Actualizado el jueves, 10 diciembre, 2020
El primer paso para sentirnos bien pasa por aceptarnos tal y como somos, sin lo cual nunca lograremos evolucionar y hacernos mejores personas. Lo mismo sucede con las personas que nos rodean, hay que aprender a aceptarlas como son, con sus defectos y virtudes para disfrutar más de su compañía, aumentar nuestra capacidad de resiliencia y, en definitiva, nuestro bienestar.
Uno de los aspectos más fascinantes de la mentira es el «autoengaño». Si bien mentir a los demás suele ser un acto consciente, el autoengaño no siempre es un proceso voluntario.
El autoengaño es también una de las facetas inherentes a la condición humana. Una faceta que en principio puede parecer inútil, pero que nos concede una estabilidad excepcional para convertirnos en animales sociales.
Se ha argumentado que todos los humanos sin excepción son altamente susceptibles al autoengaño, ya que todo el mundo tiene un bagaje emocional de creencias que pueden ser irracionales.
Y así es. Nos engañamos a nosotros mismos todos los días; se engañan a sí mismos los polícias, los políticos, los profesores, los empleados, los accionistas, los periodistas, los ricos, los pobres.. . no hay ser humano que escape al autoengaño. Incluso tú y yo. Incluso nosotros.
¿CÓMO CONSIGUE LA MENTE ENGAÑARSE A SI MISMA?
CLAVE 1. EXAGERANDO
Nuestra mente es capaz de fijarse sólo en aquel aspecto de la realidad que le interesa y magnificarlo. Se exageran las cosas más de la cuenta y el enfoque de las situaciones se centra exclusivamente en poner el foco en un aspecto. La opinión exterior de personas de confianza, te hará ver si realmente estás exagerando o si estás siendo realista pero cuidado, solemos preguntar sólo a aquellas personas que sabemos que nos van a dar la razón en nuestros pensamiento para reforzarlos.
En estadística, una relación espuria (o, a veces, correlación espuria) es una relación matemática en la cual dos acontecimientos no tienen conexión lógica, aunque se puede implicar que la tienen debido a un tercer factor no considerado aún (llamado «factor de confusión» o «variable escondida»). La relación espuria da la impresión de la existencia de un vínculo apreciable entre dos grupos que es inválido cuando se examina objetivamente. Creen tener la razón en todo y hay una incapacidad para ver las soluciones. Como si en la vida sólo hubiera una oportunidad que o se aprovecha o se acaba todo.
CLAVE 2. GENERALIZANDO
Se trata de creer que todo está dentro del mismo patrón porque una vez las cosas fueron así. Se copian todos los sucesos que se han vivido personalmente o se han visto alrededor y se piensa que siempre pasará lo mismo. Interpretar los eventos y personas en términos absolutos, sin tener en cuenta los grados intermedios, evidenciado en el uso de términos como «siempre», «nunca», «todos», cuando su uso no está justificado por los acontecimientos propiamente.
Una generalización apresurada o falacia de estadística insuficiente o falacia de muestras insuficientes, ley de los pequeños números, inducción apresurada, falacia del hecho aislado, o secundum quid es una falacia lógica en la que se llega a una generalización inducida basada en muy pocas evidencias.
Ejemplo: «Me encanta esta canción, por lo tanto me gustará también todo el álbum en el que está».
Ejemplo: Alguien puede decir «A todo el mundo le gustó la película» sin mencionar que «todo el mundo» fue él y tres de sus compañeros, o un grupo que son fanes del artista.
Pero cuidado, porque este tipo de pensamiento mezclado con el anterior es el que genera fenómenos como el racismo o la misogínia.
Es un tipo de pensamiento muy rígido. Sólo se ve un punto de vista. O las cosas son blancas o negras, o todo o nada. No hay lugar para el término medio. Una persona con este esquema de pensamiento será muy poco comprensiva, incapaz de ponerse en el lugar de otros.
