La quinta revolución industrial está a la vuelta de la esquina. Pero, a diferencia de las anteriores, esta revolución no se trata solo de impresoras 3D y vehículos autónomos. Esta vez, la revolución será cognitiva, y su impacto será profundo y transformador. En este artículo, exploraremos cómo la quinta revolución industrial está cambiando la forma en que vivimos y trabajamos, y cómo podemos prepararnos para un futuro donde las máquinas desempeñarán un papel crucial.
Las Cuatro Revoluciones Industriales que Moldearon el Mundo
Para comprender la magnitud de la quinta revolución industrial, primero debemos recordar cómo las cuatro revoluciones industriales anteriores dieron forma al mundo de hoy. Cada una de estas revoluciones trajo consigo avances tecnológicos significativos que transformaron la forma en que producimos bienes y servicios.
Las cuatro revoluciones industriales han reconfigurado nuestra sociedad y economía de formas inimaginables. Cada una de ellas ha traído avances tecnológicos que han mejorado la eficiencia, pero también ha planteado desafíos para los trabajadores y la educación. La Cuarta Revolución Industrial, la revolución digital, ha cambiado la forma en que trabajamos de manera fundamental y continúa transformando el panorama laboral.
La Primera Revolución Industrial
La primera revolución industrial, en el siglo XVIII, marcó el comienzo de la mecanización. La invención de la máquina de vapor y la producción en masa cambió radicalmente la industria textil y la manufactura.
La Segunda Revolución Industrial
A principios del siglo XX, la segunda revolución industrial trajo la electricidad y la producción en cadena. Esto permitió la creación de automóviles y otros productos en una escala nunca antes vista.
La Tercera Revolución Industrial
La tercera revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XX, fue la era de la electrónica y la tecnología de la información. La invención de la computadora personal y la Internet cambió la forma en que trabajamos y nos comunicamos.
La Cuarta Revolución Industrial
La cuarta revolución industrial, que comenzó a fines del siglo XX y continúa en la actualidad, se caracteriza por la convergencia de tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y la nanotecnología. Esto ha dado lugar a la automatización avanzada y la Internet de las cosas (IoT).
La historia de la humanidad está marcada por una serie de transformaciones que han redefinido la forma en que vivimos y trabajamos. Entre estas transformaciones, las cuatro revoluciones industriales han tenido un impacto profundo en la sociedad y la economía global. En este artículo, exploraremos cómo estas revoluciones han dado forma al mundo de hoy y cómo están cambiando la naturaleza del empleo.
La Primera Revolución Industrial: El Surgimiento de la Máquina de Vapor
Comenzamos nuestro viaje en el siglo XVIII, en una fábrica textil del sur de Inglaterra. Imagine ser un obrero que trabaja arduamente durante 10 horas al día. Un día, su patrón le informa que usted y otros 400 obreros serán despedidos, reemplazados por una máquina de vapor mucho más eficiente. Desde su perspectiva, esto es una crisis, pero desde la perspectiva de la producción, es una revolución. Esta escena se ha repetido a lo largo de los siglos, y una nueva revolución se avecina. De hecho, los signos indican que esta revolución ya está aquí.
La Primera Revolución Industrial, que tuvo lugar a finales del siglo XVIII y principios del XIX, introdujo la máquina de vapor y cambió para siempre el funcionamiento de las fábricas en Europa. Esta innovación impulsó la eficiencia y la producción, pero también alteró drásticamente el empleo.
La Segunda Revolución Industrial: La Era de la Energía Eléctrica y los Transportes
La Segunda Revolución Industrial, a partir de 1860, trajo consigo el uso de la energía eléctrica, nuevos combustibles y materias primas, junto con avances en los transportes a larga distancia, como el ferrocarril. Esto facilitó la producción en masa y abrió nuevas oportunidades, pero también desplazó a trabajadores de empleos tradicionales.
La Tercera Revolución Industrial: La Era de la Informática y la Internet
La Tercera Revolución Industrial, entre 1965 y 1990, se centró en la administración de grandes bancos de datos, la informática y la creación de internet. Estos avances revolucionaron la forma en que se recopila y gestiona la información, creando nuevas industrias y empleos, pero también desafiando las habilidades tradicionales.
