Actualizado el domingo, 13 julio, 2025
En la era de la inmediatez digital, los líderes de opinión han cambiado radicalmente. Hemos pasado de referentes como Carl Sagan, Jacques Cousteau o Félix Rodríguez de la Fuente, que inspiraban pensamiento crítico y amor por el conocimiento, a creadores de contenido con millones de seguidores que opinan de todo sin especialización, contexto ni rigor.
Este artículo propone una reflexión urgente sobre qué tipo de voces estamos amplificando, y cómo este cambio afecta a nuestra capacidad colectiva para pensar, dialogar y actuar en una sociedad democrática.
Parte superior – “VENIMOS DE”:
- Izquierda:
✔️ Carl Sagan – Astrofísico, cosmólogo y gran divulgador científico estadounidense, conocido por la serie Cosmos. - Centro:
✔️ Jacques Cousteau (no “Jaque”) – Oceanógrafo, explorador marino y pionero de la divulgación sobre el mundo submarino. - Derecha:
✔️ Félix Rodríguez de la Fuente – Naturalista y divulgador español, conocido por su serie El hombre y la tierra.
Parte inferior – “ESTAMOS EN”:
- Izquierda:
✔️ Jordi Wild – Creador de contenido español, conocido por su canal “The Wild Project”. - Centro:
✔️ El Xokas (Joaquín Domínguez) – Streamer y youtuber gallego, conocido por sus retransmisiones en Twitch y su estilo directo. - Derecha:
✔️ Víctor Domínguez, alias “Wall Street Wolverine” – Youtuber español centrado en economía y política, conocido por sus opiniones controvertidas.
De la divulgación científica al contenido viral
Durante décadas, la divulgación científica fue uno de los pilares para educar, inspirar y formar ciudadanía. Comunicadores como Sagan, Cousteau o Rodríguez de la Fuente no solo explicaban temas complejos: enseñaban a pensar con profundidad y a hacerse preguntas.
Hoy, esa función está en manos de muchos influencers, streamers y youtubers que no siempre cuentan con formación, responsabilidad ni compromiso con la verdad. Aunque algunos realizan un trabajo valioso, el modelo dominante premia otro tipo de lógica: la velocidad, la controversia y el impacto inmediato.
¿Quién lidera hoy la conversación pública?
El nuevo líder de opinión digital es, muchas veces, un creador de contenido sin especialización que habla sobre salud, política, ciencia o economía con la misma soltura (y superficialidad) con la que graba un vídeo de entretenimiento.
Estos influencers no son neutrales: moldean discursos, afectan percepciones y normalizan ciertos marcos culturales. Su lenguaje suele ser simplificado, polarizante, individualista. Y su autoridad no se basa en conocimiento, sino en métricas: visualizaciones, suscripciones, reacciones.
Este fenómeno tiene implicaciones profundas:
- Se degrada el nivel del debate público.
- Se difunden fake news y teorías conspirativas con rapidez.
- Se desprecia la complejidad en favor de narrativas fáciles o sensacionalistas.
Pensamiento crítico vs. cultura del algoritmo
El problema no es que existan nuevos formatos. El problema es que los algoritmos de las plataformas digitales priorizan el contenido que más retiene la atención, no el que mejor informa o educa. Por eso, las voces más virales no siempre son las más preparadas, y los discursos extremos se imponen sobre las argumentaciones pausadas.
La consecuencia es clara: se debilita el pensamiento crítico y se refuerza una cultura de consumo rápido de opiniones, sin tiempo para el análisis ni espacio para el disenso informado.
¿Qué podemos hacer?
Este no es un llamado a la nostalgia, sino una invitación a la conciencia. Necesitamos:
- Reivindicar la divulgación científica con base en la evidencia.
- Exigir responsabilidad a quienes tienen influencia pública.
- Valorar el contenido que educa, no solo el que entretiene.
- Formar a las nuevas generaciones en alfabetización mediática y digital.
Porque una democracia sana necesita voces informadas, debate riguroso y ciudadanía con criterio.
