Actualizado el lunes, 8 marzo, 2021
Alison Garrigan y Luke Jones, son los nombres de los comprometidos activistas de Greenpeace que escalaron la columna de Nelson en Trafalgar Square para poner al almirante una mascarilla anticontaminación y poner el foco global en la contaminación que sufre la ciudad.
Después, visitaron las estatuas de Winston Churchilo y de Oliver Cromwell, en la plaza del Parlamento. También aparecieron «enmascarados» el Eros de Picadilly, la Reina Victoria frente a Buckingham y hasta el monumento Thierry Henry, frente al estadio del Arsenal.Fueron en total 17 estatuas, en plena madrugada y a tiempo para la «hora punta». Scotland Yard fue implacable con los activistas, sorprendido en ocasiones con las manos en la máscara.
Mascarillas anticontaminación
Los dos activistas de Trafalgar Square aguantaron cinco horas en lo alto de la columna de Nelson y fueron finalmente detenidos nada más pisar tierra. En la plaza del Parlamento también fueron arrestados cuatro activistas, pero las fotos ha causado su efecto y el mensaje ha quedado muy claro… Hasta las estatuas se protegen del aire enrarecido que se respira en Londres, causante de hasta 9.400 muertes prematuras al año, principalmente por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
«Ponernos todos la máscara no es la solución; lo que necesitamos es una urgente acción política», declaró la portavoz de Greenpeace Areeba Hamid. «Ese el mayor reto que tiene el próximo alcalde de Londres: crear una zona de aire limpio que cubra gran parte de la ciudad».La calidad del aire se ha convertido en una de las tres prioridades de los londinenses de caras a las elecciones municipales del 5 de mayo.
Los dos candidatos, el laborista Sadiq Khan y el conservador Zac Goldsmith, han prometido acelerar los planes para la puesta en marcha de una «zona de emisones ultra-bajas», propuesta por el actual alcalde, Boris Johnson, criticado sin embargo por su falta de acción durante los últimos ocho años.Un preocupantes estudio del King’s College ha estimado que la presencia en las atmósfera de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y dióxido de nitrógeno (NO2) podría estar detrás de unos 80.000 fallecimientos prematuros en el Reino Unido.
El King’s College dio también la voz de alarma sobre las concentraciones de 463 microgramos NO2 por metro cúbico en Oxford Street (11 veces por encima de los límites recomendados por la Unión Europea). El tráfico rodado (y principalmente los vehículos diésel) son el principal factor contaminante de Londres, con una flota obsoleta de taxis, autobuses y camiones. Greenpeace ha propuesto el cierre al tráfico de amplias zonas de la capital y prohibición de circulación de vehículos diésel dentro del perímetro afectado actualmente por el «peaje de congestión».
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