La Cuarta Revolución Industrial: La Revolución Digital
Hoy, estamos inmersos en la Cuarta Revolución Industrial, que comenzó alrededor de 2010. Esta revolución se caracteriza por sistemas inteligentes y parcialmente autónomos. Ha traído ventajas y desafíos significativos. Se estima que el 36% de la fuerza laboral de Estados Unidos, o 57 millones de trabajadores, ahora son freelance, lo que demuestra un cambio radical en la forma en que las personas trabajan.
El impacto de esta revolución es innegable. Si una empresa no está en línea y en las redes sociales, su influencia se reduce considerablemente. El empleo ya no funciona de la misma manera que en el pasado y es poco probable que vuelva a ser igual.
La Quinta Revolución Industrial: Cognitiva y Transformadora
Ahora, estamos al borde de la quinta revolución industrial, que será cognitiva en su naturaleza. Esto significa que las máquinas no solo realizarán tareas repetitivas, sino que también serán capaces de aprender y adaptarse de manera autónoma. Esto plantea desafíos y oportunidades emocionantes.
Administrar el Futuro con Imaginación Política y Realismo
Para enfrentar la quinta revolución industrial con éxito, debemos combinar la imaginación política con un enfoque realista. Esto implica que los gobiernos y las empresas deben trabajar juntos para crear políticas y regulaciones que fomenten la innovación y protejan los derechos de los trabajadores.
De Crecimiento a Optimización
En el pasado, hablábamos de crecimiento económico como el objetivo principal. Sin embargo, en la quinta revolución industrial, el enfoque está en la optimización. Las empresas buscan mejorar la eficiencia y la calidad en lugar de simplemente crecer en tamaño.
Incertidumbre, Vitalidad y Aprender a Florecer en la Inestabilidad
La quinta revolución industrial trae consigo una gran incertidumbre. Pero también abre nuevas oportunidades para la vitalidad y el aprendizaje constante. En este mundo en constante cambio, aprender a florecer en la inestabilidad se convierte en una habilidad esencial.
Cambios en los Paradigmas Económicos
Esta revolución cambiará tres aspectos clave de los paradigmas económicos actuales: el empleo, la repartición de la riqueza y el valor educativo. La automatización afectará la forma en que trabajamos, y la distribución de la riqueza requerirá una revisión para garantizar una sociedad justa y equitativa.
Educación para un Mundo Dominado por las Máquinas
La educación desempeñará un papel crucial en la preparación de las generaciones futuras. Debemos adaptar nuestros sistemas educativos para enseñar habilidades que las máquinas no pueden reemplazar, como la creatividad, el pensamiento crítico y la empatía.
La quinta revolución industrial será cognitiva, y está a la vuelta de la esquina.
La siguiente revolución industrial de la humanidad, sin embargo, no solo tendrá que ver con avances tecnológicos. La forma en la que funcionan conceptos como el de empleo, la educación o la cooperación cambiarán para siempre. Según el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussetts, actualmente el 47% de los empleos se centran en funciones especializadas y repetitivas. Durante los próximos cuatro años, la aplicación de nuevas tecnologías y sistemas de manejo de datos destruirán alrededor de 75 millones de empleos “especializados y repetitivos” con la entrada de automatismos (robots) que absorberán estas funciones. Sin embargo, con el diseño y la planeación adecuadas, estos automatismos crearán 133 millones de empleos más.
Estos empleos van a requerir de un tipo de formación distinta a la que pueden ofrecer las escuelas o centros de enseñanza actuales. No se trata de estudiar carreras distintas, sino de entender que el mundo funciona ya de manera distinta. La inteligencia cognitiva de los trabajadores será el valor añadido más importante para considerar su potencial para conseguir un empleo en el mundo laboral. Las habilidades humanas como la creatividad, la colaboración con equipos interdisciplinarios y el planteamiento de preguntas radicalmente distintas son valores que las máquinas no pueden sustituir.
“La tecnología nos hace más humanos y nos acerca a un estado natural en el que la creatividad, la empatía y la intuición tienen un valor exponencial”.
