Actualizado el sábado, 7 enero, 2023
Vivir más ofrece nuevas oportunidades para un individuo, pero el aumento de la esperanza de vida en general plantea desafíos para la sociedad. A medida que los roles tradicionales se quedan en el camino, la trayectoria de vida estándar de la educación, el trabajo y la jubilación es menos relevante, mientras que aumenta la necesidad de autoconocimiento y experimentación.
Cada día hay más tratamientos y suplementos que ayudan a frenar nuestro envejecimiento o mejorar las condiciones en las que lo hacemos. Pero tus hábitos son esenciales en cómo este se frena. La longevidad como factor biológico muchas veces se ve influida por el indicador social de la esperanza de vida de la comunidad en la que vives o de tu situación personal. Si alguna vez te has preguntado cuanto tiempo vas a vivir o hasta qué edad, debes saber que no eres el único que se lo pregunta, ni mucho menos, de hecho es una gran misterio que afecta a todo la humanidad e incluso cada vez más películas plantean esta idea.
11 consejos científicos para la longevidad
Sin embargo, en los últimos años, los investigadores han encontrado algunos factores clave en la determinación de si una persona va a vivir una vida larga y saludable, o no tanto. Hemos rescatado 11 consejos científicos que seguro que nunca te habías planteado:
1. Los optimistas viven más (y mejor)
Las personas que tienen una visión positiva de la vida, por lo general pueden florecer en todo aquello que imaginan. La gente feliz y positiva generalmente vive con menos estrés, lo que hace que el sistema inmunológico de su cuerpo cuerpo sea más fuerte y resistente frente a las enfermedades.
2. Tener buenos amigos también ayuda
Al tener buenos amigos, tendremos a la vez un escudo de defensa contra el estrés. Ello nos ayudará a olvidar momentos tensos o delicados de nuestra vida y nos permitirá divertirnos, consiguiendo liberar endorfinas, que no sólo nos mantienen en un buen estado de ánimo, sino que también nos convertirán en una persona más saludable.
A diferencia de su red profesional, las amistades regenerativas respaldan su bienestar y vitalidad. Conoces a esas personas en una variedad de contextos, desde conexiones familiares hasta pasar tiempo en el gimnasio. Tal complejidad de situaciones sociales agrega profundidad a las amistades, haciéndolas emocionalmente vinculantes y alentándote a invertir más tiempo, energía y sentimiento en ellas.
4. Si su madre era joven cuando te tuvo, tienes un plus.
Estadísticamente, si tu madre te tuvo antes de los 25 años, tienes el doble de probabilidades de llegar a los 100 años. A eso le podemos sumar Capricornio es el signo más longevo del zodiaco por lo que si naces entre el 21 de diciembre y el 19 de enero sumas más puntos a tu longevidad (aunque este último no es un dato científico, sólo una curiosidad).
5. Vivir en una casa limpia (aunque no demasiado)
Los productos para la limpieza del hogar y la ropa que compramos en supermercados y droguerías dejan limpios nuestros hogares, pero liberan sustancias contaminantes en el aire y el agua, sustancias que representan una amenaza para la salud y para los ecosistemas.
Si bien con el tiempo se han ido reduciendo los máximos permitidos de algunos de estos ingredientes, sobre todo de fosfatos y tensioactivos derivados del benceno, los detergentes y limpiadores convencionales siguen siendo perjudiciales para la salud, no ya solo por su ingestión, sino por su inhalación o contacto con la piel.
Existen productos naturales, que por sí solos o combinados entre sí, pueden sustituir perfectamente al arsenal de productos químicos que usamos para la limpieza en nuestro hogar. Ya los utilizaban nuestras abuelas, o diría incluso que nuestras bisabuelas, pero el estilo de vida que llevamos ha hecho que estas “recetas” queden casi en el olvido.
6. Nunca dejes de plantearte nuevos retos.
Las personas que son auto-disciplinadas y se fijan metas para sí mismos suelen vivir mucho más tiempo que las personas letárgicas. Si lo enfocamos correctamente, utilizaremos más energía del cerebro lo que conduce a tener un cerebro más saludable y feliz. Una mente activa y llena de proyectos y retos es una mente más feliz… y más sana.
7. Come menos carne. Come menos en general.
Que buena parte del secreto de la longevidad está en la dieta es una certeza respaldada por la comunidad científica. Pero lo que aún no está tan claro es cómo debería ser esa dieta para vivir más y mejor. ¿Debería incluir una copa de vino tinto al día? ¿tendría poca grasa y mucha fruta y verdura? ¿habría que comer muy poco?
Varios trabajos científicos han respaldado muchas de estas recomendaciones, pero ahora dos nuevos estudios realizados por grupos de investigación diferentes apuntan una nueva: controlar la cantidad de proteínas animales a lo largo de la vida. En resumen, pocas cuando aún somos jóvenes y más al entrar en la vejez.
8. ¿No sabes qué comer? Pregúntale al señor Miyagi.
Casi todos recordamos aquella película de los 80, Karate Kid en la que el señor Miyagi, natural de Okinawa nos hablaba con cariño de su isla natal mientras enseñaba al joven Daniel Larussotécnicas de defensa oriental. Pues precisamente en esta isla se encuentra muchos de los secretos de una dieta para la longevidad. Okinawa pues no en vano es la región con mayor tasa de centenarios del planeta, y famosa en el mundo entero precisamente por este récord.
La dieta tradicional okinawense se ajusta a lo que conocemos como una dieta equilibrada. Esta población emplea un término, Ishoku-dogen, que significa algo como “el alimento y la medicina provienen de la misma fuente”. Su alimentación se basa en vegetales de hoja verde, pescado, patatas dulces (no tienen que ver con las patatas que conocemos, y están llenas de antioxidantes), granos enteros, arroz integral, cerdo salvaje y productos de soja. Los alimentos de esta región son los únicos de Japón que tienen una clara influencia también de la dieta china, así comparten los platos chinos de vegetales con cerdo con los japoneses de pescado y algas. Los okinawenses no consumen azúcares, carnes rojas ni harinas refinadas.
Aparte de los alimentos que ingieren, es muy destacable reseñar que siguen una clara restricción calórica. Un okinawense medio consume 1.500 calorías, un 40% menos que el americano promedio. Los okinawenses cultivan sus propios vegetales, y es destacable que en la localidad de Kijoka, donde los okinawenses viven más, el suelo es particularmente rico en minerales debido a las aguas marinas.
