Actualizado el miércoles, 12 abril, 2023
No son pocas las personas que ponen en duda los beneficios del consumo de leche en la edad adulta. Yo, particularmente, opino que a una persona sin intolerancias específicas a los lácteos no le hace mal la ingesta de leche.. pero quizás no sea tan buena como imaginas.
La leche es una bebida ampliamente consumida que ha sido parte de la dieta humana durante siglos. Sin embargo, una advertencia reciente del científico de Harvard, el Dr. Walter Willett, ha planteado preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con el consumo de leche. Según el Dr. Willett, consumir demasiada leche puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades cardíacas. También advierte que la cantidad de calcio que se encuentra en los productos lácteos puede ser dañina si se consume en exceso y recomienda limitar la ingesta de lácteos a dos porciones por día o menos.
La advertencia del Dr. Willett llega en un momento en que muchas personas se están alejando de los productos lácteos procesados y en su lugar están adoptando alternativas basadas en plantas. Si bien es importante ser consciente de los riesgos potenciales para la salud asociados con el consumo de leche, también es importante recordar que algunas formas de productos lácteos aún pueden ser beneficiosas para la salud y el bienestar general cuando se consumen con moderación.
El consumo de leche es un tema muy controvertido en la actualidad, y el Dr. Walter Willett, un científico de Harvard, ha planteado preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con su consumo.
En primer lugar, es importante señalar que la leche es una fuente importante de nutrientes, como el calcio y la vitamina D, que son esenciales para la salud ósea. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el consumo excesivo de leche puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, como la enfermedad cardíaca y el cáncer.
El Dr. Willett ha sido uno de los críticos más prominentes de la industria láctea, argumentando que el consumo de leche y productos lácteos no es esencial para la salud y puede incluso ser perjudicial en algunos casos. Willett sostiene que, a diferencia de lo que se cree comúnmente, la leche no es la mejor fuente de calcio, y que existen otras fuentes más saludables, como las verduras de hoja verde.
Además, Willett también ha expresado preocupación por los efectos hormonales de la leche, que contiene hormonas de crecimiento y estrógenos naturales. Algunos estudios sugieren que el consumo de leche puede estar relacionado con el aumento de los niveles de hormonas en el cuerpo, lo que puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama.
A pesar de estas preocupaciones, la mayoría de los expertos en salud todavía recomiendan el consumo de leche y productos lácteos como parte de una dieta equilibrada. Es importante recordar que cada persona es diferente y que la dieta ideal puede variar según las necesidades individuales.
Si está buscando reducir su consumo de leche y productos lácteos, hay muchas alternativas saludables disponibles, como la leche de soja, almendra, avena o coco. Estas alternativas pueden proporcionar nutrientes similares a los de la leche y son una excelente opción para aquellos que tienen alergias o intolerancias a la lactosa.
Qué dice la OMS de la leche de vaca
La leche de vaca, un alimento tradicional en muchos países, fue durante años uno de los alimentos más cuestionados en relación con sus beneficios y la nutrición, ya que si bien la mayoría de las personas consideran que es una parte esencial de su dieta, estudios recientes han demostrado que su consumo (en especial la desnatada) puede, de hecho, ser perjudicial para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que “un consumo excesivo y demasiado precoz de lácteos de vaca no modificados supone una carga excesiva para el riñón y puede aumentar el riesgo de anemia por el bajo contenido de hierro de la leche y porque causa pérdidas intestinales de sangre”. La controversia surge a partir de los 12 meses porque estos mismos organismos aconsejan introducirla, pero con matices. Y empiezan a surgir las discrepancias entre expertos sobre las bondades o no de su consumo, y que se proyectan hasta la necesidad de que las personas mayores la tomen o no.
