“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.”
Antoine de Saint-Exupéry, El principito.
Los cosmólogos especulan que en 100 billones de años más -¿alguien es capaz de imaginarlo?- las estrellas de nuestro incansablemente expansivo Universo podrían quedarse sin combustible y desaparecer de la vista. El cielo nocturno, que alguna vez fue el televisor de los antiguos, se transformará en un tablero vacío, sin estrellas ni nebulosas. Pero por desgracia quizás no haya que esperar tanto tiempo para que esta realidad tenga lugar. En muchas ciudades del mundo alzar la vista en el cielo nocturno y ver las estrellas es algo cada vez más difícil. ¿Por qué? Por culpa del fenómeno de la contaminación lumínica.
La contaminación lumínica es la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, horarios o rangos espectrales innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en que se han instalado las luminarias. Con frecuencia se asocia al brillo artificial del cielo nocturno.
Este brillo se debe a la mala calidad y orientación del alumbrado exterior, tanto público como privado. Es luz que no se aprovecha para iluminar el suelo, las calles y allí donde nos desenvolvemos, pues la enviamos por encima del horizonte y a las nubes. Como resultado, la oscuridad natural de noche disminuye y desaparece progresivamente la luz de las estrellas y del resto de astros.
Ciudades oscuras, por Thierry Cohen
¿Qué sucedería si en el mundo no existiera contaminación lumínica? Esa pregunta pasó por la cabeza del artista parisino Thierry Cohen, quién desde el año 2010 ha estado desarrollando su proyecto Villes Eteintes (ciudades oscuras). El proyecto muestra el aspecto nocturno de la mayoría de las ciudades del mundo si no existiera la contaminación lumínica. Usando procedimientos fotográficos de principios del siglo XIX, como los que utilizaba por ejemplo el fotógrafo Gustave Le Grey, Cohen captura imágenes nocturnas de diversas ciudades del mundo, anotando la hora, el ángulo así como la latitud y la longitud.
Se traslada después a otras regiones del mundo con una claridad atmosférica notable como los desierto de Mojave, Sahara o Atacama repitiendo las mismas coordenadas antes de tomar la foto y captando lo que se ha perdido en los entornos urbanos. Mezclando las dos imágenes, Cohen crea una nueva imagen no contaminada, cuestionando no sólo los cambios que el ser humano está produciendo en el planeta sino que al mismo tiempo dibuja conexiones inesperadas entre lugares desconectados. Aquí se recopilan un total de 20 instantáneas de como “supuestamente” serían las ciudadaes si no existiera contaminación lumínica alguna. Un cielo estrellado absolutamente deslumbrante de ocho mega ciudades del mundo. Cuando las hayas visto todas espera al anochecer sal por la ventana y observa el cielo, probablemente notarás una ligera diferencia.
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