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Lo que las B Corps pueden enseñar a otras empresas sobre el éxito

02/09/2020 by María Hidalgo

Mere­ce ser compartido:

Actua­li­za­do el Sun­day, 20 March, 2022

✅ En este post cono­ce­rás un poco más sobre B Corps. Des­de una visión crí­ti­ca pero tam­bién opti­mis­ta sobre sus éxi­tos y derro­tas, vere­mos jun­tos qué pode­mos apren­der de ellas. Pero si quie­res saber mucho más, no te pier­das los retos for­ma­ti­vos de Dise­ño Social EN+


Ima­gi­na un tipo de empre­sa que al igual que una ONG, no tie­ne como obje­ti­vo prin­ci­pal la maxi­mi­za­ción de bene­fi­cios eco­nó­mi­cos sino que tie­ne una misión dife­ren­te: ayu­dar a solu­cio­nar un pro­ble­ma social o medioam­bien­tal de la for­ma más res­pon­sa­ble. ¿Pare­ce una fan­ta­sía ver­dad? Pues no lo es. Este tipo de empre­sas ya exis­ten y una de sus moda­li­da­des más popu­la­res son las B Corps.

No te preo­cu­pes si no tie­nes ni idea de lo que te estoy hablan­do, es nor­mal que no sepas que son las cor­po­ra­cio­nes B. En mi caso fue pura casua­li­dad tener la opor­tu­ni­dad de cono­cer a Alma­na­tu­ra, quien en 2013 se con­vir­tió en la Pri­me­ra Empre­sa B Corps cer­ti­fi­ca­da de Espa­ña. Y no solo eso, son unas de las mejo­res B Corps del mun­do. Cada año, las mejo­res empre­sas (tras una eva­lua­ción veri­fi­ca­da de su impac­to social y medioam­bien­tal) reci­ben el reco­no­ci­mien­to Best For The World. Pue­de que no te sue­ne ese pre­mio pero sí algu­nas de su empre­sas como Pata­go­nia, TOMS, The Body Shop, Ben & Jerry’s, Kicks­tar­ter, The Guar­dian Media Group e inclu­so Dano­ne, el gigan­te de la comi­da francesa.

__ ¿Qué des­cu­bri­rás en este post? __

  • Rede­fi­nir el éxi­to empresarial
  • ¿Des­de cuán­do exis­ten las B Corps?
  • ¿Qué sig­ni­fi­ca ser una B Corp?
  • Te ayu­da a selec­cio­nar a los inver­so­res y empleadores
  • Su éxi­to es el éxi­to de todos
  • Cam­bios lega­les e inci­den­cia polí­ti­ca de las B Corps
  • Cre­ci­mien­to vs influencia
  • ¿Cómo obtie­ne una empre­sa la cer­ti­fi­ca­ción B Corp?
  • ¿Quién está impul­san­do el cre­ci­mien­to de las B Corps?
  • ¿Cómo es tra­ba­jar en una empre­sa B? ¡Escri­be a sus empleados!
  • La fun­ción del acti­vis­mo y el con­su­mi­dor cons­cien­te como meca­nis­mos de mejora
  • Un cam­bio en pro­gre­so del que pue­des for­mar parte
  • ¿Un pun­to de infle­xión en la his­to­ria del capitalismo?

Redefinir el éxito empresarial

Chris­topher Mar­quis, pro­fe­sor de admi­nis­tra­ción en la Uni­ver­si­dad de Cor­nell escri­bió en un estu­dio de caso de Har­vard Busi­ness School de 2015 que la orga­ni­za­ción B Lab se cen­tra­ba en “la misión de rede­fi­nir el éxi­to en los nego­cios, para que todas las empre­sas com­pi­tan ‘no solo para ser las mejo­res del mun­do, sino las mejo­res para el mun­do’ ”. La idea es crear un círcu­lo vir­tuo­so, en el que las empre­sas mejo­ren, publi­ci­ten sus logros, obten­gan reco­no­ci­mien­to y, a su vez, ins­pi­ren a otros a hacer­lo mejor.

La idea que sus­ten­ta a estas empre­sas es esen­cial para todos: nece­si­ta­mos un cam­bio com­ple­to en la for­ma en que fun­cio­na el capi­ta­lis­mo para sal­var al mun­do. Para sal­var­nos.

Subra­ma­nian Ran­gan, pro­fe­sor de estra­te­gia y ges­tión en la escue­la de nego­cios INSEAD de París, tie­ne una res­pues­ta sucin­ta: “Nues­tras ideas de con­su­mo masi­vo fue­ron fan­tás­ti­cas como start-up, pero son desas­tro­sas como sca­le-up”. La extrac­ción inter­mi­na­ble de recur­sos natu­ra­les (y huma­nos) para crear esti­los de vida lujo­sos fun­cio­nó duran­te un tiem­po. Pero con sie­te mil millo­nes de super­con­su­mi­do­res en el pla­ne­ta, seguir con­fian­do en el mis­mo sis­te­ma no tie­ne sen­ti­do. 

Ran­gan, fun­da­dor de la Socie­dad para el Pro­gre­so, que reúne a aca­dé­mi­cos y direc­to­res eje­cu­ti­vos con filó­so­fos, tam­bién advier­te que final­men­te nos esta­mos pre­pa­ran­do para reco­no­cer que hay dema­sia­das ano­ma­lías en el sis­te­ma de auto­rre­gu­la­ción y exi­gir que los acto­res prin­ci­pa­les del sis­te­ma sean las que cam­bien. A lo lar­go de la era capi­ta­lis­ta, sugie­re, nos hemos cen­tra­do en el desem­pe­ño, pero ha sido a expen­sas de la humanidad. 

“La gen­te ya no quie­re camas, quie­re dor­mir. La gen­te no quie­re coches, quie­re solu­cio­nes de movilidad”

Ran­gan, fun­da­dor de la Socie­dad para el Progreso

En opi­nión de Ran­gan, la solu­ción par­te de la edu­ca­ción del con­su­mi­dor pero tam­bién de edu­car a los empre­sa­rios. Los líde­res de las empre­sas, a quie­nes his­tó­ri­ca­men­te se les ense­ñó a enfo­car­se en el desem­pe­ño finan­cie­ro, aho­ra nece­si­tan edu­ca­ción en valo­res como el cui­da­do, el com­pro­mi­so y el sacri­fi­cio: “Ense­ña­mos a ser com­pe­ti­ti­vos, pero ¿pode­mos ense­ñar carác­ter? Mi sen­ti­mien­to es que sí ” mati­za Ran­gan. 

Con ese mis­mo fin, Dise­ño Social lan­za­rá en Enero de 2021 un reto for­ma­ti­vo para empren­de­do­res y empre­sa­rios, cuyo núcleo será la filo­so­fía moral eje­cu­ti­va apli­ca­da al desa­rro­llo del pen­sa­mien­to crí­ti­co en la toma de deci­sio­nes. Ya pue­des reser­var tu pla­za y pedir más infor­mai­cón des­de este enla­ce.

Por más som­brío que sea el sen­ti­mien­to, Ran­gan dice que los desas­tro­sos efec­tos del cre­ci­mien­to desen­fre­na­do, que ya se están expe­ri­men­tan­do en algu­nas par­tes del mun­do, podrían ser úti­les para apo­yar la prác­ti­ca de un capi­ta­lis­mo más cons­cien­te. “Es posi­ble que nece­si­te­mos ese tipo de cri­sis para movi­li­zar al otro 50% que está espe­ran­do esta fuer­te señal […] Si pode­mos hacer evo­lu­cio­nar el sis­te­ma empre­sa­rial, habre­mos ayu­da­do más que un poco”.

