Actualizado el miércoles, 9 agosto, 2023
La gran mayoría de las agresiones sexuales y violaciones (80%) nunca se denuncian a la policía y nunca se denunciarán. La mayoría de los ataques ocurren por parte de alguien conocido o de confianza. Obligar a los sobrevivientes a reconocer, revivir y convencer a extraños en público de lo que les sucedió es extremadamente traumático.
El consentimiento sexual es la práctica ancestral de recibir un «sí» entusiasta antes, durante y después de participar en cualquier tipo de actividad sexual con una o más personas
La gran mayoría de las agresiones sexuales y violaciones nunca se denuncian a la policía, y esto se debe a una compleja interacción de factores como el miedo, el estigma y la revictimización. Para abordar esta problemática, es esencial crear una cultura que apoye a los sobrevivientes en lugar de culparlos. El consentimiento sexual y la educación son herramientas clave en la prevención de futuras agresiones. Si deseamos construir un mundo donde todas las personas se sientan seguras y respetadas, debemos comprometernos a cambiar la narrativa y brindar apoyo a quienes han experimentado agresiones sexuales.
La Importancia de Denunciar y Comprender las Agresiones Sexuales y Violaciones
En la sociedad actual, es esencial abordar de manera abierta y comprensiva el tema de las agresiones sexuales y violaciones. A menudo, estas experiencias traumáticas permanecen sin denunciar, lo que crea un ciclo de silencio y sufrimiento. A través de este artículo, exploraremos por qué la gran mayoría de estas agresiones (alrededor del 80%) nunca llegan a ser denunciadas a la policía, así como las razones detrás de esta alarmante estadística. Además, discutiremos la importancia de brindar apoyo a los sobrevivientes en lugar de obligarlos a revivir su trauma en público.
Las Agresiones Sexuales y su Impacto
Las agresiones sexuales y violaciones son actos devastadores que afectan tanto a nivel físico como psicológico. A menudo, la víctima experimenta una profunda sensación de vulnerabilidad, miedo y vergüenza. Sin embargo, a pesar de la gravedad de estas situaciones, muchas víctimas optan por no denunciarlas a las autoridades. Esta reticencia a denunciar puede deberse a una serie de factores, como el temor a la revictimización, el estigma social y el proceso legal adverso.
Las Razones detrás del Silencio
Conocidos y Personas de Confianza
Una de las razones más comunes por las que las agresiones sexuales no se denuncian es que, en la mayoría de los casos, el perpetrador es alguien conocido o de confianza para la víctima. Esta situación crea un conflicto interno en la víctima, quien puede sentirse atrapada entre la necesidad de buscar justicia y el temor a dañar relaciones personales. Este dilema puede ser especialmente difícil de superar, ya que la víctima no solo lucha contra el trauma de la agresión, sino también contra la idea de enfrentarse a alguien a quien alguna vez consideraron amigo o confidente.
Trauma y Revictimización
El proceso de denunciar una agresión sexual puede ser traumático en sí mismo. Los sobrevivientes se ven obligados a revivir los detalles dolorosos de la experiencia, lo que puede reavivar emociones intensas. Además, el sistema legal a menudo impone una serie de obstáculos que pueden hacer que el proceso sea aún más desafiante, como la falta de sensibilidad por parte de las autoridades o la victimización secundaria en la sala del tribunal. Esta revictimización potencial puede disuadir a las víctimas de buscar justicia.
Estigma Social y Culpa
La sociedad a menudo pone el foco en la víctima en lugar del perpetrador. Esto puede llevar a que las víctimas se sientan avergonzadas, culpables o responsables de la agresión que sufrieron. El estigma social asociado con las agresiones sexuales puede hacer que las víctimas eviten denunciar por miedo a ser juzgadas o malinterpretadas. Cambiar esta narrativa es crucial para crear un entorno en el que las víctimas se sientan seguras al denunciar y buscar apoyo.
El Consentimiento Sexual y su Importancia
En el contexto de las agresiones sexuales, es fundamental comprender el concepto de consentimiento sexual. El consentimiento no solo implica un «sí» inicial, sino también un consentimiento continuo y entusiasta en todas las etapas de una actividad sexual. Promover una cultura de consentimiento es esencial para prevenir las agresiones y violaciones, y para brindar una base sólida para construir relaciones sexuales saludables y respetuosas.
