Por qué las mentes más brillantes necesitan soledad

Actualizado el miércoles, 25 enero, 2023

Hace un tiempo vi un anuncio en el metro cuyo mensaje me llevó a la reflexión. Se trataba de un cartel en el que se veía a una señora mayor mirando a la calle a través de la ventana de su casa. En la parte inferior del cartel se podía leer: «Nunca imaginé que lo peor de hacerse mayor fuera la soledad«. Hace un par de días mi abuela, de 91 años de edad, me confesó exactamente lo mismo.

El cartel del metro era parte de una campaña de la asociación Amigos de la gente mayor que ofrecía el testimonio real de Cecilia, una persona que vivió su vida con intensidad hasta que se hizo mayor:

«He trabajado toda la vida comercial y he dado muchas vueltas por el mundo. Mi último viaje fue a mis 85 años en el Paraguay. Desde entonces apenas salgo de casa. Nunca imaginé que lo peor de hacerse mayor fuera la soledad. No sé si os deseo llegar a los 92 años, ya que sola no vale la pena. La verdad es que la soledad es muy mala compañía. En esta edad no sirves para nada, pero si tienes a alguien, sí «.

La campaña logró su objetivo y unió a una chica joven, Núria, con Cecilia quien le brindaría un poco de su tiempo para sustituir esa mala compañía que es la soledad crónica. A menudo solemos ver la soledad como algo aburrido, triste e indeseable, pero, ¿es este el verdadero rostro de la soledad?

La Soledad Inteligente

Reconozco que soy una persona a quien le gusta vivir momentos de soledad. En realidad creo que más que llamarlo soledad sería más apropiado hablar de «intimidad». Creo que a todos nos sucede lo mismo. Con mi novia hacemos broma de esos momentos en los que necesito «mi cueva» para aislarme de todo lo que sucede a mi alrededor. El concepto de «cueva» lo descubrí tras leer el libro Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, de John Gray. En el libro se equipara a los hombres como si fueran habitantes de Marte y a las mujeres como habitantes del planeta vecino al nuestro, Venus. En el libro se puede encontrar el siguiente fragmento:

Cuando un marciano se siente perturbado nunca habla de lo que le está molestando. Nunca haría que otro marciano cargara con su problema a menos que la asistencia de su amigo resultase necesaria para resolver el problema. Por el contrario, se torna muy silencioso y se mete en su cueva privada para pensar en su problema y meditar a fin de descubrir una solución. Cuando la encuentra, se siente mucho mejor y sale de su cueva.

Esos momentos de «cueva» suelo buscarlos en la soledad. La soledad me aporta calma, distancia y perspectiva, lo que me ayuda a reflexionar sobre las cosas más a fondo. Dicen que las decisiones más importantes de la vida deben tomarse en soledad.

A pesar de que, como hemos podido leer más arriba, el concepto de soledad puede abrazar significados muy diferentes a lo largo de la vida, es curioso ver como despierta sentimientos de lo más opuestos entre las personas.

La soledad de las personas inteligentes

En plena era de las redes sociales para muchas personas la soledad es un sentimiento difícil de sobrellevar. Y no siempre resulta claro para la persona el saber cómo enfrentarla. La soledad para algunos, la oportunidad de encontrar algo de calma y tranquilidad, pero para otros, quizás para la mayoría,  es el temor de enfrentarse consigo mismos y de correr el riesgo de que no les guste lo que encontrarán en su interior.

Un asesor de Al Gore, Premio Nobel de la Paz y famosísimo divulgador y conferenciante para fomentar la acción contra el fenómeno del cambio climático, afirmó que: “Antes de cualquier evento en público, Gore necesita un respiro”. Afirma que, en realidad, a pesar de haber sido candidato a la presidencia de los Estados Unidos y popular conferenciante de masas, Gore es una persona introvertida que a menudo busca el refugio de la soledad.