Para bajar de peso o mantenerse en forma, muchas personas optan por consumir leche con bajo contenido de grasa o productos derivados, con el fin de disfrutar de su delicioso sabor y sus “beneficios” sin ingerir demasiada grasa. Sin embargo, David Ludwig, un científico de la Universidad de Harvard, realizó un estudio que cuestiona sus supuestos beneficios, especialmente la leche con bajo contenido de grasa.
parte de una dieta saludable. La leche de vaca es una buena fuente de nutrientes importantes como proteínas, calcio y vitaminas del grupo B. Además, se ha demostrado que el consumo de leche y productos lácteos está asociado con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la osteoporosis.
Sin embargo, la OMS también reconoce que algunas personas pueden ser intolerantes a la lactosa o alérgicas a las proteínas de la leche. En estos casos, se recomienda el consumo de alternativas de origen vegetal, como la leche de soja, almendra, avena o coco.
La OMS también señala que el consumo excesivo de leche puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, se recomienda que se consuma leche y productos lácteos en cantidades moderadas como parte de una dieta saludable y equilibrada.
¿La leche no es buena para la salud?
Los productos lácteos pueden llegar a mejorar la salud del corazón, la diabetes, la absorción de vitaminas, reducir el riesgo de cáncer de colon, entre otros. Sin embargo, antes de considerar que no es buena para la salud, todo el mundo debería hacerse primero la misma pregunta: ¿la leche actual proviene de vacas «sanas»?
El estudio, que fue publicado en el Diario de la Asociación Médica Americana de Pediatría, reveló que, al extraer la grasa de la leche, esta era sustituida por azúcares, que pueden ser potencialmente más perjudicial a largo plazo. Aunque, desde entonces, la población ha sido advertida sobre los peligros del consumo de bebidas azucaradas, nunca habíamos incluido la leche con bajo contenido de grasa en esta lista. En su estudio, el Dr. Luwig cuestiona la justificación que se le dio a la promoción y difusión de la leche baja en grasa, teniendo en cuenta que todos los líquidos que contienen calorías y azúcares deben ser tratados con el mismo cuidado.
Las leches de crecimiento, por ejemplo, también son caras, innecesarias y algunas llevan demasiados aditivos. El científico coincide con otros estudios para considerar que los seres humanos no adquieren beneficios nutricionales de la leche de vaca, y puede incluso llegar a ser muy perjudicial para el cuerpo. Los expertos están de acuerdo en que la leche lleva una importante cantidad de calcio, pero discrepan en si este calcio es absorbido o no por el cuerpo humano y el efecto de otras sustancias que acompañan al calcio. Hay otros alimentos que son más ricos en calcio que la leche de vaca, y que no tienen los efectos negativos para la salud que a largo plazo.
Si bien es cierto que la leche de vaca contiene altos niveles de calcio, el mismo no es completamente asimilable por el ser humano. En su lucha por procesarlo, el organismo termina depositándolo en las articulaciones, generando artritis, artrosis, reumatismo, entre otras enfermedades según el Dr. John F. Unruh. Neurological Rehabilitation Internacional Consultants. Un claro ejemplo de esto es el brócoli, la col rizada, rúcula, espinaca, entre otros, que tienen más de 160mg por porción. También hay otras fuentes, como las sardinas, nueces, semillas y verduras, que pueden ofrecer en cantidades significativas por porción. Por lo tanto, nadie debe consumir necesariamente grandes cantidades de la bebida láctea para mantener los huesos sanos. En su lugar, se debe optar por aumentar el consumo de otros alimentos más saludables.
El Dr. John F. Unruh, de Neurological Rehabilitation International Consultants, ha planteado preocupaciones sobre los posibles riesgos para la salud asociados con el consumo de leche. Según el Dr. Unruh, algunos estudios han encontrado una correlación entre el consumo de leche y un mayor riesgo de ciertas enfermedades, incluyendo el cáncer de próstata y el cáncer de ovario.
Además, el Dr. Unruh ha señalado que la leche contiene hormonas y proteínas que pueden afectar el equilibrio hormonal en el cuerpo, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades.
