La increíble historia de Dana Falsetti o cómo el Yoga puede cambiar tu vida

Una mente serena y consciente es la base del crecimiento personal. El yoga te ayuda desarrollarla y ganar libertad. 

Nuestra vida es un crecimiento continuo e inevitable, todos lo hacemos: aprendemos nuestras acciones, revalorizamos nuestras decisiones y sacamos conclusiones. Lo difícil es crecer interiormente, este crecimiento tiene un ingrediente añadido: la intención. Sentir el deseo de liberarse de una mente condicionada por el pasado, los hábitos y el ruido mental.

Para ello necesitamos disponer de una mente abierta, ligera y flexible para valorar cada instante y sus opciones. ¿Es vuestro caso? si la respuesta es no, ¡no os preocupéis!. No nacemos sabiendo, sin duda hay muchas personas que tienen mayor facilidad, pero esto también se puede trabajar.Trabajar la mente

 Crecer es desarrollar una mente que no persiga codiciosamente el placer ni evite el dolor,  es la búsqueda de una mente presente y calmada ante lo que sucede. En este camino debemos prepararnos para amoldarnos al dolor sin rechazarlo, negarlo o luchar contra él; aceptando y dando la bienvenida a cada manifestación de la realidad, aunque esta no nos guste. Entre los  principales objetivos esta: vivir el presente es básico para el crecimiento personal,  porque el presente es precisamente donde vivimos.  Si uno no es del todo consciente y no está atento al presente, ¿cómo va a poder crecer?.

A veces puede doler,  el dolor no siempre es malo ejemplo de ello es cuando a los niños les duele las encías cuando crecen los dientes, este dolor acaba en un proceso enriquecedor. En él reside la auténtica libertad.¿Qué necesitas para poder empezar?

Necesitas querer darle un giro a tu vida. Querer focalizar el presente y aprender a amarte a ti mismo. Y si crees que el yoga no es apto para todos los públicos, os presentamos a nuestra gurú particular: Dana Falsetti. Nosotras nos rendimos a sus palabras y nos adentramos en este mundo tan especial:

Muchas personas piensan que necesitan estar delgadas, flexibles o fuertes para practicar yoga. Por favor, escúchame cuando te digo que el yoga es para todos. Los cuerpos cambian y evolucionan cada día, y la práctica física es simplemente una manifestación del cambio interno.

El yoga es una práctica espiritual, que te permite ser y verte a ti mismo.Te invito a probarlo  para aprender a saber cómo estas y no a juzgar cómo se ve. Date una oportunidad, dése el regalo de saber lo que vales y cambiará tu vida como lo hizo la mía.

Dana ha hecho posible que mucha gente, que no se atreve a practicar yoga por su estado físico, se lance a la piscina. Ella es todo un ejemplo de superación, una historia llena de altibajos, como la de muchos de vosotros. «Llegué a mi práctica de yoga después de años de comer compulsivamente, años de lucha, años de ganar y perder peso en episodios de depresión y ansiedad, y enloquecidos intentos de encontrar un poco de paz», cuenta en su biografía Dana.

 Dana llego a pesar cerca de 135kg en la universidad, esto fue un punto de inflexión muy importante en su vida, además pensaba que esta era la clave de su infelicidad. Después de ese día, Dana comenzó a machacarse en el gimnasio, con la idea de realizar un cambio, un antes y un después en su vida. «Mi cuerpo cambió, pero yo seguía siendo yo, me llevé todos mis hábitos y tendencias y temores a mi nuevo cuerpo», esta fue la conclusión después de su pérdida de peso.

Así que recurrió al yoga como último recurso. «Yo estaba, sin saberlo, buscando algo, y creo que esa cosa era la paz. Paz y libertad que alguna vez vino de un lugar llamado autoestima». Al principio las clases eran muy duras para Dana, y casi no lograba acabarlas,»pensé que mi cuerpo limitaría mi práctica, pero al final aprendí que sólo mi mente establece límites».

De su progreso no hay mejor ejemplo que este increíble reportaje: