Actualizado el miércoles, 4 noviembre, 2020
1: Es uno de los reyes de las ejecuciones en el mundo, y muchas de ellas llegan a ser decapitaciones en plazas públicas.
2: Desprecia a las mujeres. No se les permite tomar decisiones a no ser que un familiar varón dé su aprobación. Están jurídicamente subordinadas a los hombres en todo lo relacionado con el matrimonio, divorcio, custodia de hijos e hijas, herencias… Y si se atreven a alzar la voz contra ello, acaban entre rejas.
3: Es un país que impone penas como la amputación o la flagelación como castigo a diferentes delitos. Por ejemplo, Raif Badawi fue condenado a 1.000 latigazos y 10 años de prisión por ser crítico con el gobierno.
4: Pertenecer a una minoría religiosa puede significar una condena: decenas de activistas de la minoría chií han sido condenados a muerte o a eternas penas de cárcel.
5: Arabia Saudí lidera una coalición que bombardea día y noche Yemen, matando a miles de mujeres, hombres, niños y niñas. Hospitales y escuelas también han sido sus objetivos en esta guerra.
6. Reprime y encarcela a activistas, periodistas e intelectuales para silenciar sus denuncias. Y aquellos que se atreven a contar a periodistas, diplomáticos o a Amnistía Internacional las violaciones de derechos humanos del país, han sido castigados.
7. Y si te detienen, probablemente te torturen bajo custodia policial. Y te aseguro que los responsables se van de rositas.
A pesar de este “maravilloso” historial, el gobierno saudí tiene “amigos” en todo el planeta que cierran los ojos ante estos crímenes, y parece que lo único que ha hecho reaccionar a la comunidad internacional ha sido el terrible asesinato de Jamal Khashoggi.
‘¿Son las mujeres seres humanos?’,
Este era el epígrafe. La Academia Saudita para el Entrenamiento y la Consultoría pretendía arrojar luz sobre el interrogante en un seminario según afirma el blog My Beirut Chronicles. La duda iba en serio. Sin embargo, una tormenta de críticas y condenas se expandió gracias a las redes sociales levantando la indignación global.
La organización saudita no sólo fue presionada a través de internet, también recibió llamadas desde diferentes países. Finalmente, la academia canceló la conferencia y intentó excusarse a través de Facebook: «Se pudo interpretar el tema entre interrogaciones de la siguiente manera: ¿ocupa la mujer un nivel alto, medio o bajo? Pero es una pena que mucha gente se fijara en el nivel más bajo para las mujeres, que son nuestras madres, esposas, hermanas e hijas; nunca intentaríamos menospreciar su papel».
Poco después de que el controvertido tema fuese publicado, la etiqueta هل_المراه_انسان# y #IsAWomanAHumanBeing (las mujeres son seres humanos, en árabe e inglés respectivamente) se viralizaron en las redes sociales acompañados de decenas de mensajes de protesta e indignación.
Tweets sobre #IsAWomanAHumanBeing
Esta organización es independiente y no pertenece al Estado saudí, sin embargo, la ley marca que las autoridades deben vigilar y aprobar estos eventos; de manera que, por una u otra vía, Arabia Saudí tuvo que dar su beneplácito para que el acto se programara.
Esta valoración infrahumana del género femenino puede comprobarse a través de las leyes que limitan la libertad y las capacidades de la mujer. En Arabia Saudí, por ejemplo, una chica no puede viajar sin la autorización expresa de su marido o tutor. Las normas basadas en la doctrina wahabí (rama radical del Islam) también les impide conducir por los riesgos de relacionarse con varones en caso de avería o abrir una cuenta bancaria o practicar deportes ante los ojos de otros. Igualmente, los cementerios permanecen abiertos sólo para hombres, así como las piscinas o los gimnasios.
Desde hace unos años, muchas mujeres han defendido su derecho a conducir mediante campañas de desobediencia. Por ese motivo, son juzgadas por las autoridades, que les acusan de comprometer la cohesión social y las condenan a latigazos. Consiguieron este derecho pero aún hay mucho por lo que luchar.
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