Den­tro de este cam­bio nece­sa­rio, Ran­gan reco­no­ce que las B Corps juga­rán un papel esen­cial pero rela­ti­va­men­te peque­ño com­pa­ra­do con el gran reto. Según Ran­gan, el pro­ble­ma con este movi­mien­to es que aún está “pre­di­can­do a los con­ver­ti­dos” y debe­mos encon­trar, jun­tos, solu­cio­nes que nos lle­ven a con­ven­cer a la gran masa de inver­sión y consumo.

¿Desde cuándo existen las B Corps?

Es un con­cep­to nue­vo, desa­rro­lla­do en 2006 que cuen­ta con más de 3000 empre­sas cer­ti­fi­ca­das en todo el mun­do (aun­que cada año el núme­ro va subien­do). Eso es una gran noti­cia ya que sig­ni­fi­ca que con­ta­mos con miles de líde­res tra­ba­jan­do por encon­trar un equi­li­brio entre las ganan­cias y el pro­pó­si­to. Y en este post vere­mos qué pode­mos apren­der el res­to de empre­sas y empren­de­do­res sobre su éxi­to.

En gene­ral, las B Corps pue­den ser mode­los ins­pi­ra­do­res para las empre­sas en cual­quier eta­pa de su bús­que­da el pro­pó­si­to. Y su com­pro­mi­so con la trans­pa­ren­cia, que es uno de los requi­si­tos de B Corps, sig­ni­fi­ca que están más dis­pues­tos que muchos a abrir­se sobre lo que hacen, lo que no, las metas alcan­za­das y las metas por cumplir.

Los des­cu­bri­mien­tos e inno­va­cio­nes rea­li­za­dos por los líde­res de B Corp son apli­ca­bles a cual­quier per­so­na intere­sa­da en hacer de su empre­sa un lugar mejor, ya sea para las per­so­nas que tra­ba­jan allí o para el mun­do en general.

¿Qué significa ser una B Corp?

La desig­na­ción de B Corp sig­ni­fi­ca tres cosas:

  • Pri­me­ro, la com­pa­ñía ha pro­fun­di­za­do en la salud de su pro­pia cul­tu­ra y prác­ti­cas éticas; 
  • Segun­do, que su his­to­rial en esas áreas ha sido veri­fi­ca­do inde­pen­dien­te­men­te por B Lab, la orga­ni­za­ción detrás del con­cep­to B Corp; 
  • Y ter­ce­ro, que la empre­sa en cues­tión ha rea­li­za­do un cam­bio legal, com­pro­me­tién­do­se legal­men­te a man­te­ner o mejo­rar sus están­da­res de sostenibilidad. 

¿Les impor­ta a los con­su­mi­do­res? Pues depen­de de la empre­sa y su gru­po de con­su­mi­do­res cocre­to. Pon­ga­mos algu­nos ejem­plos nega­ti­vos para demos­trar que no siem­pre es fácil ser competitivo. 

Te ayuda a seleccionar a los inversores y empleadores

Según Lau­ra Teni­son, fun­da­do­ra y direc­to­ra eje­cu­ti­va de Jojo Maman Bébé: “Yo cate­gó­ri­ca­men­te, has­ta el día de hoy, digo que no”. Teni­son, quien fun­dó la eti­que­ta en 1993, cree para sus clien­tes lo impor­tan­te no es el pro­pó­si­to, sino sus pro­duc­tos. Debes ser muy bueno hacien­do lo que haces por­que el clien­te será igual de exi­gen­te con­ti­go.

Aun­que reco­no­ce que por ser una Cor­po­ra­ción B (Jojo Maman Bébé fue cer­ti­fi­ca­da en 2016) le está gene­ran­do mejo­res soli­ci­tan­tes para todas las divi­sio­nes de la com­pa­ñía. “Lo que des­cu­brí acer­ca de ser una empre­sa B es que obten­go una mejor cali­dad de emplea­dos que soli­ci­tan pues­tos de tra­ba­jo”. Un sen­ti­do de pro­pó­si­to es impor­tan­te tan­to para el per­so­nal como para los geren­tes.

Pip­pa Murray dice que la tarea de cer­ti­fi­car a su joven empre­sa fue abru­ma­do­ra. Murray fun­dó Pip & Nut, que fabri­ca man­te­qui­lla de cacahue­tes y otros pro­duc­tos de nue­ces, en 2013, y obtu­vo la cer­ti­fi­ca­ción B Corp en 2019. Para abor­dar la tarea, divi­dió el tra­ba­jo entre todos los miem­bros del equi­po de enton­ces 12 miem­bros, incor­po­ran­do los requi­si­tos en sus obje­ti­vos anua­les.

Pese a ello, y mien­tras la com­pa­ñía seguía cre­cien­do, cuan­do esta­ban en mitad de una ron­da de finan­cia­ción de inver­sio­nes, Murray obser­vó que la misión de con­ver­tir­se en una B Corp les ayu­dó a juz­gar qué inver­so­res enca­ja­rían bien en el pro­yec­to.

Cuan­do expu­sie­ron las cifras de inver­sión de la com­pa­ñía indi­ca­ron que esta­ba esfor­zán­do­se por con­ver­tir­se en una Cor­po­ra­ción B y que estos requi­si­tos se inte­gra­rían en sus docu­men­tos de ges­tión. Esto le valió para hacer ver a los inver­so­res que la pre­mi­sa para el cre­ci­mien­to de su empre­sa era man­te­ner el equi­li­brio entre bene­fi­cio y pro­pó­si­to den­tro del nego­cio. Para Murray, era impor­tan­te que quien no lo vie­ra así no se incor­po­ra al nego­cio.

Los inver­so­res tam­bién están notan­do el movi­mien­to y, en algu­nos casos, están uti­li­zan­do los cri­te­rios de eva­lua­ción para ayu­dar en la toma de deci­sio­nes. Bain Capi­tal usa la Eva­lua­ción de Impac­to B para cali­fi­car a las empre­sas en las que invier­te, según infor­ma Poli­ti­co, aun­que el mis­mo artícu­lo cita a Kas­soy lamen­tan­do que “los esfuer­zos autén­ti­cos y res­pon­sa­bles de los inver­so­res para uti­li­zar su capi­tal para tener un impac­to posi­ti­vo son toda­vía muy pocos”.

Hablar de pro­pó­si­to es una cosa. Con­sa­grar­lo en la ley y ren­dir cuen­tas exter­na­men­te es otra. 

Amit Gud­ka, cofun­da­dor y direc­tor de ope­ra­cio­nes de Bulb, una empre­sa de ener­gía con sede en el Rei­no Uni­do, dijo que ser una Cor­po­ra­ción B (cer­ti­fi­ca­da en 2016) ha impul­sa­do a su equi­po a ase­gu­rar­se de que la diver­si­dad siga sien­do una prio­ri­dad en su agen­da.

Gud­ka dice que Bulb ha pro­ba­do una varie­dad de for­mas de man­te­ner sus datos actua­li­za­dos, lo que a veces pue­de ser un desa­fío cuan­do una empre­sa está cre­cien­do rápi­da­men­te, y que actua­li­za tan­to al per­so­nal como a los clien­tes con un blog de diver­si­dad cada trimestre. 

