El caso de «Inside Out 2» y las consecuencias humanas de su éxito es un claro ejemplo de los complejos dilemas en la industria del entretenimiento moderno. Mientras las cifras multimillonarias en taquilla celebran el regreso triunfal de Pixar, los trabajadores que hicieron posible ese éxito son, en muchos casos, invisibilizados y afectados por políticas corporativas que priorizan los beneficios sobre las personas.
A primera vista, el éxito de «Inside Out 2» parece una historia de redención para Pixar, una compañía que, tras la pandemia y varios fracasos en taquilla, necesitaba desesperadamente un triunfo. Y lo consiguió, logrando el mayor éxito de una película animada en la historia. Sin embargo, para muchos de los empleados que trabajaron incansablemente en su creación, este logro está teñido de amargura. Las largas jornadas laborales, el estrés, y los despidos masivos que siguieron al éxito de la película revelan una realidad incómoda: el sacrificio personal y profesional no siempre es recompensado.
El “crunch”, término que se refiere a periodos de trabajo intensivo y prolongado para cumplir con fechas de entrega, ha sido una práctica extendida en la industria de la animación y los videojuegos. Lo que es alarmante en el caso de «Inside Out 2» es la magnitud de este crunch y las consecuencias que dejó en los empleados, muchos de los cuales, tras haber invertido gran parte de su tiempo y energía, fueron despedidos sin recibir los beneficios del éxito comercial.
Este fenómeno no es exclusivo de Pixar. Grandes corporaciones de entretenimiento, como Disney, han demostrado en repetidas ocasiones una desconexión entre el valor que generan sus empleados y las decisiones que toman en la gestión de personal. Las cifras multimillonarias en taquilla contrastan con los despidos y la falta de compensaciones adecuadas para aquellos que, en definitiva, son los responsables de dar vida a estos éxitos.
Además, el caso de «Inside Out 2» revela un problema aún más profundo: la cultura del miedo y la aversión al riesgo que ha tomado el control en Pixar. Los cambios de última hora, las decisiones creativas limitadas por el temor a incluir temas que podrían ser polémicos, como la representación LGBTQ, y la sobredependencia en figuras como Pete Docter, reflejan un estudio que, a pesar de su éxito, parece tener dificultades para evolucionar y abrazar nuevas voces y perspectivas.
En última instancia, el dilema al que se enfrenta Pixar, y muchas otras compañías de la industria del entretenimiento, es cómo equilibrar el éxito comercial con un trato humano justo y equitativo hacia sus empleados. ¿Es posible que una empresa que prioriza las ganancias a corto plazo sobre el bienestar de su personal pueda sostenerse en el largo plazo?
El éxito de «Inside Out 2» no debería solo medirse en cifras de taquilla, sino también en el bienestar de quienes hicieron posible que la película llegara a las pantallas. Y mientras esa parte de la ecuación continúe ignorándose, los grandes triunfos cinematográficos estarán siempre teñidos de una sombra de injusticia.
TOP de películas Disney que son consideras más WOKE
Aquí te presento un TOP 10 de las películas de Disney consideradas más «WOKE», acompañadas de una explicación sobre los motivos que han llevado a esas percepciones. El término «woke» se usa en este contexto para referirse a la sensibilidad social, la inclusión y la diversidad cultural que algunas personas consideran un despertar o conciencia social en las películas. Aunque es un término controvertido, muchas películas de Disney han sido vistas como «woke» por los temas que abordan o los cambios que introducen respecto a las representaciones tradicionales.
1. «Encanto» (2021)
Motivo: Celebra la diversidad cultural de Colombia y aborda temas de aceptación familiar, salud mental y las presiones dentro de las estructuras familiares. Además, pone en el centro a una protagonista femenina que no sigue los estereotipos tradicionales de belleza o habilidades mágicas.
2. «Frozen» (2013)
Motivo: Subvierte el clásico «romance a primera vista» al mostrar que el amor verdadero no proviene de un interés romántico, sino de la relación entre dos hermanas. Además, Elsa es considerada un personaje queer-codificado por algunos espectadores, ya que nunca muestra interés romántico y tiene una historia de autodescubrimiento.
3. «Lightyear» (2022)
Motivo: Incluye una pareja del mismo sexo en una historia animada importante de Disney, con un beso entre dos personajes femeninos. Esto desató debates y fue considerado un paso hacia la representación LGBTQ+ en películas familiares.
4. «Zootopia» (2016)
Motivo: Utiliza animales antropomórficos para explorar temas como el racismo, los prejuicios y la discriminación sistémica. La película está cargada de mensajes sobre el respeto a la diversidad y la importancia de combatir los estereotipos.
5. «The Princess and the Frog» (2009)
Motivo: Es la primera película de Disney con una princesa afroamericana, Tiana, lo que significó un avance en la representación de personajes diversos en sus películas. Aborda también temas de perseverancia, esfuerzo personal y los sueños de los marginados.
6. «Raya and the Last Dragon» (2021)
Motivo: Presenta una heroína asiática y está profundamente inspirada en la cultura del sudeste asiático. La película promueve el valor de la cooperación entre culturas distintas, así como el empoderamiento femenino sin necesidad de un interés romántico.
7. «Turning Red» (2022)
Motivo: La película explora temas sobre la adolescencia femenina, la relación madre-hija y la menstruación, cuestiones que rara vez se abordan de forma tan directa en películas animadas. Además, la protagonista es una chica asiática-canadiense, lo que refuerza la diversidad cultural.
8. «Moana» (2016)
Motivo: Presenta a una protagonista polinesia y celebra la cultura y mitología del Pacífico Sur. Moana es una heroína autosuficiente que no busca un príncipe ni una historia de amor, sino salvar a su pueblo. También destaca por el respeto hacia las tradiciones culturales.
