Actualizado el miércoles, 21 octubre, 2020
Demonizar o ridiculizar el feminismo es un acto político y social en el que no debemos caer. El feminismo es necesario tanto para la protección de las mujeres (económica, física y social) como para el desarrollo de las necesarias y olvidadas “nuevas masculinidades”. María Hidalgo @disenosocialorg
Os presentamos la campaña contra la violencia de género que Uruguay ha lanzado este año. Nos ha encantado que combine sencillez y, a la vez, un mensaje muy directo al espectador. Nos recuerda que necesitamos una sociedad diferente basada en la igualdad de oportunidades y en la no discriminación, y que para eso dependemos de nuestra actitud cada día.
La campaña busca mostrar actitudes cotidianas que están normalizadas y van moldeando la cultura y la forma de convivencia, pero que generan desigualdades. En el primer vídeo trata una situación doméstica muy cotidiana: se trata de una familia en la que, una vez termina de comer tras una dura jornada de trabajo, solo vemos a la madre recoger la mesa.
La mamá le pregunta al papá cómo le ha ido en el trabajo, a lo que él responde que bien, pero que se encuentra algo cansado. Después, el padre devuelve la pregunta a la madre y esta responde que está cansada. Es entonces cuando el niño interviene preguntando: «Papá, ¿por qué mamá es la única que trabaja en casa?».
En el segundo vídeo de la campaña se repite una escena también muy cotidiana entre los grupos de hombres. Vemos cómo se pasan imágenes de chicas jóvenes desnudas y semidesnudas por grupos de Whatsapp. La conversación entre estos dos hombres se tuerce en el momento en el que la hija de uno de ellos le dice a su padre: «Papá, ¿qué haces? ¿Y si esa de la foto fuera yo?».
Una visión más de cómo se normalizan patrones encaminados a la violencia sexual contra la mujer.
En otro vídeo vemos a dos hombres que entablan una conversación mientras pasean. Uno le pregunta al otro sobre cómo se encuentra su madre. A lo que responde que cada vez se encuentra peor, que no se levanta del sofá, pero que su hermana es la que se está encargando de ella.
La escena continúa con él diciendo que las mujeres tienen más afinidad entre ellas y son más fuertes ante estas complicaciones. Muy atento a la conversación, el hijo de este, que se encuentra a su lado durante el paseo, le dice: «pero papá, la abuela es la mamá de los dos ¿no? Entonces no entiendo porque solo la tía tiene que cuidar a la abuela«.
En otro vídeo de la campaña uruguaya, una niña acaba de contarle a su padre que un chico de su clase le pega. El padre le da la siguiente respuesta: «bueno, es posible que ese niño te pegue porque le gustas». La madre, que presencia la escena desde la puerta del cuarto, apoya la versión del padre y añade: «Tu padre tiene razón, mi mamá me decía lo mismo cuando tenía tu edad». La niña ante estas respuestas dice: «¿Tú le pegas a mamá para decirle que la quieres? Es un poco raro, ¿no?».
En el último de los vídeos de la campaña de Uruguay vemos una comida familiar y una madre le pregunta a su hijo: «¿a qué te quieres dedicar cuando seas mayor?». Él responde: «yo quiero estudiar para ser maestro». El padre interviene para decir: «¿maestro? Profesor querrás decir». Sin dudarlo, el chico replica: «no, yo quiero enseñar en una escuela. Qué, ¿por ser varón no se puede o se enseña menos?».
Podéis seguir la relevancia de la campaña, que está dando bastante que hablar, con el hashtag #UruguaySinViolenciaDeGénero en Twitter.
¡Dejemos de normalizar el machismo!
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