9. Hay que andar y bailar más.
Las personas que caminan alrededor de 30 minutos cada día tienden a vivir hasta cuatro veces más que los que lo hacen menos que ellos. Eso es una locura teniendo en cuenta que se trata de una pequeña cantidad de ejercicio. Hay que caminar siempre que se pueda, tu cuerpo te lo agradecerá y tu mente también. Y por supuesto, también bailar.
10. No tomes refrescos.
Viendo el estado de la salud en el mundo es increíble que personas informadas sigan bebiendo gaseosas. Sabemos que beber una lata de refresco es consumir alrededor de 8 cucharadas de azúcar refinada, y sabiéndolo seguimos consumiéndolas, como si unos minutos de placer refrescante fueran más importantes que nuestra salud a largo plazo. Aquí les presentamos las principales razones para dejar de beber gaseosas inmediatamente: asma, problemas de riñones, exceso de azúcar, obesidad, disuelve el esmalte dental, enfermedades cardíacas, complicaciones reproductivas, osteoporosis y diabetes.
11. Rodéate de personas sanas.
Si eliminas las malas influencias en tu vida, las probabilidades de morir temprano caen significativamente. Negativamente, si tus amigos no son saludables, encontrarás toda clase de excusas para unirse a ellos en su insalubridad.
Si quieres vivir para convertirte en la persona más vieja del mundo, siguiendo estos pasos lograrás tener más posibilidades de conseguirlo. No hay garantía de que vayas a conseguir ser la persona más mayor del mundo, pero estos saludables trucos te ayudará a vivir mejor y más tiempo que si no los practicas.
Prepárese para disfrutar de una vida que abarca un siglo
The 100-Year Life es su guía para prosperar en un mundo en el que las personas viven más tiempo. Explican cómo ha cambiado el mundo laboral, qué significa para su jubilación y qué ajustes debe hacer para disfrutar de la vida en los tres dígitos.
Si supiera que viviría más allá de los 100, ¿viviría su vida de manera diferente? Este puede ser un concepto difícil de comprender, ya que durante la mayor parte de nuestras vidas, vivir hasta los 80 fue el límite superior para el envejecimiento. Pero esto está cambiando.
La mejora de la medicina y las condiciones de vida en muchas partes del mundo han llevado a los científicos a creer que vivir más de 100 años pronto se volverá normal, es decir, 100 se están convirtiendo en los nuevos 80.
Esto cambiará drásticamente cómo vivimos y, en particular, cómo pasamos nuestros años de jubilación. Estas claves ofrecen una mirada a lo que significa vivir más tiempo en la práctica y cómo puedes prepararte personalmente para vivir una vida más larga con tus amigos centenarios.
Los avances médicos, una mejor higiene, un mejor saneamiento y educación nos han ayudado a ser más longevos
La sociedad moderna está repleta de ejemplos de niños felices y saludables. Sin embargo, históricamente, este no fue siempre el caso. El salto en la tasa de natalidad mundial es el resultado de un aumento dramático en la esperanza de vida humana, provocado por los avances en el tratamiento de enfermedades comunes a las diferentes etapas de la vida.
La infancia es la primera etapa y aquí la medicina ha hecho grandes avances. No hace mucho tiempo, era común que los niños murieran antes de llegar a la adolescencia.
Gracias a las mejoras en las vacunas, la higiene general y otros avances en la medicina como el descubrimiento de los antibióticos, muchas enfermedades infantiles mortales como la viruela se han erradicado en su mayoría.
La sociedad en general también sabe más sobre la buena nutrición y la atención médica adecuada. Todos estos elementos tomados en conjunto significan que los niños viven vidas más saludables y más largas. Un niño nacido en 1914, por ejemplo, tenía un uno por ciento de posibilidades de vivir hasta los 100 años; un niño nacido en 2014 tiene un 50 por ciento de posibilidades de vivir tanto tiempo.
La mediana edad es la segunda etapa de la vida, y aquí, muchas enfermedades comunes ahora se comprenden y tratan mejor. En la segunda mitad del siglo XX, por ejemplo, la ciencia médica pudo desarrollar formas más sofisticadas de diagnosticar y tratar enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Casi al mismo tiempo, una nueva investigación señaló formas en que las personas podrían mejorar aún más la salud, mientras que una mejor educación corrió la voz. Finalmente, se consideró que fumar era el asesino que es, lo que resultó en regulaciones sobre los anuncios de tabaco y campañas agresivas de salud pública que abordan los riesgos de fumar.
Hoy, la ciencia está examinando la tercera etapa de la vida: la vejez. Los avances aquí seguramente producirán otro aumento en la esperanza de vida humana.
Las enfermedades de la vejez, como el Alzheimer, afectan tanto la calidad como la duración de la vida del paciente. La investigación diligente de enfermedades como esta significa que estamos viendo resultados y, de hecho, las personas mayores también están viviendo vidas más largas y saludables.
En 1950, por ejemplo, un hombre de 90 años que vivía en Inglaterra tenía un 30 por ciento de posibilidades de morir en un año; hoy, esa estimación es ahora del 20 por ciento. Se agradece la mejora de la nutrición, la tecnología médica avanzada y un mejor saneamiento por esta extensión de la vida humana.
El aumento de la esperanza de vida significa que los planes de pensiones estándar y los ahorros para la vejez no son suficientes
No es necesario un doctorado en economía para saber que el mundo laboral ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Tu vida en la oficina es sin duda muy diferente a la de la generación de tus padres.
Pero, ¿cómo se relacionan esas diferencias con el aumento de la esperanza de vida?
Sus padres probablemente siguieron una carrera sencilla de tres etapas, que consistió en la escuela, el trabajo y luego un corto período como jubilado. Los miembros de esta generación en particular, o las personas nacidas entre las décadas de 1940 y 1960 y que terminaron la escuela alrededor de los 20 años, podrían, en general, esperar jubilarse cómodamente.
Veamos el ejemplo de Jack, que nació en 1945. Se graduó de la universidad a los 20, ingresó a la fuerza laboral durante la Edad de Oro de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y se retiró a la edad de 62, después de 42 años de empleo. Luego murió unos años después, a la edad de 70 años.
Las finanzas de Jack eran sólidas, en gran parte porque recibió una pensión de su empleador y la seguridad social del gobierno. Dado que solo vivió ocho años después de jubilarse y trabajó durante más de 40 en total, por cada año de jubilación, se financió con cinco años de trabajo activo, una base saludable.
Pero imagínese si Jack hubiera vivido hasta los 100 años. Con el aumento de la esperanza de vida, esto no es poco realista. Con esos años adicionales, la solidez de la pensión original de Jack comienza a desmoronarse o desaparecer por completo.
En resumen, vivir más tiempo dificulta que las personas se jubilen por completo, ya que el antiguo modelo social de tres etapas para financiar los años de jubilación se está derrumbando.
He aquí un ejemplo moderno. Jane nació en 1998. Su esperanza de vida es de unos 100 años, unos 30 años más que la de Jack. Si Jane se jubila a los 65, habrá trabajado durante 44 años, pero pasará 35 años jubilada.
En pocas palabras, los ahorros de Jane acumulados durante sus años de trabajo no podrán soportar una jubilación prolongada.
Jane tiene poco más de un año de trabajo activo para pagar cada año de su jubilación, una quinta parte de lo que tenía Jack. Es más, dado que tanto las pensiones gubernamentales como las privadas pagan cada vez menos, Jane tendrá que destinar cada vez más ingresos a sus ahorros para la jubilación.
Está claro que el aumento de la esperanza de vida empieza a plantear serios desafíos para la sociedad. Pero como veremos, los trabajadores también están lidiando con otros problemas.
La inteligencia artificial está cambiando la naturaleza del trabajo, pero en algunas áreas, los humanos siguen siendo esenciales
Es posible que tus padres de hoy ni siquiera entiendan qué es lo que haces para ganarte la vida; el trabajo moderno ha cambiado tanto en poco tiempo. Y ciertamente seguirá cambiando a medida que la tecnología influya en el lugar de trabajo.
Los desarrollos en inteligencia artificial (IA) ciertamente están cambiando el trabajo tal como lo conocemos. Si bien esta tecnología aún es joven, podemos esperar que su influencia crezca, con los mayores cambios por venir.
El economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts, David Autor, dice que los trabajos que involucran tareas rutinarias, ya sean manuales o cognitivas, pronto serán realizados por máquinas. En los almacenes de Amazon, por ejemplo, los robots mueven la mayor parte del inventario.
Tareas como estas pueden automatizarse, ya que siguen reglas estrictas y no requieren que una persona tome decisiones. De hecho, no importa cuán sofisticado sea un proceso, siempre que siga un guión. Esto podría significar que, en breve, los robots podrían realizar una tarea compleja pero rutinaria como un diagnóstico médico.
Si bien las máquinas inteligentes pueden reemplazar pronto a muchos humanos en trabajos, todavía hay tareas para las que los humanos son esenciales.
La gente puede resolver problemas complejos; también podemos proponer ideas nuevas e innovadoras. Este segundo punto es crucial, ya que es la innovación la que crea valor.
El iPhone de Apple, por ejemplo, es ensamblado por la empresa china Foxconn, a un costo de fabricación del cinco al siete por ciento del precio de compra del teléfono. Dado que Foxconn «fabrica» el iPhone, uno podría imaginar que la empresa es responsable de crear todo el valor que tiene el producto.
Pero en realidad, un empleado de Foxconn produce solo $ 2,000 de valor, ya que una persona solo puede ensamblar tantas unidades. Un empleado de Apple, por otro lado, crea un valor de $ 640,000, porque Apple, no Foxconn, es responsable del diseño del teléfono, del cual se venden millones de unidades.
Los seres humanos también sobresalen en tareas que implican interacción interpersonal, un punto básico pero importante, ya que después de todo, a las personas les gusta interactuar y hablar con otras personas.
En otras palabras, si bien las computadoras pueden resolver ecuaciones matemáticas de manera rápida y precisa, aún no pueden competir con las personas en términos de contacto personal, percepción o movilidad.
Los activos intangibles como la salud y el autoconocimiento son cada vez más importantes
¿Eres alguien que pasa cada minuto libre en el gimnasio haciendo ejercicio para mantenerse saludable? si es así, bien por ti. Cuidar de sí mismo puede ser más importante de lo que cree.
Con la esperanza de vida en aumento, mantenerse saludable es aún más esencial. Por ejemplo, digamos que desarrolla dolor de espalda a los 50 años y se espera que viva hasta los 70. Tendrá que controlar su dolor de espalda durante unos 20 años, que ya es un período largo.
Ahora imagina que tu esperanza de vida no es de 70, sino de 100 años. ¿Cómo te sientes con 50 años de agonía?
¡Así que quizás sea hora de ir al gimnasio o visitar a un médico! Curiosamente, hacer ejercicio no solo es bueno para abordar los problemas de un cuerpo que envejece. Los estudios sugieren que a medida que envejecemos, las elecciones de estilo de vida son responsables del 70 por ciento de nuestro deterioro mental.
Esto significa que el ejercicio físico también puede mantenerlo en buena forma mental. Lo mismo ocurre con comer mucho pescado y productos frescos y realizar ejercicios de entrenamiento mental.
Entonces, ahora sabes que cuidar tu cuerpo físico es importante para tu bienestar, pero ¿sabías que ser autorreflexivo también es importante?
Hoy en día, usted determina principalmente quién es usted, no su árbol genealógico o tradición. La autorreflexión es crucial en este contexto, ya que te ayuda a reconocer tus fortalezas, debilidades y valores, y determina cómo te ves a ti mismo y al mundo.
Si se toma el tiempo para entenderse mejor a sí mismo, puede reflexionar mejor sobre las decisiones importantes y elegir el camino que mejor se adapte a sus necesidades. A su vez, esto le ayudará a afrontar el cambio de forma más productiva.
Digamos que no está satisfecho con un trabajo en el que ha estado durante años. Irse podría resultar en un ingreso más bajo en otro lugar y un futuro incierto en general. Pero si tiene una idea clara de sus fortalezas y deseos, encontrará un trabajo que se adapte mejor.
Permitir las fases de exploración se vuelve más importante a medida que aumenta nuestra esperanza de vida
La economía mundial ha cambiado significativamente, ofreciendo muchas realidades laborales diferentes para cada generación sucesiva. Si bien es posible que sus padres hayan encontrado un trabajo en sus 20 y se mantuvieron hasta la jubilación, hoy sus opciones como individuo trabajador son mucho más amplias.
Dado que los jóvenes de hoy ya no están limitados por las tres etapas tradicionales de escolaridad, trabajo y jubilación, hay más espacio para la exploración, lo cual es importante. Ser un explorador puede significar aprender más sobre otros países, pero también significa explorar su entorno y encontrar su lugar en él.