“Ser trans­pa­ren­te con esos datos ha ayu­da­do a tener­los en men­te en cada decisión”

Amit Gud­ka, cofun­da­dor y direc­tor de ope­ra­cio­nes de Bulb

En la publi­ca­ción de blog más recien­te , de diciem­bre de 2019, una serie de grá­fi­cos dejan en cla­ro que Bulb está mejo­ran­do en algu­nas medi­das, como con­tra­tar a per­so­nas for­ma­das en una varie­dad más amplia de escue­las. Pero, como seña­la Gud­ka, la empre­sa tie­ne índi­ces bajos en com­pa­ra­ción con la pobla­ción acti­va nacio­nal y por ejem­plo, aún no ha logra­do mejo­rar sus bajos nive­les de con­tra­ta­ción de per­so­nas con discapacidades.

“No esta­mos hacien­do esto bien todo el tiem­po; No estoy aquí solo para hacer sonar nues­tra trom­pe­ta acer­ca de lo bien que lo esta­mos hacien­do ” Amit Gudka.

¿No sería mara­vi­llo­so poder escu­char pala­bras tan sin­ce­ras y auto­crí­ti­cas como estas en la mayo­ría de gran­des empre­sa­rios y multimillonarios?

Inno­cent Drinks, una com­pa­ñía de bati­dos del Rei­no Uni­do que se con­vir­tió en B Corp hace pocos años. Es una empre­sa con unos orí­ge­nes muy curio­sos: en 1999, los fun­da­do­res lle­va­ron sus bati­dos a un fes­ti­val de músi­ca y pidie­ron a los clien­tes que vota­ran si debían dejar sus tra­ba­jos dia­rios y crear una empre­sa de bati­dos. Los asis­ten­tes debían poner la bote­lla vacía en una pape­le­ra-hur­na para dar­les su voto afir­ma­ti­vo. Fue un éxi­to y al día siguien­te, los fun­da­do­res renun­cia­ron a sus tra­ba­jos. 

Si bien el pro­pó­si­to ha sido impor­tan­te para la empre­sa duran­te mucho tiem­po, ser una empre­sa B ha deja­do las cosas más cla­ras y lo ha con­ver­ti­do en un “líder más valien­te” según su direc­tor ejecutivo.

“Me ha libe­ra­do para tomar deci­sio­nes más valientes”

Dou­glas Lamont, direc­tor eje­cu­ti­vo de Inno­cent des­de 2013

Su éxito es el éxito de todos

Hay un gran pro­ble­ma que oscu­re­ce la ima­gen poten­cial­men­te opti­mis­ta del pro­pó­si­to cor­po­ra­ti­vo que impul­sa esa evo­lu­ción un mun­do mejor y más jus­to: la urgen­cia ante el gra­ve pro­ble­ma del cam­bio climático.

“Si me ima­gino la evo­lu­ción de las ideas, las per­so­nas y la his­to­ria sin que este muro gigan­te y rugien­te del cam­bio cli­má­ti­co se acer­que a noso­tros, sí, soy extre­ma­da­men­te opti­mis­ta […] Pero no pue­do ser opti­mis­ta sobre el cam­bio cli­má­ti­co”. 

Yan­cey Stric­kler anti­guo CEO de Kickstarter

Al igual que Subra­ma­nian Ran­gan, ima­gi­na que la raza huma­na ten­drá que pagar un alto pre­cio mien­tras pasa a la siguien­te fase de su evo­lu­ción. “El resul­ta­do final que podría pro­ve­nir del cam­bio cli­má­ti­co es que lle­ga­mos a ver estos 80 años de perío­do de pos­gue­rra como este extra­ño des­te­llo de la exis­ten­cia huma­na cuan­do la vida era bas­tan­te segu­ra de sí mis­ma, la vida era bas­tan­te pre­de­ci­ble”.

Hubo una épo­ca en que el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co era un obje­ti­vo que se per­se­guía sin preo­cu­par­se por los daños que pudie­ra cau­sar al pla­ne­ta, y en el que los pro­vee­do­res se selec­cio­na­ban úni­ca­men­te en fun­ción del pre­cio y sin tener en cuen­ta sus prác­ti­cas cor­po­ra­ti­vas.

Todas estas cosas están cam­bian­do ¡por fin! y espe­re­mos que no sea dema­sia­do tar­de. Las empre­sas están expe­ri­men­tan­do un reco­no­ci­mien­to inci­pien­te de que la for­ma en que ha fun­cio­na­do el capi­ta­lis­mo en el pasa­do pue­de que ya no sea ade­cua­da para el futu­ro, y que la idea de que las empre­sas maxi­mi­cen el cre­ci­mien­to estric­ta­men­te en bene­fi­cio de los accio­nis­tas está crean­do pro­ble­mas que solo una gran sacu­di­da del sis­te­ma pue­de resol­ver.

Para mos­trar un ejem­plo sig­ni­fi­ca­ti­vo de este cam­bio, en 2019, Busi­ness Round­ta­ble, un gru­po influ­yen­te de líde­res cor­po­ra­ti­vos esta­dou­ni­den­ses, refor­mu­ló su decla­ra­ción sobre el pro­pó­si­to de las empre­sas: ya no debe­rían cen­trar­se solo en el ren­di­mien­to de los accio­nis­tas, sino tam­bién en las comu­ni­da­des. clien­tes, emplea­dos y medio ambiente.

Algu­nos líde­res están com­pro­me­tien­do a sus empre­sas con for­mas radi­cal­men­te nue­vas de medir el éxi­to. En cier­to sen­ti­do, sim­ple­men­te se están ponien­do al día con una nue­va gene­ra­ción de con­su­mi­do­res pero tam­bién de tra­ba­ja­do­res que exi­gen a sus emplea­do­res can­ti­da­des sin pre­ce­den­tes de fle­xi­bi­li­dad, reco­no­ci­mien­to y un com­pro­mi­so social con el futuro.

 Se tra­ta de jóve­nes sen­si­bi­li­za­dos, por ejem­plo, con el gra­ve pro­ble­ma del desas­tre cli­má­ti­co que se ave­ci­na y dota­dos de los pode­res de la tec­no­lo­gía, la infor­ma­ción y la comu­ni­ca­ción. Para con­tra­tar­los, las empre­sas nece­si­tan cada vez más com­pe­tir no solo por el dine­ro, sino tam­bién por pro­duc­tos más valio­sos: éti­ca demos­tra­ble y pro­pó­si­to defendible.

Cambios legales e incidencia política de las B Corps

En 2006, tres ami­gos uni­ver­si­ta­rios que habían tra­ba­ja­do en una varie­dad de sec­to­res que­rían reha­cer la for­ma de hacer nego­cios. Crea­ron B Lab, un orga­nis­mo de cer­ti­fi­ca­ción sin fines de lucro que admi­nis­tra­ría un pro­ce­so para que las empre­sas se eva­lua­ran a sí mis­mas en fun­ción de cri­te­rios orga­ni­za­dos en cin­co temas: gobierno, tra­ba­ja­do­res, comu­ni­dad, medio ambien­te y clien­tes.

La cer­ti­fi­ca­ción de empre­sas fue una de las ramas del tra­ba­jo. Los fun­da­do­res tam­bién se encon­tra­ron con la nece­si­dad de cam­biar la ley en cada uno de los 50 esta­dos de EE.UU. y espe­cial­men­te en Dela­wa­re, a la que a menu­do se hace refe­ren­cia como el hogar de la empre­sa esta­dou­ni­den­se, por­que muchos están dadas de alta allí. En su estu­dio de caso de 2015, Cor­ne­ll’s Mar­quis escri­be que B Lab fue esta­do por esta­do, per­sua­dien­do a los legis­la­do­res de ambos lados del pasi­llo polí­ti­co de que bene­fi­ciar a la legis­la­ción cor­po­ra­ti­va tenía sen­ti­do y no les costaría. 