Mahatma Gandhi, ícono de la “resistencia pasiva”, encontró en la introspección y la soledad la llave con la que consiguió hacer historia sin utilizar la violencia. Una de las sagas literarias de mayor éxito de nuestra historia, Harry Potter, ha salido de una mente introvertida, la de J.K. Rowling, hoy la mujer más rica del Reino Unido. Mark Zuckerberg, descrito en sus biografías -y películas derivadas- como un perfecto introvertido y alma solitaria, decidió crear en 2004 una red para que la gente pudiera «relacionarse» en soledad. Hoy su proyecto cuenta con más de 1.100 millones de usuarios.

Los líderes de la mayoría de las religiones del mundo –Moisés, Jesús, Buda, Mahoma-, emprendieron largos viajes en solitario al desierto, donde tenían profundas epifanías y revelaciones que influyeron profundamente al resto de la comunidad y cambiaron la historia de la humanidad. 

La riqueza de la soledad

Susan Cain, autora del libro Quiet: The Power of Introverts in a World That Can’t Stop Talking, cuya Ted Talk es una de las favoritas de Bill Gates, defiende a ultranza la riqueza creativa que surge de la soledad y reivindica, por el bien de todos, la práctica de la introversión.

“Siempre me habían dicho que debía mostrarme más abierta, aunque yo sentía que ser introvertida no era algo malo. Así que durante años fui a bares abarrotados, muchos introvertidos lo hacen, lo que representa una pérdida de creatividad y de liderazgo que nuestra sociedad no se puede permitir. Tenemos la creencia de que toda creatividad y productividad proviene de un lugar extrañamente sociable. Sin embargo, la soledad es el ingrediente crucial de la creatividad. Darwin daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enfáticamente invitaciones a fiestas. Steve Wozniak inventó la primera computadora Apple encerrado en su cubículo de Hewlett Packard, donde trabajaba entonces. La soledad importa. Para algunas personas, incluso, es el aire que respiran”.

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Se estima que de un tercio a la mitad de la población mundial es introvertida. Todos ellos y ellas están sujetos a un prejuicio que está muy arraigado y muy presente en nuestra sociedad: son las personas extrovertidas, y no las introvertidas, las que tienen éxito en la vida.

¿Eres introvertido o extrovertido?

Carl Jung, el primer psicólogo en popularizar los términos introvertido/extrovertido, dijo que no existe un introvertido puro o un extrovertido puro. Algunas personas están justo en el medio del espectro introvertido/extrovertido, y se las denomina «ambivertidas». La mayoría de las personas solemos reconocernos en un tipo u otro.

Una investigación de Mihaly Csikszentmihalyi y Gregor Feist en la que aseguran que las personas más creativas en muchos campos suelen ser introvertidas. ¿El motivo? Que la soledad y la capacidad de concentración son dos componentes indispensables para que la habilidad creativa se transforme en innovación. Con esto tiran por tierra uno de los grandes errores, según estos autores, de la sociedad moderna: el ensalzamiento excesivo del pensamiento de grupo. “Desde Darwin a Picasso, nuestros grandes pensadores han trabajado a menudo en soledad”, dice Cain. Otro estudio realizado en 1994 por Mihaly Csikszentmihalyi comprobó que los adolescentes que no soportan la soledad son incapaces de desarrollar el talento creativo.

Según una investigación realizada por John Brebner y Chris Cooper: “Los extrovertidos piensan menos las cosas y actúan más rápidamente, mientras que los introvertidos son más reflexivos y planifican las cosas”.

Otro estudio que apoya esta tesis es el del psicólogo de la Universidad de Florida K. Anders Ericcson. Este investigador pidió a tres grupos de violinistas que apuntaran sus rutinas diarias. Cuando las puso en común, vio que todos pasaban las mismas horas a la semana participando en actividades relacionadas con la música, pero los más virtuosos dedicaban más parte de ese tiempo a practicar en solitario. Con lo que concluye su trabajo afirmando que lo que lleva a la maestría en una disciplina es la práctica deliberada, algo que los introvertidos tienen en su ADN.