Una vida más larga significa que las decisiones que tome desde el principio pueden tener un mayor impacto en los próximos años. Por lo tanto, es esencial explorar todas sus opciones, en el trabajo y en la vida, y encontrar las que sean adecuadas para usted.
Los mejores momentos para hacer esto son entre las edades de 18 y 30, nuevamente entre los 40 y los 70 u 80. Estos son los momentos en que ocurren las transiciones naturales de la vida y, por lo tanto, están maduros para la reflexión.
Tenga en cuenta que si bien la exploración de cada persona será diferente, no es raro que esta experiencia encienda el deseo de crear más o de convertirse en alguien que produzca de forma independiente. Seguir un camino como este puede ofrecer una libertad sustancial de una vida laboral «normal».
Cuando trabaja para una empresa establecida o crea una nueva empresa, su enfoque tiende a estar en el dinero y otros activos financieros. Pero convertirse en un productor independiente lo ayuda a concentrarse en el proceso en sí, ya sea que esté diseñando un producto o lanzando un servicio.
Puede iniciar un blog y crear un producto a su alrededor, como un curso en línea, por ejemplo.
La clave es que este tipo de actividad se trata de experimentación: fracasar y aprender haciendo. Pero también puede ser una forma de desarrollar sus credenciales, especialmente si recién está comenzando su carrera.
Una jubilación cómoda se basa en conocimientos financieros y una planificación financiera inteligente
Es difícil pensar en planes de jubilación sin pensar en el dinero. Si bien la mayoría de la gente sabe que una jubilación cómoda se construye a través de una contabilidad inteligente, eso no significa que poner en orden sus finanzas sea un proceso fácil.
De hecho, planificar la jubilación es complejo, ya que es difícil anticipar precios o necesidades futuras. Sin embargo, existen algunos trucos que le ayudarán a planificar el camino hacia una jubilación sin estrés.
Primero, necesita saber qué porcentaje de su salario será suficiente para vivir una vez que se jubile. ¿El 50 por ciento es suficiente o necesitará más?
Para resolver esto, piense en qué gasta dinero ahora y cuánto gasta en total.
Una vez que esté jubilado, los costos como los desplazamientos al trabajo ya no existirán, y otras actividades, como comer en restaurantes, se reducirán a medida que tenga más tiempo para cocinar. Sin embargo, otros costos, como los medicamentos recetados o la atención médica, podrían ser más altos.
Si bien es importante comprender mejor sus finanzas, también deberá aumentar sus conocimientos financieros. La prueba de las 5 grandes preguntas le ayudará a hacer esto. Tómese un minuto para anotar la respuesta a las preguntas:
La primera pregunta es: suponga que tiene $ 100 en ahorros con una tasa de interés anual del dos por ciento. ¿Cuánto dinero tendrías después de cinco años?
Para la segunda pregunta, imagine que su tasa de interés es del uno por ciento y la inflación es del dos por ciento. Después de un año, ¿podría comprar más, menos o la misma cantidad de bienes?
La tercera pregunta es verdadera o falsa: comprar acciones de una sola empresa suele ser más seguro que invertir en un fondo mutuo.
Y la cuarta pregunta también es verdadera o falsa: una hipoteca a 15 años generalmente requiere pagos mensuales más altos que una hipoteca a 30 años, pero el interés total durante la vida del préstamo tiende a ser menor.
Y la última pregunta: si suben las tasas de interés, ¿qué pasará con el precio de los bonos?
Una vez que pueda responder estas preguntas correctamente, será un ahorrador y planificador de jubilación más inteligente.
Aquí están las respuestas:
Pregunta uno: poco más de $ 110;
Pregunta dos: Menos;
Pregunta tres: Falso;
Pregunta cuatro: Verdadero;
Pregunta cinco: Caerán.
Cómo aprovechar mejor tu vida
Cuando conoces a alguien en una fiesta, es común querer saber todo tipo de cosas sobre esa persona, desde dónde trabaja hasta qué música le gusta.
Curiosamente, mostramos considerablemente menos curiosidad cuando nos enfocamos con la misma lente.
Si desea moldear su vida de manera positiva, es bueno comenzar con la pregunta: «¿Quién soy yo?»
A medida que la civilización humana ha avanzado, esta cuestión se ha vuelto cada vez más importante. Durante la mayor parte de la historia, la vida fue corta y estuvo dominada por luchas básicas por comida y refugio. Hoy, tales luchas en gran parte del mundo son un problema menor. En cambio, podemos esperar vivir más tiempo y tener una mayor medida de seguridad como lo hacemos.
Debido a esto, somos más libres para moldear nuestras vidas en función de nuestro sentido de identidad y valores. Pero antes de que podamos hacer esto, necesitamos saber quiénes somos, lo que puede ser un verdadero desafío.
Históricamente, los roles de género tradicionales y el estatus social o familiar heredado a menudo daban forma a la identidad de una persona. Pero la sociedad continúa cambiando y evolucionando, y esas presiones ya no son tan relevantes.
Ahora muchas personas pueden construir una vida que coincida con sus valores, deseos y ambiciones individuales.
Ya sea que sus planes tengan que ver con las finanzas, el conocimiento personal o las redes sociales, es esencial que encuentre una trayectoria particular que se ajuste a lo que es. El mundo moderno está empujando a las personas a volverse más individualistas, haciendo de la experimentación en la vida diaria una actividad crucial.
La conclusión es que hay millones de cosas que puedes hacer con tu vida, y explorar diferentes opciones es la única forma de descubrir qué funciona para ti y qué no.
Entonces, si bien vivir hasta los 100 años ofrece más libertad, también plantea más desafíos. Tomar sus propias decisiones y encontrar su verdadera identidad lo ayudará a construir una vida que aproveche al máximo sus años adicionales en el mundo.
Esperanza de vida
Lifespan profundiza en la investigación genética de vanguardia y avanza nuevas teorías sobre por qué envejecemos y cómo podemos prevenir el envejecimiento por completo. Desde investigaciones de laboratorio de alta tecnología hasta estrategias nutricionales simples, sirve como una guía de las diversas formas en las que ya podemos, o podríamos llegar pronto, a tener una vida mejor y más larga.