Para que una empre­sa se con­vier­ta en una Cor­po­ra­ción B cer­ti­fi­ca­da, debe obte­ner un míni­mo de 80 pun­tos de un posi­ble 200 en esas cin­co áreas. Los audi­to­res de B Lab veri­fi­ca­rán las afir­ma­cio­nes de la empre­sa y la acre­di­ta­rán si se alcan­za el umbral de 80 pun­tos. Las empre­sas pagan una tari­fa de cer­ti­fi­ca­ción anual en fun­ción de su tama­ño y deben vol­ver a cer­ti­fi­car cada tres años.

La cer­ti­fi­ca­ción tam­bién requie­re un cam­bio legal, reem­pla­zan­do el deber úni­co tra­di­cio­nal de una empre­sa hacia los accio­nis­tas con una redac­ción que la haga res­pon­sa­ble ante múl­ti­ples par­tes intere­sa­das. Esto inva­li­da una idea que, en los últi­mos 50 años, se ha vuel­to intrín­se­ca a la for­ma en que las empre­sas con­cep­tua­li­zan los nego­cios.

En 1970, el eco­no­mis­ta Mil­ton Fried­man argu­men­tó en un ensa­yo del New York Times que la mejor mane­ra de que una empre­sa sir­vie­ra a la socie­dad era hacien­do tan­to dine­ro como fue­ra posi­ble para sus accio­nis­tas. Al hacer­lo, argu­men­tó Fried­man, una empre­sa esta­ría cum­plien­do su pro­pó­si­to de la mane­ra más efi­cien­te posi­ble. A con­ti­nua­ción, corres­pon­día a otros acto­res, inclui­do el gobierno, ges­tio­nar las diver­sas nece­si­da­des de la socie­dad. Si los líde­res empre­sa­ria­les qui­sie­ran ayu­dar, podrían dedi­car­se a la filan­tro­pía en su tiem­po libre. Con el tiem­po, su influ­yen­te argu­men­to se incor­po­ró a la pla­ca de cir­cui­to de los nego­cios esta­dou­ni­den­ses y de ahí pasó al res­to de mun­do.

La ley cor­po­ra­ti­va de Esta­dos Uni­dos no prohi­bió a las empre­sas con­si­de­rar los dere­chos de las par­tes intere­sa­das. Pero su redac­ción hizo que los empre­sa­rios y líde­res empre­sa­ria­les se incli­na­ran por lo que, en la mayo­ría de los esta­dos, esta­ba explí­ci­ta­men­te san­cio­na­do: maxi­mi­zar el valor para los accio­nis­tas. Los fun­da­do­res de B Lab y otros, inclui­dos los pri­me­ros inno­va­do­res lega­les espe­cí­fi­cos del esta­do, tra­ba­ja­ron para obte­ner un nue­vo esta­tus con­sa­gra­do en la ley: la cor­po­ra­ción de bene­fi­cios, que per­mi­te a una empre­sa reco­no­cer legal­men­te su res­pon­sa­bi­li­dad ante un con­jun­to diver­so de acto­res. Mary­land se con­vir­tió en el pri­mer esta­do de EE. UU. en pro­mul­gar una ley de cor­po­ra­cio­nes bené­fi­cas en 2010. Aho­ra, 37 esta­dos de EE. UU. per­mi­ten las cor­po­ra­cio­nes de bené­fi­cas.

Ser una cor­po­ra­ción de este tipo indi­ca la inten­ción de admi­nis­trar un nego­cio de mane­ra dife­ren­te, pero no inclu­ye la mis­ma super­vi­sión, pun­tua­ción o audi­to­ría adjun­ta al pro­ce­so de B Corp. Sin embar­go, en algu­nos esta­dos de EE. UU., inclui­do Dela­wa­re, don­de están incor­po­ra­das la mayo­ría de las prin­ci­pa­les empre­sas, las empre­sas no pue­den cum­plir con el requi­si­to legal para la cer­ti­fi­ca­ción de Cor­po­ra­ción B sin antes crear una estruc­tu­ra cor­po­ra­ti­va benéfica.

Crecimiento vs influencia

Los pri­me­ros que con­si­guie­ron los cer­ti­fi­ca­dos B Corps tenían su sede en los EE. UU. Entre las empre­sas más cono­ci­das está Pata­go­nia, la mar­ca de ropa para acti­vi­da­des al aire libre fun­da­da por esca­la­do­res y sur­fis­tas esta­dou­ni­den­ses en la déca­da de 1970, y Ben & Jerry’s, la com­pa­ñía de hela­dos con sede en Ver­mont que se cer­ti­fi­có en 2012.

Suda­mé­ri­ca se con­vir­tió en la siguien­te zona de expan­sión de B Corps fue­ra de EE. UU, con­si­guien­do incor­po­rar a Natu­ra, un gigan­te bra­si­le­ño de la cos­mé­ti­ca, es una de las cor­po­ra­cio­nes B más gran­des de la región y del mun­do.

Actual­men­te, alre­de­dor de 100 nue­vas empre­sas en todo el mun­do se esta­ban cer­ti­fi­can­do cada tri­mes­tre. De todas las empre­sas B que se han cer­ti­fi­ca­do des­de 2007, el 76% sigue estan­do cer­ti­fi­ca­do, lo que impli­ca que (apro­xi­ma­da­men­te) sólo una cuar­ta par­te pier­de su cer­ti­fi­ca­ción o deci­de no con­ti­nuar con ella.

En 2015, Etsy, el mer­ca­do en línea de pro­duc­tos hechos a mano, se hizo públi­co con una cer­ti­fi­ca­ción B Corp. Pero no duró . Los accio­nis­tas des­con­ten­tos con el gas­to de la com­pa­ñía, par­ti­cu­lar­men­te en ini­cia­ti­vas de bien­es­tar, pre­sio­na­ron por un rum­bo dife­ren­te. En últi­ma ins­tan­cia, Etsy no logró rea­li­zar el cam­bio legal nece­sa­rio den­tro de su ven­ta­na de tiem­po y dejó de ser una empre­sa B.

Pero los núme­ros bru­tos no son cru­cia­les para Andrew Kas­soy, uno de los fun­da­do­res de B Lab. “No pen­sa­mos en el éxi­to en tér­mi­nos de cuán­tos B Corps hay, por­que inclu­so si pasa­mos de 3.000 a 30.000, o has­ta 300.000 B Corps, ese es toda­vía un por­cen­ta­je rela­ti­va­men­te peque­ño de todas las empre­sas que exis­ten en el mun­do. Así que esta­mos mucho más enfo­ca­dos en el valor de quie­nes se están cer­ti­fi­can­do como Cor­po­ra­ción B […] Pen­sa­mos mucho más en tér­mi­nos de impacto”.

Un ejem­plo de ello fue el gran impac­to que alcan­za­ron cuan­do una de las empre­sas más influ­yen­tes de la ali­men­ta­ción en euro­pa se cer­ti­fi­có. Se tra­ta de la mul­ti­na­cio­nal fran­ce­sa detrás del yogur Dano­ne, Dan­non, el agua Evian y otros pro­duc­tos bási­cos de los super­mer­ca­dos. En 2013, la com­pa­ñía había adqui­ri­do Happy Family, una empre­sa B con sede en EE. UU. que fabri­ca ali­men­tos orgá­ni­cos para bebés. Dicha adqui­si­ción ins­pi­ró tan posi­ti­va­men­te a Dano­ne que cuan­do toda la divi­sión nor­te­ame­ri­ca­na de Dano­ne se con­vir­tió en una empre­sa B regis­tra­da en 2015, se con­vir­tió en la empre­sa B más gran­de del mun­do. Poco des­pués, el direc­tor eje­cu­ti­vo de Dano­ne, Emma­nuel Faber, se com­pro­me­tió a trans­for­mar toda la empre­sa de 100.000 emplea­dos en una empre­sa B, filial por filial, para 2030. Es la empre­sa más gran­de que ha pro­ba­do algo así, y está a un ter­cio del camino.

