Actualizado el sábado, 12 marzo, 2022
En las costas de Sinaloa (México) han sido encontradas tortugas negras con grandes tumores generados por la contaminación del océano.
La contaminación del medioambiente está llegando a niveles muy peligrosos para los seres humanos y para el resto de seres vivos del planeta. En este caso, el peligro viene por los metales pesados que vertimos en el mar.
Tumores en animales marinos
Hace unos meses ya os advertíamos del grave peligro que suponía para nuestra salud, el pescado que consumimos cada día ya que posee niveles de mercurio cada vez más elevados.
En este caso, los investigadores del Departamento de Vida Silvestre del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), en Guasave, Sinaloa, creen que los tumores han podido ser producidos por el herpesvirus quelónido 5, muy relacionado a los metales pesados.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) pertenecientes al CIIDIR, ha lanzado un estudio que concluye que los tumores se han producido debido a la contaminación del entorno ya que este debilita el sistema inmune y eso da paso a desarrollar esta enfermedad viral infecciosa que afecta tanto externa como internamente.
Esta se considera uno de los principales problemas de salud sistemática de las tortugas marinas, desarrollando tumores externos en aletas, piel, tejidos cercanos a los ojos, región cloacal, plastrón y caparazón, limitando el movimiento y alimentación. Pero también se desarrollan de forma interna en zonas como el hígado, pulmones y corazón, afectando las principales funciones de las tortugas. Estos tumores pueden medir desde 0.1 hasta 40 cm de diámetro.
Los contaminantes ambientales presentes en mares y océanos se deben a pesticidas, metales pesados y organoclorados vertidos al mar.
El resto de fauna y ecosistemas marinos también muestran claros síntomas de agotamiento: la vida marina está desapareciendo el doble de rápida que la vida en la Tierra como consecuencia del cambio climático. Sin embargo, menos de un 3% de nuestros mares y océanos están protegidos. Pero aún estamos a tiempo de cambiarlo.
La ciencia dice que necesitamos proteger al menos un tercio de los océanos del mundo para que se recuperen y salvaguarden la vida marina. Y por primera vez hay un proceso en marcha que podría lograrlo. Se está negociando en la ONU un Tratado Global de los Océanos que podría abrir la puerta a una gran red de santuarios marinos, fuera del alcance de la actividad humana destructiva, dando a nuestros océanos el espacio que necesitan para recuperarse y prosperar.