Tan sólo buscaba su propósito en la vida, pero cambió la de miles de personas a su alrededor

El joven Narayanan Krishnan estaba llamado a ser un famoso chef y trabajaba en un lujoso hotel en Suiza. En uno de sus viajes para ver a su familia, en su ciudad natal de Madurai en la India, Narayanan vivió una experiencia que cambiaría su vida para siempre. Se encontró en la calle con un anciano que en la desesperación ante la falta de alimento estaba comiendo sus propios excrementos.