También se utiliza con una misma persona usando esa generalidad para poner etiquetas. Se trata de encasillar a uno mismo o a alguien y no creer en los cambios. Se tacha a alguien por ejemplo de “desastre” y ya se le deja siempre con esa etiqueta, y aunque posteriormente tenga buenas conductas que demuestren lo contrario, no se verán, porque estaremos anclados a la etiqueta negativa que le atribuimos en su momento.
CLAVE 3. TEMIENDO
Te descubrirás a ti mismo pensando que un optimista es un pesimista mal informado. Éste es uno de los pensamientos erróneos que más se suelen utilizar, y no sólo opinando sobre los demás con el «piensa mal y acertarás», sino también con creencias de la vida, como por ejemplo pensar que no vamos a encontrar pareja, ni un buen trabajo, que no valemos para algo o no conseguiremos alguna meta, etc.
Una falsa vivencia o vivencia desorientadora es una falacia lógica que usa la descripción de un acontecimiento en extremo detalle —incluso si este es un suceso excepcional y muy poco probable— para convencer a alguien o a una población de que hay un problema. Aunque la vivencia sea falsa o verdadera y no tenga ningún fundamento lógico (es decir, aunque sea un disparate) puede tener un gran poder y efecto psicológico debido al sesgo cognitivo llamado disponibilidad heurística. Una forma de hacerlo es seleccionando qué noticias «catastróficas» se utilizan en las noticias para enfocar la atención de la sociedad.
La falacia no reside en la historia misma, la cual, podría llegar a ser cierta, sino en el efecto de gran distorsión probabilística o sesgo que se produce en el receptor en relación al alcance, importancia y relevancia con la decisión a tomar. Esta distorsión o sesgo que se desencadena en el cerebro es un mecanismo poderoso producido por los sesgos cognitivos tendencia de riesgo cero, aversión de pérdida y efecto el último evento cuando se apela al miedo.
En entornos comerciales y de márketing se usa con frecuencia esta falacia generando lo que se denomina FUD, Fear, uncertainty and doubt que es el acrónimo en inglés de miedo, incertidumbre y duda. La Falsa vivencia es denominada también crítica destructiva. La mejor manera de hacerle frente es ignorando este tipo de críticas que son falsas, exageradas y estériles en cuanto que no ayudan a mejorar y solo tratan de socavar el brillo o cualidades de un tema en concreto.
Descubre el poder de la sugestión
Tu cerebro es una máquina de expectativas que tiene un poder infinito para responder a la sugestión. Es el poder que hace que los placebos y su gemelo dañino, el nocebo, funcionen. También es lo que determina cómo reacciona su cuerpo al mundo que lo rodea y los eventos que suceden. Y si tiene cuidado, puede usar este poder para abrir todo un mundo de remedios alternativos.
Uno de los asombrosos poderes del cerebro humano es su capacidad para engañarse a sí mismo. Detrás de este poder se esconde una cosa simple: la expectativa. De hecho, su cerebro se basa en las expectativas.
Es más, no le gusta sentirse decepcionado. Entonces, cuando la realidad no se ajusta a sus expectativas, su cerebro prefiere deformar y torcer la realidad en lugar de cambiar sus creencias.
La clave para desbloquear este poder es la sugerencia. Es lo que aprovecha sus expectativas, le muestra que pueden hacerse realidad y lleva a su cuerpo a realizar hazañas asombrosas para que sucedan.
Con estas claves, aprenderás cómo la expectativa y la sugestión influyen en la forma en que siente el dolor, se recupera de una enfermedad y forma recuerdos. Comprenderá sus efectos positivos y perjudiciales. Y estará equipado con el conocimiento para usarlos en su beneficio.
También lo descubrirás
- qué hace que los placebos sean analgésicos tan eficaces;
- cómo las historias influyen en tu estómago; y
- por qué una rosa falsa puede ser perjudicial para la salud.
Los placebos funcionan
Piense en la última vez que tomó un analgésico. ¿Recuerda haber tragado la píldora y haber sentido sus efectos calmantes extendiéndose por su cuerpo casi de inmediato?
