Actualizado el martes, 9 enero, 2024
Se ha calculado que el 80% de los productos y materiales que pasan por las manos de un consumidor se convierten en basura a las seis semanas. Resulta desalentador pero el mundo no es así. Lo hacemos así. ¿Qué os parece si empezamos a diseñarlo de otra forma?
Esta organización y el resto de las que rechazan la elaboración de productos diseñados para morir rápidamente, podrán ser distinguidas con un sello que certifique ese buen hacer. Se trata del sello ISOPP, innovación Sostenible sin obsolescencia programada, al que puede aspirar cualquier organización que cumpla un decálogo de buenas prácticas. Entre ellas destacan que los productos sean reparables por un coste menor al de comprar uno nuevo o que la garantía del producto sea superior a los dos años obligatorios por ley. Lo novedoso de este sello es que se otorga además de manera gratuita.
La iniciativa se ha puesto en marcha por Fundación Feniss, que nace con el objetivo difundir qué es la obsolescencia programada y cómo afecta al conjunto de la sociedad en su día a día y en el entorno. El impulsor de esta corporación es Benito Muros, un ingeniero conocido por su bombilla diseñada para durar 90 años. Salió malparado con su invento porque la industria se reveló contra él pero lejos de rendirse Muros emprendió su particular batalla contra la llamada obsolescencia programada que ha cristalizado en la Fundación Feniss.
Desde ella, además del incentivo del sello certificador, darán apoyo a emprendedores y empresarios fabricantes de productos de larga duración, sin fecha de caducidad programada. “Ya tenemos más de 100 proyectos que aspiran a recibir nuestras ayudas. Son de diversa naturaleza, desde aquellos enfocados al ahorro energético como máquinas de uso sanitario destinadas a reducir la psoriasis”. Las elegidas mediante concurso recibirán una aportación económica a determinar por los patrocinadores de la fundación Feniss, y que servirá para contribuir al desarrollo y lanzamiento del proyecto galardonado.
De forma paralela la fundación tiene contacto con los partidos políticos con el propósito de que incluyan medidas contra la obsolescencia programada en sus programas electorales. Hace un año, países como Francia aprobaron, dentro de la llamada Ley de Transición Energética, multas de hasta 300.000 euros y penas de cárcel de hasta dos años para los fabricantes que programen el fin de la vida útil de sus productos. La norma está pendiente de ser ratificada. En Alemania, el partido de Los Verdes presentó un estudio y propuso algunas soluciones, mientras en Bélgica se adoptaba una resolución al respecto en el Senado.
Obsolescencia Percibida & Programada
Gran parte de los productos que compramos en la actualidad están hechos para que dejen de funcionar pasado un determinando tiempo. De esta forma, sus fabricantes obligan al consumidor a comprar un producto nuevo, incrementando sus ingresos y, por tanto, sus beneficios.
Esa programación del fin de la vida útil de un producto se denomina obsolescencia programada o planificada y no solo perjudica a nuestro bolsillo sino que pone en peligro la sostenibilidad del planeta al suponer un derroche constante de recursos.
En muchas ocasiones se trata de obsolescencia percibida. Con ayuda del marketing y la publicidad sustituimos algunos objetos por otros, no porque ya no funcionen, sino porque han pasado de moda. En definitiva, se trata de manipular al consumidor para que se sienta valorado socialmente por contar con lo último en tecnología y realmente lo consiguen ya que han conseguido generar en el usuario esa necesidad de “lo nuevo” más allá del valor real del producto.
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Resulta desalentador pero el mundo no es así.
Lo construimos cada día con nuestras decisiones.
¿Qué os parece si empezamos a diseñarlo de otra forma?
Desde una aplicación para el móvil a centros de reparaciones
La idea de la fundación es crear en conjunto con los ciudadanos un nuevo modelo industrial, económico y social basado en la sostenibilidad, en el respeto por el medio ambiente y por las personas, basado en la economía de bien común.
Otra de las acciones será la creación y extensión por todo el territorio nacional de centros de reparaciones de productos. Serán los denominados “Espacio sostenible, no tires, aprende y repara”. Ya se ha creado el primero, situado en el céntrico barrio del Raval de Barcelona, donde está ubicada también la sede la fundación. Quieren desarrollar también una aplicación móvil mediante la cual el consumidor podrá escanear el código de barras de los productos y conocer la huella de carbono completa, lugar de fabricación, vida útil, coste de reparación aproximado en caso de avería, etc.
«Los fabricantes que llevan a cabo estas prácticas -asegura-, no se dan cuenta de que están utilizando unas materias primas que cogemos del Tercer Mundo a muy bajo precio, para devolverlos después también al Tercer Mundo en forma de residuos muy peligrosos. Esto pone en peligro la sostenibilidad de un planeta ya mermado de recursos». Benito Muros, propietario de la compañía OEP Electrics
El tiempo nos dirá si con su iniciativa logra cambiar una mentalidad que se encuentra arraigada por su cotidianidad. Por ahora, son muchas las voces críticas con la propuesta de este español.
