Actualizado el viernes, 13 septiembre, 2024
El Parkour, l’art du déplacement, el arte del desplazamiento, los practicantes de esta disciplina son los traceur, consiste en desplazarse de un punto a otro sea cual sea el entorno. Esta es la historia de Rubén Roldán, un joven traceur de Málaga digno de admirar. Cuando veáis el vídeo sabréis a lo que me refiero.
La felicidad depende más del corazón, que de las circunstancias reales.
Este niño nos enseña que los límites los ponemos nosotros mismos, como apoyarnos en lo que nos gusta, en seguir y luchar por lo que nos hace felices.
Rubén Roldán: El Traceur que Desafía los Límites con el Parkour
El Parkour, también conocido como l’art du déplacement (el arte del desplazamiento), es una disciplina que consiste en moverse de un punto a otro superando los obstáculos del entorno de la manera más rápida y eficiente posible. Para quienes lo practican, conocidos como traceurs, el mundo se convierte en un campo de posibilidades, donde las barreras no son impedimentos, sino desafíos por superar. Rubén Roldán, un joven traceur de Málaga, es un ejemplo de cómo el Parkour puede ser mucho más que una actividad física: es una forma de vida y una fuente de inspiración.
Rubén es un chico que, desde temprana edad, ha desafiado los límites que muchos se imponen. Cuando veáis el video de sus acrobacias y movimientos precisos, comprenderéis por qué es digno de admiración. Con cada salto, giro y aterrizaje, demuestra que el Parkour es una manifestación física de la lucha interna por la libertad, por romper barreras mentales y por alcanzar la felicidad.
Lo que hace especial a Rubén no es solo su habilidad física, que sin duda es impresionante, sino su capacidad para enseñar una lección vital: los límites no los marcan las circunstancias, sino nosotros mismos. A través del Parkour, Rubén nos muestra que la clave para avanzar en la vida es apoyarse en lo que nos apasiona, en lo que nos hace felices, y no dejar que los obstáculos nos detengan. En cada entrenamiento, Rubén elige enfrentarse a los retos con valentía, determinación y un corazón lleno de alegría.
Su historia va más allá de los muros y los saltos. Nos enseña que la felicidad depende más del corazón que de las circunstancias reales. A pesar de los desafíos que la vida pueda presentar, Rubén ha encontrado en el Parkour una forma de expresar su libertad, de construir su propio camino y de demostrar que, cuando seguimos aquello que nos apasiona, los límites desaparecen.
Rubén Roldán es un ejemplo viviente de que la verdadera fortaleza no está solo en el cuerpo, sino en la mente y el corazón. Como traceur, ha aprendido a enfrentarse a las barreras físicas y a superarlas con creatividad, pero también ha aprendido a aplicar esa misma mentalidad en su vida diaria. Cada vez que se enfrenta a un muro, tanto literal como figurado, lo ve como una oportunidad para crecer y aprender.
En definitiva, Rubén nos enseña que la felicidad se encuentra en la pasión por lo que hacemos y en la perseverancia para seguir luchando por nuestros sueños. Él ha hecho del Parkour su camino, y a través de su ejemplo, nos invita a encontrar el nuestro, a dejar de lado los miedos y a movernos hacia lo que nos hace verdaderamente felices. Porque, como bien demuestra en cada salto, los límites los ponemos nosotros mismos.
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