Una investigación de Adam Grant, del Colegio Wharton, constató que los líderes introvertidos a menudo arrojan mejores resultados que los extrovertidos, debido a que cuando tratan con empleados proactivos son más propensos a dejar a esos empleados ejecuten sus ideas. Por otro lado, alguien extrovertido puede, involuntariamente, emocionarse tanto con las cosas como para poner su propia huella en ellas haciendo que las ideas de las otras personas no afloren con facilidad.

Diferencias entre timidez e introversión

La timidez y la introversión son dos rasgos de personalidad distintos que a menudo se usan indistintamente. Si bien pueden tener algunas similitudes, también hay diferencias importantes entre ellos. La timidez es un sentimiento temporal de ansiedad o miedo que puede desencadenarse en ciertas situaciones sociales, mientras que la introversión es un rasgo de personalidad más permanente que se caracteriza por la preferencia de un individuo por actividades solitarias y un menor interés en las interacciones sociales. Las personas tímidas pueden sentirse incómodas en ciertas situaciones sociales, mientras que los introvertidos pueden ni siquiera querer participar en esas mismas situaciones. Además, las personas tímidas a menudo carecen de confianza en sí mismas y se sienten inhibidas con los demás, mientras que las personas introvertidas tienden a ser más seguras de sí mismas y prefieren observar en lugar de participar en conversaciones o actividades.

Timidez e introversión

No es lo mismo ser tímido que ser introvertido. La timidez hace referencia al miedo al juicio social. La introversión está más relacionada con cómo se responde a la estimulación, incluyendo la estimulación social. La extroversión ansía estimulación mientras que las personas introvertidas se sienten más vivas, más activas y capaces cuando están en ambientes más tranquilos con menos estimulación.

Cuándo la soledad implica libertad

El psicoterapeuta Gestalt Luis Fernando Martínez Gómez, publica una reflexión en su espacio Gestalt sin fronteras. :

«Estar con uno mismo en silencio, también se puede volver una experiencia sumamente agradable y enriquecedora. Es estar en compañía de sí mismo, comprendiéndose y conociéndose cada vez un poco más. La soledad nos ayuda  a descubrir recursos que no vemos cuando estamos mirando todo el tiempo hacia fuera. Es así como la persona puede poner en perspectiva sus miedos, sus apegos y todas las ideas o construcciones mentales que tanto daño le generan. En lugar de luchar contra la soledad, es más recomendable saber encontrar el placer y el sentido de ésta, aprender a disfrutar de uno mismo y a equilibrar las demandas en relación a la compañía o la presencia constante de un otro. «

“Solo cuando estoy sola me siento completamente libre. Me reencuentro conmigo misma y eso me resulta agradable y reparador. Es cierto que, por inercia, cuanto menos solo estás, más te cuesta estarlo. No obstante, en una sociedad que te obliga a estar enormemente pendiente del afuera, los espacios de soledad representan la única posibilidad de contactar otra vez con uno mismo. Es un movimiento de contracción necesario para recuperar el equilibrio”, asegura la psicóloga Mireia Darder, autora del libro Nacidas para el placer (Ed. Rigden).

Las 5 claves para disfrutar de la soledad

1. Usted es su mejor compañía. La premisa básica es cambiar la creencia de que uno, acompañado, está mejor.

2. Una oportunidad para conocerse mejor y descubrir nuestro rico mundo interior.

3. En lugar de torturarse, hay que aprovechar la soledad para leer, pintar o hacer deporte.

4. Escribir un diario. Ayudará a expresar sentimientos y a contemplarse uno mismo con más conocimiento y cariño.

5. Como indica el psicólogo Javier Urra, con la soledad recuperamos “el gusto por el silencio y por el dominio del tiempo”.

