Actualizado el viernes, 27 mayo, 2022
Los datos oficiales indican que en 2009 se registraron 1.304 violaciones, en 2010 fueron 1.177 y en en 2011 ascendieron a 1.513. Aunque muchos prefieran bromear sobre ello, las cifras se mantienen y actualmente en España se comete una violación cada 7 horas (al menos, hasta donde puede saber el Instituto Nacional de Estadística).
Ya no solo se recurre a la fuerza individual o en grupo, también se está extendiendo el uso de drogas que facilitan el abuso sexual, que son comúnmente usadas por los violadores para aprovecharse de sus víctimas. Conocíamos que el alcohol es la droga de los delincuentes sexuales más usada, pero hay muchas más que pueden ser extremadamente peligrosas. Fácilmente pueden ser introducidas en la bebida de alguien sin que se dé cuenta y, desafortunadamente, estas drogas no están limitadas a ciertas fiestas, pues el agresor puede usarlas en cualquier contexto.
Innovación ante la falta de educación
La solución no es «evitar ser violadas», sino crear sociedades en las que ninguna persona, hombre o mujer, sienta placer abusando de otra persona. Sin embargo, somos conscientes de que será un largo camino que requiere la participación de todos los sectores sociales. Mientras llega ese momento, un grupo de tres adolescentes americanas han conseguido crear una pajita con la que se puede detectar las sustancias más usadas para drogar a las chicas con la bebida.
Las tres chicas estudian en un instituto de Miami y sus nombres son Susana Cappello, Carolina del Baigorri y Victoria Roca. Su objetivo: salvar la vida y la integridad a muchas mujeres en todo el mundo porque las cifras son realmente alarmantes.
«Una de cada cinco universitarias de EE.UU. es víctima de abusos sexuales».
Su sistema es muy práctico e instantáneo: tan solo introduciendo la pajita en un vaso de bebida podemos saber si alguien ha vertido sustancias como el GHB, Rohypnol o la Ketamina (estas tres sustancias son las más usadas por los violadores). Una vez introducida la pajita, si el extremo se vuelve azul, la chica puede saber que están intentando drogarlas y que corre peligro.
Recordemos que las violaciones en fiestas universitarias son muy comunes en Estados Unidos. La mayoría de ellas se producen añadiendo sustancias que se disuelven rápidamente en la bebida y que, además, son casi imposibles de detectar ya que están diseñadas para carecer de sabor. De esa manera, las víctimas pierden la consciencia de lo que está sucediendo y quedan a merced de los violadores.
“Sabemos que no es una solución porque no acaba con las violaciones, pero esperamos que disminuya el número de ellas, y también las situaciones peligrosas en las que te puedes encontrar a causa de las drogas”, afirman estas tres jóvenes en sus declaraciones públicas en internet.
Su interés por crear este método llegó al pasar al instituto, ya que las tres aseguran que sufrieron casos cercanos de violaciones y drogas, lo que les incitó a ponerse manos a la obra.
«Oímos hablar muchos sobre este problema, sobre todo cuando llegamos a la escuela secundaria. Es un problema tan habitual que las estadísticas dicen que es una de cada cinco mujeres. Es realmente horrible y nadie hace nada».
Este vídeoclip refleja la realidad de lo que ocurre en los campus norteamericanos a diario.
Su efectividad es muy alta, ya que usan el mismo método que la policía utiliza para saber si las sustancias que han incautado son ilegales. Estas mismas tiras son las que tiene la pajita en su extremo superior, un sistema sencillo pero muy efectivo en la detección de las sustancias.
A día de hoy el proyecto es un prototipo que se encuentra en fase de producción. Esperamos que pronto alguna empresa se interese por la idea y empiece a comercializarse (a ser posible a través de alguna asociación de víctimas de violaciones) para que los y las jóvenes puedan contar con ellas.