B Lab ha comen­za­do a desa­rro­llar la ayu­da que ofre­ce a las gran­des empre­sas en su pro­ce­so de “ace­le­ra­ción” de obte­nien­do la cer­ti­fi­ca­ción. Con­ver­tir­se en una empre­sa B es una señal de cómo una empre­sa quie­re actuar y cómo desea ser vis­ta. La publi­ci­dad que rodea a B Corps pue­de pare­cer una espe­cie de lava­do de cara de los pro­pó­si­tos, y cier­ta­men­te hay quie­nes están dis­pues­tos a seña­lar sus defi­cien­cias. Las tie­nen. Y aun así, oja­lá el res­to de empre­sas tuvie­ran solo esas deficiencias.

¿Cómo obtiene una empresa la certificación B Corp?

La Eva­lua­ción de Impac­to es un cues­tio­na­rio lar­go y deta­lla­do, en el que cada pre­gun­ta vale una cier­ta can­ti­dad de pun­tos. Algu­nas pre­gun­tas refe­ri­das a polí­ti­cas de empre­sa pue­den ser rela­ti­va­men­te fáci­les de cam­biar para obte­ner más pun­tos, como la can­ti­dad de pun­tos que una empre­sa obtie­ne por dar tiem­po libre a los tra­ba­ja­do­res para que se las dedi­quen a volun­ta­ria­do cor­po­ra­ti­vo. Otros cam­bios pue­den ser más cos­to­sos y com­pli­ca­dos, como el can­ti­dad de licen­cia paren­tal remu­ne­ra­da que ofre­ce una empresa.

El pro­ce­so de cer­ti­fi­ca­ción es menos com­pli­ca­do para las empre­sas que son peque­ñas, o que ya esta­ban muy enfo­ca­das a una alta res­pon­sa­bi­li­dad social cor­po­ra­ti­va des­de su creación. 

Pero a medi­da que la comu­ni­dad de B Corp ha cre­ci­do para incluir empre­sas más com­ple­jas y anti­guas, tam­bién lo han hecho las com­pli­ca­cio­nes de obte­ner la cer­ti­fi­ca­ción. Si bien es posi­ble que las peque­ñas empre­sas deban dedi­car una can­ti­dad sig­ni­fi­ca­ti­va de horas-per­so­na al pro­ce­so de cer­ti­fi­ca­ción, pro­ba­ble­men­te será más sen­ci­llo fil­trar infor­ma­ción de una empre­sa menos com­ple­ja, o una que exis­te prin­ci­pal­men­te enfo­ca­da a un mer­ca­do, que una empre­sa con muchos depar­ta­men­tos dife­ren­tes, dis­tin­tas fuen­tes de ingre­sos o muchas ubi­ca­cio­nes.

Depen­dien­do del nego­cio, la cer­ti­fi­ca­ción pue­de ser extre­ma­da­men­te difí­cil o inclu­so impo­si­ble. Por ejem­plo, en la sec­ción de medio ambien­te, la eva­lua­ción pre­gun­ta si una empre­sa ha estu­dia­do las emi­sio­nes de gases de efec­to inver­na­de­ro de “toda su ope­ra­ción y cade­na de sumi­nis­tro, ha iden­ti­fi­ca­do las fuen­tes más inten­si­vas y ha esta­ble­ci­do estra­te­gias de mejo­ra”. Depen­dien­do de tu sec­tor, esta pre­gun­ta pue­de variar muchí­si­mo en pun­tua­ción.

Cuan­do sur­gen pro­ble­mas de eva­lua­ción como este una sec­ción de estu­dio inten­ta reco­pi­lar infor­ma­ción para emi­tir un jui­cio infor­ma­do. Por ejem­plo, cuan­do se tra­ta de la indus­tria peni­ten­cia­ria, B Lab des­cu­brió que seguían sur­gien­do pre­gun­tas com­pli­ca­das de resol­ver. Algu­nas empre­sas rela­cio­na­das con las pri­sio­nes, inclui­da Ame­ri­can Pri­son Data Sys­tems, que ges­tio­na ser­vi­cios digi­ta­les para los reclu­sos esta­dou­ni­den­ses, están cer­ti­fi­ca­das como B Corps. Pero en junio del año pasa­do, B Lab impu­so una mora­to­ria sobre cual­quier cer­ti­fi­ca­ción adi­cio­nal rela­cio­na­da con la pri­sión has­ta que pue­da con­sul­tar con las par­tes intere­sa­das para “deter­mi­nar si las empre­sas pue­den ser ele­gi­bles para la cer­ti­fi­ca­ción y, de ser así, qué prác­ti­cas de ges­tión deben exis­tir”.

Al mis­mo tiem­po, B Lab puso su Eva­lua­ción de Impac­to B a dis­po­si­ción gra­tui­ta de cual­quier empre­sa, ya sea que esté pen­san­do en cer­ti­fi­car­se o sim­ple­men­te ten­ga curio­si­dad por saber cómo se com­pa­ra en cada medi­ción. Para 2020, 70.000 empre­sas esta­ban uti­li­zan­do la eva­lua­ción como una herra­mien­ta para medir y ges­tio­nar su impac­to, según B Lab.

¿Quién está impulsando el crecimiento de las B Corps?

Lor­na Davis, que tra­ba­jó en la tran­si­ción de B Corp de Dano­ne North Ame­ri­ca y aho­ra ase­so­ra a las gran­des empre­sas sobre sus posi­bles cer­ti­fi­ca­cio­nes, dice que ha obser­va­do que las per­so­nas que rea­li­zan el tra­ba­jo duro para obte­ner las cer­ti­fi­ca­cio­nes sue­len ser jóve­nes.

Por tan­to, el ímpe­tu para mover el nego­cio hacia un pro­pó­si­to pro­vie­ne de dos focos: líde­res visio­na­rios y emplea­dos insis­ten­tes. En un mun­do don­de la reli­gión y otras comu­ni­da­des han deja­do paso a fun­cio­nar como nues­tra prin­ci­pal fuen­te de sig­ni­fi­ca­do, ambos gru­pos están pres­tan­do más aten­ción a las rami­fi­ca­cio­nes éti­cas de sus orga­ni­za­cio­nes. Y les resul­ta cada vez más difí­cil vivir con la dico­to­mía entre el tipo de per­so­na que son en casa (alguien que reci­cla, da dine­ro a obras de cari­dad, ayu­da en la feria esco­lar local) y quié­nes son en el trabajo.

Aun­que los millen­nials no inven­ta­ron el pro­pó­si­to cor­po­ra­ti­vo, es en gran par­te debi­do a su influen­cia que la idea se ha movi­do de los már­ge­nes a la corrien­te principal.

“Las per­so­nas meno­res de 35 años no se dedi­can reli­gio­sa­men­te al capi­ta­lis­mo como lo esta­ban los boo­mers” según soció­lo­go Gerald F. Davis, decano aso­cia­do de “nego­cios + impac­to” en la Ross School of Busi­ness de la Uni­ver­si­dad de Michi­gan. Y no es solo teo­ría. Como resul­ta­do de esta ten­den­cia, un hac­kathon de emplea­dos lle­vó a la empre­sa de col­cho­nes Cas­per a bus­car la cer­ti­fi­ca­ción B Corp. E inclu­so el per­so­nal de Ama­zon pre­sio­nó a la empre­sa para que anun­cia­ra obje­ti­vos sóli­dos de sos­te­ni­bi­li­dad y al menos un plan par­cial sobre cómo lograrlos. 