El filósofo Francesc Torralba, autor de El arte de estar solo (Ed. Milenio) y director de la cátedra Ethos de la Universidad Ramon Llull asegura: “Aunque estemos rodeados de gente y de formas de comunicación existe un alto grado de aislamiento. No hay peor sensación de soledad que aquella que se experimenta al estar en pareja o con gente”.

La importancia de la soledad

Sherry Turkle, analista cultural, que estudia cómo la tecnología está modelando nuestras forma de relacionarnos en la actualidad afirma en la siguiente TED talk:

La soledad es donde uno se encuentra a sí mismo de modo que uno pueda llegar a los otros y formar afectos reales. Si no tenemos la capacidad de estar solos, acudimos a otros para sentir menos ansiedad o para sentirnos vivos. Cuando esto sucede, no podemos apreciar quiénes son. Es como si los estuviéramos usando como piezas de repuesto para apoyar nuestra frágil autoestima. Incurrimos en creer que estar siempre conectados nos hace sentir menos solos. Pero corremos peligro, porque en realidad es todo lo contrario. Si no podemos estar solos, estaremos más solos. Y si no enseñamos a nuestros hijos a estar solos, sólo van a saber cómo estar aislados.

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Y recuerda, tal y como afirma el filósofo Byung-Chul Han, autor de La sociedad del cansancio:

“Nos olvidamos de que nunca está nadie más activo que cuando no hace nada, nunca está menos solo que cuando está consigo mismo”

Cómo estar en soledad

La cultura actual de enfoque social nos deja muy poco tiempo para nosotros mismos y no estamos preparados para momentos en los que realmente necesitemos estar solos. How to Be Alone nos muestra que no debemos tener miedo a la soledad y que hay muchos beneficios y alegrías que se pueden encontrar en estar solo. ¡Así que no tengas miedo, ve solo!

En una sociedad que valora la libertad y el individualismo, no debes tener miedo de ejecutar tu derecho a la soledad. Existen numerosos beneficios y alegrías de la soledad. Descubre quién eres, conéctate con la madre naturaleza y mejora tu creatividad simplemente estando solo.

Desbloquea el asombroso poder de la soledad

Imagina que hay un tipo que vive en la misma calle que tú. El Vive solo. De hecho, a menudo se le ve deambulando por la zona solo. Sin embargo, extrañamente, parece disfrutarlo.

¡Qué perdedor debe ser! Ninguna persona «sana» podría gozar de tanta soledad.

Bueno, te equivocas. La soledad es algo inmensamente poderoso y positivo. Aquellos de nosotros que realmente lo experimentamos, podemos ser, de hecho, mucho más saludables y relajados que el resto de nosotros. Pero esto no significa que debamos dejar a nuestros amigos y socios a favor de una existencia solitaria. Hay un punto medio feliz, como lo explicarán estos consejos.

También descubrirás

• cómo asegurarse de que sus hijos tengan suficiente tiempo a solas;
• por qué tomar un baño es un tiempo bien empleado; y
• por qué a la sociedad no le gusta un solitario.

Encontrar tiempo a solas aumentará su creatividad y autoconocimiento

¿Alguna vez has deseado tener más tiempo para ti? En estos días, la sociedad nos presiona mucho para que nos mantengamos socialmente activos y nos concentremos en el trabajo, lo que significa menos tiempo para nosotros. Y, sin embargo, el tiempo a solas puede mejorar su bienestar y creatividad personal.

Eso es porque, en primer lugar, pasar tiempo a solas te permite descubrir tu verdadero «yo».

Cuando estás solo, puedes concentrarte en una comprensión más profunda de quién eres y de lo que te importa. Solo si pasa tiempo a solas, libre de influencias externas, puede descubrir estas partes importantes de sí mismo.

Por ejemplo, el famoso autor Henry David Thoreau pasó más de dos años solo en los bosques de Walden Pond redescubriéndose a sí mismo. Esta vez le permitió evaluar sus propios valores y los de la sociedad que lo rodeaba. Todo esto llevó a Thoreau a publicar su innovador libro Walden en 1854.