Los nuevos líderes de opinión tienen una enorme capacidad de influencia. Y con ella, una enorme responsabilidad. No basta con tener seguidores: hay que saber para qué se usa esa influencia. En tiempos de crisis informativa, volver a poner en el centro el conocimiento, la ética y el pensamiento crítico es más urgente que nunca.
No se trata de oponer “el pasado bueno” a “un presente decadente”. Se trata de preguntarnos: ¿quién está moldeando hoy nuestras ideas, valores y percepciones del mundo? ¿Qué tipo de líderes de opinión estamos validando? ¿Estamos renunciando al pensamiento profundo en favor del impacto inmediato?
Muchos de los nuevos influencers no tienen formación en los temas que tratan, pero cuentan con una autoridad construida sobre métricas vacías: número de suscriptores, likes, visualizaciones. Algunos se convierten en referentes para millones de jóvenes, no por lo que saben, sino por cómo lo dicen: con seguridad absoluta, con tono desafiante, con frases virales.
Y en ese contexto, las fake news encuentran terreno fértil. El negacionismo, las teorías conspirativas, la desinformación médica o el odio disfrazado de “opinión personal” ya no son marginales. Circulan con velocidad, y lo hacen en boca de quienes más visibilidad tienen.
Frente a esto, urge una reflexión colectiva. Necesitamos recuperar el valor del conocimiento, del cuidado en el lenguaje, de la humildad intelectual. Necesitamos nuevas figuras que, sin renunciar al dinamismo de los nuevos formatos, se comprometan con la verdad, la complejidad y el bien común.
Porque sin pensamiento crítico no hay ciudadanía plena, y sin referentes éticos no hay conversación pública que construya, solo ruido.
El resultado es preocupante. Porque cuando los referentes públicos normalizan el lenguaje agresivo, el individualismo competitivo o las teorías sin fundamento, no solo se degrada el debate público. Se erosiona la confianza social, se alimenta el cinismo, y se le abre la puerta a la desinformación y a las fake news.
No es una cuestión de nostalgia, sino de consecuencias.
Necesitamos hacernos preguntas incómodas:
– ¿Qué tipo de discursos estamos legitimando cuando premiamos la viralidad por encima del contenido?
– ¿Por qué las voces más visibles son, a menudo, las menos preparadas para hablar de los temas que abordan?
– ¿Estamos dejando que los algoritmos decidan qué merece atención?
Frente a esta deriva, es urgente revalorizar el pensamiento crítico, la honestidad intelectual y el compromiso con lo colectivo. No se trata de volver al pasado, sino de imaginar futuros donde el conocimiento, el cuidado y la ética vuelvan a ocupar un lugar central en nuestra conversación pública.
Porque una sociedad que renuncia a la profundidad, termina siendo fácilmente manipulable.
Y porque no basta con tener voz: hay que saber usarla con responsabilidad.
¿Cómo han evolucionado los líderes de opinión?
Hoy quiero compartir una reflexión que me ronda desde hace tiempo, especialmente al observar la evolución de las figuras públicas que influyen en la opinión colectiva, en cómo pensamos y en cómo nos relacionamos con el conocimiento.
Venimos de una generación que creció escuchando a divulgadores científicos como Carl Sagan, Jacques Cousteau o Félix Rodríguez de la Fuente. Ellos nos hablaban desde la curiosidad, el rigor y el deseo de hacernos comprender un mundo complejo, pero hermoso. Su legado no era solo el conocimiento que transmitían, sino una pedagogía del asombro: nos invitaban a pensar más allá de lo inmediato, a cuestionar lo que veíamos, a mirar el planeta y el universo con humildad y responsabilidad.
Hoy, en cambio, muchos de los referentes que ocupan ese espacio de influencia pública son youtubers o streamers con millones de seguidores que opinan de todo sin especialización alguna. Lo hacen desde la inmediatez, muchas veces desde la reacción visceral, sin contrastar fuentes, sin un trabajo de fondo. La profundidad ha sido reemplazada por la polémica. La duda crítica, por la certeza emocional. La empatía y el bien común, por un individualismo agresivo y un lenguaje polarizante.
