El confinamiento nos ha mantenido en casa durante muchos días. Hemos buscado la forma de entretenernos, hemos recuperado hobbies que teníamos olvidados y hemos pasado más tiempo con nuestras familias. Después de la larga espera, en la que hemos permanecido encerrados entre las cuatro paredes de nuestros hogares, llegó el ansiado momento de salir a la calle.
De nuevo se puede salir al aire libre, a hacer deporte y retomar actividades cotidianas que se habían visto alteradas con horarios y restricciones. Protegidos y siguiendo todas las normas de higiene y distanciamiento social, nos hemos lanzado a recuperar nuestro día a día y nuestra rutina.
Aunque parece que todas las personas se han visto aliviadas por el vuelta al exterior, esto no es del todo cierto. Hay muchos individuos que se han enfrentado a esta nueva situación con miedo y ansiedad. Volver a salir de casa y tener contacto con otras personas, en vez de ser el regalo que estaban esperando después de tantos días de permanecer en el interior de sus casas, les ha creado incertidumbre, intranquilidad e inseguridad. Son las personas que padecen el Síndrome de la cabaña.
¿Qué es el Síndrome de la cabaña?
Aunque los expertos nos recuerdan que no es un trastorno psicológico, muchas personas se han enfrentado estos días al miedo de abandonar el entorno seguro que han creado en sus casas.
Al salir de este entorno de confort en el que han estado viviendo durante tantos días, temen el cambio a la vuelta a la normalidad, el salir a un entorno que puede que no controlen demasiado, volver a usar el transporte público e incluso a volver a tener relaciones sociales con otras personas.
Las consecuencias más evidentes de este nuevo estado en el que se ven envueltos son el aumento de los niveles de ansiedad, un cambio en el estado de ánimo y depresión.
¿A quién afecta este síndrome de la cabaña?
Este síndrome no se puede decir que tenga un colectivo o edad a los que afecte más. Personas de diferentes edades y circunstancias lo pueden padecer.
Adultos que viven solos y que se ven obligados a volver a su vida normal de responsabilidades y rutinas, abandonando el espacio de tranquilidad y seguridad que se había creado en sus respectivas casas.
Personas más mayores, el conocido grupo de riesgo, que se les ha trasmitido que las consecuencias que puede tener el contagio en ellos son muy graves y complicadas.
Hasta los niños, a los que por no saber muy bien cómo explicarles la situación, se ha presentando la calle como un entorno hostil en el que había un bicho que les podía contagiar y era peligroso.
¿Cómo hacer frente a este síndrome de la cabaña?
Los especialistas recomiendan que, en el caso de padecer temor a salir de casa, lo principal es que este proceso se haga de manera progresiva y sin olvidar las medidas de protección y distanciamiento social.
Una persona que sienta este miedo tiene que establecer su propia desescalada y salir de casa de manera escalona. Empezar por paseos cortos, muy cerca de su casa e ir ampliando el radio según se vaya sintiendo. De la misma manera, el contacto con otras personas deberá empezar por el entorno más cercano e ir ampliando poco a poco. Todo el proceso tiene que realizarse de una manera progresiva para volver a disfrutar del sentido de bienestar de encontrarse al aire libre y recuperar la parte social del ser humano.
Recordar ante todo que los psicólogos nos dicen que es una reacción natural derivada de haber pasado tantos días privados de la libertad de poder salir al exterior.
Una respuesta a «Síndrome de la cabaña o miedo a volver a salir de casa»