Dueña de un restaurante deja esta nota por el desperdicio de comida. Te la traducimos

Actualizado el viernes, 6 diciembre, 2019

Desde la creación de Muhimu, estamos comprometidos con transformar nuestra web y nuestras redes en un espacio virtual que busca acceder a nuestro lado más humano. Un espacio donde descubrir, compartir y encontrarnos. Donde dar voz a esos héroes anónimos que nos rodean y dejarnos inspirar por su compromiso solidario y tomar ejemplo en nuestras vidas.

Cerca de un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura. En Europa, en concreto, desperdiciamos 179 kilos de comida por cabeza al año. Mientras esto sucede, 800 millones de personas pasan hambre a lo largo y ancho del planeta. Cifras que, sin duda, invitan a reflexionar sobre la urgente necesidad de encontrar formas creativas para compartir la comida. Esta es la historia de una de ellas.

La dueña del restaurante de comida rápida P.B. Jams, ubicado en Warr Acres (Oklahoma), ha decidido abrir sus puertas a un vecino que necesita ayuda. Todo comenzó cuando Ashley Jiron descubrió que alguien estaba buscando en su basura algo de comida, y se sintió conmovida por la evidencia: la cantidad de comida que desperdiciamos y la cantidad de gente desesperada por la necesidad de alimentos.

Ashley no se limitó a conmoverse o indignarse por la situación. Decidió actuar y colocar un letrero en el contenedor de basura y en la puerta principal del restaurante. Bárbara Samaniego ha traducido la nota para que todos podamos leerla:

“Para la persona que estaba buscando en la basura su próxima comida; tú eres un ser humano y te mereces más que alimento sacado del basurero. Por favor, ven a visitarnos cuando estemos abiertos para probar nuestro clásico sándwich, vegetales frescos y un vaso de agua. Gratis. Sin necesidad de preguntas. Tu amiga, la dueña”.

La fotografía fue capturada por Greg King y compartida en redes sociales:

No es la primera iniciativa que compartimos en esta línea. Ya sea desde iniciativa de restaurantes, o bien desde asociaciones, o desde iniciativas particulares. No es a primera pero mientras seguimos luchando por que la justicia social (derecho de todo ser humano a alimento, trabajo y vivienda digna) sea un derecho, bienvenidas sean todas estas historias de héroes de carne y hueso que merecen ser compartidas.