Actualizado el lunes, 23 mayo, 2016
Charles Harrell, un ciudadano negro de Cincinnati (Ohio), comenzó a grabarse a sí mismo mientras paseaba por la calle con un café en la mano. Hacía un momento que el oficial de policía, Baron Osterman, había empezado a seguirle. Harrell, consciente de las violaciones de derechos en las que incurren las fuerzas del orden con motivaciones racistas, decidió dejar constancia de la escena desde el principio.
Harrell publicó el vídeo en internet y hoy tiene más de un millón de visitas. El portal digital Cincinnati.com se hizo eco de la injusticia. En la grabación, de apenas tres minutos, el joven de 29 años se queja de que en Cincinnati un negro no pueda caminar por la calle sin sentirse acosado por la policía. Harrell cuenta cómo el agente le había preguntado, sin más, si tenía algún problema y había empezado a seguirle a pocos metros con la bicicleta. En mitad del relato, Baron Osterman le ordena que se detenga y le acusa de haber cruzado una calle con el semáforo en rojo. Harrell le dice que no se ha dado cuenta porque sentía miedo por la actitud del policía: “De todas formas, usted ya me estaba siguiendo”, se defiende.
En ese momento, el oficial le manda que arroje al suelo sus pertenencias, pero Harrell se queja del acoso y reclama que se cumplan sus derechos constitucionales y humanos. Ante la negativa del joven, Osterman lo empuja contra la pared y le coloca las esposas. Harrell continúa pidiendo justicia y desautorizando la actuación policial, pero de poco le sirve.
Según cuenta Cincinnati.com, el agente, Baron Osterman, estuvo implicado en 2003 en la muerte de Nathaniel Jones, otro varón negro, en el parking de un restaurante.