Cada día debatimos menos para llegar a un territorio común y discutimos más para traer al otro a nuestro terreno. Todos hemos intentado convencer a alguien alguna vez, pero esto no es tarea fácil si, además, esta persona tiene el mismo objetivo.
Cada uno tiene su propia técnica de persuasión y algunos tiran de la intuición, otros de la lógica o la emoción, pero lo que nunca puede faltar es la empatía. La mejor técnica parte de la base de ponernos en el lugar del otro, así podremos sacarle mucho partido a nuestros argumentos. Seguramente tú ya tengas tu técnica propia, pero hoy te vamos a exponer aquí tres técnicas poco populares que pueden ayudarte a la hora de convencer a alguien, o bien detectar cuando están usando esa técnica contigo.
1. La autoafirmación
El simple hecho de que nos escuchen resulta muy difícil en ocasiones. Mientras hablas, sientes que la otra persona tan sólo está repasando mentalmente su discurso para soltarlo en cuanto acabes. Y nada de lo que tú digas cambiará esas palabras que ya tiene preparadas. Es prácticamente imposible convencer a cualquier persona si ni siquiera le podemos plantear nuestra opinión.
Pero hay una solución para este tipo de situaciones, tan solo debemos introducir nuestras razones en su discurso. No es tan difícil como suena, de hecho muchas personas lo hacen de forma instintiva.
Seguramente alguna vez te hayas encontrado en esta situación, es un tipo de argumento que usan mucho las madres para regañar indirectamente al niño: la típica escena en la que le exige que sea él mismo quien reflexione sobre lo sucedido. Esto suele funcionar en aquellos debates donde las personas prestan más atención a sus argumentos que a los de su dialogador, sobre todo cuando intentan ganar a toda costa.
2. La etiqueta
Por ejemplo, le puedes preguntar sobre la paciencia y si responde afirmativamente, pedirle unos minutos de su tiempo para poder presentar tus argumentos.
3. Disrupción
https://www.youtube.com/watch?v=Vvr9lFZwu0c
¿Cuál es tu técnica de persuasión?