Actualizado el viernes, 14 junio, 2019
Flores y mariposas. Tras ellas la artista rusa Yevgeniya Zakhar oculta las cicatrices que una relación de maltrato ha dejado en los cuerpos de las mujeres que acuden a su estudio en Ufa, una pequeña ciudad rusa situada a dos mil kilómetros de Moscú.
Historias de dolor y violencia que éstas quieren dejar atrás y que las cicatrices les recuerdan constantemente. Yevgeniya realiza este trabajo de forma totalmente altruista por lo que las supervivientes de violencia machista no tienen que pagar nada por los tatuajes. Hasta la fecha ha tatuado a más de 1000 mujeres.
Esta historia comenzó cuando la artista publicó el año pasado un anuncio en sus redes sociales ofreciendo tatuajes gratuitos a mujeres que hubieran sufrido algún tipo de abuso físico al descubrir que otra tatuadora de Brasil ofrecía este servicio. En seguida se vio desbordada de peticiones. «No esperaba que la respuesta fuera tan masiva», confiesa Yevgeniya en esta entrevista en inglés.
«Las chicas están deseando hablar, casi siempre porque será la última vez que lo hagan sobre las cicatrices. Ya no volverán a hacerlo porque estarán hablando de su hermoso tatuaje, no de una cicatriz», explica Yevgeniya.
Sin embargo, las historias que sus «clientas» compartían con ella, explicándole el origen de sus cortes o quemaduras, eran tan terribles que le provocaron un elevado estado de angustia y estrés. Ninguna de ellas acudió a la policía porque afirman que «no sirve para nada, no nos ayuda». Para poder continuar con su labor, la tatuadora tuvo que reducir el número de citas a una vez a la semana.
Pese a que se estima que el 40% de los crímenes violentos se producen en el seno familiar, la Duma aprobó en febrero una controvertida ley que salda la paliza a un miembro de la familia con una multa o un arresto de 15 días «si el cuerpo no ha sufrido daños».
Y en una reciente encuesta realizada por el Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia, el 19% de los encuestados dijo que «puede ser aceptable» golpear a tu esposa, esposo o niño «en ciertas circunstancias».
Ojalá algún día no necesitemos iniciativas como estas.