Con este tipo de tiempo dedicado a solas, puede desbloquear y aumentar su creatividad.

De hecho, muchas personas creativas en diversos campos han reconocido la soledad como una fuente principal de producción creativa.

La influyente autora Virginia Woolf creía que pasar tiempo sola era vital para la creatividad. En su libro de 1929, A Room of One’s Own , vio la falta de soledad como algo relacionado con el número relativamente pequeño de escritoras en ese momento. Woolf vio que a las mujeres no les faltaba talento, imaginación o inteligencia; les faltaba tiempo a solas para permitir que floreciera su creatividad.

El vínculo entre la soledad y la felicidad de la libertad creativa se puede ver a lo largo de la historia.

Otro ejemplo es la actriz Greta Garbo. A los 35 años, después de haber aparecido en 28 películas, Garbo decidió retirarse de la actuación y vivir una vida sencilla y solitaria. Continuó teniendo una vida social activa, pero al darse mucho tiempo a solas, pudo disfrutar de la paz y la creatividad.

Así que asegúrese de programar un tiempo a solas y cosechar los placeres de la soledad.

Abraza los placeres de la soledad a través de una conexión trascendente con la naturaleza

Ahora que reconoce los beneficios de pasar un tiempo a solas, es posible que se pregunte cómo se supone que debe encontrar esta soledad pacífica.

Una de las mejores formas de encontrar el aislamiento es escapar de la ciudad y adentrarse en la naturaleza.

Al sumergirse en la naturaleza, puede encontrar una sensación de conexión con el mundo que lo rodea. Pero para lograrlo, debes asegurarte de estar completamente solo, ya que incluso llevar a tu perro puede ser una distracción.

Cuando esté completamente solo y centre su atención en el entorno natural que lo rodea, comenzará a sentirse unido con la naturaleza. Esta conexión con la naturaleza es una experiencia hermosa e incluso mística. Thoreau y otros que han tratado de escapar de las presiones de la sociedad a través de la soledad lo han descrito.

Las personas que han tenido esta hermosa experiencia lo llaman trascendencia , o una interacción con algo que va más allá de la mente consciente.

Algunos han encontrado la espiritualidad en la experiencia trascendente; otros simplemente han encontrado alegría y felicidad. Pero, pase lo que pase, la soledad es un requisito para lograr una experiencia verdaderamente trascendente.

Por ejemplo, si alguien en la Edad Media estaba entrenando para convertirse en monje o caballero, ambos pasarían tiempo solos antes de iniciarse en esa profesión. Este período de soledad se llamó vigilia y estaba destinado a prepararlos para la siguiente fase de sus vidas.

Para citar otro ejemplo, en Australia, los jóvenes aborígenes son enviados a pasear : un período de soledad de seis meses destinado a prepararlos para la edad adulta. En muchas culturas a lo largo de la historia, pasar tiempo a solas se ha considerado necesario para la transición a la sociedad adulta.

Entonces, ahora que hemos visto los muchos beneficios de la soledad, en el próximo consejo descubriremos por qué las personas que pasan tiempo solas a menudo se describen como egoístas, antinaturales, ¡y a veces incluso peligrosas!

¿Por qué las personas que disfrutan de la soledad suelen tener una mala reputación?

La mayoría de la gente considera socialmente aceptable cuando alguien realiza un viaje de senderismo ocasional por su cuenta o se recluye durante un breve período para trabajar en un proyecto. Pero cuando se trata de personas que eligen la soledad como una forma de vida, a menudo se las puede menospreciar.

Esta reacción es extraña porque la sociedad moderna alimenta el individualismo.

Hoy podemos ver muchos ejemplos de personas que son aceptadas por expresar su propia individualidad a través de elecciones atrevidas de moda y estilo de vida, tatuajes u otras modificaciones corporales.

