Tenemos millones de personas que optan por pagos sin clic o billeteras móviles o incluso monedas digitales en lugar de la moneda física tradicional. El movimiento sin efectivo está ganando impulso entre los gobiernos y las empresas por igual, pero ¿cuál es el impacto en la vida cotidiana? Gran parte es por conveniencia, pero la seguridad, el control e incluso la inclusión financiera también importan. Un billete de papel parece destinado a ser algo del pasado, ya que el futuro del dinero será digital.
Incluso sectores, como los juegos en línea, se están adaptando. Muchos casinos digitales ahora ofrecen pagos más rápidos utilizando billeteras digitales y soluciones criptográficas con comisiones más bajas. Si está interesado en los métodos de pago en los juegos de azar en línea, lea más información en Deal Gamble, donde puede encontrar reseñas de casinos e información de pago. Esta transición a los pagos digitales no solo se trata de la aceleración del ritmo, sino también de un cambio hacia una mayor seguridad, mayor transparencia y accesibilidad global.
Por qué el mundo se está volviendo sin efectivo
A estas alturas, las sociedades sin dinero en efectivo son más que un mero concepto: ya han llegado. Y ahora el impulso se está trasladando a otras partes del mundo: Suecia, China, economías emergentes como Corea del Sur, a la vanguardia de la tecnología sin dinero en efectivo. Hay algunos factores clave que impulsan este cambio:
- Conveniencia. Decir que las transacciones digitales son mucho más rápidas y fáciles que las transacciones con dinero físico sería quedarse corto.
- Seguridad. El uso de pagos sin efectivo disminuye el riesgo de robo y fraude.
- Comercio global. Los sistemas de pago digital son una necesidad para los negocios en línea y el comercio internacional.
- Control gubernamental. Para evitar el fraude fiscal y las actividades ilegales, se rastrean las transacciones digitales.
- Inclusión financiera. La banca móvil permite el acceso a servicios financieros para personas en lugares remotos.
Tanto las empresas como los consumidores deben adaptarse mientras nos preparamos para que los pagos digitales se conviertan en la norma. Pero también plantea el desafío de garantizar que los sistemas sin efectivo sean accesibles para todos, aquellos que no tienen un teléfono inteligente o una cuenta bancaria.
El auge de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC)
La forma en que las personas ven el dinero ha cambiado con la introducción de las criptomonedas. En respuesta, los gobiernos han comenzado a redactar monedas digitales de los bancos centrales. Las CBDC son monedas digitales respaldadas por el estado adecuadas para las transacciones diarias en contraposición a Bitcoin o Ethereum. Estos sistemas ya se están probando en China (yuan digital) y la Unión Europea (euro digital).
Los beneficios que brindan las CBDC son transacciones más rápidas, menor costo y mayor estabilidad financiera. Pero también se utilizan para reflexionar sobre las implicaciones de la vigilancia gubernamental y la privacidad financiera. Pero detrás de la exhibición de planificación gubernamental para el futuro, y las CBDC como una herramienta para digitalizar las economías, se esconden preocupaciones de que los bancos centrales tendrán demasiado control sobre el gasto personal.
Lo que esto significa para el futuro del dinero
La transición a las monedas digitales es un proceso rápido y volátil. El efectivo probablemente seguirá existiendo durante algún tiempo, pero está dejando de ser un uso cotidiano. En los próximos 10 años, probablemente veremos un entorno bancario muy diferente a medida que más empresas, bancos y gobiernos adopten los pagos digitales. Para los consumidores, esto significa naturalmente un cambio hacia un mundo en el que la mayoría de las transacciones se gestionan a través de aplicaciones, biometría y pagos basados en blockchain. Que esto sea algo bueno o malo depende enteramente de cuánta privacidad y seguridad puedan proporcionar los sistemas financieros digitales a cambio de toda esa comodidad.