Ver este mara­vi­llo­so vídeo te ayu­da­rá a enten­der el fenó­meno de cambio:

¿Cómo es trabajar en una empresa B? ¡Escribe a sus empleados!

Como dice el títu­lo, lo mejor que pue­des hacer es hablar con sus emplea­dos. Pero mien­tras haces esos trá­mi­tes vamos a ade­lan­tar algu­nas posi­bles res­pues­tas. Tra­ba­jar en una empre­sa B pro­por­cio­na un sen­ti­do de pro­pó­si­to a los emplea­dos jun­to con una mejor cul­tu­ra labo­ral. Pon­ga­mos ejem­plos de éxi­tos y fracasos.

Hilary Des­souky, el con­se­jo gene­ral de Pata­go­nia, dice que tener una pro­por­ción sig­ni­fi­ca­ti­va de la empre­sa tra­ba­jan­do en la eva­lua­ción de impac­to de B Corp con­tri­bu­yó a una mayor eman­ci­pa­ción. Des­de enton­ces, Pata­go­nia, que se cer­ti­fi­có en 2011, siem­pre ha sido dife­ren­te. Pata­go­nia ha ofre­ci­do cui­da­do de niños en el lugar de tra­ba­jo duran­te 35 años y, como resul­ta­do, en com­pa­ra­ción con la gran mayo­ría de las empre­sas esta­dou­ni­den­ses, tie­ne una tasa de reten­ción de per­so­nal que tam­bién son madres.

Pero aun­que seas una B Corp, las rela­cio­nes idea­les con los emplea­dos no siem­pre están garan­ti­za­das, o no siguen sien­do así a medi­da que la empre­sa evo­lu­cio­na. Por ejem­plo, en 2018 esta­lló un des­acuer­do entre los tra­ba­ja­do­res de Kicks­tar­ter y su geren­cia por un caso muy curio­so. El pro­ble­ma se cen­tró en un libro satí­ri­co y anti­na­zi que bus­ca­ba finan­cia­ción a tra­vés de la pla­ta­for­ma: Always Punch Nazis. El títu­lo hacía refe­ren­cia a un inci­den­te en el que el líder nacio­na­lis­ta blan­co Richard Spen­cer fue gol­pea­do en la cara duran­te una entre­vis­ta tele­vi­si­va. Los crea­do­res de cómics des­cri­bie­ron el pro­yec­to en Kicks­tar­ter como “Una anto­lo­gía de cómics de 44 pági­nas sobre la bata­lla de nues­tro país con­tra el racis­mo. Úne­te a la lucha con esta nove­la grá­fi­ca satí­ri­ca”. ¿Qué tuvo que ver eso con los emplea­dos de la pla­ta­for­ma?

Lo que suce­dió duran­te los siguien­tes sie­te días sacu­dió al per­so­nal de Kicks­tar­ter. Des­pués de un artícu­lo muy crí­ti­co en Breit­bart News (el polé­mi­co medio con­ser­va­dor de extre­ma dere­cha esta­dou­ni­den­se), el pro­yec­to tuvo que ser revi­sa­do por el equi­po de Con­fian­za y Segu­ri­dad de Kicks­tar­ter, que audi­ta si el con­te­ni­do en dispu­ta vio­la las pau­tas de la comu­ni­dad de la com­pa­ñía o hace que otros usua­rios sean inse­gu­ros. Debi­do a que era obvia­men­te satí­ri­co, Always Punch Nazis el equi­po encar­ga­do deci­dió no actuar con­tra Always Punch Nazis. Pero la geren­cia des­acre­di­tó al equi­po super­vi­sor comu­ni­can­do que debían eli­mi­nar­lo de la pági­na. Este deba­te tam­bién fue el foco de uno de los mejo­res capí­tu­los de la tem­po­ra­da 3 de la serie The Good Fight: The One whe­re a Nazi Gets Pun­ched.

Y la cosa no que­dó ahí. Aquel caso con­cre­to se trans­for­mó en una pre­gun­ta mayor , sobre la for­ma en que la empre­sa debe­ría abor­dar las rela­cio­nes entre emplea­dos y geren­tes, que aca­bó con un con­tin­gen­te del per­so­nal de Kicks­tar­ter en 2019 que bus­ca sin­di­ca­li­zar­se. 

El direc­tor eje­cu­ti­vo, Aziz Hasan, emi­tió una car­ta en la que decía que la sin­di­ca­li­za­ción no era la for­ma correc­ta de pro­te­ger los dere­chos de los tra­ba­ja­do­res en Kicks­tar­ter, y la empre­sa argu­men­tó que, como era una empre­sa B, ya tenía los dere­chos de los tra­ba­ja­do­res como un prin­ci­pio cen­tral de su estruc­tu­ra.

En efec­to, la Eva­lua­ción de Impac­to B pre­gun­ta si los tra­ba­ja­do­res están repre­sen­ta­dos pero no cali­fi­ca a las empre­sas sobre esa base. En abril de 2018, en res­pues­ta a una que­ja pre­sen­ta­da con­tra una empre­sa B cer­ti­fi­ca­da, el Con­se­jo Ase­sor de Nor­ma­ti­vas de B Lab tuvo que hacer una decla­ra­ción sobre los sin­di­ca­tos en la que seña­ló que las empre­sas B cer­ti­fi­ca­das deben cum­plir con la ley y no obs­ta­cu­li­zar los esfuer­zos de los tra­ba­ja­do­res por sin­di­ca­li­zar­se. Las empre­sas que uti­li­zan cual­quier tác­ti­ca legal para disua­dir la sin­di­ca­li­za­ción deben dejar­lo cla­ro en su per­fil públi­co.

Se ha espe­cu­la­do mucho sobre si el esfuer­zo de sin­di­ca­li­za­ción sur­gió de un pro­ble­ma cul­tu­ral exis­ten­te en Kicks­tar­ter por­que dos emplea­dos que eran orga­ni­za­do­res sin­di­ca­les final­men­te per­die­ron sus tra­ba­jos y pos­te­rior­men­te se que­ja­ron ante la Jun­ta Nacio­nal de Rela­cio­nes Labo­ra­les, mien­tras que la empre­sa dice que fue­ron des­pe­di­dos por razo­nes rela­cio­na­das con el desem­pe­ño. Como vemos, no siem­pre una cer­ti­fi­ca­ción B Corps es garan­tía ple­na en muchos aspectos.

El ex direc­tor eje­cu­ti­vo Stric­kler, que había deja­do la empre­sa antes de que todo esto ocu­rrie­ra (ya os dije que con él las cosas iban mejor), dice que no le sor­pren­de que una empre­sa que atra­jo a per­so­nas impul­sa­das por el cam­bio, inten­te ser cam­bia­da o mejo­ra­da tam­bién por ellos. 

En ese sen­ti­do, el sen­tir­se una B Corp está fun­cio­nan­do tam­bién a nivel de cons­cien­cia para los emplea­dos de Kicks­tar­ter, ya que les moti­va a reu­nir a un gru­po de per­so­nas apa­sio­na­das por defen­der sus pro­pios dere­chos y, por exten­sión, los de los tra­ba­ja­do­res tec­no­ló­gi­cos en todo Esta­dos Uni­dos. ¿El lado malo? Pare­ce que los emplea­dos estu­vie­ran más con­cien­cia­dos que la gerencia.

Des­pués de un ejem­plo posi­ti­vo y otro nega­ti­vo, vea­mos aho­ra un ejem­plo de cómo los emplea­dos de dis­tin­tas B Corps tam­bién se ayu­dan entre ellos.

