Actualizado el jueves, 30 mayo, 2019
«Hay mujeres que necesitan ser violadas» fueron las palabras del músico argentino Gustavo Cordera en una entrevista con alumnos de periodismo. Las terribles declaraciones del músico fueron difundidas por uno de los jóvenes presentes a través de Facebook, por lo que las declaraciones se viralizaron en las redes y causaron la indignación de muchos. Desgraciadamente, seguramente el único que reciba una reprimenda y una sanción será el pobre alumno que quiso confesar y compartir lo que había presenciado.
Hoy queremos compartir sus palabras para agradecer su valiente gesto y sobre todo, para dar ejemplo a todos los lectores: no debemos consentir comentarios así en nuestra presencia. Es nuestro deber no guardar silencio, replicar, argumentar y no dejar que quienes tienen mensajes denigrantes que lanzar al mundo, se queden sin respuesta.
Mañana de sol y charla con alumnos de @TEA_Arte pic.twitter.com/toKOlEwNCR
— Gustavo Cordera (@Gustavocordera) 8 de agosto de 2016
La cultura de la violación es un término usado para describir una cultura en la cual la violación es un problema social y cultural y es aceptada y normalizada debido a actitudes sociales sobre el género, el sexo y la sexualidad.
Ejemplos de comportamientos comúnmente asociados con la cultura violación incluyen culpar a la víctima, cosificación sexual, la trivalizacion de la violación, negación de violación, o se niega a reconocer el daño de ciertas formas de violencia sexual que no se ajustan a ciertos estereotipos de violación violenta. La cultura de la violación ha sido utilizada para modelar el comportamiento dentro de los grupos sociales, incluidos los casos de violación y las zonas de conflicto donde se utilizan las violaciones de guerra como guerra psicológica. Países enteros han sido también acusados de ser culturas de violación
Durante la conferencia, le preguntaron qué opinaba sobre las denuncias de abusos sexuales contra sus colegas Cristian Aldana (líder de la banda El otro Yo) y José Miguel del Popolo (cantante de La ola Que Quería Ser Chau). El ex líder de Bersuit Vergarabat contestó:
«Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente quiera coger con vos, vos no te las puedas coger. Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente».
Luego, el intérprete aseguró: «Si yo tengo algo bueno para darte puedo desvirgarte como nadie en el mundo. A mí háblame de cómo te sentís y te entiendo, pero si me hablás de los derechos no te escucho porque no creo en las leyes de los hombres, si en las de la naturaleza».
Jonatan Dalinger fue el alumno que, indignado, decidió publicar los dichos del cantante en su cuenta de Facebook.
Cordera, también alcanzó a publicar algo al respecto desde esa misma red social, aunque luego lo borró. Más tarde, el cantante se defendió en su cuenta oficial de Facebook: «Me encontré con algunas personas muy tensas y suceptibles (sic) a cerca del terna (sic) abuso y no se molestaron en escuchar y profundizar acerca de algo tan delicado». Pero más tarde decidió borrar la publicación y contestar directamente a la prensa.
Cordera también habló sobre el estudiante de periodismo que difundió las declaraciones y aseguró: «Este pibe violó, un poco, lo que íbamos a hacer entre todos ahí«.
Por su parte, desde la cuenta de Facebook de TEA se aclaró que una de las normativas de la escuela es que el contenido de las entrevistas no debe ser difundido, como sí hizo Dalinger: «Los alumnos conocen esa regla y pedimos que la respeten. Esto no significa que la institución avale las declaraciones de los entrevistados». ¿Qué quiere decir esto? Que seguramente el único «castigado» ante tal aberración sea el alumno que se atrevió a denunciar lo que había tenido que escuchar. Esperemos que no sea así.
Por su parte, desde la cuenta de Facebook de TEA se aclaró que una de las normativas de la escuela es que el contenido de las entrevistas no debe ser difundido, como sí hizo Dalinger: «Los alumnos conocen esa regla y pedimos que la respeten. Esto no significa que la institución avale las declaraciones de los entrevistados».
