Actualizado el miércoles, 30 septiembre, 2015
El mejor vídeo de activismo de 2014 posiblemente fuera el presentado por la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE). Un vídeo en el que «felicita» a la farmacéutica alemana Grünenthal «por haberles dejado sin indemnizaciones».
Esto sucedió después de que la Audiencia Provincial de Madrid revocara el pasado mes de octubre una sentencia anterior que fijaba un año antes las indemnizaciones a los afectados, al considerar que las acciones emprendidas habían prescrito.
Las víctimas de la talidomida recuerdan que mientras en España se han anulado las indemnizaciones, en Alemania se han pagado hasta 500 millones de euros. ¿Por qué las víctimas españolas no merecen nada?
«La ética no debería prescribir», es el mensaje lanzado en el vídeo, en el que se ve a varios afectados por el medicamento aplaudiendo a Grünenthal.
Tras la sentencia de la Audiencia de Madrid, el presidente de AVITE, José Riquelme, defendió que durante el juicio, un año antes, se demostró con el informe Heidelberg que la prescripción estaba rota porque había daños nuevos, permanentes y continuos.
Para firmar para ayudar a su causa: https://www.change.org/talidomida
La asociación seguirá luchando para reclamar indemnizaciones. AVITE presentó el pasado 21 de noviembre un recurso de casación ante el Tribunal Supremo y recordó que está trabajando en la elaboración de una petición para presentarla «en breve» ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en Bruselas, para denunciar la situación de las víctimas españolas, con respecto a las del resto de países de la Unión Europea y del mundo.
Grünenthal ha dicho en un comunicado que su fundación alemana ayuda a todos los que se dirijan a ella. Te puedo garantizar que eso es totalmente falso. Todos los posibles afectados españoles que se han dirigido a ella, excepto 2, les han denegado la indemnización y la pensión alemana, argumentando que no habían presentado lo que les exigían como condición indispensable: presentar el frasco del medicamento que tomó la madre hace 50 años, y en su caso, la receta médica del médico que la recetó. Eso es un auténtico disparate, y es la condición clara de no querer reconocer a ningún español. Y solo un dato: la fortuna personal del Señor Wirtz, propietario de Grünenthal, según Wikipedia, es de 3.000 millones de euros a día de hoy, fabricando además de medicamentos, perfumes, detergentes, y siendo dueño y señor hasta de cadenas de supermercados instaladas en España.
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