También ha habido preocupaciones sobre los posibles efectos de la leche en el sistema nervioso. Algunos estudios han sugerido que el consumo de leche puede estar asociado con un mayor riesgo de enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Parkinson.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios que han investigado los posibles riesgos para la salud asociados con el consumo de leche no han sido concluyentes. Además, es importante recordar que la leche también tiene beneficios nutricionales y puede ser una fuente importante de proteínas, calcio y otras vitaminas y minerales importantes.
NI LAS DESNATADAS NI LAS ENRIQUECIDAS
Cuando nos referimos a la leche con bajo contenido en grasa, el argumento para no consumirla se hace aún más claro. Como explica el científico de Harvard, hay pocos ensayos clínicos en los que podamos ver las diferencias claras de la leche desnatada en comparación con leche entera, en relación con sus beneficios para mantener el peso y otras ventajas para la salud.
Por el contrario, varios estudios han encontrado que las personas que consumen leche con bajo contenido de grasa se sienten menos saciadas y son más propensas a aumentar de peso, ya que tienen una mayor necesidad de aumentar la ingesta de calorías.
Estudios recientes han demostrado que la leche de vaca no es tan buena para el cuerpo humano como se pensaba anteriormente. En particular, un estudio realizado por la Universidad de Harvard ha encontrado que la leche de vaca puede tener efectos negativos en la salud.
El estudio de Harvard se centró en los efectos de la leche de vaca en la salud ósea. La idea de que la leche es buena para los huesos ha sido promovida durante décadas por la industria láctea y ha sido aceptada por muchas personas. Sin embargo, el estudio de Harvard encontró que no hay evidencia científica que respalde esta afirmación.
Además, el estudio encontró que la leche de vaca puede tener efectos negativos en la salud. Por ejemplo, se ha demostrado que la leche de vaca puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
La razón detrás de estos efectos negativos es que la leche de vaca contiene hormonas y factores de crecimiento que pueden tener efectos negativos en el cuerpo humano. Estas hormonas y factores de crecimiento son necesarios para que los terneros crezcan rápidamente, pero no son necesarios para los seres humanos adultos.
Además, la leche de vaca también puede contener antibióticos y otros medicamentos que se les dan a las vacas para tratar las enfermedades. Estos medicamentos pueden tener efectos negativos en el cuerpo humano y pueden contribuir a la resistencia a los antibióticos.
Entonces, ¿qué opciones tienen las personas que quieren mantener huesos fuertes y una buena salud en general? Hay muchas alternativas saludables a la leche de vaca disponibles en el mercado, como leche de almendras, leche de soja, leche de avena, entre otras.
Estas alternativas son ricas en nutrientes, no contienen hormonas ni factores de crecimiento, y no tienen los riesgos asociados con la leche de vaca.
En resumen, el estudio de Harvard ha demostrado que la leche de vaca no es tan buena para la salud como se pensaba anteriormente. Hay muchas alternativas saludables disponibles en el mercado, y es importante que las personas consideren estas alternativas para mantener una buena salud.
¿Es saludable la leche desnatada?
En la actualidad, muchos nutricionistas siguen recomendando a sus pacientes que sigan con el consumo de leche con bajo contenido de grasa cuando se trata de perder peso. Sin embargo, los estudios son cada vez más claros al afirmar que este producto no es tan bueno como el mercado ha estado diciendo desde hace algunas décadas. También hay quienes destacan que el problema no es tanto le leche en sí, siempre y cuando se tome de forma moderada, como sus procesos de transformación y cómo es tratado el animal. Y aconsejan tomar leche que provenga de ganadería ecológica.
De esta manera el consumidor evita ingerir contaminantes que pueda contener la leche como antibióticos, desinfectantes, plaguicidas, micotoxinas y la somatotropina bovina (una hormona de crecimiento diseñada para que las vacas produzcan más).
Los expertos sugieren que es mejor consumir leche entera, siempre que sea orgánica o ecológica, es decir, procedente de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.
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