Sin embargo, la cultura moderna encuentra amenazadora cuando la gente elige un estilo de vida de soledad. Si las personas apoyan la individualidad única, ¿por qué se considera sospechoso que alguien elija estar solo como medio de autodescubrimiento?

Parece que nuestra evolución podría ser la culpable.

Philip Koch, profesor de filosofía, investigó las reacciones negativas a la soledad (ansiedad social y desconfianza, por nombrar algunas) en su libro Soledad . Descubrió que, debido a que la evolución humana encuentra el éxito a través del compañerismo, las personas tienen una reacción inherente a la soledad como algo antinatural.

Otros pueden considerar la búsqueda de la soledad como un comportamiento patológico o dañino. Es probable que esto se deba a una investigación psicológica que ha determinado que las relaciones positivas con los demás son necesarias para la felicidad de un individuo. Pero si esta investigación fuera cierta para todos, aquellos que eligieran la soledad no encontrarían la felicidad.

También tenemos una tendencia a ver a alguien que está aislado como si se estuviera poniendo en peligro. Si se lastiman, ¿quién estará allí para ayudarlos?

En última instancia, estas opiniones son un estigma social injusto. Si uno desea la libertad de la soledad, debe abrazarla. Después de todo, los problemas de la sociedad no tienen por qué influir en su propia búsqueda de la felicidad.

Si quieres estar a solas, ¡hazlo!

Para estar solo, debes reconocer y superar tus miedos a la soledad

Tal vez tenga curiosidad por vivir una vida en soledad, o tal vez haya perdido recientemente a una pareja y de repente se haya encontrado solo. Cualquiera que sea el caso, hay pasos que puede seguir para sentirse a gusto por su cuenta.

En primer lugar, es importante identificar cualquier temor que pueda tener acerca de estar solo.

A veces, si nos decimos a nosotros mismos que queremos tiempo a solas pero parece que nunca lo encontramos, podría deberse a un miedo subconsciente a estar solo. Este miedo incluso puede resultar en una reacción negativa o enojo hacia un amigo que está experimentando felicidad a través de la soledad.

Puede superar estos miedos simplemente dándose pequeñas dosis de tiempo a solas que ponen a prueba sus niveles de comodidad.

Por ejemplo, en lugar de tomar una ducha, intente tomar un baño y permítase demorarse y concentrarse en el hecho de que está solo. Incluso puede intentar concentrarse en estar solo mientras está con otras personas en una tienda o en transporte público.

Al hacer esto, es importante darse cuenta de que la soledad no es peligrosa ni da miedo. De hecho, la historia nos muestra que es saludable.

Antonio el Grande fue el padre fundador de la vida monástica y permaneció aislado durante 20 años. Cuando regresó a la sociedad, estaba en buena forma física y mental. Impresionado por su forma de vida, muchas personas se convirtieron en sus seguidores.

Lo mismo puede decirse de la monja budista tibetana nacida en Gran Bretaña Jetsunma Tenzin Palmo. A partir de 1976, vivió sola en una cueva durante 12 años, tiempo durante el cual se mantuvo saludable y aceptó y dio la bienvenida a los demás.

Entonces, una vez que superes tus miedos, puedes comenzar a buscar otras formas de disfrutar tu soledad.

Amplíe sus períodos de soledad con un «tiempo a solas» o una aventura en solitario

Incluso si ha llegado a aceptar que la soledad tiene muchos beneficios, es posible que dude de que encontrará el tiempo para adaptarla a su apretada agenda. Pero hay algunas formas fáciles de aprovechar más tiempo a solas en su vida.

Una forma sencilla es dedicar más tiempo a concentrarse en actividades solitarias que ya disfruta.

Si bien muchos podrían considerar leer, ver películas o escuchar música como parte de nuestro importante tiempo a solas, estas son en realidad cosas que nos alejan de nosotros mismos.

