Actualizado el viernes, 18 marzo, 2022
Porque semos asina, semos pardos,
Luis Chamizo Trigueros, poeta extremeño (1894–1945)
del coló de la tierra,
los nietos de los machos que otros días
triunfaron en América.
Queremos compartir con vosotros esta breve reflexión. Está escrita con mucha conciencia pero también, con mucha ciencia. Cada concepto tiene un número que corresponde con una explicación a pie de página para que la sociología nos ayuden a entender todas las oportunidades que aún están por conquistar.
Extremadura ha sido tradicionalmente tierra de emigrantes. Ya fuera a las Américas o más recientemente, buscando una oportunidad en ciudades españolas o europeas. Pero muchos se quedaron. Y muchos otros regresaron. Y trabajaron con sus manos una Extremadura de oportunidades que por fin invitan a familias y jóvenes de otras tierras, a formar parte de ella.
La España vaciada (1) nos llaman los tertulianos en televisión. La España llena de vida les digo yo. Vida porque miramos a los ojos a quien se sienta junto a nosotros en el banco del parque. O en el de la iglesia. O mientras esperamos turno en la tienda de la esquina. De vida porque cada persona es reconocida y es bienvenida. Desde la que llega a través del vientre de nuestras mujeres a la que llega por carretera, con unas pocas maletas. Semos asina porque somos pueblo. La ciudad la crean sus edificios. Los pueblos los crean las personas. Y el nuestro merece que se llene de ellas.
Llevamos décadas expulsando de nuestras tierras a aquellos que no encontraron en nuestras calles una oportunidad. Y también a aquellos que amaban, sentían, soñaban, aprendían… de forma diferente. Y así fue como las ciudades se llenaron de nuestros hijos. De su diversidad, de su innovación, de sus ideas, de sus sueños (2). Y mientras tanto, nuestras calles cada vez más vacías. ¿Por qué no transformarlas en tierra de oportunidades? Esto es una invitación a que todos formemos parte del proceso. No obliguemos a nuestros jóvenes a huir de sus raíces. Que Extremadura no sea solo la tierra de conquistadores. Que sea también la tierra que conquista a quienes la habitan e invita a otros a habitarla.
Dejemos de buscar fuera lo que podemos construir en nuestras calles. Dejemos de lado los prejuicios (3), la indefensión aprendida (4), la violencia estructural (5)… Desde las parroquias a las asociaciones, desde cada tienda a cada empresario. Desde el que labra la tierra al que enseña en la escuela. Somos pueblo. Tú y yo, los que se han unido y todos los que están por llegar. Construyamos una extremadura que sea el orgullo de cada castúo que la habita y de cada ciudadano que quiera habitar junto a nosotros estas maravillosas tierras.
Y sus dirá tamién que semos güenos,
Luis Chamizo Trigueros, poeta extremeño (1894–1945)
que nuestra vida es güena
en la pas d’un viví lleno e trabajos
y al doló d´un viví lleno e miserias;
¡el miajón que llevamos los castúos
por bajo e la corteza!
1. La “España vaciada” hace referencia a la agonía demográfica de regiones que, como sucede con el norte de Extremadura, cada día pierden más habitantes. Un estudio que combina indicadores sobre la población, su evolución y el medio físico en el que se desarrolla puso de manifiesto cómo la esperanza de vida de más del 40% de los municipios españoles ya queda limitada a la de sus actuales y probablemente últimos habitantes.
2. Según estadísticas de la Agencia Tributaria en 2020, entre los 10 pueblos más ricos de España se encuentran 5 de Madrid y 5 de Barcelona. Entre los 10 pueblos más pobres, 6 son extremeños. Nuestros jóvenes se marchan no a buscar riqueza sino a generarla fuera. Son migrantes dentro del territorio nacional en busca de un futuro mejor que deberían tener también en nuestras tierras.
3. Una de las cosas que más preocupa a la Psicología Social es cómo la pertenencia a un grupo introduce trampas en nuestra percepción. Así quedan definidos aleatoriamente los conceptos de endogrupo, el grupo al que pertenecemos, y el concepto de exogrupo, el grupo al que no pertenecemos. Lo podemos identificar cuando valoramos más a aquellas personas que se parecen más a nosotros porque votan al mismo partido político o animan al mismo equipo de fútbol o escuchan la misma música. El lado malo es que te hace despreciar al diferente cuando las diferencias son la riqueza social de una sociedad. Y normalmente, igual que pasa en nuestros colegios o institutos, un grupo fuerte suele usar este sesgo para atacar al grupo más débil mientras el resto mira cómo se produce el acoso sin hacer nada. En adultos, es el germen de violencia en forma de racismo, xenofobia, homofobia, machismo… y destroza la vida de familias enteras.
4. La indefensión aprendida se refiere a la condición de un ser humano que ha «aprendido» a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no tener la capacidad de cambiar su situación a pesar de que existen oportunidades reales para actuar. Para cambiar. Para mejorar. Los entornos rurales muchas veces hemos “pecado” de esta indefensión y hemos abandonado a su suerte, o al veredicto de los organismos públicos, muchos de nuestros pueblos. Sin embargo, iniciativas como holapueblo.com y otros proyectos similares nos demuestra que podemos darle nuevas oportunidades a nuestras tierras, nuestras calles y nuestros habitantes.
5. La violencia estructural es un tipo de violencia que aunque suele ser acompañada de violencia verbal o física, pero que es muchas veces invisibilizada porque no somos conscientes de que la estamos sufriendo o la estamos ejerciendo. Hay violencia estructural cuando dejamos, por ejemplo, abandonados a nuestros ancianos sin más compañía que un televisor en el silencio de casas por las que nunca pasa nadie. O cuando decidimos acosar pública o privadamente a algunos de nuestros vecinos.