En los últimos diez años, han surgido nuevas formas de gestionar la economía personal: criptomonedas, monederos electrónicos, bancos completamente online… Una de las opciones más utilizadas es la de los monederos digitales, con un amplio abanico de opciones entre el que elegir. ¿Pero están estas a la altura de las circunstancias? ¿Qué plataformas confían en ellas para hacer de la experiencia de usuario algo más fácil y fluido? ¡Veámoslo!
Los casinos en línea, grandes aliados de los monederos digitales
Uno de los sectores que más ha contribuido al aumento del uso de las carteras digitales es el de los juegos de azar. ¿El motivo? Los monederos digitales ofrecen una capa adicional de seguridad que no ofrecen los métodos tradicionales, como, por ejemplo, las tarjetas de crédito/débito. Los datos financieros de uno a través de opciones tipo PayPal o Skrill están mucho más protegidos. Además, en el caso del primero, la política de protección del usuario es sólida.
Con todo, resultan la mejor forma de depositar a la hora de acceder con rapidez a los juegos de ruleta en vivo, entre otras opciones, de los mejores casinos en línea. Y es ideal, porque a veces uno no quiere esperar demasiado para acceder a las rápidas partidas en vivo de este tipo de casinos, donde te esperan crupieres de carne y hueso, así como imágenes de calidad en riguroso directo. Y también porque suelen ser los métodos más rápidos de retirada en caso de beneficios.
PayPal: Ventajas de su uso y motivos de su crecimiento acelerado
Los monederos virtuales surgieron como una herramienta magnífica para efectuar transacciones bancarias de forma sencilla, rápida y sin la necesidad de estar a expensas del circuito bancario tradicional. Pero su funcionamiento ha sido tan bueno, que actualmente son prácticamente un banco más, con funciones exclusivas. En el caso de PayPal, lo vemos con opciones como el COMPRE AHORA Y PAGUE DESPUÉS, que pronto estará disponible en España.
El caso de PayPal es realmente interesante, ya que su crecimiento ha sido brutal en los últimos años. Sus políticas de protección al comprador, su facilidad de uso y su colaboración con la gran mayoría de plataformas de comercio electrónico la hacen una opción atractiva. Junto a él, otras opciones muestran que los monederos electrónicos están a la altura de las circunstancias, que han venido para quedarse (aunque tienen sus contras, como, por ejemplo, las comisiones).
El mundo online no para de crecer, lo que hará que los monederos electrónicos le sigan
Desde hace ya un par de años estamos experimentando un cambio en el paradigma. El comportamiento de Occidente en general se ha transformado. Actualmente, ya no es inusual trabajar desde casa, ya que muchos negocios pueden mantener gran parte de su organigrama y estructura productiva a través de la red de redes. Asimismo, la gente parece haber empezado a comprar de otro modo. Ahora, ni para ir al supermercado tienes que salir de casa.
Gracias a los comercios electrónicos, el consumo es mucho más accesible y dinámico. Su relación directa con los monederos electrónicos hace que ambos se retroalimenten, funcionando a la perfección. No hablamos solo de gigantes tipo Amazon, eBay o similares, sino que, a día de hoy, hasta la floristería de la esquina te permite pedir un ramo de rosas a través de un sitio web. Uno podría vivir perfectamente sin salir de casa, y podría hacerlo por todo lo alto.
Los monederos criptográficos: Otra forma de entender la economía digital
En un contenido sobre monederos electrónicos no podíamos olvidarnos del auge que han experimentado en los últimos tiempos las carteras criptográficas, que son también monederos digitales, pero cuyo funcionamiento difiere de las plataformas ya mencionadas (Skrill o PayPal). Con estas herramientas, tu inversión en Bitcoin o cualquier otra criptomoneda estará mucho más segura que cuando conservas tus criptoactivos en una plataforma de trading o exchange.
Las carteras o monederos criptográficos son también digitales, pero su funcionamiento es particular. Para empezar, existen dos categorías de carteras: en frío y en caliente. Las más seguras son las primeras, ya que las claves de acceso a los activos solo las tienes tú y, además, no están conectadas a internet, por lo que hackearlas es complicado. Asimismo, los monederos criptográficos pueden presentarse a través de aplicaciones móviles, en formato físico, en papel…