Festivales como Obsolescencia Reprogramada Make It Up son grandes citas contra la obsolescencia y reune a diseñadores, artesanos, ingenieros, investigadores, emprendedores sociales, artistas y programadores para que diseñen “objetos duraderos, útiles, abiertos y conectados”. Sígueles la pista para estar al día de los avances en la lucha contra la obsolescencia programada.
Francia, ya está multando a las empresas «tramposas»
Los diputados franceses han aprobado que establecer “el asesinato premeditado” de un producto electrónico, la denominada obsolescencia programada, se puede castigar penalmente, acarreando una pena de prisión de dos años y una multa de hasta 300.000 euros que se añadiría a otras ya integradas en la Ley de Consumo.
La obsolescencia, programa o percibida, es especialmente apreciable en los smartphones (teléfonos móviles inteligentes) donde en España el margen se ha estrechado un 30% en los últimos años.
La introducción al código penal en una práctica de la cual se abusa en muchos procesos productivos, la fabricación de electrodomésticos y aparatos electrónicos, bombillas, etcétera, se debe a una enmienda de los Verdes en el proyecto de ley de la transición energética, que considera la obsolescencia programada premeditadamente un engaño y un fraude.
¿QUÉ ES LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA?
Qué es: la característica de fábrica que hace que los aparatos electrónicos sean programados para que duren un tiempo determinado.
Cuándo se inventó: durante la revolución industrial. El concepto se desarrolló entre 1920 y 1930. Antes, un empresario o sus suministradores de materia prima montaban su negocio con dinero familiar. Entonces los bancos les dijeron: “Amplíen su negocio, vendan más, yo les dejo el dinero”. Curiosamente, la banca tuvo también gran parte de culpa en esto.
Créditos al consumo: Ya tenían controlado todo el ciclo de vida del producto pero querían multiplicar esos intereses y decidieron acortar la vida de los productos. Así llegamos a los años setenta forjando las bases para que el 80% de la riqueza del mundo se concentraba en el 20% de la población. (Ahora se la reparten un 7%).
La fusión perfecta: Bancos que tienen empresas y empresas que tienen bancos: las multinacionales, que hacen que los productos duren menos y se vendan más.
Daños colaterales: Además de influir en la economía doméstica, también supone una sobre-explotación de los recursos de la Tierra y generación de residuos innecesarios.
OBSOLESCENCIA PERCIBIDA
En muchas ocasiones, con ayuda del marketing y la publicidad sustituimos algunos objetos por otros, no porque ya no funcionen, sino porque han pasado de moda.
En 1954 el diseñador industrial Clifford Brooks Stevens habló por primera vez de la obsolescencia percibida. La definió como “el deseo del consumidor de poseer una cosa un poco más nueva, un poco mejor y un poco antes de que sea necesario”.
En este video que parodia a la marca Apple, refleja como la obsolescencia percibida nos impulsa a comprar nuevos productos y a deshacernos de aquellos que aún están en buen estado.
Todos los años las principales empresas de tecnología, imitando a la industria de la moda, sacan nuevos modelos de sus aparatos electrónicos, con algún añadido que aparentemente los hace más novedoso. Las funcionalidades en muchos casos son las mismas o muy parecidas. Lo único que realmente parece importante es la apariencia de «diferente y novedoso».
En definitiva, se trata de manipular al consumidor para que se sienta valorado socialmente por contar con lo último en tecnología y realmente lo consiguen ya que han conseguido generar en el usuario esa necesidad de «lo nuevo» más allá del valor real del producto. Por ejemplo, Vodafone nos invita no sólo a esperar a que se averíen, “consumiremos”, como mínimo, uno nuevo cada año… y olvidando el peligro de contaminación que suponen:
EL DOCUMENTAL CLAVE PARA ENTENDERLO
«Comprar, tirar, comprar»; un documental que nos revela el secreto: obsolescencia programada, el motor de la economía moderna.
Rodado en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana, este documental hace un recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 una influyente revista de publicidad norteamericana, «un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios».
¿Comprarías un móvil si supiera que está programado para dejar de funcionar tras 200 horas de uso? ¿Y una bombilla que se va a fundir tras 500 horas de utilización? La pregunta no debería ser si lo harías, sino si al menos, sabemos que ya lo estamos haciendo.
Gran parte de los productos que compramos en la actualidad están hechos para que dejen de funcionar pasado un determinando tiempo. De esta forma, sus fabricantes obligan al consumidor a comprar un producto nuevo, incrementando sus ingresos y, por tanto, sus beneficios.
Esa programación del fin de la vida útil de un producto se denomina obsolescencia programada o planificada y no solo perjudica a nuestro bolsillo sino que pone en peligro la sostenibilidad del planeta al suponer un derroche constante de recursos.