Estas son actividades vitales y pueden ser enriquecedoras, pero es importante tener en cuenta el hecho de que, si se está concentrando en la escritura o la música de otra persona, no está realmente pasando tiempo solo.

Una mejor solución es dar paseos solitarios en la naturaleza. Estos pueden ser una gran fuente de felicidad para cualquier persona y no cuestan dinero. Estos paseos son la manera perfecta de darse tiempo para reflexionar, conectarse con la naturaleza y sentirse mejor con la idea de estar solo.

Asimismo, correr es una excelente manera de estar más en sintonía con su cuerpo, mente y naturaleza. Es un paso simple para convertir correr en un ejercicio meditativo que puede conducir al autodescubrimiento y la realización.

Una vez que se sienta listo para períodos más largos de soledad, podría ser el momento de emprender una «aventura en solitario».

Para ello, debe elegir un viaje desafiante pero alcanzable que pueda hacer por su cuenta.

Por ejemplo, esto podría ser un simple viaje de campamento, una aventura en bote o una visita a un país extranjero por su cuenta. Pregúntese qué es lo que realmente disfrutaría y considere sus opciones realistas. Sea lo que sea, pasará un tiempo valioso consigo mismo desarrollando su sentido de realización y aprendiendo de sus propias experiencias.

Una vez que comiences a expandir tus períodos de soledad, es posible que experimentes soñar despierto. Exploraremos esta sensación en el próximo consejo.

Utilice la soledad para explorar la ensoñación, un estado de «imaginación activa»

¿Alguna vez pensaste en la infancia y recuerdas con cariño que te entretuviste solo con tu imaginación?

Resulta que la felicidad que obtenemos de la soledad puede provenir de estas experiencias, con las que tendemos a perder contacto a medida que envejecemos.

El psicólogo Donald Winnicott ha rastreado nuestra capacidad adulta para disfrutar de la soledad hasta cuando éramos bebés. Durante esta época de la primera infancia, podíamos sentirnos contentos de estar solos después de que nuestros padres satisfacieran nuestras necesidades básicas, como ser alimentados. En estas situaciones, nos sentimos seguros y libres para deambular por nuestra cuenta y explorar nuestro entorno.

Desafortunadamente, a medida que envejecemos, ya no tenemos la seguridad y la libertad de esos momentos. A menudo, una vez que ingresamos al mundo de las escuelas y las presiones sociales, podemos perder la sensación de un tiempo a solas seguro y nuestra capacidad de experimentar la soledad felizmente.

Pero no tiene por qué permanecer así. Podemos recuperar nuestro tiempo a solas si aprendemos a relacionarnos con nuestra imaginación activa y a soñar despiertos.

La imaginación activa, o ensoñación , es lo que el psicoanalista Carl Jung utilizó para examinar su subconsciente. Pasaba tiempo solo soñando despierto, recordando recuerdos y sueños y tomando notas para registrar sus reacciones. Al anotarlo en un cuaderno, pudo averiguar qué pensamientos y recuerdos lo hacían feliz y, como resultó, gran parte de ellos estaba relacionado con la soledad de la infancia.

Jung fomentó esta ensoñación en sus pacientes. Sugirió que abrazaran la soledad, regresaran a pensamientos de alegría y felicidad y recuperaran el tipo de tiempo a solas seguro que experimentaron cuando eran niños.

Si bien no podemos cambiar nuestra propia infancia, podemos fomentar la soledad más adelante en la vida y transmitir los beneficios de un tiempo a solas seguro a los demás.

Aunque muchos de nosotros nos aferramos a los recuerdos significativos de la soledad de la infancia, pocos nos damos cuenta de la importancia de transmitir esto a nuestros propios hijos.

Porque, en la sociedad actual, es más común que los padres enseñen a sus hijos sobre los peligros de estar solos. Por lo tanto, a los niños se les niega la oportunidad de aprender los importantes beneficios de la soledad.