El hecho de que una máquina realice un trabajo especializado y repetitivo de manera más eficiente que un humano no debe suponer un grito de alarma, sino una oportunidad. Las máquinas van a liberar a la humanidad de la alienación del trabajo repetitivo, y con la planeación adecuada, les permitirá desarrollar sus capacidades singulares y orgánicas en tareas que una máquina nunca podrá hacer.
La pregunta no es, pues, cómo evitar que las máquinas absorban los trabajos tradicionalmente humanos, sino ¿cómo preparar a la sociedad para que dichos cambios en la producción puedan ser aprovechados por la mayor parte de la humanidad, y continuar así con el desarrollo?
Administrar el Futuro: Imaginación Política y Enfoque Realista en la Quinta Revolución Industrial
La quinta revolución industrial traerá cambios profundos en la forma en que vivimos y trabajamos. Para prosperar en este nuevo mundo, debemos prepararnos para la incertidumbre, optimizar en lugar de crecer y desarrollar competencias que nos hagan humanos en un mundo dominado por las máquinas.
La quinta revolución industrial se vislumbra en el horizonte, y con ella, la necesidad de que los gobiernos y las sociedades se preparen para afrontar retos sin precedentes. A pesar de los avances de países como Alemania, Francia, Irlanda y China en investigación y desarrollo, muchos gobiernos, especialmente en América Latina, aún apuestan por los combustibles fósiles y las cargas fiscales. En este artículo, exploraremos cuatro áreas cruciales en las que los gobiernos deben enfocarse para gestionar el futuro de manera efectiva.
Automatización: Una Oportunidad que no Puede Ignorarse
La automatización es un aspecto fundamental de la quinta revolución industrial. Las empresas buscan aumentar su eficiencia mediante la reducción de la mano de obra humana. Los gobiernos no pueden frenar este avance, pero pueden prepararse para ello. La implementación de esquemas de renta básica universal y la inversión en programas de capacitación y educación pueden dar a los países una ventaja competitiva en esta nueva era.
El Acceso Digital al Cliente: Transformación para la Supervivencia
La economía está experimentando una transformación digital significativa. A pesar de que aumentar las cargas fiscales y garantizar beneficios para las nuevas empresas no siempre es popular, estos enfoques permitieron que países como Alemania e Irlanda se recuperaran de la crisis financiera de 2009 de manera robusta. Los gobiernos deben fomentar la innovación y la creación de nuevas empresas mientras equilibran las demandas fiscales.
La Información Digital: Eficiencia y Transparencia
La burocracia gubernamental ha obstaculizado el crecimiento económico en muchos lugares. Sin embargo, esta burocracia también emplea a millones de personas en todo el mundo. Mejorar la eficiencia y la transparencia en el acceso a la información y los trámites gubernamentales puede aumentar la confianza de los inversores y prevenir los costos ocultos de la corrupción, al tiempo que fomenta una mayor participación democrática.
La Conectividad: El Pilar de la Revolución Digital
La quinta revolución industrial depende de la conectividad universal. Esto implica no solo proporcionar acceso a Internet a través de teléfonos inteligentes, sino también la implementación de redes de telecomunicaciones de alta calidad para impulsar la Internet de las cosas y la conectividad en general. Los países que no adopten estas facilidades se arriesgan a ver la revolución digital como una crisis con consecuencias políticas significativas.
En resumen, la quinta revolución industrial no se trata simplemente de crecimiento, sino de optimización. La automatización ha sido una fuerza motriz desde tiempos antiguos, pero ahora debemos enfocarnos en optimizar en lugar de simplemente crecer.
Preparándose para un Futuro Incierto
La incertidumbre, la vitalidad, la optimización y la adaptación a la inestabilidad son los aspectos cruciales de la revolución que se avecina. Más allá de la educación tradicional y las relaciones sociales, la sociedad necesita desarrollar nuevas competencias en cuatro áreas fundamentales:
Una Vida de Incertidumbre
El avance tecnológico constante crea un entorno de incertidumbre en el que las personas deben aprender a adaptarse a nuevas innovaciones y desafíos constantes. La incertidumbre es inherente al futuro, y prepararse para ello es esencial.
