Actualizado el domingo, 1 agosto, 2021
Somos lo que hacemos, nuestros hábitos nos van moldeando. Sin embargo, lo olvidamos demasiado a menudo y terminamos enredados en la tela de araña que construyen a nuestro alrededor las prisas, las obligaciones, la rutina…
Si no tenemos tiempo para nosotros, si no cultivamos una pasión y no le dedicamos algunas horas a la semana a hacer algo que disfrutemos de verdad, terminaremos abriéndoles las puertas de par en par al estrés, la ansiedad y la depresión. Para que eso no suceda, os propongo algunos pasatiempos muy sencillos que tienen un enorme poder de terapia.
3 hábitos sorprendentes que sirvern de terapia
Dibujar: Sumergirse en un mundo de colores y formas
“Pintar es otra manera de llevar un diario” – Pablo Picasso
Carl Jung le pedía a sus pacientes que dibujaran mandalas porque estaba convencido de que esta actividad facilitaba la integración psíquica. Pensaba que dibujar tiene un poder “hipnótico”, al igual que la meditación, el cual hace que algunas áreas del cerebro se desconecten, fundamentalmente las zonas encargadas de la crítica, de manera que nos permite conectar con nuestro “yo” más profundo.
Dibujar es una terapia no verbal alternativa que contribuye a aliviar los síntomas de las personas que sufren estrés postraumático. Foto: Hazyrah Mokhlas
Hace poco, un estudio realizado en las universidades de Texas y Emory comprobó que, en efecto, dibujar es una terapia no verbal alternativa que contribuye a aliviar los síntomas de las personas que sufren estrés postraumático. Otra investigación realizada en el Northwestern Memorial Hospital desveló que pasar tan solo una hora al día dibujando ayudaba a las personas con cáncer a aliviar el dolor y mejoraba su estado de ánimo.
La clave radica en que cuando nos concentrarnos en dibujar, reemplazamos los pensamientos negativos con imágenes más agradables y placenteras. Por eso nos sentimos mucho mejor, tanto física como emocionalmente. Además, dibujar no solo nos ayuda a calmarnos sino que también potencia la concentración y mejora la memoria.
Bailar: Sentir el ritmo y dejarse llevar
“El baile es el lenguaje oculto del alma” – Martha Graham
Bailar no solo es un excelente ejercicio para el cuerpo sino también para el alma. Cuando bailamos y conectamos con la música nos liberamos de las tensiones y las preocupaciones. En este sentido, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Derby reveló que bailar tiene un enorme poder terapéutico, sobre todo para las personas que padecen depresión. Al cabo de tan solo cuatro semanas, las personas comenzaron a reportar menos pensamientos negativos, una mejoría en su capacidad para concentrarse y una mayor sensación de bienestar y tranquilidad.
Cuando bailamos y conectamos con la música nos liberamos de las tensiones y las preocupaciones. Foto: Michael Zittel
Sin embargo, bailar no es solo una terapia para las personas que sufren problemas emocionales sino que también es un pasatiempo muy beneficioso. Así lo confirman psicólogos australianos de la Deakin University, quienes entrevistaron a 1.000 personas y descubrieron que las que bailaban con frecuencia indicaban sentirse más felices y satisfechas con su vida. Sin duda, mover el cuerpo libremente, dejándose llevar por la música y sin nada más en la mente que disfrutar el momento presente, es una excelente terapia.
Tejer: Seguir el movimiento de los dedos y limpiar la mente
“Tejer calma el espíritu turbado, y tampoco le hace mal a quien no tiene problemas” – Elizabeth Zimmermann
La ciencia ha revelado que nuestras abuelas sabían muy bien lo que hacían: tejer es un pasatiempo sorprendentemente beneficioso. De hecho, todo parece indicar que los movimientos rítmicos y repetitivos de esta actividad, así como la necesidad de mantenerse concentrados, son el secreto de sus efectos terapéuticos.
Los movimientos rítmicos y repetitivos de tejer, así como la necesidad de mantenerse concentrados, son el secreto de su efecto terapéutico. Foto: Anastasia Zhenina
Investigadores de la Universidad de Cardiff analizaron a 3.545 personas de todo el mundo, descubrieron que quienes se dedicaban a tejer en su tiempo libre reportaban sentirse más relajadas, y pensaban que su pasatiempo les ayudaba a aliviar el estrés y la presión del día a día. Otra investigación realizada en la Mayo Clinic con 1.321 adultos mayores puso de manifiesto que quienes tejían o se dedicaban a hacer manualidades presentaban un deterioro cognitivo menor.
Sin duda, tejer es un pasatiempo muy relajante, que genera un estado mental parecido al que experimentamos cuando meditamos. Por eso, no es extraño que en los últimos tiempos estén proliferando los talleres terapéuticos de tejido, incluso para los niños.
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