Brindar Apoyo en Lugar de Obligar a Revivir el Trauma
En lugar de forzar a los sobrevivientes a revivir su trauma al denunciar públicamente, es crucial proporcionarles un entorno de apoyo y comprensión. Esto implica creer en sus historias, ofrecer recursos de apoyo emocional y legal, y eliminar el estigma asociado con ser una víctima. En lugar de enfocarse en la denuncia en sí, debemos centrarnos en la sanación y el empoderamiento de los sobrevivientes.
El consentimiento sexual
Tras el anuncio hoy por parte del Gobierno español de un nuevo Proyecto de Ley sobre respuestas integrales a la violencia sexual, incluida la reforma del Código Penal, una reforma de la definición legal de violación, Mónica Costa Riba, responsable de campañas y género de Amnistía Internacional, señaló:
“Damos la bienvenida al paso dado por el gobierno para mejorar las respuestas del Estado a la violencia sexual en España. Esta es una victoria para las sobrevivientes de violación y para las innumerables mujeres activistas y feministas que reclamaron la necesidad de reformas legales, políticas y prácticas a través de sus protestas y acciones callejeras”.
Es una victoria para las sobrevivientes de violación y para las mujeres activistas y feministas que reclamaron la necesidad de reformas legales, políticas y prácticas a través de sus protestas.
El cambio propuesto de la definición legal de agresión sexual hará que España se convierta en el décimo país de los 31 analizados por Amnistía Internacional en Europa, que definen claramente el sexo sin consentimiento como violación, tal y como lo requieren las leyes y estándares internacionales de derechos humanos.
Ya es hora de que otros países en Europa sigan y, a través de la mejora de sus leyes y políticas, avancen en la comprensión social de la violación, el consentimiento y la autonomía sexual.
Consentimiento Afirmativo
Estudios sobre a inmovilidad tónica han permitido poder legislar protegiendo a las víctimas del acoso, la violación y la traumática inmovilidad tónica. El consentimiento sexual ha sido considerado una llave maestra para evitar la violencia sexual en las relaciones sexuales.
Jerry Brown, gobernador de California, aprobó una ley para agregar la sección 67386. Ésta incluye la primera definición de “consentimiento afirmativo” en Estados Unidos de América.
Situación de la violencia de género en Sudamérica
Lucía Pérez sólo tenía 16 años cuando su cuerpo apareció a las puertas de un hospital en Mar de Plata, Argentina. Había sido drogada y violada de una forma tan atroz que Lucía no resistió. Su caso provocó el primer paro de mujeres en Argentina, ahora sus agresores, tres hombres, han sido absueltos de los cargos de violación y asesinato. Una sentencia que, como en el caso de La Manada en España, ha girado en torno a la idea del ‘consentimiento’, los jueces alegan que Lucía tuvo relaciones sexuales consentidas con uno de los acusados, que le vendió cocaína y la causa de la muerte fue una sobredosis. ¿En qué medida Lucía pudo dar el consentimiento en el estado en el que estaba?
Situación de la violencia de género en Europa
El 1 de julio de 2018 entrará en vigor la nueva ley sueca que establece que cualquier acto sexual sin un consentimiento explícito será considerado violación. Suecia se suma así a los nueve países europeos que ya han trasladado a sus respectivas legislaciones lo que recoge el convenio de Estambul, firmado por 20 estados miembros de la Unión Europea en el año 2011.
En el apartado referido a la violencia sexual, el convenio de Estambul deja claro que “el consentimiento debe prestarse voluntariamente como manifestación de libre arbitrio de la persona considerado en el contexto de las condiciones circundantes”.
El consentimiento afirmativo implica que la aquiescencia debe ser explícita, afirmativa, consciente, voluntaria (incluso la existencia de un noviazgo no debe asumirse como indicador implícito de consentimiento)
Con el movimiento #MeToo #YoTambién #YoTeCreoHermana, nuestras voces como mujeres se oyen como tal vez nunca se habían oído. Pero no corresponde únicamente a las y los activistas aplicar los cambios. No ser objeto de violación es un derecho humano. Ha llegado la hora de que los Estados asuman su responsabilidad y tomen cartas en el asunto para que se reconozca en la ley que el sexo sin consentimiento es violación.
