Actualizado el domingo, 26 mayo, 2019
En la era de la información los mensajes circulan a toda velocidad por la web sin apenas filtros que nos ayuden a dotar o no de credibilidad a los contenidos a los que accedemos. Esta ausencia de barreras también facilita la difusión de ideas y actitudes que menosprecian o directamente atacan a personas por su condición de diferentes, provocando el ciberodio. ¿Eres consciente de si lo estás promoviendo?
Gays, gitanos, extranjeros, musulmanes, judíos, negros… El desconocimiento o la difusión de prejuicios o mentiras sobre estos grupos no es un fenómeno que se mantiene, aislado y sin consecuencias, entre las paredes virtuales de la red de redes. Sino que repercute en la manera en que vivimos en sociedad y en los ojos a través de los cuales miramos al otro, sea éste nuestro vecino, nuestro compañero de trabajo o el migrante que llega al barrio.
El Proyecto Online contra la Xenofobia y la Intolerancia (PROXI) en Medios Digitales, autor del vídeo superior (y de la infografía inferior) es una iniciativa de diversas entidades de derechos humanos para luchar contra el discurso del odio en Internet. Su objetivo es la identificación, análisis y denuncia de expresiones de racismo, xenofobia e intolerancia en los hilos de comentarios de los medios digitales objeto de monitoreo, y la elaboración y plasmación de un discurso alternativo en dichos foros mediante intervenciones directas en forma de comentarios de PROXI.
El también llamado ciberodio es un fenómeno creciente en toda Europa contra el que urge una actuación global. Concretamente, en España, la crudeza de las medidas de recorte del gasto público y la presencia de persistentes actitudes xenófobas en la población son el caldo de cultivo ideal para que se propague el discurso del odio y para que ideas xenófobas e intolerantes se difundan.
Este contexto, sumado a la utilización creciente del espacio online y de sus nuevos canales de difusión e intercambio, favorece la propagación del discurso del odio a la vez que dificulta la identificación de sus responsables y su contención.
¿Y qué podemos hacer para luchar contra este discurso en Internet?
Al igual que en la vida fuera de las redes, es fundamental mantener un espíritu crítico que cuestione los mensajes que recibimos y que los ponga frente a las reglas de convivencia de las que nos hemos dotado y a los derechos que, por nuestra condición de personas, tenemos todos y todas. Para combatir el ciberodio sigue estos cuatro pasos. Síguelos en Facebook y en Twitter y actúa contra el ciberodio.
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