Si es así, estaba experimentando el efecto placebo . La mayoría de los analgésicos tardan al menos 15 minutos en actuar. Ese alivio inmediato que muchos de nosotros sentimos cuando tomamos una pastilla se reduce, no a una sensación física real en el cuerpo, sino a lo que esperamos que suceda.
Un placebo generalmente se refiere a una sustancia que es neutra o inerte, como una pastilla de azúcar, pero que aún tiene un efecto positivo en el paciente.
Toma remedios homeopáticos. La idea detrás de ellos es que es la esencia del medicamento lo que tiene el efecto curativo, por lo que si lo diluye con agua hasta que no quede nada del químico en sí, el agua transmitirá la esencia y curará al paciente. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que es un placebo. Las píldoras no tienen ingredientes activos, o al menos no tienen la concentración suficiente, que puedan causar los beneficios declarados. Y, sin embargo, para algunas personas, los efectos son reales.
Por ejemplo, si está tan deprimido que no puede salir de casa, es posible que esté dispuesto a intentar cualquier cosa. Una mujer en esta situación pasó por años de medicamentos y terapia que no habían ayudado en nada. Finalmente, recurrió a la homeopatía.
Cuando vio al homeópata, hablaron durante horas sobre su vida y su estado. Resultó que la mujer podía relacionar su tristeza con una noche helada de su infancia, cuando ella y su familia huían de los nazis en Alemania. Basándose en esa conversación, el homeópata encontró una solución: una dosis regular de nieve derretida en un vial. Los homeópatas creen que lo similar cura lo similar, por lo que se suponía que debía reflejar el poder de esa aterradora noche fría.
Sorprendentemente, funcionó. La mujer mejoró e incluso comenzó a viajar para ver a sus amigos. Todo por unos sorbos de agua en un vial.
¿Que paso ahi?
La historia que vincula su tristeza con esa noche fría que el homeópata ayudó a crear la mujer resonó profundamente en ella. Nuestras historias, después de todo, son las que crean nuestra visión de nosotros mismos y del mundo. Dan forma a la forma en que vemos las cosas. Al ayudar a la mujer a dar sentido a sus sentimientos a través de una historia que le hablaba, el homeópata la ayudó a soltar los miedos que la atrapaban en el interior.
La nieve en el frasco era solo un accesorio. Pero revela el poder de la sugestión.
El cuerpo tiene su propio arsenal químico para mejorar el efecto placebo
A nadie le gusta el dolor y, con mucha sensatez, la mayoría de nosotros trata de evitarlo. Sin embargo, el dolor juega un papel crucial en nuestra supervivencia. Es la forma que tiene nuestro cuerpo de decirnos cuando algo anda mal y se deben tomar medidas, ya sea un dolor de muelas o una mordedura de serpiente. En resumen, el dolor te dice qué hacer y qué evitar.
Pero a veces el dolor puede permanecer mucho tiempo después de que haya desaparecido la causa. Se llama dolor crónico y afecta a casi tres de cada diez personas en los EE. UU.
Se sabe desde hace mucho tiempo que los placebos funcionan particularmente bien cuando se trata de dolor crónico. Es tanto una bendición como una maldición. ¿Por qué? Bueno, significa que puede ser fácil aliviar el dolor con tratamientos no probados, pero es difícil demostrar que un tratamiento que funciona es más que un simple placebo.
Pero, en primer lugar, ¿por qué el dolor es tan susceptible al efecto placebo?
En pocas palabras, su cerebro ya produce los medicamentos necesarios para detener el dolor y los placebos ayudan al cerebro a liberarlos.
En el caso del dolor, esos medicamentos son opioides , y las sustancias químicas del cerebro que los producen se denominan endorfinas . Los opioides son bien conocidos por sus efectos analgésicos, así como por su adicción. Una de las razones por las que son tan efectivos es porque el cerebro mismo los produce. Y juegan un papel en muchas de sus funciones básicas, como regular el apetito y la sensación de placer. Los placebos funcionan activando la parte del cerebro responsable de la producción de opioides y liberando esas endorfinas tan importantes. Y así, el dolor se ha ido.
