Eres lo que comes. Has escuchado el adagio y sabes que lo que consumes afecta la forma y el estado físico de tu cuerpo. Pero, ¿alguna vez pensaste en la parte más hambrienta de tu cuerpo: tu cerebro? Este órgano complejo, que impulsa toda tu existencia, tiene sus propios requisitos dietéticos únicos. Y cuando no obtiene lo que necesita, su sufrimiento se manifiesta como confusión mental, estrés e incluso demencia. Al resaltar la conexión entre la nutrición y la salud del cerebro, estos consejos revelan la ciencia de vanguardia detrás de la neuro-nutrición.