David A. Sinclair, PhD, es un destacado científico y profesor de genética en la Escuela de Medicina de Harvard. La revista Time lo nombró una de las 50 personas más influyentes en la atención médica y una de las 100 personas más influyentes del mundo. Matthew LaPlante es un escritor científico y periodista que se especializa en escribir sobre genética y longevidad.
Olvídese de la varicela, la laringitis e incluso el resfriado común: hay una enfermedad que nos afecta a todos y que finalmente matará a muchos de nosotros: el envejecimiento.
El envejecimiento puede ser incómodo, frustrante, humillante, doloroso, costoso. . . y fatal. Sin embargo, hasta ahora, hemos tendido a aceptarlo como una parte inevitable de la vida. Pero los avances científicos están reformulando la forma en que pensamos sobre el envejecimiento; Los avances en genética nos acercan cada vez más a la determinación de las causas fundamentales del envejecimiento, y los científicos están a punto de encontrar tratamientos eficaces.
Como muestran las siguientes claves, nos estamos acercando a un mundo en el que el envejecimiento será opcional. Un mundo en el que dependerá de nosotros, y no de los procesos de envejecimiento, determinar los límites de nuestra esperanza de vida. Pronto, podremos vivir una vida sana durante mucho más tiempo.
Si queremos vivir una vida más larga, saludable y mejor, es vital que replanteemos nuestro enfoque del envejecimiento. El envejecimiento no es un hecho de la vida, es una enfermedad que tiene el potencial de ser entendida y curada. Los investigadores en genética están cada vez más cerca de hacer retroceder el reloj en el proceso de envejecimiento; podríamos estar en la cúspide de un mundo en el que se erradica el envejecimiento y la gente vive más tiempo que nunca.
Consideramos que el envejecimiento es inevitable, pero en realidad es una enfermedad tratable
A principios del siglo XX en los Estados Unidos, la influenza, la neumonía, la tuberculosis y las afecciones gastrointestinales representaron aproximadamente el 50 por ciento de todas las muertes. Era casi inevitable que una persona de cada dos muriera a causa de una de estas aflicciones.
Hoy en día, solo el 10 por ciento de las personas en los Estados Unidos que contraen influenza o neumonía están en peligro de morir, y la tasa de mortalidad del país por tuberculosis y afecciones gastrointestinales es tan baja que es estadísticamente irrelevante.
Gracias a los avances médicos, las enfermedades que antes significaban la muerte ahora rara vez ponen en peligro la vida.
¿Qué pasaría si pensáramos en el envejecimiento como una enfermedad, como la neumonía o la tuberculosis? Como cualquier enfermedad, el envejecimiento presenta una serie de síntomas, como demencia, insuficiencia orgánica, pérdida de densidad ósea, solo por nombrar algunos. Las heridas también tardan más en sanar cuando envejecemos, nuestros cuerpos se vuelven más susceptibles a infecciones y virus, nuestros órganos fallan lenta pero inexorablemente y nuestra función cerebral se ve afectada.
Los recientes avances en genética muestran que el envejecimiento en realidad es una enfermedad. No solo eso, es una enfermedad que es potencialmente curable y eliminarla agregaría años a nuestra esperanza de vida. Sin los síntomas del envejecimiento con los que lidiar, la calidad de nuestras vidas recientemente extendidas mejoraría inmensamente.
Por supuesto, como cualquier enfermedad, el envejecimiento se trata mejor no abordando sus síntomas uno por uno, sino dirigiéndose a su causa raíz. El cáncer proporciona una comparación útil aquí. Hasta la década de 1960, los investigadores no entendían qué causaba el cáncer, por lo que el tratamiento se centró en los síntomas, no en las causas fundamentales. Los médicos extrajeron las células cancerosas donde las encontraron, a menudo destruyendo las células sanas en el proceso.
En la década de 1970, los biólogos moleculares descubrieron el oncogén . Este es el gen específico que causa cáncer cuando muta. En lugar de atacar los síntomas al azar, los tratamientos posteriores contra el cáncer podrían apuntar específicamente al oncogén, dejando ilesas a las células sanas y mejorando las tasas de supervivencia de los pacientes.
Entonces, ¿por qué no hemos hecho algo similar en nuestro enfoque del envejecimiento? Porque hasta ahora, se sabía muy poco sobre su causa raíz. Sin embargo, una serie de avances recientes están acercando cada vez más a los científicos a identificarlo.
¿Dónde creen estos científicos que se encuentra la fuente del envejecimiento? Está muy dentro de nuestra estructura genética.
Nuestros genes están programados para la longevidad
El pólipo de agua dulce Hydra vulgaris , un pequeño organismo que habita en el agua, ha fascinado durante mucho tiempo a los genetistas. ¿Por qué? Ha evolucionado para resistir la senescencia biológica . Este es el lento deterioro de la función que ocurre cuando las células que han dejado de dividirse se acumulan en un organismo. También es, esencialmente, la causa del envejecimiento.
En la naturaleza, Hydra vulgaris es vulnerable a los depredadores y otros factores ambientales; Sin embargo, cuando se mantienen en condiciones de laboratorio, parecen ser efectivamente inmortales, ya que no muestran signos de envejecimiento. Otras criaturas «inmortales», como el árbol de piña, el tiburón de Groenlandia y la ballena de Groenlandia, también aparentemente han evolucionado para desafiar o diferir significativamente la senescencia biológica.
¿Es posible que los humanos evolucionen de manera similar? Nuestro cableado genético parece indicar que podríamos.
Si bien la mayoría de los organismos vivos no han evolucionado para resistir la senescencia, todos han sobrevivido al desarrollar el mismo circuito genético , una especie de sistema cerrado en el que la acción de un gen desencadena la reacción de otro, y así sucesivamente.
Para comprender este circuito genético, debemos remontarnos al comienzo mismo de la vida biológica y la sopa primordial, llena de células que se dividen y multiplican rápidamente. Los científicos especulan que todas estas células tempranas tenían dos genes dentro de ellas. Llamémosles gen A y B de genes .
El gen A es un gen cuidador que detiene la reproducción celular en respuesta a factores ambientales estresantes. Después de todo, no tiene sentido reproducirse en un entorno inhóspito. El gen B es un gen silenciador; cuando las condiciones ambientales mejoran, envuelve el gen A en proteína, apagándolo y reiniciando así el proceso de reproducción. Básicamente, el gen A es la luz roja para la reproducción celular y el gen B es el verde.