But endorphins are not the end of the story. Our body has many other chemicals with potential for placebo-enhancing effects.
For example, there are endocannabinoids – the same type of chemicals found in marijuana. They help with suppressing pain. And there is the neurotransmitter serotonin – which is heavily involved in feelings of happiness. Finally, there is dopamine, which is responsible for reward-processing.
What they all have in common is the connection to conditions that are particularly responsive to placebos. These are things like pain, depression, anxiety, nausea and addiction. The good news is that our body already has the resources to overcome them.
Los placebos funcionan para algunas personas pero no para otras
Durante una prueba de 2011 para una nueva terapia para tratar la enfermedad de Parkinson, una condición incurable que roba a los pacientes el control de su cuerpo, hubo un paciente para quien el tratamiento pareció ser un éxito sobresaliente. Casi todos sus síntomas desaparecieron. Dejó de arrastrar las palabras, su letra mejoró e incluso pudo volver al trabajo. Finalmente, después de años de buscar alivio, volvió a sentirse él mismo.
Imagine la decepción de los investigadores cuando llegaron los resultados. Resultó que el paciente había recibido un placebo. Su cerebro había logrado las mejoras por sí solo, sin la droga.
A partir de estudios como este, los científicos saben que algunas personas tienen muchas más probabilidades de responder a los placebos que otras. Pero no están muy seguros de por qué.
Y como si la investigación del cerebro no fuera lo suficientemente difícil, esta pregunta es particularmente difícil. Eso es porque es difícil replicar los hallazgos. La misma persona podría responder a un placebo hoy, pero no mañana. Y luego uno diferente podría funcionar al día siguiente. Simplemente no hay forma de saberlo.
Sin embargo, ha habido algunos avances. Por ejemplo, los investigadores han descubierto ciertos genes que hacen que una persona sea más propensa a responder a un placebo. Estos genes participan en la regulación de la forma en que el cerebro produce varias hormonas como la dopamina. La búsqueda aún continúa, pero la buena noticia es que ya no es un completo misterio.
De hecho, este tipo de investigación genética podría facilitar mucho los ensayos de fármacos. Si sabe de antemano quién probablemente responderá a un placebo, puede excluir a esas personas del ensayo. Y abre todo un mundo de terapias personalizadas adaptadas a la estructura genética de una persona.
Por lo tanto, las personas para las que funciona el medicamento obtendrán una terapia eficaz. ¿Y los que respondieron al placebo?
Bueno, ellos son los afortunados. De hecho, sacarán más provecho de cualquier medicamento. Eso es porque sus cerebros están conectados para responder a todo, tanto a los ingredientes activos como a los placebos. Así que también se les abre todo un mundo de terapias alternativas.
Los placebos también tiene un lado oscuro en el nocebo
En 1886, una mujer que sufría de fiebre del heno severa y asma entró al consultorio de un médico. El médico, que conocía a la mujer, estaba al tanto de sus dolencias, pero sospechaba que sus reacciones podrían tener más que ver con su «temperamento nervioso», que era común en su familia, que con su fisiología. Decidió ponerla a prueba. Entonces, antes de su visita, puso una rosa en su oficina. Como era de esperar, tan pronto como entró por la puerta, sufrió una poderosa reacción alérgica seguida de un ataque de asma.
Aquí está la cosa. La rosa era falsa.
Entonces, ¿cómo explica la reacción de la mujer?
Eso aún no está claro para los investigadores. Pero una cosa es evidente. La mente humana tiene el poder no solo de curarse a sí misma, sino de causar daño.
Es hora de conocer al gemelo malvado del placebo: el nocebo .
En lugar de mejorar las condiciones, como lo hace el placebo, el nocebo causa dolor y enfermedad. La mujer de la rosa es uno de los primeros ejemplos conocidos del efecto, pero es tan ubicuo como el placebo.
Y los efectos nocebo son mucho más fáciles de inducir. Eso es porque juegan con nuestros miedos, que son más poderosos que nuestras esperanzas.
Piense en los titulares de las noticias. ¿Cuáles llaman más la atención? Las buenas noticias siempre son agradables de escuchar, por supuesto. Pero son las malas noticias a las que reacciona la gente.