Sin embargo, deberíamos estar más preocupados por crear un entorno seguro para que los niños pasen tiempo solos. Los expertos en infancia Anthony Storr y Richard Louv ofrecen consejos sobre cómo crear ese entorno.

Incluso los bebés pueden usar su imaginación activa: no es necesario que interactúe constantemente con ellos. Incluso cuando están en tus brazos, pueden dejar que sus ojos vaguen y exploren su entorno. Esto les permite estar solos en un entorno seguro.

Dele tiempo a los niños pequeños a solas: déles espacio al aire libre en parques o incluso en el bosque donde puedan explorar de forma independiente bajo su supervisión. Te sorprenderá ver lo creativos y pacíficos que pueden ser en estos entornos.

Cuando se trata de la hora del cuento, no sea sobreprotector. Deje que los niños disfruten de las historias en las que los niños se encuentran con el peligro por sí mismos. Muchos padres tratan de proteger a sus hijos de historias que pueden ser demasiado aterradoras, pero los niños disfrutan de estar un poco asustados.

Muchos cuentos de hadas, como La reina de las nieves, se han transmitido durante muchas generaciones y contienen historias de niños o niñas que luchan contra el mal por su cuenta. Estas historias son importantes para enseñar a los niños que, incluso si están solos, todavía tienen la fuerza para superar los desafíos.

Pero recuerde, dado que todos somos diferentes, la cantidad de soledad que una persona necesita difiere de una persona a otra.

Determina qué tan grande o pequeña debe ser tu dosis de tiempo a solas

Podría pensar que la cantidad de tiempo a solas que una persona necesita se reduce a una simple pregunta: ¿Es introvertida , alguien tímida o extrovertida , alguien socialmente extrovertido?

Pero no es tan simple.

En primer lugar, la división entre extrovertidos e introvertidos es casi imposible de probar dado que la mayoría de las personas responderán de manera diferente según el contexto.

Digamos que le preguntas a alguien si le gusta ir a fiestas, pensando que la respuesta te dirá si es introvertida o extrovertida. La respuesta racional sería que depende de qué tipo de partido sea y quién más estará allí.

Otra cosa importante a considerar es que estas categorías están culturalmente sesgadas.

Por ejemplo, la introversión es apreciada en la cultura japonesa, mientras que la extroversión es muy apreciada en los Estados Unidos. Por lo tanto, si le preguntaras a alguien de cada uno de esos países las mismas preguntas de personalidad, obtendrías dos conjuntos diferentes de respuestas según el tipo de comportamiento que se considera socialmente aceptable.

Existe una amplia gama de rasgos que nos hacen a cada uno de nosotros diferentes y únicos, no solo dos categorías.

Lo mismo ocurre con la cantidad de soledad que nos conviene.

No hay ninguna teoría psicológica detrás de esto: simplemente tiene que elegir lo que funcione para usted. Nuestra sociedad valora el individualismo y las diferencias únicas, y lo mismo debería aplicarse a su soledad. No querrás que nadie te diga qué ponerte y no debes dejar que nadie te diga exactamente cuánto tiempo a solas debes disfrutar.

Es natural que las personas de diferentes partes de la sociedad necesiten más o menos tiempo a solas. Cuanto más aprenda y descubra sobre usted mismo, más fácil será decidir cuánto tiempo necesita.

Cualquiera que sea el caso, debemos respetar las decisiones de los demás y no interferir cuando se trata de pasar tiempo a solas.

Empiece con algo pequeño y sencillo

Cuando tenga la tentación de encontrar algo de tiempo a solas pero no esté seguro de por dónde empezar, piense en expandir algo que ya le gusta hacer, como un paseo en bicicleta o una visita a su café local. Luego, piense en hacer esta actividad de 15 a 30 minutos más larga mientras se concentra en su experiencia individual. Puede que estés rodeado de gente, pero estarás en paz con tu soledad.