Guía Geek de soluciones anti obsolescencia
Una sencilla guía para ayudarte compartir soluciones
Sólo una ciudadanía consciente y comprometida será capaz de hacer frente y resolver los problemas a que nos enfrentamos como sociedad. El empoderamiento ciudadano necesita de tecnología sin obsolescencia programada, reciclable, justa, responsable… pero también de ciudadanos, consumidores y geeks valientes que apuesten por ellas.
Recomendación:
Eticom | Som Conexió
Eticom: es una cooperativa sin ánimo de lucro que ofrece servicios de telefonía y acceso a Internet con el objetivo de avanzar hacia una soberanía de infraestructura y servicios de telecomunicaciones.
¿Por qué es una propuesta tan importante? Las telecomunicaciones nos dan acceso a muchos de nuestros derechos fundamentales: el derecho a la información, el derecho a aprender y desarrollarnos, el derecho a la participación activa y a organizarnos colectivamente.
No sólo necesario reducir los impactos ambientales y sociales generado por el sector de las telecomunicaciones, es uno de los sectores que se acumula más quejas de los consumidores, que demuestran su alto nivel de insatisfacción, la mala calidad del servicio y precios más altos de Europa. Por ello, cooperativas como Eticom te permiten formar parte de un colectivo organizado para encontrar el mejores soluciones para ofrecer el mejor servicio al mejor precio ya que sin ello habrá injusticia en la cadena de valor.
Recomendación:
Fairphone
Fairphone es el primer smartphone modular y ético del mundo. En Ecovamos creemos que un móvil mejor es aquel que se fabrica de manera más justa. Y estos móviles albergan la compleja historia de los cientos de personas que han contribuido a hacerlos y han generado, gracias a nuestra compra, un impacto positivo en la manera de fabricar, usar y reciclar teléfonos. Sus productos están diseñados para durar: tanto en su diseño original como en el diseño de su reparación. Es un móvil modular pensado para ser duradero y reparado con facilidad.
Bueno para el planeta y para las personas: el Fairphone es un smartphone pensado para generar un cambio social positivo. Adquieren minerales libres de conflicto y oro que cuenta con la certificación de Comercio Justo, buscan mejorar las condiciones laborales en cada fábrica y reciclan los desechos electrónicos.
El cambio no se produce de la noche a la mañana. Quizás no sea el smartphone con la mejor relación calidad/precio del mercado general pero, junto a nuestra comunidad, podemos ayudarles a crear un movimiento que demuestre que sí existe demanda de productos justos. Ayudarles a mejorar y a se cada vez más competitivos.
Recomendación:
Mozilla Firefox
Mozilla es el favorito de nuestra comunidad porque su gran objetivo siempre ha sido: Internet debe ser para empoderar a la gente, no para el lucro de unas pocas empresas. Es una fundación sin ánimo de lucro defensora de un Internet íntegro, abierto y accesible a todos.
Gracias a su labor en favor de un internet íntegro, abierto y accesible para todos, enseñan alfabetización web, proporcionan herramientas y actúan en defensa de todas las personas que valoran Internet como recurso público mundial.
Al usar su navegador estás ayudándoles a construir tecnologías abiertas e innovadoras que permiten a los desarrolladores liberarse de los ecosistemas corporativos cerrados, con el fin de crear una red más segura y rápida para todos nosotros.
La neutralidad en la red está amenazada constantemente y esta pequeña decisión de uso, que además es gratuita, ayuda a proteger la red y crear un Internet abierto para todos.
La neutralidad es el principio por el cual los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que regulan Internet deberían tratar a todo tráfico de datos que transita por la red por igual, sin discriminarlo o cargar al usuario de manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación tipo de equipamiento utilizado para el acceso, o modo de comunicación.
Y está en peligro si no apostamos por estas tecnologías.
Recomendación:
Som Energía
Som Energía: sin duda, una de las grandes alternativas para una gestión energética sostenible y no centralizada. Es una cooperativa de consumo de energía verde sin ánimo de lucro. Sus principales actividades son la comercialización y producción de energía de origen renovable.
Formar parte de ella te permite acceder a los servicios que se van generando para los miembros de la cooperativa (consumo de electricidad verde certificada, inversión en proyectos renovables, información y productos eficientes, etc). Además, permite participar en el desarrollo de la cooperativa a través de comisiones de trabajo, grupos locales y la Asamblea, donde cada socio o socia tiene un voto.
Som Energia se inspira en las cooperativas energéticas existentes en Europa y lleva activa (y creciendo) desde 2010. Sin duda, las cooperativas parecen la mejor solución para luchar contra los abusos de las grandes empresas de energía. Otras que os invitamos a conocer son GoiEner, Zencer que opera en Andalucía y Nosa Enerxia que opera en Galicia.