9. «The Little Mermaid» (Live-action, 2023)
Motivo: La elección de Halle Bailey, una actriz afroamericana, para interpretar a Ariel, desató un gran debate. El casting se vio como un cambio intencional hacia una mayor diversidad racial en un clásico de Disney, algo que algunos celebraron y otros criticaron.
10. «Black Panther» (2018)
Motivo: Aunque es una película del Universo Cinematográfico de Marvel (propiedad de Disney), es un ejemplo clave de representación negra en la pantalla grande. «Black Panther» celebra la cultura africana, presenta un elenco predominantemente negro y aborda temas como el colonialismo, el racismo y el empoderamiento de la diáspora africana.
Pixar y la Oportunidad Perdida: La Representación LGBTQ+ en Inside Out 2
Desde el lanzamiento del primer tráiler de Inside Out 2, muchos fanáticos detectaron lo que parecía ser una representación LGBTQ+ implícita en las reacciones de Riley hacia Val, una jugadora de hockey que le llama la atención de manera notable. Las redes sociales se llenaron de especulaciones sobre si Pixar finalmente se atrevería a dar el paso y presentar a un protagonista abiertamente queer en una de sus películas más esperadas. Sin embargo, esa esperanza pronto fue frustrada cuando quedó claro que, una vez más, la representación LGBTQ+ en Pixar sería mínima o inexistente.
Este patrón no es nuevo en Pixar. A lo largo de los años, la compañía ha coqueteado con la inclusión LGBTQ+, pero siempre de manera tímida y superficial. Si bien han existido momentos como la breve aparición de una pareja del mismo sexo en Finding Dory o el «exclusivamente gay moment» en la versión live-action de Beauty and the Beast, estos gestos han sido, en su mayoría, fugaces y fácilmente eliminables en los mercados más conservadores. Inside Out 2 tenía el potencial de cambiar eso, de ofrecer una narrativa más valiente y acorde con los tiempos, pero optó por la prudencia y la neutralidad.
¿Por qué es importante la representación real?
La representación en los medios no es solo una cuestión de visibilidad, sino de validación. Para las personas LGBTQ+, ver personajes con los que se puedan identificar plenamente puede ser una experiencia poderosa y formativa. Cuando las películas importantes eligen omitir o tratar con superficialidad estos temas, se pierde una oportunidad no solo para el desarrollo de la historia, sino también para el público que busca verse reflejado en la pantalla. Inside Out 2, con su trama centrada en las emociones complejas y los desafíos de la adolescencia, parecía ser el espacio perfecto para explorar la identidad sexual de Riley de manera honesta. En cambio, la película evita profundizar en este terreno, perpetuando la narrativa de que la identidad queer sigue siendo algo que debe suavizarse o, peor aún, omitirse.
Pixar ya ha demostrado que es capaz de crear historias profundas y emocionales que tratan temas difíciles, como la salud mental (Inside Out), el duelo (Up), e incluso la muerte (Soul). Pero cuando se trata de la representación LGBTQ+, la compañía parece quedarse corta. Los personajes LGBTQ+ que han aparecido en su filmografía, como el oficial Specter en Onward o Alisha Hawthorne en Lightyear, han sido presentados de manera tan fugaz que su presencia es casi anecdótica. Son personajes secundarios, con escaso desarrollo, cuyas vidas y relaciones apenas se mencionan.
Parte de la magia de Pixar siempre ha sido su capacidad para tomar riesgos creativos, para contar historias que rompen moldes y tocan fibras profundas en públicos de todas las edades. Entonces, ¿por qué no arriesgarse también con la representación LGBTQ+? La respuesta quizás radica en la comodidad de seguir una fórmula probada que evita cualquier controversia. Las películas de Pixar son globales, y su éxito depende, en gran medida, de su capacidad para captar mercados de todas partes del mundo, incluidos aquellos donde la representación LGBTQ+ sigue siendo un tabú.
No obstante, el cambio hacia una mayor inclusión no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino de evolución narrativa. Al negarse a explorar historias queer de manera significativa, Pixar no solo está fallando a una parte importante de su audiencia, sino que también está limitando las posibilidades de contar historias nuevas y más complejas.
Inside Out 2: ¿Woke?
La secuela de Inside Out tenía la oportunidad perfecta para continuar desafiando las normas y explorar las complejidades de la identidad de Riley mientras navega por la adolescencia. En lugar de eso, se conforma con un enfoque más seguro, evitando abordar de manera directa cualquier posible aspecto de su orientación sexual. En un momento en que más jóvenes están descubriendo y aceptando sus identidades queer, Pixar podría haber dado un paso adelante, mostrando que estas experiencias forman parte de la vida cotidiana y no deben tratarse como algo periférico o marginal.
El cortometraje Out, lanzado por Pixar en 2020, fue un avance en la dirección correcta, al presentar abiertamente a un protagonista gay. Sin embargo, ese esfuerzo se quedó en el ámbito de los cortometrajes, lejos de las grandes producciones con las que Pixar marca la diferencia en la cultura popular global. Es hora de que ese nivel de representación se traslade a las películas de larga duración, con personajes y tramas que realmente aborden y celebren la diversidad en todas sus formas.
Inside Out 2 es una buena película que expande la historia de Riley y sus emociones, pero se queda corta en lo que podría haber sido un hito en la representación LGBTQ+ en el cine animado. Pixar tiene las herramientas, la creatividad y el alcance para liderar este cambio, pero sigue optando por la cautela. En un mundo que cada vez demanda más inclusión y diversidad en las historias que consumimos, Pixar está en una encrucijada. ¿Seguirá jugando a lo seguro o finalmente se atreverá a contar historias que realmente reflejen la diversidad del mundo en el que vivimos?