Vitalidad Extrema
La jubilación y las pensiones pueden no ser lo que solían ser. Esto no significa necesariamente trabajar hasta el último día de nuestras vidas, sino desarrollar nuestra fuerza intelectual para seguir haciendo lo que amamos incluso cuando la fuerza física disminuye.
Optimización en Lugar de Crecimiento
En lugar de buscar crecimiento constante, debemos enfocarnos en optimizar nuestras operaciones y procesos para anticipar y adaptarnos a los cambios inminentes. La reinvención periódica de todos los aspectos de nuestras vidas es esencial.
Saborear la Inestabilidad
La idea de una carrera lineal y un progreso económico predecible está desapareciendo. Aprender a navegar por los períodos de inestabilidad será esencial en el mundo laboral del futuro.
Tres Cambios Inevitables en los Paradigmas Económicos
La sociedad y las organizaciones están mejor preparadas para el cambio que nunca antes. Tres claves definirán la revolución que viene:
Cambios en el Empleo
Las máquinas realizarán la mayoría de las tareas mejor que los humanos. El valor añadido de las personas en las empresas estará en sus capacidades individuales, como la creatividad y la innovación.
Repartición de la Riqueza
La acumulación de riqueza en manos de unos pocos puede llevar a conflictos sociales significativos. La política debe equilibrar la riqueza y reducir la brecha entre ricos y pobres.
Valor Educativo
La educación debe preparar a los niños para colaborar en un mundo interconectado en lugar de competir con las máquinas.
Educar para un Futuro Dominado por las Máquinas
Los empleos para los que se capacita a los estudiantes de hoy pueden desaparecer mañana. La educación debe cambiar su enfoque para vincularse con las fuerzas productivas desde el principio de la vida escolar. Esto implica:
- Desarrollar la memoria y la experiencia a través de la educación emocional y el arte.
- Fomentar la repetición y la improvisación para superar la incertidumbre.
- Promover la especialización y el instinto, combinando habilidades diversas.
- Estimular el pensamiento crítico y la capacidad de hacer preguntas.
- Fomentar la colaboración en lugar de la competencia.
El Futuro del Trabajo en la Era de la Tecnología
En el mundo actual, marcado por la rápida evolución tecnológica, el economista Manuel Hidalgo nos brinda una perspectiva única sobre los procesos históricos y económicos que han impulsado el desarrollo tecnológico. A menudo, se pronostica una hecatombe laboral debido a la robótica y la inteligencia artificial, pero ¿estamos seguros de que estos sombríos pronósticos son precisos? Este artículo explorará las ideas fundamentales de Hidalgo y cómo un nuevo enfoque educativo y la adaptación pueden ser la clave para mantenerse relevante en el mercado laboral.
Transformación en el Mundo Laboral
Desde el surgimiento de la informática, hemos visto una división en el mercado laboral. Los empleados más competentes han asumido roles más complejos, mientras que los menos capacitados se han visto relegados a tareas más simples con salarios más bajos. Sin embargo, el avance del big data, la inteligencia artificial y la potencia de cómputo ha comenzado a desafiar incluso las habilidades humanas que antes parecían a prueba de automatización.
Externalización del Empleo
Es innegable que la externalización del empleo ha aumentado en los últimos años. Esto plantea un riesgo particular para los trabajadores menos capacitados, ya que sus roles pueden ser reemplazados más fácilmente. Sin embargo, los trabajos asociados con la cognición y la toma de decisiones aún tienen menos probabilidades de ser sustituidos por la automatización.
Plataformas y Trabajo Marginado
El auge de las plataformas digitales ha brindado oportunidades de empleo a trabajadores marginados. Estas plataformas permiten a las personas acceder a trabajos flexibles y ganar un sustento, lo que puede ser especialmente beneficioso en tiempos de incertidumbre económica.
Cambio de Enfoque Educativo
A lo largo de las últimas cuatro décadas, los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) han estado en la cima. Sin embargo, el futuro podría pertenecer más a las habilidades sociales y emocionales a medida que avanzamos hacia una economía más automatizada. Esto plantea la pregunta de cómo debemos transformar la educación y las legislaciones laborales para adaptarnos a esta nueva realidad.
