Actualizado el viernes, 2 junio, 2023
La frialdad emocional es uno de los problemas más comunes que enfrentan las personas en su vida diaria. Puede ser causado por una variedad de factores, que van desde la falta de confianza en uno mismo hasta la dificultad para expresar emociones. Como resultado, las personas pueden sentirse desconectadas de los demás y tener dificultades para formar relaciones significativas con los demás. Afortunadamente, hay formas de combatir la frialdad emocional y reconectarte contigo mismo y con quienes te rodean. Al comprender las causas de la frialdad emocional y tomar medidas para mejorar su bienestar emocional, puede superar este problema y comenzar a vivir su vida al máximo de su potencial.
Ostracismo en la pareja
El ostracismo en una pareja es cuando uno de los miembros es excluido de la relación, ya sea por distancia física o emocional. Puede manifestarse de diferentes formas, como ignorar las conversaciones de la otra persona, no pasar tiempo juntos o retirar el afecto. El ostracismo puede tener un impacto serio en la relación de pareja y puede generar sentimientos de resentimiento y desconexión. Es importante reconocer los signos de ostracismo desde el principio y tomar medidas para abordar el problema antes de que sea demasiado difícil de reparar.
Hoy sabemos que la violencia psicológica puede dejar heridas tan profundas, o incluso mayores, que la violencia física. Sin embargo, detectar el abuso emocional no es tan sencillo, no solo porque no existen marcas visibles en el cuerpo, sino porque nuestros estereotipos pueden impedirnos ver las evidencias más sutiles.
Ignorar la violencia nunca es una buena idea. Puede dar lugar a más actos de agresión, así como a un sentimiento de impotencia y falta de control en las personas afectadas. La violencia puede adoptar muchas formas, desde el abuso físico hasta la coerción y la manipulación psicológicas. Independientemente de la forma que adopte, ignorar la violencia puede tener graves consecuencias tanto para la víctima como para el perpetrador. Comprender los diferentes tipos de violencia y cómo responder a ellos es esencial para crear un entorno seguro para todos los involucrados.
Destrato emocional
El abuso emocional es una forma de abuso psicológico que puede tener efectos devastadores en la salud mental de la víctima. Implica el uso de palabras y comportamientos para manipular, controlar, menospreciar o humillar a alguien. Puede ser verbal, no verbal o ambas, y puede ocurrir en cualquier tipo de relación: romántica, familiar o laboral. Los efectos del abuso emocional pueden ser duraderos y, a menudo, no son reconocidos por quienes lo padecen. Las víctimas pueden sentirse aisladas e indefensas, como si nadie entendiera por lo que están pasando. Es importante reconocer los signos de abuso emocional para que pueda abordarse y detenerse antes de que cause más daño.
Diferencias entre la Violencia DOMÉSTICA y violencia de GÉNERO:
– La violencia doméstica se ejerce en situaciones en las que existe una vulnerabilidad aprovechada por el maltratador, dentro de una relación que se establece como no paritaria: progenitores sobre sus hijos, hijos sobre sus progenitores, hijos adultos sobre progenitores ancianos, etc.
– La violencia de género ejercida en el ámbito doméstico se ejerce entre pares (pareja o matrimonio) desde la concepción patriarcalizada de la mujer, por la cual su marido ejerce privilegios que vulneran la libertad de ésta.
¿Qué es la violencia psicológica entre parejas?
Solemos asociar el maltrato psicológico con los gritos, las humillaciones verbales, las amenazas y las burlas denigrantes. No obstante, existe un tipo de violencia psicológica que puede hacer mucho daño y normalmente pasa desapercibida: la frialdad emocional o indiferencia.
El aislamiento emocional como herramienta de castigo
En la Antigua Grecia se aplicaba un castigo ejemplar a las personas que se consideraban peligrosas o sospechosas para la soberanía popular. El nombre que se le daba a este castigo era ostrakismos, que significa literalmente “destierro por ostracismo”. Cuando la Asamblea votaba, la persona tenía 10 días para abandonar la ciudad y si intentaba regresar antes del plazo establecido, le condenaban a muerte. En algunos casos, la propia exclusión se convertía en una condena a muerte, ya que las personas no sobrevivían sin la protección de la sociedad.
«No hay nada más duro que la suavidad de la indiferencia».
Juan Montalvo
Ignorar es violencia
En la actualidad hay personas que siguen aplicando una especie de ostracismo emocional (condenan al otro a un tratamiento frío) que implica ignorar sistemáticamente sus necesidades. Esa persona adopta un comportamiento pasivo-agresivo ya que recurre al silencio, la indiferencia y al desprecio para castigar o manipular al otro.
Los comportamientos que delatan esa frialdad emocional son:
- Negarse a mantener una conversación y dirigirle la palabra a la persona que se está «castigando».
- No responder a sus preguntas o hacerlo con monosílabos.
- No mostrar afecto, ignorando conscientemente las necesidades emocionales del otro, que quedan insatisfechas en el marco de la relación.
- Evitar el contacto físico y visual, haciendo como si la persona no existiera, de manera que se sienta invisible e insignificante.
- Mostrar un marcado desinterés por todo lo relacionado con la otra persona.
- Negarse a colaborar en diferentes tareas para generar frustración y malestar en el otro.
- No acudir a eventos sociales juntos, con el objetivo de que el otro se avergüence de sí mismo.
¿Qué sucede cuando no se satisface la necesidad de conectar emocionalmente?
Sentimos una profunda necesidad de conectar emocionalmente con los demás. Cuando somos pequeños, no solo necesitamos que nuestros padres nos alimenten y protejan, también necesitamos ser amados y mimados. Los abrazos y las caricias nutren el desarrollo infantil.
