Actualizado el sábado, 26 diciembre, 2020
La personalidad es una configuración psíquica que nos hace únicos. Nos define como persona y engloba todas nuestras actitudes y disposiciones a sentir, pensar y actuar de la manera que lo hacemos. Se define ya sea a través de nuestra biología, de nuestras experiencias personales o de la influencia de nuestro entorno.
Sin embargo, existen ciertas configuraciones concretas de personalidad que nos hacen más propensos a padecer ciertas enfermedades. Y sobre estos perfiles hablaremos en este artículo. Antes de comenzar, hay que tener claras algunas cosas:
1. Si te sientes identificado con un tipo en concreto, no quiere decir que necesariamente vayas a sufrir ese tipo de enfermedad. Te hará más vulnerable, eso sí. Es un factor de riesgo.
2. Si da la casualidad que conoces a alguien que sufre ese tipo de enfermedad, no tienes porqué coincidir con ese tipo de personalidad. Estamos hablando de disposiciones personales a sufrirlas, pero no funciona a la inversa. Las enfermedades pueden deberse a muchos otros factores.
3. Esta clasificación de personalidades no es global, es decir, si no te sientes identificada con ninguna, es muy normal. Son solo configuraciones que conllevan más riesgo; ya está.
Los 4 tipos de personalidad que te enferman
1. Personalidad de tipo A
Fue definida en 1959 por Friedman y Rosenman, este tipo de personas cumplen las siguientes características:
Son personas agresivas
Irascibles, hostiles, tensas, autoritarias o dominantes. Se enfadan con facilidad y descargan su ira y frustración con los demás, ya sea descalificando o desvirtuando logros ajenos. Pueden llegar a la violencia física.
Viven contrarreloj
Son hiperactivas. No tienen tiempo para nada, pero siempre van a todo tren. Están constantemente ansiosas, van con prisas. Son impulsivas y muy enérgicas.
Son competitivas y ambiciosas
Su objetivo está en el logro, en ser la primera en todo. Son muy exigentes y perfeccionistas. No saben delegar sus tareas y quieren controlarlo todo.
Son egocéntricas
Se creen el centro de atención y tienen un increíble afán de protagonismo. Creen que sus ideas son más válidas que las de los demás. No se ponen en el lugar de otros. Son interesadas y no hacen nada por los demás, a no ser que les traiga beneficios.
Son frías y tienen un pensamiento rígido
Son insensibles tanto con ellas mismas como con los demás.
Son inseguras
En el fondo tienen baja autoestima y su valor depende de sus propios logros. Por ello, tienen poca tolerancia al fracaso.
¿Qué enfermedades se asocian a la personalidad de tipo A?
Sobretodo, enfermedades cardiovasculares. Esa ira, esa agresividad y esa manera de expresar el estrés provoca respuestas cardiovasculares muy duras que, en el futuro, debilitan el sistema y facilitan la aparición de enfermedades del corazón.
2. Personalidad de tipo B
También definida por los autores anteriores, es un tipo completamente opuesto a la personalidad tipo A. Sus características están muy bien definidas, por ello las personas que caen bajo esta categoría se definen de la siguiente manera:
Son asertivas
Saben expresar lo que piensan sin preocupaciones.
Es raro verlas con prisa
Disfrutan de lo que hacen y no tienen motivos para andar compitiendo o intentar demostrar nada.
Están satisfechas
Se sienten a gusto consigo mismas. No tienen necesidades de destacar ni de llamar la atención.
Son empáticas
Saben escuchar y le dan la importancia que realmente tienen las cosas.
Son cálidas
Agradables, de temperamento templado. Sosegadas.
Seguras de sí mismas
Su autoestima es sólida.
¿Enfermedades asociadas?
Ninguna. Este tipo de personalidad es el mejor factor de protección para prevenir cualquier mal. Además, es el tipo más equilibrado y mejor adaptable a cualquier circunstancia que se pueda vivir.
3. Personalidad de tipo C
Definida por Morris y Greer en 1980 y también conocida como la personalidad de la inhibición. ¿Por qué? Porque el rasgo que mejor la define es la inhibición emocional. Es decir, son personas que reprimen los sentimientos agresivos y fuerzan los alegres. Son personas que se auto reafirman y que tienden a la sumisión.
Son pasivas
Les cuesta mucho ajustarse a cualquier cambio en sus vidas y tienden a no salir de su zona de confort.
Se sienten indefensas
Reaccionan con desamparo ante las situaciones de estrés, como si no las pudieran controlar. Tienen tendencia, por ello, a los sentimientos depresivos.
Siempre son ellas mismas
Pero siempre se están quejando. No actúan sobre nada. De hecho, no están contentas con cómo son; pero, lo dicho, tampoco hacen nada.
Son complacientes
Desean agradar a los demás y conseguir la aprobación social.
Son inseguras
Como en la personalidad tipo A, su pobre concepto de sí mismas les hace ser poco coherentes con su forma de ser.
¿Enfermedades asociadas?
Este tipo de personalidad están muy asociadas a enfermedades de tipo infecciosos o reactivos, como las alergias, infecciones o, el peor exponente de todos, el cáncer. Fijaos en la relación: son personas que reprimen su ira y, además, están incómodos porque no están contentos con sí mismos. Toda esa tensión, toda esa basura acumulada termina afectando al estado físico; termina comiéndoles por dentro.
4. Personalidad de tipo D
Definida por Denollet y Brutsaert entre 1997 y 1998. La D hace referencia a distress o angustia. Las personas que se engloban dentro de esta personalidad se caracterizan porque:
Son muy inhibidas
Pero a diferencia de la personalidad tipo C, esta inhibición es social. No emocional. Son personas que prefieren estar alejadas de la gente, que se sienten muy angustiadas. No son asertivas y tienen pocas habilidades sociales. Tienden a reprimir sus sentimientos ante la gente.
Son negativas
Tienden a experimentar siempre emociones negativas. Son pesimistas, tienen una visión negativa de sí mismas y del mundo. Están siempre tensas. Su foco está puesto en los estímulos negativos.
Las enfermedades asociadas a las personalidades de tipo D
Ya os las imagináis: tienden a los trastornos de ansiedad o a la depresión. Esta disposición a la enfermedad tiene que ver con cómo se ve el mundo y cómo interpretamos los sucesos. Estas personas suelen centrarse solo en lo negativo.
Hemos asumido con mucha facilidad que la salud es solo cuestión de pastillas, pero nuestro comportamiento tiene mucho que ver con qué tipo de enfermedades podemos llegar a padecer. Estos son los 4 tipos de personalidades con riegos de enfermedades. Quizás no te sientas identificado con tan solo un tipo concreto. Lo más normal es que todos seamos más bien un mosaico de todo lo anterior. Pero ya sabéis, estas serían las consecuencias más comunes si seguimos ciertos caminos.
Tu forma de ser puede ser tu peor enemigo.
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