Por ejemplo, durante la muy publicitada epidemia de ébola en 2014, miles de personas en los EE. UU. Contactaron a su médico pensando que tenían síntomas. Pero de hecho, solo cuatro personas en todo el país lo tenían, todas las cuales habían estado en las zonas afectadas o habían tenido contacto con alguien que sí lo había hecho.
Pero no se detiene con titulares que provocan pánico. Los nocebos pueden causar un daño real.
Un ejemplo es el llamado síndrome de la turbina eólica . Quienes creen en ella la definen como una enfermedad provocada por vivir cerca de aerogeneradores. Afirman que es responsable de todo tipo de problemas, desde el asma hasta la anemia. Supuestamente, el sonido ultrasónico inaudible y de tono bajo que emiten las turbinas los causa.
En un estudio de 2012 sobre el síndrome, los científicos encontraron que las personas que escucharon buenas noticias sobre el ruido ultrasónico, por ejemplo, que elimina los problemas de salud, en realidad se sintieron mejor cuando se expusieron al sonido, ya sea que hayan escuchado o no algo. Y aquellos a quienes se les informó de malas noticias, nuevamente, tuvieron síntomas, independientemente de lo que realmente escucharon.
Eso no niega que los síntomas sean reales. Es solo que su causa no son las turbinas eólicas. Es el propio cerebro de la gente.
La hipnosis es un poderoso ejemplo de sugestión humana
Si has visto muchas películas clásicas de Hollywood, probablemente puedas evocar la imagen de un hipnotizador malvado con ojos locos y espirales arremolinados, iluminando un reloj de bolsillo frente al rostro de alguna víctima inocente, programando a todos los que conoce para que cumplan sus órdenes. – Robar bancos, matar al presidente o convertirse en su esclavo personal.
Bueno, la verdad es que no es exactamente como en las películas. Pero la hipnosis tiene efectos reales.
La hipnosis todavía está rodeada de muchos mitos y prejuicios. Pero a pesar de lo que Hollywood pueda hacerle creer, los hipnotizadores no tienen un poder infinito y no pueden hipnotizarlo contra su voluntad. Las formas realmente impresionantes de hipnosis, en las que alguien realmente entra en un estado de trance, solo funcionan en aproximadamente el 10 por ciento de la población. Otro 10 por ciento no es susceptible en absoluto. Y el resto está en algún punto intermedio.
Es más, incluso aquellos que pueden ser hipnotizados lo experimentan de manera diferente. Para algunas personas, la hipnosis es solo una forma más intensa de conciencia, como soñar despierto o perderse en un buen libro, un estado que muchos de nosotros podemos experimentar sin acercarnos a un hipnotizador.
Para otros, es mucho más. Tanto es así, que algunos lo consideran un estado alterado, uno que no tiene equivalente en la experiencia ordinaria. Bajo hipnosis, las personas pueden alucinar, perder el poder del habla o incluso hacer que los cirujanos las corten sin sentir dolor.
De hecho, el dolor es un área donde la hipnosis puede ser particularmente efectiva. David Patterson, investigador de la Universidad de Washington, ha utilizado su habilidad como hipnotizador para ayudar a las víctimas de quemaduras graves en la sala de emergencias a tolerar procedimientos médicos atroces. Incluso ayudó a un hombre que tenía un hacha clavada en el cuello. Usando hipnosis, Patterson lo llevó a un estado en el que entraba en trance cada vez que una enfermera lo tocaba en el hombro.
Estos efectos dramáticos son raros y la hipnosis es difícil de estudiar porque es tanto un arte como una ciencia. Todos y cada uno de los hipnotizadores tienen sus propias formas únicas de hacer magia. La voz, el tono, el ritmo del habla y la búsqueda de las imágenes adecuadas para inducir los efectos son muy individuales, y cada paso del proceso debe adaptarse a la forma en que reacciona el paciente. Por eso los experimentos son casi imposibles de estandarizar.
