Actualizado el viernes, 27 agosto, 2021
La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
¿Imaginas volver a la vida después de la muerte? ¿Y abrazar a un ser querido que ya no está entre nosotros? Seguro que muchas veces has pensado en ello, aunque, claro, es algo imposible. Pero… ¿y si te dijera que hay una manera de conseguirlo? Es posible volver a ser uno con la naturaleza, reencarnarse, crear vida a través de la muerte; y, no, no estamos hablando de zombis, ni ritos, ni científicos chiflados.
Hoy queremos presentaros una forma diferente de entender la pérdida de un ser querido (o de afrontar la propia muerte). Gerard y Roger Moliné entienden que «la muerte no es más que una palabra. Una construcción de la mente humana. Lo único real es la vida» y, por eso, decidieron unir diseño y naturaleza para cambiar el mundo con las Urnas Bios, una manera diferente de entender «el fin de la vida».
La fase final de la vida de cualquier persona no es agradable ni para ella, ni para sus seres queridos. Sin embargo, más allá de los siniestros ataúdes y urnas con cenizas encima de la chimenea, la Urna Bios ofrece una alternativa sostenible, ecológica y que, en cierto modo, nos ayuda a hacer las paces con la naturaleza y formar parte del ciclo natural de todas las cosas.
Ver como la luz de alguien se apaga lentamente es doloroso. Verle renacer en un hermoso árbol puede ser una experiencia increíble.
La Urna Bios es una maceta biodegradable que te permite plantar una semilla de tu árbol preferido en las cenizas de esa persona que ya no está. El proceso de biodegradación de la urna es completamente respetuoso con el medioambiente. Aunque lo más bonito de este proyecto es que la maceta/urna funciona de tal manera que las cenizas se convierten en el «alimento» que hace germinar la semilla y crecer el árbol. De esta manera, nos convertimos en parte de la naturaleza y nuestros seres queridos pueden reencarnarse en árboles.
Reconvirtamos nuestros cementerios. Llenémoslos de árboles en vez de tumbas. Juntos podríamos reforestar el planeta.
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