Los animales albinos, al igual que algunas extrañas especies completamente blancas y las criaturas leucísticas, son igual que los demás, pero con una coloración que los hace únicos.
Albinismo es un término que abarca diversos desórdenes genéticos de pigmentación. La mayoría de las criaturas nacidas con albinismo tienen piel y pelaje blancos o rosados, y algunos (no todos) tienen también ojos rojizos o violetas. El albinismo va asociado a dificultades de visión y mayor propensión al cáncer de piel, pero los animales y las personas con albinismo no tienen mayores diferencias con sus semejantes. El leucismo es una condición similar que puede afectar a una mayor variedad de pigmentos que el albinismo. Sin embargo, ambos desórdenes nos demuestran que lo que realmente importa… nunca es el color.
Aprendamos esta gran lección que no todos los «humanos» entienden.
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