Aún así, Patterson y su equipo han hecho algunos progresos en el estudio de las ondas cerebrales y han descubierto que la eficacia de la hipnosis tiene que ver con la velocidad de las ondas cerebrales eléctricas. En sus estudios, las personas que naturalmente tenían una actividad eléctrica más lenta en el cerebro obtuvieron más alivio del dolor con la hipnosis. Y dado que las ondas cerebrales se vuelven más rápidas cuando tenemos dolor, podría explicar por qué la hipnosis puede ser tan eficaz para algunas personas.
El fenómeno de los recuerdos falsos
Si alguna vez ha visto una ilusión óptica, incluso algo tan común como un palo recto que parece doblado cuando está en el agua, o ha notado un punto ciego en su visión, sabrá que su cerebro no es infalible en lo que respecta a la vista. ¿Pero qué hay de tus recuerdos?
Puede pensar en la memoria como algo similar a almacenar datos en un disco duro, pero en realidad, es un proceso que implica mucha construcción e imaginación.
Y sucede en tres etapas.
Primero, está la etapa de codificación . Eso es lo que sucede en el momento en que ocurre un evento y tu cerebro está absorbiendo todo lo que te rodea: olores, imágenes, sonidos. Los almacena en su memoria a corto plazo por el momento cada vez que nota algo conscientemente, desde guardar la ropa sucia hasta ver una casa en llamas.
Luego está la etapa de consolidación . Este proceso es un poco más misterioso, pero es una especie de sistema de archivo en tu cabeza. Tu mente repasa todo lo que sucedió ese día y traslada todo lo que parece importante a la memoria a largo plazo. Por lo tanto, su ropa probablemente no lo hará, pero es probable que la casa en llamas lo haga.
La última etapa es la recuperación . Eso es lo que sucede cuando realmente recuerdas algo. Este proceso no es tan sencillo como podría pensar. No es nada como sacar un archivo intacto de un archivador. En cambio, cada vez que recupera un recuerdo, su cerebro tiene que armarlo de nuevo. Y cada vez que lo hace, el recuerdo se vuelve un poco más desgastado y desvaído.
Una memoria falsa es básicamente un error en una de estas etapas.
Y son más comunes de lo que imagina. Un estudio clásico muestra cómo funciona esto en la práctica. La mañana después de la explosión del transbordador espacial Challenger de la NASA en 1986, el investigador Ulric Neisser preguntó a sus estudiantes dónde estaban cuando se enteraron por primera vez de él. Aproximadamente tres años después, les preguntó de nuevo. Casi todas sus respuestas habían cambiado. Al recuperar sus recuerdos de esa fatídica mañana, algunas personas ahora se recordaban a sí mismas en circunstancias completamente diferentes e incluso se negaban a creer que sus relatos anteriores eran correctos. No solo eso, sino que muchos de los recuerdos se habían vuelto mucho más dramáticos.
La sugestión afecta la forma en que tomamos decisiones en la vida cotidiana
Cuando eliges una botella de vino para la cena, ¿qué miras? Si no es sumiller, probablemente elija el que tenga la etiqueta más bonita cerca del rango superior de su límite de precio.
Porque sabrá mejor, ¿verdad?
Las empresas utilizan el poder de la sugerencia para hacer que sus productos sepan mejor. Sí, en realidad sabe mejor, no solo que parezca hacerlo. Para eso está el empaque. Crea la expectativa de un cierto tipo de experiencia, que tu cerebro te brinda felizmente y hace que tu vino sepa mucho mejor.
Y el poder de la expectativa va aún más lejos. En 2010, un investigador hizo un experimento con batidos. Les dijo a los participantes que estaba comparando los efectos de un batido dietético con uno alto en calorías. Y los empaquetó en consecuencia. La bebida baja en calorías obtuvo un exterior sobrio y sensato, mientras que la más gorda vino con una etiqueta adecuadamente lujosa.
Sin embargo, sin que los participantes lo supieran, ambas bebidas tenían la misma cantidad de calorías.
