Actualizado el lunes, 4 diciembre, 2023
«Porque aunque nos cueste creerlo, ese hombre, un día fue un niño; y los niños que tenemos hoy, pronto serán chicos y chicas, serán hombres y mujeres. Y depende de nosotros, de quienes educamos a esos niños y niñas, de sus padres y madres, que las cosas sean de otro modo»
Así comienza este interesante artículo de la psicóloga Elena Vélez Agustín, especialista en educación infantil, educación emocional e inteligencias múltiples. En él nos invita a reflexionar sobre la interpretación actual del problema de la violencia contra las mujeres, que pone el foco en las manifestaciones explícitas y más brutales (como agresiones físicas y asesinatos) y que resulta reduccionista y oscurece otros elementos que no son en absoluto secundarios, como la prevención, sensibilización y educación.
Os dejamos la pequeña entrevista que le hemos realizado para aclarar algunos conceptos clave junto a otros artículos de Muhimu que os pueden ayudar a ampliar conceptos (pincha en las imágenes para acceder a ellas):
– ¿Por qué es necesario educar para prevenir el machismo?
Porque al igual que en medicina, en lo social también la prevención es la mejor estrategia para afrontar «las enfermedades». Vivimos en la sociedad del ahora, de lo inmediato, con poca capacidad autocrítica ni perspectiva histórica; y ocurre que casi siempre «ahora» ya es demasiado tarde.
Resulta que esos hombres machistas, incluso los maltratadores, un día fueron niños, y seguramente ni sus padres ni nadie de su entorno pensó que llegarían a convertirse en hombres violentos, abusadores, asesinos… Y es que cuando somos padres pensamos en proteger a nuestras niñas, pero pocos pensamos que nuestros niños pueden convertirse algún día en esos hombres.
Debemos abandonar nuestro individualismo, dejar de verlo como casos aislados que afectan a otros y hacernos responsables de un problema que es de todos, que está arraigado en nuestra sociedad, la de todos y que depende de nosotros y sólo de nosotros seguir perpetuándola o promover un cambio social necesario.
– ¿A qué edades se empieza a observar conductas machistas en los jóvenes?
Trabajo en el primer ciclo de educación infantil (0-3) y os sorprenderíais de la tempranísima edad a la que se pueden detectar conductas y prejuicios sexistas: cuentos de niños y de niñas, juegos, disfraces, colores, e incluso zapatillas, son algunos comentarios que he oído verbalizar en la clase a niños de dos años.
Y del sexismo al machismo hay un paso muy pequeñito, le añades la connotación negativa de inferioridad y listo. Madres preocupadas porque sus hijos sólo quieren jugas a cocinitas, padres que no quieren que sus hijos lleven unos leggins para la actuación de final de curso… Y son madres y padres de no más de 30 años, que no estamos hablando de nuestros antepasados.
La vez que más estupefacta me quedé fue cuando un niño de dos años (¡dos años!) esperaba en la cola del lavabo y como llevaba un ratito y no avanzaba exclamó suspirando con toda la naturalidad del mundo: «Ains, mujeres…» No fue un simple comentario reproducido de lo que probablemente había oído en su casa, sino que fue dicho en una situación concreta y con una intención, era un comentario despectivo hacia el género de las mujeres y era un niño de dos años.
– ¿Hay también violencia hembrista hacia los hombres? ¿Cómo se manifiesta?
¿Violencia de mujeres hacia hombres? Seguro que la hay; pero con la misma entidad como fenómeno social que la violencia de bajitos hacia altos, de morenos a rubios, o de sobrinos a tíos.
No es una cuestión exclusivamente estadística, aunque las estadísticas bastarían tristemente para justificar la diferencia. Es una cuestión más de calado social, de discurso, de cultura, de ideología, de religiones, de políticas, de siglos de historia en los que se ha sustentado una concepción machista de dominancia del hombre sobre la mujer y que han servido y sirven de caldo de cultivo. Por eso no creo que haya violencia «hembrista» hacia los hombres como fenómeno relevante.
– ¿Por qué la violencia machista suele estar relacionada con el maltrato a la pareja o expareja?
Por un claro sentimiento de pertenencia vinculado a su percepción de superioridad. Cuando crees que alguien te pertenece se rompe evidentemente la igualdad dentro de la relación y una de las partes pierde todos sus derechos como individuo.
Pero al mismo tiempo se establece una relación unidireccional en cuanto a los derechos y los deberes; la persona que te pertenece debe obedecerte, corresponderte y complacerte, no contrariarte, representarte dignamente, servirte, no decepcionarte…. El listón está muy alto, o muy bajo según se mire, y es fácil desviarse de lo que se espera de esa persona. Si añadimos la nula tolerancia a frustraciones, bajo autocontrol, baja autoestima…. el coctel está servido.
– Se suele dar mucha información y lanzar campañas dirigidas hacia las mujeres para la denuncia y prevención pero ¿qué acciones y campañas destacarías que vayan destinadas al hombre o los chicos?
Apenas existen campañas destinadas a los hombres porque como comentaba anteriormente se centran en el ahora; en las mujeres que están siendo maltratadas y en cómo ayudarlas y claro, desde el ahora poco se puede hacer ya a nivel preventivo con los maltratadores.
Por eso creo que la educación es la única arma eficaz para generar cambio social, la educación con mayúsculas y el sentimiento de tribu, de cuidar los unos de los otros, no se trata de hombres contra mujeres o al revés. Se trata de hacer autocrítica, mirar hacia atrás, revisar la herencia que arrastramos, decidir con qué nos quedamos y qué desechamos; y también de mirar hacia delante y pensar en la sociedad que queremos, y actuar en consecuencia.
Porque de nada le servirá a una mujer estar informada el día que se encuentre en un callejón con dos energúmenos; y cómo se desenvuelva la situación dependerá más de la educación y valores de ellos y de las personas que estén cerca que de las muchas campañas que ella haya visto. Las campañas están bien y son necesarias, pero insuficientes para generar un cambio en profundidad.
Gracias a Elena Vélez Agustín por su visión como profesional. Esperamos que ayude a sensibilizar sobre la importancia de la educación que aún falta en nuestra sociedad y que esperamos conseguir entre todos para que nuestros hijos e hijas crezcan en igualdad.
Si tu hija te dice que Juanito es maricón, dile que Juanito es gay y seguro que de mayor será muy feliz con su novio.
Si tu hijo te dice que Lorena tiene pito, dile que Lorena es una niña trans y que lo importante es que sea buena persona y no lo que hay debajo de la falda.
Si tu hija te dice que Andrés siempre está solo, dile que lo invite a jugar en el patio.
Si tu hijo te dice que le ha tirado de las trenzas a Laura porque le gusta, dile que le haga un dibujo bonito y no daño.
Educa a tus hijos para que sean los que abrazan a este niño y no los que lo mandan al hospital.
Educación y amor.
Por tus hijos y por los de los demás.
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