La Automatización como Transformación
A pesar de los temores de una catástrofe laboral, es importante entender que la transformación que se avecina no necesariamente implica la pérdida de empleos, sino un cambio en las tareas que realizan los trabajadores. En lugar de ver a la automatización como una amenaza, podemos considerarla como una oportunidad para liberar a los empleados de tareas monótonas y permitirles enfocarse en actividades más creativas y significativas.
El libro arroja luz sobre el futuro del trabajo en un mundo cada vez más tecnológico. A medida que la automatización y la inteligencia artificial avanzan, es fundamental que los trabajadores se preparen para adaptarse. En lugar de temer a la tecnología, podemos abrazarla como una herramienta para mejorar nuestras vidas y la economía en general.
Desigualdad en la Era Tecnológica: Retos y Esperanzas
En el siglo XXI, el avance tecnológico ha transformado radicalmente la economía global, pero con estos cambios han surgido desigualdades laborales que merecen una atención especial. Desde la eliminación de puestos de trabajo intermedios hasta el aumento de labores manuales y altamente cualificadas, este fenómeno es más evidente en naciones con regulaciones laborales laxas. A lo largo de las últimas tres décadas, la brecha entre los ingresos de los trabajadores y los beneficios totales ha ido en aumento en todo el mundo, y aunque la automatización y la desigualdad juegan un papel crucial en esta tendencia, otros factores, como la adquisición inmobiliaria y el aumento de las ganancias empresariales, también contribuyen a esta problemática.
Si bien esto ha traído innumerables beneficios y comodidades a nuestras vidas, también ha generado profundas disparidades laborales. En este artículo, exploraremos cómo la tecnología ha transformado el panorama laboral, sus impactos en la desigualdad y los desafíos y oportunidades que se presentan en este nuevo paradigma.
La Revolución Tecnológica y sus Efectos
El avance tecnológico ha revolucionado la forma en que trabajamos y vivimos. Sin embargo, esta revolución no ha sido uniforme en su impacto. Ha eliminado puestos de trabajo intermedios y ha llevado a un aumento en los rangos bajos, con un énfasis en labores manuales, y en los rangos altos, donde la cualificación es clave. Esta disparidad es más evidente en naciones con regulaciones laborales laxas, donde las brechas se amplían aún más.
Desde hace tres décadas, hemos sido testigos de una disminución en la proporción entre los ingresos que perciben los trabajadores y los beneficios totales generados por las empresas en casi todo el mundo. Aunque la automatización y la desigualdad parecen ser factores clave, otros elementos también contribuyen, como la creciente carga de adquisición inmobiliaria, el aumento de las ganancias empresariales, especialmente de las grandes corporaciones, y la necesidad de reemplazar las máquinas con mayor frecuencia, lo que implica mayores gastos en programas informáticos.
En palabras de Henry Ford, «buscar la mejor calidad en los productos al menor costo posible, pagando los salarios más altos posibles» era una regla para la industria. Sin embargo, esta regla se ha desafiado en la era actual de la tecnología.
El Auge de la Subcontratación y la Externalización
Un fenómeno notable es el aumento del empleo por subcontratación, donde las empresas transfieren algunas de sus funciones a compañías externas. En los Estados Unidos, este tipo de empleo pasó del 10% al 15% entre 2005 y 2015. Las empresas adoptan esta modalidad para reducir los riesgos asociados con una estructura organizativa jerarquizada y con poca flexibilidad.
Además de la subcontratación, las empresas recurren a la externalización, enviando la producción a otras naciones. Esto les permite retener la mayor parte del valor agregado de un producto, mientras que el país que maquila obtiene una parte mínima. Por ejemplo, en el caso del iPhone, Estados Unidos retiene el 60% de los beneficios, mientras que China se queda con solo el 5%. La externalización busca eliminar riesgos y limitaciones laborales, pero conlleva una mayor especialización de las empresas y una creciente necesidad de trabajadores altamente cualificados. Sin embargo, esto también se traduce en una menor seguridad y estabilidad laboral para los empleados, aumentando la brecha salarial entre empresas que ofrecen generosas remuneraciones y aquellas que ofrecen condiciones más precarias.
