Actualizado el martes, 24 enero, 2023
No todos los refugiados reciben la misma cuota de solidaridad. El drama de quienes huyen de la guerra se presenta ante nosotros de forma irregular, a oleadas. Los medios de comunicación cada vez necesitan tragedias más voluminosas para elevar el tema a los titulares. La semana pasada el reportaje Astral de Jordi Évole, ofreció una mirada necesaria sobre el problema. En ella iba una certeza: cada vez prestamos menos atención, hace falta recordar algo que ya sabemos, que todavía muere muchísima gente en el Mediterráneo.
Además, según un estudio del que se hace eco Sinc, el sentimiento de solidaridad no se reparte a partes iguales entre todos los que sufren en las aguas del mare nostrum. Hay un perfil de refugiado predilecto en Europa. Los investigadores realizaron una encuesta a través de internet a 18.000 personas. Los participantes pertenecían a 15 países del continente y debían evaluar 180.000 perfiles de solicitantes de asilo.
Como cuenta Sinc, los estados «deben desarrollar políticas de asilo que sean apoyadas por sus votantes nacionales». En esa línea, se ha intentado ver qué grupo de refugiados recibe mayor aceptación. El estudio encontró que la opinión se configura, en gran parte, desde la exclusión, el miedo y los reparos. Hay tres factores predominantes sobre los que pivota la aceptación: cuestiones económicas, humanitarias y sentimiento antimusulmán.
Los demandantes de asilo que hayan trabajado como médicos tienen más posibilidades de ser bien recibidos que los que estaban en paro, a pesar de ser esa situación, el desempleo, una circunstancia demasiado común y familiar en nuestro entorno. También hay una predisposición a aceptar a aquellas personas que hayan sido víctimas de tortura. Sin embargo, existe una discriminación religiosa. Los musulmanes sufren más riesgo de rechazo que aquellos que responden a un credo o a una cultura de raíz cristiana. Elementos como la ideología política o la edad, según este informe, no influirían en la buena o mala acogida de estas personas en Europa.