De niños, necesitamos ser (y sentirnos) amados, pero es algo que no desaparece, tan solo se incrementa con la edad
Esas necesidades no desaparecen cuando nos convertimos en adultos independientes, sino que se multiplican. Necesitamos cierto grado de aceptación social y que validen nuestras emociones y sentimientos. También necesitamos amar y ser amados y, en determinados momentos, cuando las cosas se tuercen, necesitamos sentirnos arropados.
Ese apoyo emocional es la base sobre la cual seguimos construyendo nuestra identidad. Cuando ese apoyo falla, cuando nuestras necesidades emocionales no son satisfechas, no solo experimentamos un gran vacío, sino que, a la larga, comenzaremos a pensar que no somos dignos de ser amados, lo cual terminará dañando nuestra autoestima y la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Cuando la frialdad emocional proviene de las personas más cercanas, como puede ser la pareja, un padre o un hijo, podemos llegar a sufrir graves daños en nuestro autoconcepto: perdemos el control, se debilita la sensación de pertenencia e, incluso, se afecta nuestro sentido de la vida, según indica un estudio publicado en la revista Group Processes & Intergroup Relations.
«Las heridas morales tienen esta peculiaridad: se ocultan, pero no se cierran; siempre dolorosas, siempre prontas a sangrar cuando se les toca, quedan vivas y abiertas en el corazón».
Alejandro Dumas
Otro metaanálisis publicado en la revista Communication Monographs en el que participaron más de 14.000 personas llegó a la conclusión de que el silencio es sumamente destructivo en las relaciones de pareja, ya que se interpreta como una falta de implicación y un intento de sometimiento emocional. Estos psicólogos descubrieron que el uso del silencio como herramienta de castigo es común en las parejas y es uno de los factores que más distancia a sus miembros, llevando a la ruptura.
El problema es que la frialdad emocional genera frustración debido a la falta de respuesta e implicación del otro. También puede hacer que nos sintamos confundidos y hasta culpables, además de que nos sentiremos cada vez más solos e incomprendidos. La persona que es ignorada sistemáticamente y cuyas necesidades emocionales son menospreciadas se sumirá en el profundo pozo de la depresión. Sentirá que no es digna de ser amada ni respetada, por lo que perderá la confianza en sí misma y será cada vez más vulnerable ante su maltratador.
El silencio es un método de castigo común en las parejas, una forma de frialdad emocional que hace mella en las relaciones
«A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada».
J. K. Rowling
Ese tipo de relaciones dejan profundas huellas que incluso determinan las relaciones posteriores que establece esa persona, destruyendo su capacidad para confiar en los demás y establecer relaciones plenas. La frialdad emocional y la indiferencia pueden terminar discapacitando emocionalmente a una persona.
Por eso, es importante que tengamos presente que el distanciamiento emocional es una de las formas más crueles de violencia y manipulación psicológica. Ignorar las necesidades del otro no es la mejor manera para resolver los conflictos y acortar las distancias. Toda relación debe estar basada en el diálogo y el respeto mutuo.
La frialdad emocional es una forma de violencia invisible que puede destruir a las personas. A menudo se pasa por alto o se minimiza, pero sus efectos pueden ser muy dañinos. En este artículo, hablaremos sobre qué es la frialdad emocional, cómo identificarla y cómo superarla.
¿Qué es la frialdad emocional?
La frialdad emocional se refiere a la falta de empatía, la incapacidad de conectarse emocionalmente con los demás y la falta de interés en las emociones de los demás. Puede manifestarse de diferentes maneras, desde una falta de interacción social hasta una incapacidad para mostrar afecto o empatía.
La frialdad emocional puede ser el resultado de una serie de factores, como la crianza, el trauma, la ansiedad o la depresión. A menudo se asocia con personas que han sufrido abuso emocional o físico en el pasado, y que han aprendido a desconectar de sus emociones como mecanismo de defensa.
Cómo identificar la frialdad emocional
La frialdad emocional puede ser difícil de identificar, ya que a menudo se confunde con la timidez o la introspección. Sin embargo, hay algunos signos que pueden indicar que alguien está lidiando con la frialdad emocional:
- Falta de empatía: las personas que luchan con la frialdad emocional a menudo tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás y mostrar compasión o empatía.
- Aislamiento social: las personas que luchan con la frialdad emocional pueden evitar las interacciones sociales o tener dificultades para hacer amigos.
- Problemas de comunicación: las personas que luchan con la frialdad emocional pueden tener dificultades para expresar sus emociones y sus necesidades, lo que puede llevar a malentendidos y conflictos.
- Desconexión emocional: las personas que luchan con la frialdad emocional pueden parecer distantes o desconectadas emocionalmente de los demás.
Cómo superar la frialdad emocional
La frialdad emocional puede ser un problema difícil de superar, pero es posible con la ayuda adecuada. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudar:
- Busca ayuda profesional: un terapeuta o consejero puede ayudarte a explorar las raíces de tu frialdad emocional y desarrollar habilidades para conectarte emocionalmente con los demás.
- Practica la empatía: la empatía se puede aprender, y practicarla puede ayudarte a conectarte emocionalmente con los demás. Trata de ponerse en el lugar de los demás y muestra compasión y apoyo.
- Trabaja en tus habilidades sociales: las habilidades sociales se pueden desarrollar con la práctica y pueden ayudarte a conectarte con los demás y construir relaciones saludables.
- Practica la autoexpresión: aprender a expresar tus emociones y necesidades puede ayudarte a conectarte emocionalmente con los demás y a superar la frialdad emocional.
La frialdad emocional puede ser un problema difícil de superar, pero es posible con la ayuda adecuada. Si estás luchando con la frialdad emocional, busca ayuda profesional y trabaja en tus habilidades sociales
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