Pero para sobrevivir, algunas células desarrollaron un circuito genético en el que el gen B no solo apagó el gen A, sino que también reparó activamente cualquier ADN dañado dentro de la célula antes de que la reproducción comenzara nuevamente. Esto significaba que el ADN dañado no se replicaba, lo cual era importante porque la replicación del ADN dañado es una forma en que las células pueden perder la capacidad de replicarse por completo. Y las células que no pueden replicarse se vuelven senescentes.
Los seres humanos ahora exhiben una versión más evolucionada de este circuito de supervivencia, pero su función básica es la misma: reparar el ADN y prevenir la pérdida de información genética que hace que las células dejen de replicarse, se vuelvan senescentes y contribuyan al proceso de envejecimiento. En este sentido, estamos programados para evitar la senescencia. Entonces, ¿por qué no somos inmortales? La respuesta a esta pregunta se encuentra en ese mismo circuito de supervivencia.
La teoría de la información del envejecimiento propone que el envejecimiento es la pérdida de información celular
La teoría de la información del envejecimiento del autor postula que el envejecimiento ocurre debido a una pérdida de información celular. Esta pérdida de información es causada por el proceso de reparación que debería prevenir el envejecimiento. Como hemos visto, el ADN puede dañarse cuando se repara incorrectamente. Eso significa que una célula pierde la información vital que necesita para replicarse perfectamente, lo que eventualmente lleva a que la célula deje de funcionar por completo.
Ahora bien, si la información vital que nos hace quienes somos estuviera contenida dentro de nuestro ADN, esto no sería un problema: el ADN puede replicarse perfectamente por sí solo. Pero nuestro epigenoma es igualmente vital.
¿Que es eso? Bueno, digamos que el óvulo humano fertilizado, donde el ADN de nuestros padres se combina y se vuelve a secuenciar en nuestro propio ADN personal, es la fuente de nuestra información genética personal. Entonces, el epigenoma, el término colectivo para todos los procesos y estructuras que regulan nuestros genes y su expresión, es el transmisor de esa información a su receptor, nuestros cuerpos.
Uno de estos procesos epigenéticos se llama marcado genético y es importante, ya que también contribuye a la pérdida de información. Básicamente, la marcación genética ocurre cuando los genes colocan etiquetas químicas en las células que les dicen lo que deberían ser, por ejemplo, diciéndole a una célula del riñón que es una célula del riñón y no una célula del cerebro.
Algunos de los genes involucrados en este proceso, como los genes de sirtuína , también juegan un papel importante en la reparación del ADN, prolongando nuestra vida útil y promoviendo la vitalidad. Estos genes codifican una familia de proteínas llamadas sirtuinas que pueden desplegarse para moverse dentro de su célula de origen, activando y desactivando otros genes dentro de la célula en respuesta a emergencias como enfermedades o inflamación, a medida que avanzan. Las sirtuinas son como cuidadores itinerantes, que hacen las reparaciones y ajustes que cada célula necesita para mantenerse saludable y funcional.
Obviamente, los «genes de la longevidad», como los genes de la sirtuina, son tremendamente importantes en la lucha contra el envejecimiento. La otra cara es que cuando no funcionan correctamente, también pueden causar envejecimiento. Eso es porque cuando las sirtuinas se movilizan para responder a emergencias, no siempre encuentran el camino de regreso al lugar que les corresponde dentro de su celda. Pueden convertirse en agentes no regulados, desactivando genes que deberían activarse y viceversa. Cuando las sirtuinas se vuelven rebeldes, contribuyen a la pérdida de información celular que causa el envejecimiento.
Gracias a la Teoría de la Información del Envejecimiento, los investigadores no solo están comprendiendo la causa raíz del envejecimiento. También se están acercando al desarrollo de una cura eficaz. Mientras tanto, hay muchas formas de optimizar sus genes de longevidad; cambiando la forma de comer, por ejemplo, como veremos a continuación.
Puede ayudar a sus genes de longevidad a combatir el envejecimiento
Los genetistas pueden estar a punto de encontrar una cura para el envejecimiento, pero en algunas partes del mundo, las personas han desafiado los efectos del envejecimiento durante siglos. Estos focos de longevidad fueron identificados por primera vez a mediados de la década de 2000 por el autor Dan Buettner, el experto en longevidad Dr. Michel Poulain y el médico Gianni Pes. El trío apodó a estos bolsillos Zonas Azules . Las zonas azules cuentan con tasas inusualmente altas de nonagenarios (personas de 90 años) y residentes centenarios. Además, estos residentes longevos permanecen activos y vitales a pesar de su edad. Entonces, ¿cuál es su secreto?
Por un lado, todos los residentes de las Zonas Azules consumen dietas predominantemente vegetales bajas en proteínas animales. La ingesta de proteínas aporta aminoácidos esenciales al cuerpo, que funcionan como los «bloques de construcción» de todas nuestras proteínas internas. Estos aminoácidos solo se pueden obtener a través de la dieta y las proteínas animales los suministran en grandes cantidades. Eso es bueno, ¿verdad? Bueno, tal vez no. Cuando estamos saciados de aminoácidos, el cuerpo abandona el modo de supervivencia. Como resultado, el instinto genético para reparar el ADN y promover la replicación celular saludable, que se activa en momentos de estrés, se apaga.
Las proteínas de origen vegetal, por otro lado, entregan solo los aminoácidos suficientes para mantener las funciones corporales saludables y, al mismo tiempo, mantienen al cuerpo en un estado de estrés deseable : las células están bajo suficiente estrés como para que el instinto de supervivencia para reparar y preservar el ADN se mantenga activo sin alcanzar un estado de emergencia en el que la salud y la función en general están comprometidas.
Hay algo más que los residentes de la Zona Azul hacen para cultivar un nivel saludable de estrés corporal. Restringen su ingesta de alimentos. Un estudio de 1978 mostró que los residentes de la zona azul de la isla de Okinawa consumían un 20 por ciento menos de calorías que sus contrapartes de Japón continental. Y en Ikaria, Grecia, los residentes siguen el calendario ortodoxo griego, que exige períodos de ayuno.
Se cree que el ayuno es otra forma sencilla de crear el estrés deseable que moviliza los genes de la longevidad sin enviarlos a toda marcha. En 1935, los investigadores de la Universidad de Cornell incluso demostraron que las ratas cuyas dietas estaban restringidas vivían significativamente más tiempo.