Los Retos del Futuro
En los próximos años, enfrentaremos el desafío de una mayor sustitución de trabajadores menos instruidos por la automatización. Las actividades intelectuales, como la abogacía, el arte, la medicina y la traducción, tienen menos probabilidades de ser reemplazadas. Para asegurar un empleo de calidad, las personas deberán desarrollar habilidades que las máquinas no pueden igualar, como la originalidad, la fluidez de ideas, el razonamiento deductivo y la sensibilidad a los problemas.
Sin embargo, existe un debate sobre el alcance de la automatización. Algunos economistas sostienen que hasta el 47% de los empleos en el comercio y los servicios podrían ser reemplazados por máquinas en las próximas dos décadas, mientras que otros argumentan que solo un 10% de los trabajadores enfrenta un alto riesgo de sustitución. Esto se debe a que los empleados desempeñan una variedad de tareas en sus trabajos, y la automatización no siempre puede reemplazar completamente sus roles.
A pesar de estos desafíos, existen razones para ser optimistas. Las máquinas asumirán ciertas funciones, pero no todas. La inteligencia artificial y otros programas informáticos complementarán el trabajo humano, mejorando la productividad en lugar de reemplazarla por completo. Además, la implementación de innovaciones tecnológicas, especialmente la inteligencia artificial, podría aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) global en trillones de dólares para 2030, con un impacto significativo en el consumo y la productividad laboral.
Erich Fromm, psicoanalista y filósofo, advirtió sobre el peligro de convertirnos en «robots». Sin embargo, el futuro no debe verse con temor, sino como una oportunidad para adaptarnos y prosperar en esta nueva era.
Las Plataformas Digitales y su Impacto
Las plataformas digitales han surgido como intermediarios entre proveedores, que pueden ser trabajadores independientes o empresas, y clientes dispuestos a pagar por servicios. Aunque estas plataformas han creado nuevas oportunidades de ingresos, también han generado preocupaciones importantes.
Las relaciones laborales en estas plataformas a menudo hacen que los trabajadores sean invisibles y carezcan de protección social. Trabajan a costos más bajos, hasta un 45% menos que los trabajadores con empleos tradicionales, lo que permite a las empresas construir modelos de negocio rentables. Sin embargo, esto coloca la carga de los riesgos en los proveedores, quienes enfrentan efectos adversos en su equilibrio profesional y financiero.
En 2017, la Unión Europea dictaminó que empresas como Uber debían operar bajo regulaciones de taxis debido a la falta de independencia de los conductores. Este es solo un ejemplo de los desafíos legales y laborales que enfrentan las plataformas digitales en relación con los derechos de los trabajadores.
El Papel de la Educación y la Igualdad de Género
El futuro laboral nos plantea nuevos desafíos. Las carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas han sido fundamentales en el progreso tecnológico actual y seguirán siendo relevantes. Sin embargo, las habilidades sociales también son esenciales, ya que la automatización no puede reemplazar completamente la empatía, la creatividad y la inteligencia emocional. La educación deberá adaptarse para fomentar estas habilidades.
La igualdad de género también juega un papel crucial en la lucha contra la desigualdad en el trabajo. Las mujeres todavía enfrentan barreras en la entrada a ciertos campos, así como la brecha salarial de género. Abordar estas cuestiones es fundamental para garantizar una distribución justa de oportunidades y recompensas en la era tecnológica.
La desigualdad en la era tecnológica es un problema complejo que requiere una atención continua. Si bien la tecnología ofrece oportunidades emocionantes, también plantea desafíos significativos en términos de empleo y distribución de ingresos. Para abordar estos problemas, debemos promover una educación que fomente habilidades relevantes para el siglo XXI, garantizar la igualdad de género en el trabajo y buscar soluciones políticas que protejan a los trabajadores en la economía digital. En última instancia, el futuro de la tecnología y el trabajo dependerá de cómo enfrentemos estos desafíos y aprovechemos las oportunidades que se presentan en esta nueva era.