Situación jurídica en Portugal: contempla como violación todo el sexo sin consentimiento
El Parlamento de Portugal ha enmendado por unanimidad la ley para ampliar la definición de violación con el fin de que cubra todo el sexo sin consentimiento, sumándose así a los otros siete países europeos que ya cuentan con tal definición. El Artículo 36 de la Convención de Estambul estipula que las autoridades deberían adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que el sexo no consentido sea tratado siempre como un delito.
Portugal sigue así los pasos de Bélgica, Chipre, Reino Unido, Alemania, Islandia, Irlanda y Luxemburgo, que han aprobado leyes en este mismo sentido.
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Violación y resistencia. Cómo comprender las complejidades de la violación sexual
Reseña de Fernando Broncano:
Linda Martín Alcoff es una filósofa analítica que trabaja en epistemología desde hace muchos años, y es además una activista y teórica del feminismo (activista de base, y directora de Hypathia). Este libro «Violación y resistencia. Cómo comprender las complejidades de la violación sexual» es imprescindible para tratar la dificultad de análisis de lo que ocurre con las noticias sobre violaciones. Ocurren varios procesos contradictorios: el primero, el espectacularismo de los medios que termina anulando la voz de las víctimas; segundo, la reacción que se ha generalizado tachando de victimismo a muchas denuncias, banalizando el problema o considerándolo una exageración de los movimientos feministas; tercero, la propia dificultad para dar nombre a la experiencia a través de tantas y tan diversas experiencias muchas de ellas en situaciones que la autora considera grises y complejas de tratamiento. Ella misma ha sido una víctima y habla desde la autoridad que da la experiencia en primera persona, el haber escuchado múltiples testimonios y su extraordinaria capacidad analítica como filósofa.
El libro se mueve intentando evitar dos extremos: el de la banalización del problema pensando que es algo marginal en nuestras sociedades o un producto mediático y victimista, lo que denota una ignorancia estructural muy significativa o, por el contrario, la naturalización de la violencia afirmando que es connatural en los varones. Alcoff inicia un debate complejo dirigido a receptores distintos como son los lectores masculinos, las controversias feministas o el tratamiento jurídico del problema. Dar nombre a las experiencias es una de las tareas más difíciles de nuestra vida social y algo en lo que la filosofía puede ayudar. Por ejemplo, Alcoff explica las dificultades que ha habido en los contextos de los tribunales internacionales para dar nombre a las violaciones como estrategias, evitando el que se consideren un subproducto natural de las guerras y señalando, por el contrario cómo han sido estrategias definidas en varios conflictos armados, pero no en otros. Serbia, por ejemplo, Estados Unidos en Vietnam y en sus intervenciones antiguerrilleras en Latinoamérica, República Democrática del Congo, Rusia y Estados Unidos en la Alemania de postguerra, … Estrategias conscientes para desmoralizar y destruir los lazos sociales. O las dificultades con las situaciones grises como el sexo sin consentimiento en situaciones de estados alterados mentales por alcohol o drogas, o las incapacidades para entender lo que ocurre, por la edad de la víctima o la situación social en la que sucede la violación. Es un libro finísimo que trata a la vez la dificultad de las víctimas para hablar de su experiencia (a ella misma le ha llevado muchos años poder escribirlo) y la dificultad para ser escuchadas y convertirse en testigos fiables. No es un libro moralizante o una suma de tópicos. Por el contrario, es un ejercicio lúcido de análisis político radical y de epistemología política.
Linda Martín Alcoff: Filósofa Analítica y Defensora del Feminismo
En el ámbito de la filosofía y el feminismo, el nombre de Linda Martín Alcoff resuena con autoridad y compromiso. Una distinguida filósofa analítica, Alcoff ha dedicado años a la exploración y análisis de la epistemología, mientras se mantiene activamente involucrada como defensora y teórica del feminismo. En este artículo, exploraremos su impactante libro «Violación y resistencia. Cómo comprender las complejidades de la violación sexual», una obra que arroja luz sobre la difícil tarea de abordar las complejidades que rodean las noticias sobre violaciones y busca proporcionar una voz auténtica a las víctimas.