Este cambio no es banal. Los nuevos líderes de opinión moldean discursos, hábitos, ideologías. Y lo hacen en un ecosistema donde las fake news encuentran eco inmediato, donde la validación no viene del conocimiento sino del número de clics o de “me gusta”. El problema no es solo el tono, sino el fondo: cada vez más personas se informan a través de canales sin rigor ni responsabilidad, y eso tiene consecuencias graves para nuestra convivencia democrática y nuestra capacidad de imaginar futuros más justos.
Años 80: La autoridad institucional y los medios tradicionales
Ciencia y divulgación:
- Carl Sagan (EE. UU.) – Astrofísico y divulgador científico (Cosmos).
- Félix Rodríguez de la Fuente (España) – Naturalista y divulgador ambiental.
- Jacques Cousteau (Francia) – Oceanógrafo y cineasta.
Cultura y filosofía:
- Octavio Paz (México) – Premio Nobel de Literatura.
- Umberto Eco (Italia) – Semiólogo y novelista.
- Susan Sontag (EE. UU.) – Ensayista y crítica cultural.
Política y sociedad:
- Václav Havel (Checoslovaquia) – Intelectual disidente y luego presidente.
- Nelson Mandela (Sudáfrica) – Activista contra el apartheid.
- Mario Vargas Llosa (Perú) – Intelectual liberal y escritor.
Medios:
- Oriana Fallaci (Italia) – Periodista incisiva.
- Joaquín Soler Serrano (España) – Entrevistador clave en A fondo.
Años 90: Globalización, TV y figuras públicas transversales
Ciencia y pensamiento crítico:
- Stephen Hawking (Reino Unido) – Físico teórico.
- Eduard Punset (España) – Economista y divulgador científico (Redes).
- Jane Goodall (Reino Unido) – Primatóloga y conservacionista.
Cultura y medios:
- Oprah Winfrey (EE. UU.) – Referente mediática con gran influencia moral.
- Jesús Quintero (España) – Entrevistador contracorriente.
- Charly García (Argentina) – Músico y voz cultural disidente.
Política y sociedad:
- José Saramago (Portugal) – Premio Nobel y voz crítica de la globalización.
- Rigoberta Menchú (Guatemala) – Activista indígena y Nobel de la Paz.
- Felipe González, José María Aznar, Mario Vargas Llosa (más politizados).
Años 2000: La era de los blogs, tertulias y “expertos” mediáticos
Ciencia y pensamiento:
- Neil deGrasse Tyson (EE. UU.) – Astrofísico mediático.
- Michio Kaku (EE. UU.) – Físico futurista.
- Jorge Wagensberg (España) – Pensador científico.
Medios y opinión pública:
- Iñaki Gabilondo (España) – Periodista de referencia.
- Ignacio Ramonet / Noam Chomsky – Críticos del sistema mediático.
- Fernando Savater (España) – Filósofo y opinador habitual en prensa.
Nuevos formatos:
- Eduardo Galeano (Uruguay) – Voz contrahegemónica.
- Slavoj Žižek (Eslovenia) – Filósofo pop y provocador.
Años 2010: Redes sociales, youtubers y polarización
Divulgación digital:
- Javier Santaolalla (España) – Físico y youtuber de ciencia.
- José Luis Crespo (QuantumFracture) – Ciencia animada para nuevas audiencias.
- Veritasium, Kurzgesagt – Canales globales de ciencia.
Youtubers/influencers de opinión:
- El Rubius (España) – Gamer convertido en figura pública.
- Jordi Wild – Opinador y entrevistador (The Wild Project).
- El Xokas – Streamer conocido por sus opiniones polémicas.
Activismo y cultura crítica:
- Greta Thunberg – Activista climática global.
- Malala Yousafzai – Nobel de la Paz y activista por la educación.
Otros referentes mediáticos:
- Risto Mejide, Jordi Évole (España) – Presentadores con marca personal.
