Actualizado el sábado, 25 abril, 2020
Todos lo hemos hecho en alguna ocasión. Para algunos es agradable, para otros muy molesto. Algunos lo tienen como un hábito diario, otros lo hacen de un modo repetititivo y hasta incluso temerario. Hoy nos preguntamos: ¿por qué suenan los nudillos cuando doblamos los dedos? Es decir, ¿por qué nos crujen los dedos (a parte de otras articulaciones)?
Miramos en varios medios para encontrar la respuesta. En El Comercio.com responden así de directo:
El sonido se produce porque el espacio entre las articulaciones se agranda y hace que los gases disueltos en el líquido sinovial –que cubre a la articulación- formen burbujas microscópicas. Esas burbujas se unen para formar otras más grandes que son entonces reventadas por el fluido adicional que entra para llenar el espacio aumentado.
Y tras investigar un poco hemos dado con un vídeo de un equipo de investigación de la Universidad de Alberta liderado por Rehab Med Greg Kawchuk que utilizando resonancia magnética logra mostrar visualmente por qué las juntas de los dedos hacen un ruido seco cuando se crujen.
Original: RehabMedicineUofA
En un nuevo estudio publicado el 15 de abril en la revista PLoS One, un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Alberta utiliza un vídeo resonancia magnética para determinar lo que ocurre en el interior de las articulaciones de los dedos para provocar el estallido distintivo que se escucha cuando crujimos los nudillos. Por primera vez, observaron que la causa es una cavidad que se forma rápidamente dentro de la articulación.
«Lo llamamos el ‘estudio del crujido de dedos’ y en realidad tiramos los dedos de alguien y lo filmamos para ver qué sucede a través de resonancia magnética. Cuando lo haces, en realidad se puede ver muy claramente lo que está sucediendo dentro de las articulaciones», explica el autor principal Greg Kawchuk, profesor de la Facultad de Medicina de Rehabilitación.
Para entender bien el proceso de lo que sucede cuando se hacen crujir los dedos se puede leer este post del blog MedTempus que lo explica en detalle:
Todas estas articulaciones van a estar rodeadas de una cápsula sinovial. Dentro de esta cápsula hay un líquido con cierta cantidad de gases (CO2, N2 y O2) cuya principal función es la de lubricar las articulaciones. Si no tuviéramos este líquido, el roce entre los huesos terminaría desgastándolos al poco tiempo, pero gracias al líquido sinovial, se evita que haya un contacto directo entre ellos y se puedan mover las articulaciones sin problemas. Además de esta cápsula, también se encuentran músculos, tendones y ligamentos.
Después de hacer [crujir los dedos] lo que ocurre es que el espacio entre los huesos de una misma articulación, aumenta y, por tanto, también aumenta el volumen de la cápsula sinovial. Como he comentado anteriormente, la cápsula sinovial contiene en su interior el líquido sinovial y gases disueltos. Al aumentar el volumen de la cápsula, se crea una zona de baja presión que provoca que los gases salgan del líquido sinovial en forma de burbujas. A este proceso se le llama Cavitación. Cuando las articulaciones vuelven a su posición inicial, estas burbujas estallan y son las que producen ese sonido de crujido tan característico. Aunque también pueden participar en este sonido, pero en menor medida, los ligamentos y los tendones de alrededor.
Una vez que las burbujas han estallado, no podrán volver a hacer crujir los nudillos hasta que pase un intervalo de tiempo entre 15 y 30 minutos. Ya que es el tiempo necesario para que los gases vuelven a disolverse completamente en el líquido sinovial.
En el vídeo inferior se puede ver el detalle visual de lo explicado más arriba:
Original: Vox
Ahora la pregunta es. ¿Es bueno crujirse los dedos muy a menudo? En realidad el crujido en las articulaciones es patológico (es decir, anormal) cuando se produce con el normal movimiento de éstas y va acompañado de dolor, lo que podría indicar una artrosis o una artritis.
Tal y como se indica en RTVE.es crujir los nudillos habitualmente puede producir distensión de los ligamentos y disminución de la fuerza prensora. Hasta hace relativamente poco se sospechaba que era un factor que favorecía la artritis, es decir, la inflamación de las articulaciones. No es así.
Uno de los estudios más reveladores al respecto ganó el premio Ignobel de medicina en 2009, otorgados por la revista inglesa de humor científico ‘Improbable research’. El autor es el doctor Donald Urger. Llevó a cabo la encomiable labor de hacer sonar los nudillos de su mano izquierda (pero nunca de la derecha) cada día durante 60 años. Así experimentó si este gesto provoca artritis. Ahora, tiene 85 años y no tiene ningún signo de esta enfermedad en su mano izquierda.
Pero la realidad es que de hecho, se han realizado muy pocos estudios sobre el tema. Podéis consultar este enlace de la BBC en el que se detallan los resultados de varios estudios realizados que muestran diversidad de conclusiones.
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