Sin embargo, es posible que la restricción de calorías a largo plazo no sea para todos. Afortunadamente, un estudio de 2011 de la Universidad Yeshiva encontró que el ayuno intermitente, en el que los participantes ayunaron durante cinco días en el transcurso de un mes, puede lograr los mismos efectos que el ayuno a largo plazo. Después de tres meses de ayuno intermitente, los participantes del estudio informaron niveles más bajos de la hormona IGF-1 o factor de crecimiento de insulina 1 . Se cree que los altos niveles de IGF-1 juegan un papel en el envejecimiento y las enfermedades; mientras tanto, el genetista Nir Barzilai, ha descubierto que las familias en las que las mujeres viven habitualmente después de los 100 años tienen niveles más bajos de IGF-1 en común.
Las prácticas antiguas como el ayuno tienen tanto potencial como los descubrimientos de vanguardia cuando se trata de curar la enfermedad del envejecimiento. Veremos los enfoques de ambos tipos.
Una cura para el envejecimiento puede estar más cerca de lo que pensamos
Un mundo en el que el envejecimiento ha sido completamente erradicado puede parecer ciencia ficción, pero los genetistas están trabajando para hacerlo realidad.
Y aunque los medicamentos antienvejecimiento pueden estar a la vanguardia, la mayoría de las veces se derivan del mundo natural. Desde las bacterias del suelo hasta las flores silvestres, las claves para curar el envejecimiento pueden estar en la naturaleza.
Una cura potencial tiene su origen en Rapa Nui, la isla frente a la costa de Chile, más comúnmente conocida en Occidente como Isla de Pascua. En la década de 1960, un equipo de científicos descubrió un nuevo tipo de bacteria en el suelo debajo de una de las famosas estatuas de cabezas de la isla. Se descubrió que contenía un compuesto antifúngico que posteriormente se denominó rapamicina . Inicialmente utilizada como un inmunosupresor que impedía que los cuerpos de los receptores de trasplantes de órganos rechazaran sus nuevos órganos, desde entonces se ha descubierto que la rapamicina tiene un potencial de prolongación de la vida.
Los estudios han demostrado que las moscas de la fruta a las que se les administra rapamicina viven hasta un 5 por ciento más. Y cuando los ratones al final de su esperanza de vida natural son alimentados con rapamicina, se ha descubierto que viven entre un 9 y un 14 por ciento más de lo esperado. ¿Por qué vivieron más tiempo las moscas y los ratones que recibieron rapamicina? La razón es que la rapamicina inhibe el gen mTOR de la longevidad. ¿Cómo promueve la longevidad la inhibición de un gen de supervivencia? Bueno, cuando mTOR se comporta como debería, promueve el crecimiento celular. Pero, al igual que las sirtuinas, a medida que envejecemos, nuestros genes mTor pueden volverse rebeldes y, de hecho, dirigir a las células a dejar de dividirse. Por tanto, la rapamicina regula nuestros genes mTOR para que no actúen en nuestra contra.
Si bien se necesita más investigación sobre el efecto de la rapamicina en los seres humanos, hay otro medicamento maravilloso antienvejecimiento que ya se está recetando, aunque como un tratamiento para la diabetes en lugar de un antídoto para el envejecimiento. Se llama metformina y se deriva de la ruda de cabra, un tipo de flor silvestre.
Los estudios han encontrado que la metformina activa la AMPK , una enzima que a su vez restaura la actividad mitocondrial . Las mitocondrias son pequeños orgánulos en la célula que transforman los nutrientes en energía. Estimularlos significa, por lo tanto, dar un gran impulso a la energía disponible para la reparación y función celular. Además, se ha descubierto que la metformina inhibe el metabolismo de las células cancerosas. Un estudio de 2017 encontró que en los seres humanos de edad avanzada, las dosis regulares de metformina reducen la demencia en un 4 por ciento, las enfermedades cardíacas en un 19 por ciento y la fragilidad, un síndrome relacionado con la edad cuyos síntomas incluyen debilidad, pérdida de peso involuntaria y agotamiento, en un 24 por ciento.
En el transcurso de nuestras vidas, es posible que la metformina, la rapamicina o uno de los muchos otros antídotos del envejecimiento en desarrollo se receten ampliamente para prevenir el envejecimiento y extender la vitalidad en la vejez. Mientras tanto, los investigadores también están librando una guerra contra el envejecimiento en un frente diferente: dirigiéndose a las células senescentes, o como también se las conoce; células zombies .
Para combatir el envejecimiento, primero deshazte de tus células zombies
Zombis. Son malas noticias en las películas de terror y son malas noticias a nivel celular. Es por eso que apuntar a las células zombies es una prioridad en la lucha para derrotar al envejecimiento.
Con el tiempo, nuestras células pueden volverse senescentes: su ADN se daña y pierden la información que necesitan para replicarse. Peor aún, la acumulación de células senescentes acelera el proceso de envejecimiento. Es más, aunque las células senescentes ya no son funcionales, tampoco están exactamente muertas. En lugar de desaparecer silenciosamente, pueden enviar señales de pánico, lo que indica un falso «estado de emergencia». Esto hace que las células que los rodean también envejezcan, lo que acelera aún más el proceso de envejecimiento. Como indican, estas células zombies también liberan citocinas , una forma de proteína que causa inflamación, y la inflamación es la raíz de muchas dolencias relacionadas con la edad, como las enfermedades cardíacas y la demencia.
Hay muchas formas en que el ADN puede dañarse. Una forma, según el anatomista Leonard Hayflick, es mediante el acortamiento de sus telómeros , que son tapas protectoras envueltas alrededor del extremo de la secuencia de ADN de cada célula. Al observar la división de las células humanas, Hayflick descubrió que, a medida que se dividían, sus telómeros se acortaban, dejando finalmente al descubierto la cadena de ADN.
Una vez que la hebra de ADN está expuesta, pueden suceder dos cosas. La célula puede leer esto como una ruptura en la cadena de ADN y trabajar para repararla fusionando la cadena rota de nuevo. El problema es que cuando el ADN se vuelve a fusionar incorrectamente, la célula se vuelve cancerosa. Alternativamente, el epigenoma, el complejo sistema de compuestos químicos y proteínas que regula nuestros genes, puede entrar en acción. Puede indicar a nuestras sirtuinas que apaguen la celda por completo. Esto previene la formación de células cancerosas, pero también provoca directamente la acumulación de células zombis senescentes.
¿Cuál es la solución a esta plaga de células zombies? Es complicado. Necesitamos acabar con las células senescentes sin dañar el resto de nuestros delicados ecosistemas celulares. Los senolíticos , una clase emergente de productos farmacéuticos, podrían estar a la altura.
Los senolíticos son fármacos destinados a atacar las células senescentes específicamente para su terminación. Los investigadores de la Clínica Mayo ya han probado dos formas de moléculas senolíticas en ratones: quercetina , una molécula que se encuentra en la col rizada, alcaparras y cebollas rojas, y dasatinib , que se usa comúnmente en quimioterapia. Los ratones tratados con senolíticos disfrutan, en promedio, de un aumento del 36 por ciento en su vida útil. Si bien estos resultados están lejos de ser concluyentes, son increíblemente prometedores, y el potencial de los senolíticos para combatir el envejecimiento en humanos es inmenso.
¡Hay un botón de reinicio de envejecimiento!
En 1996, cuando la oveja Dolly fue clonada a partir de una sola célula de oveja adulta, el mundo miró con asombro. Para algunos científicos, sin embargo, lo más sorprendente de Dolly era la célula de la que había sido clonada.
Dolly había sido creada a partir de las células de una oveja más vieja. Eso significaba que las células viejas tenían el potencial de producir células jóvenes, que incluso el ADN antiguo conserva un modelo para la juventud. Si la juventud está codificada en nuestro ADN, ¿podemos retroceder el reloj y presionar el botón de reinicio sobre el envejecimiento? Potencialmente, sí.
Como hemos visto, el envejecimiento se produce por la pérdida de información a nivel celular. Esa pérdida de información puede ser dramática. De hecho, los científicos estiman que a lo largo de nuestras vidas, ¡perderemos el 80 por ciento de nuestra información celular original!
Gracias a los experimentos de clonación, ahora también sabemos que esta información original no solo está bloqueada en algún lugar dentro de nuestro ADN, sino que también puede desbloquearse . Es posible que el científico japonés Shinya Yamanaka ya haya descubierto la clave.
Yamanaka ha aislado cuatro genes que pueden inducirse a transformarse en células madre pluripotentes , o células jóvenes a las que el epigenoma aún no les ha asignado una función. Estos cuatro genes, ahora conocidos como factores de Yamanaka , se pueden restablecer para realizar cualquier función en el cuerpo, y los investigadores de Harvard dicen que ya han visto resultados prometedores al reprogramar los genes de Yamanaka en ratones.
¿Cómo será la vida si logramos reprogramar con éxito estos genes en humanos? Bueno, potencialmente, seríamos inyectados con un «virus» que contiene los factores Yamanaka en algún momento en nuestros treinta. El virus permanecería latente hasta los cuarenta, cuando recibíamos otra inyección, esta que contenía una molécula como la doxiciclina, que activaría los factores de Yamanaka para comenzar a reprogramar nuestras células.
Repetiríamos el proceso de forma cíclica, en los sesenta, en los ochenta, y potencialmente mucho más allá de los 100. Lo que plantea otra pregunta: ¿Cómo se verá afectado el mundo cuando la esperanza de vida promedio se extienda a más de un siglo?
Una población que sabe envejecer puede transformar la sociedad
De los 100 mil millones de seres humanos que alguna vez vivieron en nuestro planeta, solo uno ha vivido más allá de los 120 años: Jeanne Calment de Francia. Calment murió en 1997, y aunque su edad exacta era incierta, se estimó en 122 años. En cuanto al resto de nosotros, el 99,98 por ciento morirá antes de cumplir los 100 años. Pero ese porcentaje está a punto de cambiar, y rápido.
Según el libro The 100 Year Life , de L. Gratton y A. Scott, la mitad de los niños nacidos en Japón en 2019 vivirán hasta los 107 años. Del mismo modo, la mitad de los niños nacidos en Estados Unidos en 2019 vivirán hasta los 107 años. 104. Y, a medida que los científicos se acercan cada vez más a curar la enfermedad del envejecimiento, nuestro pronóstico de longevidad mejora constantemente. Con cada mes que sobrevivimos, agregamos una semana a nuestra esperanza de vida.
Entonces, si bien Jeanne Calment se considera un caso atípico hoy en día, pronto puede ser un lugar común que los humanos sobrevivan hasta 122 años y más.
Pero, ¿cómo será el mundo cuando los seres humanos vivan habitualmente durante más de un siglo?
Ya tenemos una población que envejece. Y las personas que han pasado la edad de jubilación son costosas. Ya no contribuyen al PIB a través del trabajo y sus costos de atención médica y beneficios sociales son cada vez más elevados.
Seguramente, una mayor proporción de humanos viviendo por un período de tiempo más largo pondría más tensión en un mundo ya sobrecargado. En realidad, todo se reduce a cómo se amplía nuestra esperanza de vida. Si no solo podemos prolongar la vida, sino también curar la enfermedad del envejecimiento, nuestras perspectivas de futuro parecen mucho más optimistas.
Los economistas de la Universidad del Sur de California han sugerido que, debido a que el envejecimiento diferido significaría que las personas podrían continuar trabajando y contribuyendo al PIB durante más tiempo que nunca, ¡solo Estados Unidos podría obtener ganancias de hasta $ 7 billones para 2069! Esto tiene sentido, ya que un informe de la UE de 2009 ya ha demostrado que los países con edades de jubilación más bajas tienen PIB más bajos.
Cuando las personas pueden trabajar más tiempo, su poder adquisitivo también aumenta. Después de la jubilación, las personas tienden a gastar menos y a realizar menos grandes inversiones. Con una vida útil prolongada y una mayor vitalidad, se desbloquearán e inyectarán en la economía potencialmente billones de dólares en ahorros para la jubilación intactos.
Curar el envejecimiento sin duda impulsará la economía mundial. Pero los beneficios no terminan ahí. Como sociedad, todos estaremos en condiciones de llevar una vida más vital, productiva, saludable y feliz. Una vez que hayamos comprendido por completo los efectos positivos que traerá la erradicación de la enfermedad del envejecimiento, tal vez nos uniremos a los principales genetistas en la búsqueda incondicional de su cura.
¡Ir al gimnasio!
A través del ayuno, los residentes longevos de las Zonas Azules alcanzan un estado celular de «estrés deseable» cuando sus genes de longevidad se activan sin sobrecargarse. Pero el ayuno no es la única forma de activar estos genes. El ejercicio regular produce un efecto similar. Entonces, ¡mantente activo! Una hora en el gimnasio ahora podría agregar semanas a tu vida más adelante.
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