El Espectacularismo de los Medios y la Anulación de Voces
Uno de los principales desafíos en el tratamiento de las noticias sobre violaciones es el espectacularismo de los medios de comunicación. Alcoff identifica cómo, en muchos casos, la cobertura mediática sensacionalista eclipsa las voces de las víctimas, convirtiendo su sufrimiento en un mero entretenimiento para el público. Este fenómeno contribuye a minimizar la gravedad de la violación y despoja a las víctimas de su agencia y dignidad. El libro de Alcoff no solo analiza este problema, sino que también ofrece perspectivas para cambiar este enfoque insensible y perjudicial.
La Banalización y Victimización: Un Debate Complejo
Uno de los aspectos más cruciales que Alcoff aborda en su obra es la tendencia a banalizar o victimizar las denuncias de violación. La autora explora cómo, lamentablemente, muchas veces se desacredita a las víctimas al tildar sus denuncias de victimismo exagerado. Esto genera una trivialización del problema y perpetúa la idea de que la violencia sexual es algo marginal o incluso una creación mediática. Al mismo tiempo, Alcoff pone sobre la mesa el debate sobre la naturalización de la violencia, desafiando la noción de que la violación es inherente a los hombres. Este enfoque equilibrado y matizado enriquece la discusión y promueve una mayor comprensión de la problemática.
Nombrar la Experiencia: Un Desafío Fundamental
Uno de los logros más sobresalientes del libro de Alcoff es su enfoque en la importancia de dar nombre a las experiencias. La filósofa muestra cómo la lucha por nombrar las vivencias de las víctimas es un desafío fundamental en nuestra sociedad. Al explorar los tribunales internacionales, Alcoff señala las dificultades para definir las violaciones como estrategias conscientes en contextos de conflicto armado. Además, examina situaciones ambiguas, como el consentimiento en estados alterados por sustancias, y resalta cómo la edad de la víctima y el entorno social también influyen en la comprensión de la violación. Este análisis profundo ilustra la necesidad de un lenguaje preciso y sensible en la discusión pública.
Un Enfoque sin Extremos: Un Análisis Riguroso
«Violación y resistencia» es un libro que evita los extremos simplistas al abordar la cuestión de la violación. Alcoff se esfuerza por encontrar un equilibrio entre la trivialización y la naturalización, presentando un enfoque que promueve una comprensión más profunda y matizada. Al dirigirse a diversos públicos, incluidos los lectores masculinos, las feministas y los profesionales jurídicos, el libro invita a la reflexión y al diálogo constructivo. Alcoff demuestra que dar nombre a las experiencias y desafiar las narrativas simplistas son esenciales para abordar la violación de manera efectiva.
Epistemología Política y Análisis Radical
El libro de Alcoff no solo se limita a la exploración de la violación, sino que también se sumerge en el ámbito de la epistemología política y el análisis radical. Al presentar su experiencia personal como víctima y su perspectiva filosófica aguda, Alcoff ofrece un enfoque único para comprender y abordar la violencia sexual. Su análisis va más allá de la moralización y los clichés, brindando una evaluación política rigurosa y una epistemología que desafía las narrativas convencionales.
Una Obra de Profundidad y Significado
El libro «Violación y resistencia. Cómo comprender las complejidades de la violación sexual» de Linda Martín Alcoff es una contribución significativa al campo de la filosofía feminista y la comprensión de la violencia sexual. Mediante su análisis detallado y matizado, Alcoff aborda los desafíos en la representación mediática, la banalización y victimización, así como la necesidad de dar nombre a las experiencias. Su enfoque equilibrado y su capacidad para explorar temas complejos hacen de este libro una lectura esencial para quienes buscan una comprensión más profunda y una lucha más efectiva contra la violencia sexual.
Una respuesta a «¿Qué es la nueva ley del «Consentimiento Afirmativo» y cómo afectará a los delitos de acoso o violación?»