- Jordan Peterson (Canadá) – Psicólogo influyente en redes conservadoras.
Años 2020 – Actualidad: Tiktoks, opiniones sin filtro y post-autoridad
Figuras de redes con fuerte impacto:
- Ibai Llanos – Streamer con llegada transversal.
- Pablo Motos / Ana Pastor (TV + RRSS) – Voces polarizadas en medios.
- Víctor Domínguez (Wall Street Wolverine) – Opinión económica sin filtro.
Desinformación y cultura polarizada:
- Andrew Tate – Influencer ultra individualista.
- Elon Musk – Empresario convertido en figura cultural y política.
- Voces anónimas y virales que nacen en X (Twitter), TikTok o YouTube.
Resistencia intelectual y divulgación ética:
- Sabina Urraca, Elizabeth Duval, Yayo Herrero – Voces culturales alternativas.
- Clara Grima, Rocío Vidal (La gata de Schrödinger) – Divulgadoras rigurosas.
- Mariana Mazzucato, Byung-Chul Han, Naomi Klein – Pensadoras críticas globales.
Top 10 youtubers más famosos del mundo (creadores individuales)
- MrBeast (EE. UU.) – +250 millones
- PewDiePie (Suecia) – +110 millones
- Vlad and Niki (Rusia/EE. UU.) – +100 millones
- Like Nastya (EE. UU./Rusia) – +100 millones
- Fernanfloo (El Salvador) – +50 millones
- Luisito Comunica (México) – +43 millones
- A4 (Bielorrusia) – +45 millones
- Felipe Neto (Brasil) – +45 millones
- JuegaGerman / HolaSoyGerman (Chile) – +45 millones
- TheDonato (Venezuela/México) – +43 millones
Top youtubers más famosos de España
- ElRubius – +40 millones
- Vegetta777 – +33 millones
- Mikecrack – +40 millones
- TheGrefg – +18 millones
- Willyrex – +17 millones
- Jordi Wild (The Wild Project) – +11 millones
- AuronPlay – +30 millones
- Ibai Llanos – +11 millones (más relevante en Twitch, pero también en YouTube)
- Xokas – +2 millones (alta visibilidad, pese a menor número)
- QuantumFracture – +3 millones (divulgación científica)
Top youtubers más famosos de México
- Luisito Comunica – +43 millones
- Kimberly Loaiza – +47 millones
- Juan de Dios Pantoja – +49 millones
- Fede Vigevani – +67 millones (vive en México)
- YOLO Aventuras – +62 millones
- Karla Bustillos – +43 millones
- La Bala – +6 millones
- Mis Pastelitos – +14 millones
- Skabeche – +12 millones
- El Mariana – +11 millones (crece también en Twitch)
Top youtubers más famosos de Argentina
- Demente – +5 millones
- Coscu – +4 millones (más fuerte en Twitch, pero relevante en YT)
- Alejo Igoa – +10 millones
- Pimpeano – +4 millones
- Yao Cabrera – ~10 millones (polémico, pero con fuerte presencia)
- Te lo resumo así nomás – +5 millones (humor y crítica cultural)
- Antrax – +10 millones (aunque opera desde otros países)
- La Divaza – +10 millones (venezolano, radicado en Argentina por temporadas)
Top youtubers más famosos de Colombia
- Pautips – +9 millones
- Nancy Loaiza – +3 millones
- Mario Ruiz – +3 millones
- Sebastián Villalobos – +6 millones
- Sofi Dossi (colombo-estadounidense) – +10 millones
- Cristhian Bacanur – Creciente en lifestyle
- Laura Mejía – +3 millones (belleza y moda)
Top youtubers más famosos de Chile
- HolaSoyGerman / JuegaGerman – +45 millones
- Pollo Castillo – +1 millón
- Xoda – +10 millones
- ClaudioMerlín – divulgación crítica creciente
- Las Aventuras de Sofía – contenido infantil (popular, pero menos conocido fuera del nicho)