Es política de @TEA_Arte y está en su reglamento, que las declaraciones de los entrevistados en la escuela no son para publicar.
— #NiUnaMenosIngrid (@soyingridbeck) 10 de agosto de 2016
PUEDES SER COMO GUSTAVO CORDERA, O PUEDES SER COMO EL VALIENTE ALUMNO QUE SE ATREVIÓ A DENUNCIARLO. TÚ DECIDES
Está por todas partes, pero la tenemos tan interiorizada que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello. Se canta, se anuncia, se bromea con ella. La vivimos en nuestro día a día, y su aceptación supone la trivialización de la violación, de forma que cuando esta ocurre la responsabilidad se invierte, y acaba recayendo en la víctima (culpabilizándola por cómo iba vestida, por su actitud, porque había bebido).
Desde que existe el arte, la violencia sexual y sexista ha sido representada en diversas obras de la literatura, de la pintura o del teatro. Muchas veces, como un ideal romántico. En eso se basa la cultura de la violación: la naturalidad, embellecimiento, erotización de la violencia sexual. La aceptación de dominación del hombre sobre la mujer que tiene como último resultado la violencia, y su justificación en todos los ámbitos de la sociedad.
La cultura de la violación abarca un gran número de comportamientos de diferente gravedad, y presentes en diversos ámbitos, por lo que aquí nos vamos a ocupar únicamente de aquellos con los que convivimos de forma más habitual, aquellos que por estar tan presentes en nuestra cultura hemos llegado a ver como “normales” y nos hemos dejado, en muchos casos, de cuestionar.
Los medios de comunicación y la publicidad son unos de los principales responsables de que se perciba a la mujercomo un accesorio, como un complemento. El documental Miss Representation hace un buen trabajo reflejando como esta es reducida en series de televisión, películas y anuncios a su apariencia física, mostrándola en muchos casos desnuda, dejando su cuerpo al servicio de hombres que aparecen completamente vestidos. Y muchos de estos productos televisivos y cinematográficos van dirigidos a adolescentes, transmitiéndoles desde bien pronto el peligroso mensaje de que el cuerpo de la mujer es en sí mismo una invitación y una provocación.
GRACIAS A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y RÁDIOS QUE HAN DADO UN PASO AL FRENTE.
La Rock & Pop no pasará más su música. Aquí el comunicado de prensa del medio:
«Es de conocimiento público las declaraciones realizadas por Gustavo Cordera respecto al tema del abuso sexual a menores y la violación.
Desde la Rock & Pop, emisora por la que han pasado los principales representantes del rock nacional e internacional, queremos repudiar sus declaraciones. El rock no se trata de machismo y aberraciones sexuales sobre la mujer.
Nos sumamos a la campaña Ni Una Menos porque hay que terminar con la cultura machista. Hay que dejar de pensar al hombre como superior a la mujer. Por eso queremos comunicar nuestro total desacuerdo con los dichos de Cordera.
Hemos decidido dejar de pasar su música. Creemos que los cambios siempre empiezan por uno. Avalarlo a él sería seguir avalando las aberraciones que se cometen y queremos ser consecuentes con lo que pensamos».
Si hasta ahora hiciste algo por promover esta cultura o la ignoraste o incluso negaste su existencia, no importa. Todavía puedes hacer muchas cosas para no seguirla promoviendo y aquí están algunas de ellas. Ánimo, es fácil.
- No hagas chistes sobre violaciones. Tampoco te rías de ellos, no son graciosos.
- No culpes a las víctimas. No digas frases como «estaba pidiéndolo», «se lo merecía»,«iba sola», «llevaba escote», «estaba drogada», etcétera.
- Apoya a las víctimas. Las víctimas nunca tienen la culpa de una violación. NUNCA.
- Condena públicamente a los violadores.No son hombres actuando de forma instintiva ante un contexto confuso. Son personas que han dañado física y síquicamente de una forma traumática a otra persona.