Roshan es la com­pa­ñía de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes más gran­de de Afga­nis­tán, su mayor emplea­dor y su úni­ca empre­sa B. En 2017, un camión cis­ter­na de com­bus­ti­ble car­ga­do con explo­si­vos y con des­tino a la emba­ja­da de Esta­dos Uni­dos explo­tó pre­ma­tu­ra­men­te fren­te a la sede de la com­pa­ñía, matan­do a 90 per­so­nas, inclui­dos 32 emplea­dos de Roshan. La empre­sa se recu­pe­ró es tes­ti­mo­nio prin­ci­pal­men­te del espí­ri­tu de sus pro­pios emplea­dos. Pero Karim Kho­ja, direc­tor eje­cu­ti­vo de Roshan, dice que un nivel ines­pe­ra­do de apo­yo , inclui­da la recau­da­ción de fon­dos para las fami­lias de los ase­si­na­dos, de la comu­ni­dad glo­bal de B Corp fue de gran ayuda.

La función del activismo y el consumidor consciente como mecanismos de mejora

Este otro ejem­plo os mues­tra aho­ra cómo algu­nas B Corps podrían no cum­plir con los están­da­res más exi­gen­tes de una activista. 

Pat­ti Run­dall, como acti­vis­ta expe­ri­men­ta­da con­tra los deli­tos cor­po­ra­ti­vos, ha escu­cha­do esta mis­ma pro­me­sa, en varias for­mas, duran­te 40 años. Y como muchos otros no está con­ven­ci­da de que el movi­mien­to B Corp sea la solu­ción defi­ni­ti­va aun­que sí es un buen pun­to de par­ti­da.

Run­dall es direc­to­ra de polí­ti­cas de Baby Milk Action, una orga­ni­za­ción sin fines de lucro del Rei­no Uni­do que tra­ba­ja den­tro de la Inter­na­tio­nal Baby Food Action Net­work (IBFAN), una red glo­bal de gru­pos de ciu­da­da­nos en más de 100 paí­ses. A par­tir de 1977, IBFAN lide­ró un boi­cot con­tra Nestlé y otros gran­des pro­vee­do­res de suce­dá­neos de la leche mater­na. La lac­tan­cia mater­na pro­te­ge la salud tan­to de la madre como del niño y, en los paí­ses pobres, su fór­mu­la a menu­do se ela­bo­ra­ba en con­cen­tra­cio­nes dema­sia­do débi­les o con agua no este­ri­li­za­da. Como resul­ta­do, las madres y los bebés se enfer­ma­ron y murie­ron.

Baby Milk Action tie­ne una cam­pa­ña espe­cí­fi­ca diri­gi­da a Dano­ne ; en un infor­me de 2016, el gru­po cita anun­cios de tele­vi­sión en los que se ve la fór­mu­la de “con­ti­nua­ción” de Apta­mil de Dano­ne, por impli­ca­ción, para dar a los bebés habi­li­da­des mate­má­ti­cas o un gran equi­li­brio y fuer­za. Run­dall sos­tie­ne que las leches de con­ti­nua­ción son com­ple­ta­men­te inne­ce­sa­rias: los bebés huma­nos comien­zan a comer ali­men­tos sóli­dos, jun­to con la leche que se les da, a los seis meses de edad, y de hecho se inven­ta­ron sim­ple­men­te como una for­ma de pro­mo­ver la fór­mu­la por aso­cia­ción y ven­der más pro­duc­to a un mer­ca­do sus­cep­ti­ble ( Baby Milk Action e IBFAN no están en con­tra del uso de fór­mu­la cuan­do la leche mater­na no es una opción). 

Según su visión: ¿No debe­ría Dano­ne, con su exten­sa retó­ri­ca sobre una for­ma com­ple­ta­men­te nue­va de hacer nego­cios, exa­mi­nar seria­men­te su estra­te­gia en un área tan polémica?

Dano­ne no comer­cia­li­za fór­mu­la para bebés meno­res de seis meses en nin­gún lugar del mun­do, inclu­so si lo per­mi­ten las leyes loca­les, de acuer­do con el códi­go de la OMS, y que ocu­pa el pri­mer lugar en un índi­ce com­pi­la­do por Access to Nutri­tion Foun­da­tion, que super­vi­sa la adhe­ren­cia glo­bal al códi­go por par­te de los prin­ci­pa­les acto­res del mer­ca­do del mun­do. En 2018, Dano­ne ocu­pó el pri­mer lugar en el índi­ce, aun­que solo obtu­vo un 46% (pdf, p.16).

Los están­da­res de B Lab se basan en inves­ti­ga­ción, par­ti­ci­pa­ción de las par­tes intere­sa­das y gober­nan­za inde­pen­dien­te pero como vemos, deben mejo­rar cons­tan­te­men­te y avan­zar con la socie­dad para crear solu­cio­nes de eva­lua­ción mejores. 

El equi­po de Están­da­res de B Corp lle­vó a cabo una inves­ti­ga­ción y con­clu­yó que basa­rá sus jui­cios en el índi­ce de Access to Nutri­tion Foun­da­tion y en métri­cas que inclu­yen la mejo­ra y la trans­pa­ren­cia de las empre­sas.

En otro polé­mi­co caso, Ben & Jerry’s, uno de los B Corps más reco­no­ci­dos, está sien­do deman­da­do en su esta­do natal de Ver­mont por un ambien­ta­lis­ta que afir­ma que gran par­te de la leche uti­li­za­da para hacer su hela­do no pro­vie­ne de “vacas feli­ces”, como dice en su publi­ci­dad, sino de vacas en gran­jas indus­tria­les ordi­na­rias. En 2020, la com­pa­ñía acor­dó eli­mi­nar el recla­mo de “vacas feli­ces” del empaquetado. 

Como vemos, cada día aumen­ta la pre­sión social para las bue­nas prác­ti­cas de las empre­sas y su trans­pa­ren­cia y lejos de ser una des­alen­ta­do­ra noti­cia, es una gran espe­ran­za: más pre­sión des­de el sec­tor acti­vis­ta, el sec­tor de con­su­mo y el sec­tor de emplea­dos serán nece­sa­rios para esta trans­for­ma­ción cor­po­ra­ti­va tan necesaria.

Andrew Kas­soy, uno de los fun­da­do­res de B Lab, es el pri­me­ro que reco­no­ce que el papel de los acti­vis­tas es vital por­que “plan­ta una ban­de­ra de una mane­ra abso­lu­ta y pura”. Siem­pre que el equi­po de están­da­res tie­ne que tomar una deci­sión, bus­ca pun­tos de vis­ta de los acti­vis­tas como par­te de su tra­ba­jo para deter­mi­nar dón­de hay bue­nas, mejo­res prác­ti­cas, y dón­de aún es impo­si­ble defi­nir­los (como suce­dió en el caso de las prisiones).

Un cambio en progreso del que puedes formar parte

Yan­cey Stric­kler diri­gió uno duran­te años Kicks­tar­ter, la pla­ta­for­ma de finan­cia­ción colec­ti­va que cofun­dó en 2009 y que se con­vir­tió en una Cor­po­ra­ción B en 2014. Mien­tras esta­ba en la empre­sa, comen­zó a desa­rro­llar una espe­cie de espe­cia­li­dad, como fun­da­dor de tec­no­lo­gía ya habla­ba de pro­pó­si­to en lugar de retor­nos y el esca­la­do rápi­do. Des­de que dejó su pues­to de CEO en 2017, ha ido más allá, escri­bien­do un mani­fies­to para un mun­do dife­ren­te. Su libro, titu­la­do This Could Be Our Futu­re, es una mara­vi­lla. De hecho des­de que dejó Kicks­tar­ter, la com­pa­ñía empeo­ró y aho­ra pare­ce más una tele­tien­da para mille­nials en lugar de un pun­to de expe­ri­men­ta­ción para la finan­cia­ción de pro­yec­tos innovadores.