Luego, el investigador midió los niveles de una hormona llamada grelina en los participantes. Esta es una hormona que produce nuestro estómago cuando tenemos hambre. Es esencialmente la forma en que nuestro cuerpo nos dice que comamos.
Sorprendentemente, las personas que pensaban que estaban tomando el batido dietético producían más hormona que las que pensaban que tomaban la bebida más gorda. El simple hecho de pensar que no está obteniendo suficientes calorías aparentemente es suficiente para darle hambre. En otras palabras, los cerebros de los participantes engañaban a sus estómagos en función de sus expectativas de lo que estaba sucediendo.
Y hacer dieta no es el final. Otra área donde la expectativa juega un papel masivo es la adicción.
En los EE. UU., Una de cada diez personas es adicta a algo, en la mayoría de los casos, al alcohol. Se solía creer que la adicción simplemente se reducía a la falta de fuerza de voluntad, pero ahora los científicos saben que tiene causas fisiológicas.
Y la forma en que funcionan esos procesos está muy influenciada por las expectativas. Las personas adictas quedan atrapadas en una especie de bucle de pesadilla. La droga estimula sensaciones placenteras, el cerebro se abruma y reduce la producción de la hormona dopamina para recuperar algún tipo de equilibrio. Y cuanto menos dopamina, menos placer sientes. Por lo tanto, necesita más y más droga para obtener el efecto placentero.
Puede aprovechar el poder de las expectativas para mejorar su vida
A estas alturas debería estar claro que la expectativa está integrada en quiénes somos y que puede hacer cosas asombrosas. Y durante toda la historia de la humanidad, este poder se ha utilizado en todo, desde rituales chamánicos hasta curaciones por fe.
Algunas de esas afirmaciones pueden ser dudosas, pero hay formas en las que puede integrar este poder en su vida diaria.
Lo primero que hay que entender es que todo depende del poder de la narración. Entonces, si desea experimentar cómo sus propias expectativas pueden cambiar su vida, necesita conocerse a sí mismo.
Pregúntese, ¿qué tipo de historias le parecen interesantes y atractivas? ¿Qué te inspira y en qué circunstancias? Por ejemplo, algunos de nosotros necesitamos soledad y meditación, mientras que otros prosperan en grupos. Algunas personas confían en la sabiduría antigua, mientras que otras no creen nada fuera de una revista científica. Si sabe qué captura su imaginación, puede encontrar los enfoques que funcionen para usted. Por ejemplo, un hipnotizador probablemente querrá escuchar sobre su historia familiar, no porque sea necesario para curarlo, sino para averiguar qué tipo de historias pueden resonar en usted.
También puedes conocer tu propia sugestión. Por ejemplo, si una bebida gaseosa siempre te hace sentir mejor, sin importar cuál sea el problema, quizás seas más susceptible a los placebos de lo que piensas. También puede conocer mejor la condición que desea curar y experimentar con cosas como la hipnosis para descubrir qué tan sugestionable es.
Pero recuerde seguir algunas reglas básicas importantes en su viaje.
La primera es: no se ponga en peligro. Hay todo tipo de sustancias que, según la gente, pueden ayudarlo, algunas de las cuales sabemos que son venenosas, como el mercurio. Y recuerde, los suplementos a base de hierbas generalmente no están regulados, por lo que no siempre sabe lo que está obteniendo; la botella podría contener algo completamente diferente a lo que está en la etiqueta. Por ejemplo, un estudio canadiense encontró que hasta el 60 por ciento de los suplementos contenían ingredientes no mencionados en la etiqueta.
Y si tiene una condición médica, no abandone la medicina tradicional. Las terapias alternativas pueden ofrecer alivio, pero sin tratamientos científicamente probados, usted podría lastimarse seriamente.
Tu bienestar físico cuidado, cuídate también económicamente. No se arruine persiguiendo placebos. Cualquiera que pida cientos de dólares por cosas como infusiones de vitaminas o terapias contra el humo probablemente sea un charlatán. Si tiene esto en cuenta, no se encontrará en la posición de haber gastado miles antes de descubrir que la medicina convencional es el camino a seguir para su condición después de todo.
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