontar mejor nuestras vidas y nuestro destino y que encima de regalo, nos hace reír .
Las investigaciones coinciden en que el sentido del humor nos puede ayudar a sobrellevar mejor el dolor, mejorar nuestro sistema inmunológico, reducir el estrés,tener una actitud más positiva, aumentar la autoestima, hacer más amigos… Poco se puede comparar con la sensación de una carcajada profunda, sincera y plena.
No importa cual sea nuestra edad, posición económica, raza, o circunstancia vital, vivimos más y mejor cuando nos reímos a menudo y para eso está el sentido del humor, la capacidad para relativizar y destrozar las rígidas reglas de nuestra vida, trascenderla y aumentar nuestra perspectiva.