“En un futu­ro no muy lejano, idea de tener un pro­pó­si­to no finan­cie­ro, será nor­mal. Eso ya no será lo extra­ño. Lo extra­ño será no tener eso “.

Yan­cey Stric­kler anti­guo CEO de Kickstarter

Tan­to Stric­kler como Ran­gan como yo mis­ma, com­par­ti­mos la creen­cia de que el tipo de cam­bio que espe­ra­mos no suce­de­rá de la noche a la maña­na. Pero debe suce­der cada noche y cada maña­na de los pró­xi­mos años.

Stric­kler está con­ven­ci­do de que ya se está pro­du­cien­do real­men­te un cam­bio de las ganan­cias hacia el pro­pó­si­to. Las cor­po­ra­cio­nes B, pero qui­zás inclu­so más las cor­po­ra­cio­nes de bene­fi­cio públi­co, serán par­te inte­gral del cam­bio que sugie­re Stric­kler. Y esa trans­for­ma­ción podría suce­der más rápi­do de lo espe­ra­do si los impe­ra­ti­vos para seguir sien­do com­pe­ti­ti­vos, evi­tar una regu­la­ción cada vez más estric­ta y con­tra­tar a per­so­nas con talen­to comien­zan a afec­tar. Inclu­so en los pró­xi­mos cin­co a diez años, sugie­re Stric­kler, “creo que vamos a des­per­tar y PBC [cor­po­ra­cio­nes de bene­fi­cio públi­co] y B Corp serán la nor­ma”. ¿Dema­sia­do optimista?

Un gru­po nota­ble­men­te ausen­te del impul­so hacia que las empre­sas se con­vier­tan en B Corps fue­ron, duran­te mucho tiem­po, los consumidores. 

Des­de hace años, hemos empe­za­do a estu­diar este fenó­meno y ana­li­zan­do estu­dios sobre el per­fil de los com­por­ta­mien­tos de con­su­mo, como Moti­va­tions of the Ethi­cal Con­su­mer, publi­ca­do por el Jour­nal of Busi­ness Ethics o Ethi­cal inten­tions, unethi­cal shop­ping bas­kets, de la Uni­ver­si­dad de Mel­bour­ne, ponen de mani­fies­to las con­vic­cio­nes y las moti­va­cio­nes nega­ti­vas y posi­ti­vas que se pro­du­cen en el pro­ce­so que va des­de las creen­cias per­so­na­les has­ta el momen­to de optar por rea­li­zar una com­pra. Cua­tro son los moti­vos prin­ci­pa­les es:

  • Es más com­pli­ca­do encon­trar pro­duc­tos éticos/sostenibles
  • El clien­te no con­fía en que la mar­ca sea real­men­te sin­ce­ra sobre su ética
  • La esté­ti­ca de estos pro­duc­tos no se ajus­tan a la nor­ma social del momento
  • No cree que sus com­pras vayan a influir real­men­te en un mun­do globalizado.

Pero cada día aumen­ta el inte­rés por el con­su­mo éti­co y sos­te­ni­ble cre­ce. The Wall Street Jour­nal, pro­fun­di­zan­do en este tema, citó una encues­ta de Korn Ferry en la que se entre­vis­tó a 193 direc­to­res eje­cu­ti­vos euro­peos, el 62% de los cua­les pre­di­jo que los futu­ros direc­to­res eje­cu­ti­vos, para 2025, habrían cam­bia­do de un enfo­que úni­co en las ganan­cias a un “tri­ple resul­ta­do” que incluía las ganan­cias, las per­so­nas y el pla­ne­ta. Según OCU en Espa­ña, el 73% de los espa­ño­les ya toma deci­sio­nes de con­su­mo por moti­vos éti­cos o sos­te­ni­bi­li­dad. Aquí pue­des des­car­gar­te su estu­dio com­ple­to en for­ma­to PDF.

¿Un punto de inflexión en la historia del capitalismo?

En 1957 Boris Pas­ter­nak ya era un cono­ci­do poe­ta ruso. Publi­có Doc­tor Zhi­va­go sabien­do que la nove­la arro­lla­do­ra, extra­ña y apa­sio­na­da pro­ba­ble­men­te sería su rui­na. Él sabía el valor de esa nove­la y tam­bién, que la socie­dad aún no esta­ba pre­pa­ra­da para ella. Pas­ter­nak reci­bió el Pre­mio Nobel de Lite­ra­tu­ra al año siguien­te. Pero el libro, que tra­ta­ba de los trau­mas de la his­to­ria rusa des­de prin­ci­pios del siglo XX en ade­lan­te, inclui­da la Pri­me­ra Gue­rra Mun­dial, una revo­lu­ción san­grien­ta y, en últi­ma ins­tan­cia, la con­fi­gu­ra­ción del rei­na­do de Sta­lin, pro­vo­có una gra­ve denun­cia por par­te del esta­do comu­nis­ta. Pas­ter­nak se vio obli­ga­do a renun­ciar al Nobel y murió poco después.

Si lees sin mucha aten­ción la obra Doc­tor Zhi­va­go, pue­des lle­gar a pen­sar que es tan solo una his­to­ria de amor. Pero en sus pági­nas pue­des ver la espe­ran­za sal­va­je y el terror de un hom­bre que inten­ta com­pren­der lo que está suce­dien­do mien­tras la socie­dad colap­sa y se reha­ce a su alre­de­dor. ¿Te sue­na esa sensación?

Yuri, el médi­co en el cora­zón de la nove­la, obser­va cómo el mun­do, tal como él lo cono­ce, se retuer­ce e inten­ta encon­trar una nue­va for­ma. Está pre­sen­cian­do un pun­to de infle­xión en la his­to­ria del capi­ta­lis­mo global.

Comen­zan­do este exten­so artícu­lo, mi obje­ti­vo era com­par­tir con voso­tros datos, tes­ti­mo­nios… pero sobre todo, tam­bién pre­gun­tas sin res­pues­ta sobre si las B Corps son fru­to de un pun­to de infle­xión que está a pun­to de irrum­pir en la corrien­te prin­ci­pal del capitalismo.

El mun­do tal como lo cono­ce­mos, gran par­te de nues­tra expe­rien­cia domi­na­da por empre­sas gran­des, pode­ro­sas y enfo­ca­das en el cre­ci­mien­to, que a menu­do ope­ran como par­te de los mer­ca­dos de capi­tal, no es la úni­ca for­ma de orga­ni­zar las cosas.  Esen­cial­men­te, sal­var el capi­ta­lis­mo rein­ven­tán­do­lo. Aun­que tam­bién, y no pode­mos cerrar los ojos ante ello, la mayo­ría aún pien­sa y argu­men­ta que no hay nada de malo en las tesis de Mil­ton Fried­man.

Por con­tra, tam­bién hay muchos eco­no­mis­tas que creen que el sis­te­ma que tene­mos es dema­sia­do defec­tuo­so para ser redi­se­ña­do en una ver­sión mejor de sí mis­mo; que lo que nece­si­ta­mos, con urgen­cia, es un cam­bio radi­cal y total hacia algo com­ple­ta­men­te diferente. 

Si has lle­ga­do has­ta aquí leyen­do, no dudes en escri­bir­me y dejar­me tus comen­ta­rios sobre el artículo.


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