Actualizado el Monday, 23 January, 2023
No son pocas las personas que ponen en duda los beneficios del consumo de leche en la edad adulta. Yo, particularmente, opino que a una persona sin intolerancias específicas a los lácteos no le hace mal la ingesta de leche.. pero quizás no sea tan buena como imaginas.
La leche es una bebida ampliamente consumida que ha sido parte de la dieta humana durante siglos. Sin embargo, una advertencia reciente del científico de Harvard, el Dr. Walter Willett, ha planteado preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con el consumo de leche. Según el Dr. Willett, consumir demasiada leche puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades cardíacas. También advierte que la cantidad de calcio que se encuentra en los productos lácteos puede ser dañina si se consume en exceso y recomienda limitar la ingesta de lácteos a dos porciones por día o menos.
La advertencia del Dr. Willett llega en un momento en que muchas personas se están alejando de los productos lácteos procesados y en su lugar están adoptando alternativas basadas en plantas. Si bien es importante ser consciente de los riesgos potenciales para la salud asociados con el consumo de leche, también es importante recordar que algunas formas de productos lácteos aún pueden ser beneficiosas para la salud y el bienestar general cuando se consumen con moderación.
Qué dice la OMS de la leche de vaca
La leche de vaca, un alimento tradicional en muchos países, fue durante años uno de los alimentos más cuestionados en relación con sus beneficios y la nutrición, ya que si bien la mayoría de las personas consideran que es una parte esencial de su dieta, estudios recientes han demostrado que su consumo (en especial la desnatada) puede, de hecho, ser perjudicial para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que “un consumo excesivo y demasiado precoz de lácteos de vaca no modificados supone una carga excesiva para el riñón y puede aumentar el riesgo de anemia por el bajo contenido de hierro de la leche y porque causa pérdidas intestinales de sangre”. La controversia surge a partir de los 12 meses porque estos mismos organismos aconsejan introducirla, pero con matices. Y empiezan a surgir las discrepancias entre expertos sobre las bondades o no de su consumo, y que se proyectan hasta la necesidad de que las personas mayores la tomen o no.
Para bajar de peso o mantenerse en forma, muchas personas optan por consumir leche con bajo contenido de grasa o productos derivados, con el fin de disfrutar de su delicioso sabor y sus “beneficios” sin ingerir demasiada grasa. Sin embargo, David Ludwig, un científico de la Universidad de Harvard, realizó un estudio que cuestiona sus supuestos beneficios, especialmente la leche con bajo contenido de grasa.
¿La leche no es buena para la salud?
Los productos lácteos pueden llegar a mejorar la salud del corazón, la diabetes, la absorción de vitaminas, reducir el riesgo de cáncer de colon, entre otros. Sin embargo, antes de considerar que no es buena para la salud, todo el mundo debería hacerse primero la misma pregunta: ¿la leche actual proviene de vacas “sanas”?
El estudio, que fue publicado en el Diario de la Asociación Médica Americana de Pediatría, reveló que, al extraer la grasa de la leche, esta era sustituida por azúcares, que pueden ser potencialmente más perjudicial a largo plazo. Aunque, desde entonces, la población ha sido advertida sobre los peligros del consumo de bebidas azucaradas, nunca habíamos incluido la leche con bajo contenido de grasa en esta lista. En su estudio, el Dr. Luwig cuestiona la justificación que se le dio a la promoción y difusión de la leche baja en grasa, teniendo en cuenta que todos los líquidos que contienen calorías y azúcares deben ser tratados con el mismo cuidado.
Las leches de crecimiento, por ejemplo, también son caras, innecesarias y algunas llevan demasiados aditivos. El científico coincide con otros estudios para considerar que los seres humanos no adquieren beneficios nutricionales de la leche de vaca, y puede incluso llegar a ser muy perjudicial para el cuerpo. Los expertos están de acuerdo en que la leche lleva una importante cantidad de calcio, pero discrepan en si este calcio es absorbido o no por el cuerpo humano y el efecto de otras sustancias que acompañan al calcio. Hay otros alimentos que son más ricos en calcio que la leche de vaca, y que no tienen los efectos negativos para la salud que a largo plazo.
Si bien es cierto que la leche de vaca contiene altos niveles de calcio, el mismo no es completamente asimilable por el ser humano. En su lucha por procesarlo, el organismo termina depositándolo en las articulaciones, generando artritis, artrosis, reumatismo, entre otras enfermedades según el Dr. John F. Unruh. Neurological Rehabilitation Internacional Consultants. Un claro ejemplo de esto es el brócoli, la col rizada, rúcula, espinaca, entre otros, que tienen más de 160mg por porción. También hay otras fuentes, como las sardinas, nueces, semillas y verduras, que pueden ofrecer en cantidades significativas por porción. Por lo tanto, nadie debe consumir necesariamente grandes cantidades de la bebida láctea para mantener los huesos sanos. En su lugar, se debe optar por aumentar el consumo de otros alimentos más saludables.
NI LAS DESNATADAS NI LAS ENRIQUECIDAS
Cuando nos referimos a la leche con bajo contenido en grasa, el argumento para no consumirla se hace aún más claro. Como explica el científico de Harvard, hay pocos ensayos clínicos en los que podamos ver las diferencias claras de la leche desnatada en comparación con leche entera, en relación con sus beneficios para mantener el peso y otras ventajas para la salud.
Por el contrario, varios estudios han encontrado que las personas que consumen leche con bajo contenido de grasa se sienten menos saciadas y son más propensas a aumentar de peso, ya que tienen una mayor necesidad de aumentar la ingesta de calorías.
En la actualidad, muchos nutricionistas siguen recomendando a sus pacientes que sigan con el consumo de leche con bajo contenido de grasa cuando se trata de perder peso. Sin embargo, los estudios son cada vez más claros al afirmar que este producto no es tan bueno como el mercado ha estado diciendo desde hace algunas décadas. También hay quienes destacan que el problema no es tanto le leche en sí, siempre y cuando se tome de forma moderada, como sus procesos de transformación y cómo es tratado el animal. Y aconsejan tomar leche que provenga de ganadería ecológica.
De esta manera el consumidor evita ingerir contaminantes que pueda contener la leche como antibióticos, desinfectantes, plaguicidas, micotoxinas y la somatotropina bovina (una hormona de crecimiento diseñada para que las vacas produzcan más).
Los expertos sugieren que es mejor consumir leche entera, siempre que sea orgánica o ecológica, es decir, procedente de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.